Cabeza Nevada o Mogota del Cervunal (2.426)

ASCENSIÓN DESDE NAVALPERAL DE TORMES

CUERDA DEL NOVILLERO

En el entorno del Circo de Gredos, la Cabeza Nevada es una cima modesta; no es de los picos más altos, carece de aristas afiladas o grandes paredes y es fácil de subir. Pero, como para compensar, desde su cumbre se tienen las vistas más espectaculares del macizo. Su silueta individualizada, que se eleva en el extremo de la cresta que separa los circos de Gredos y Cinco Lagunas, ya anuncia esta circunstancia. Y efectivamente desde su cima se aprecia la estructura del conjunto y se divisan todas las cumbres mayores del macizo.

La ruta consiste en recorrer, ida y vuelta, el largo cordal que se alza entre las gargantas de Gredos y el Pinar. Para el acceso a cumbre, escogí recorrer la rocosa arista que forman los Dos Hermanitos y el Novillero, mientras que luego descendí por la ruta más habitual, que va por la Hoya Nevada; es decir, el cóncavo abierto en la vertiente norte del monte.

La Cabeza Nevada, sobresaliendo entre crestas afiladas, muestra su vertiente norte

SITUACIÓN:

  • Zona: Sector Principal de Gredos (Sistema Central)
  • Unidad: Circos de Gredos
  • Base de partida: Navalperal de Tormes (Ávila)

ACCESO: El Parking acceso 5 Lagunas de Gredos, en Navalperal de Tormes, está a 81 km de Ávila, por el Puerto de Menga y Hoyos del Espino. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen al punto de partida de la ruta en el siguiente link a GoogleMaps.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 1.221 / 2.426
  • Mi tiempo efectivo: 7h30
  • Mi tiempo total: 8h46
  • Dificultades: F. Varias trepadas (I) cortas en los Dos Hermanitos. Por encima del Cervunal, tanto al subir como al bajar, se encuentran tramos por matorral cerrado y otros de pedrera que requieren ocasionalmente ayuda de manos.
  • Track para descargar en Wikiloc

Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: Tras aparcar, cruzar el Puente de Tormes siguiendo el Camino del Puerto de Candeleda. Una vez dentro de la Garganta de Gredos, dejarlo por el desvío que, a la derecha (SE), baja a cruzar el Puente de las Ranas. Poco después, abandonar también esta pista en la primera curva que hace a la derecha, continuando recto (S) por una senda. Ésta se divide en tres en el paraje de El Soto. Seguir recto (S), para remontar la cuerda que divide las gargantas de Gredos y El Pinar. Poco antes de llegar al cerro de las Peñas, el caminillo pasa a la vertiente oriental (izquierda) y prosigue por siguiendo el cordal hasta acabar en el gran rellano donde se sitúa el Refugio del Cervunal. A la espalda del mismo, remontar una loma cubierta de matorral que se yergue hasta alcanzar la Cuerda del Novillero. Seguir la arista a la izquierda (S), tocando sucesivamente las puntas septentrional y principal de los Dos Hermanitos (F) y del Novillero. A partir del collado subsiguiente es más cómodo desviarse a la izquierda (SE), entrando en la cara norte de la montaña, empinada rampa de pedrera en la cual encontraremos hitos que ayudan a encontrar el paso cómodo hasta la cumbre de Cabeza Nevada (F).

Iniciar el regreso deshaciendo el camino, atentos a los hitos y procurando, cuando se dividen, seguir los de la derecha (NE), que conducen, a través del pedregal, hasta una collada en la arista NE. Girar allí a la izquierda (NO) para descender por una vaguada herbosa hasta el fondo de la Hoya Nevada, en el que se forma un torrente cuyo curso conduce hasta las cercanías del Refugio del Cervunal. Y ahora ya sólo quedará deshacer el itinerario de ida para regresar al Puente de Tormes.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: Ésta ha sido mi primera ascensión sin nieve a esta montaña y la segunda por este lado. De hecho, aproveché para recorrer los Hermanitos y el Novillero por hacer algo diferente. Y no sé si puedo decir que la gran pedrera de la cara norte es más fácil con nieve; pero, que es más cómoda, fijo. También ayuda que una alfombra blanca cubra el matorral de la loma detrás del refugio. Esto queda ilustrado por el hecho de que necesité hora y pico menos para completar la ruta desde Navalperal cuando la nieve cubría la montaña a partir del Cervunal.

Por otro lado, aunque larga, la ascensión se lleva bien en general. En la pedrera, apenas se movieron un par de cantos; el matorral, donde lo hay, no está demasiado cerrado y se encuentran bastante pasos de cabras y ganado, y el resto del camino es cómodo y agradable. El panorama es hermoso a lo largo de toda la excursión y, desde la cumbre, de lo mejor de Gredos. Menos bonito en verano que en invierno, pero más impresionante al quedar al descubierto toda esa roca descarnada, vertical y afilada que corona los grandes circos de Gredos.

RELATO GRÁFICO:

Tras aparcar, crucé el puente sobre...

... el Río Tormes, para...

... seguir el Camino del Puerto de Candeleda que, tras doblar un lomo, entra en la Garganta de Gredos. Al poco, tomé el desvío que, a la derecha (SO), baja al Puente de la Ranas, lo cruza y sigue por la otra orilla.

Tampoco caminé mucho por este otro carril; en la primera cueva que hace a la derecha, lo dejé, siguiendo recto (S), por...

... una senda, que vuelve a perder altura bajo unos robles, entre cuyas ramas alcanzaba ya a distinguir la cumbre del día,...

... Cabeza Nevada, impresionante incluso desde tan lejos.

Tras cruzar un par de torrentes, la vereda llegó a El Soto, paraje situado al pie del lomo que separa las gargantas de Gredos y El Pinar. Ahí se divide en tres; las ramas derecha e izquierda remontan ambos valles; yo seguí recto (S), pasando a...

... subir por la cuerda citada, empinada al principio, pero que...

... pronto perdió pendiente, en un rellano. La alternancia de cuesta y descanso se repetiría. Si a la derecha del cordal, además de Cabeza Nevada, veía ahora el fondeo del Circo de Cinco Lagunas, al otro lado...

... la perspectiva era peor y sólo se veía la parte superior de la Cuerda de las Chorreras y, encima, a contraluz.

El Risco Redondo, que destacaba a mi derecha en el extremo de la Cuerda de los Barquillos, fue quedando atrás.

A la vez, los altos páramos de la Sierra de Villafranca llenaban el horizonte septentrional.

El camino evita la cima del Cerro de las Peñas desviándose a la izquierda, para seguir el cordal por la vertiente oriental.

Al acabar de rodear dicho cerro, reapareció la Cabeza Nevada, rodeada ahora por las crestas del Circo de Gredos, a un lado, y del de Cinco Lagunas al otro. Luego, rodearía, también por el este, otro cerro, para entrar en...

... un gran rellano de hierba del Cervunal, al fondo del cual se distinguían tanto la Cabeza Nevada como, a su derecha, los tres canchos que pensaba visitar: el Novillero y los Dos Hermanitos. Precisamente al pie del contrafuerte que se proyecta desde éstos hay un pequeño refugio, a la espalda del cual comenzaría el verdadero ascenso a la cumbre.

No vi senda ni señales que marcaran el camino; pero, como los piornos no estaban demasiado cerrados, decidí remontar el lomo por donde los huecos en el matorral me llevaran, con la referencia de los riscos que veía recortados contra el azul.

De todas formas, por encima del matorral, fue un alivio encontrar unas pedreras bastante estables. Al volverme, además de ver el llano del Cervunal a mis pies y el extremo de la cuerda que había seguido en la aproximación, podía distinguir ya en el horizonte el conjunto completo de las tres Parameras.

También se incorporaron al horizonte visible el Peñón del Mediodía y La Mira, asomando por encima de las lomas vecinas.

Coincidiendo con el final del matorral, me desvié a la ligeramente derecha para alcanzar la cuerda al norte de los tres riscos.

Desde allí, pude ver parte de la Garganta del Pinar, dominada por el Picurucho, el Meapoco y la Peña del Fraile.

Girando a la izquierda (S), comencé el breve recorrido de la Cuerda del Novillero encaramándome al septentrional de los Dos Hermanitos, superando primero una pedrera y, luego, unas placas fáciles (I) bastante tendidas.

Desde esta primera cima, sucesivamente, el Hermanito más alto, el Novillero y la Cabeza Nevada.

Para bajar de la punta norte, tuve que destrepar una sucesión de escalones (I), pero con cierta exposición. La subida al Hermanito principal fue otra combinación de bloques y placas tendidas (I) similar a la anterior.

La bajada por el flanco oriental (derecho), a través de un pasillo de pedrera, ya no tuvo dificultad, lo mismo que la subida posterior.

Mirando atrás desde el Novillero, los Dos Hermanitos con la Sierra de Villafranca y la Serrota al fondo.

A mi derecha, una pequeña decepción: seguía sin tener una buena perspectiva de la vertiente de Cinco Lagunas.

Por delante, se elevaba la pirámide cimera de Cabeza Nevada. Tras pasar el collado intermedio, me desvié a la izquierda de la cuerda, entrando en la cara norte para buscar el paso menos incómodo por el pedregal.

El mismo, formado por bloques de mediano tamaño, es estable pero no dejaba mantener un paso regular y resultaba incómodo.

Pasada la mitad de la subida, me encontré una file de hitos que venía de la izquierda y señalan la ruta normal, que va por el fondo de Hoya Nevada, el cóncavo que hay bajo la cara norte. Para entonces, así se veían el Novillero y los Dos Hermanitos.

La subida culminó en la antecima norte, desde donde descubrí la cima verdadera, con las cumbres mayores de Gredos al fondo.

Desde Cabeza Nevada, mirando al oeste se llegaba a ver la Sierra de Candelario, por encima de la vecina cuerda del Meapoco.

Girándome a la izquierda, la Galana, los dos riscos del Gutre y el Picurucho coronan el circo de Cinco Lagunas, de las que sólo se veía la más alta. Al otro lado del cordal que une este pico al resto del macizo,...

... se abría el Gargantón, bajo el Almanzor  y la cresta que forman el Cerro de los Huertos, Risco Moreno y el Ameal de Pablo. Este cordal tapa el Circo de Gredos; de esa parte sólo se llegaban a ver las cimas del Morezón y el Cuchillar de Cerraíllos.

Más a la izquierda, el peñón del Mediodía y La Mira asomaban sobre el alto de Los Barrerones.

Completaban la vuelta la Sierra de la Paramera y la Serrota en el horizonte nororiental, ya que, al norte, la antecima tapaba el panorama. Comencé el retorno deshaciendo camino, primero hasta allí y, luego,...

... descendiendo por la pedrera siguiendo los hitos.

Hitos que, a cierta altura, me desviaron a la derecha (NE) de mi ruta de subida. La bajada por la ruta normal está definida por el eje del tubo que tenía debajo, conocido como Hoya Nevada. Pero, en vez de ir directamente, fui primero hacia la cuerda de la derecha, que alcancé en una collada, desde la cual...

... había una bonita vista de la breve cara noreste de Cabeza Nevada, único lugar de esta montaña en que se manifiesta la verticalidad propia de esta zona central de Gredos.

Ahora, giré a la izquierda (NO) para descender por una vaguada herbosa hacia el fondo de Hoya Nevada.

Y, una vez allí, recuperar la dirección NE para seguir la torrentera hacia El Cervunal ya por terreno cómodo. Incluso apareció un rastro en la hierba.

Aunque antes del final, aún tuve que pasar otro pedregal. Definitivamente, esta vertiente al menos, mejor con nieve.

Al final, la pendiente fue suavizándose según llegaba al gran llano, donde...

... reencontré la senda por la que había llegado. Retomándola, la seguí de vuelta a través de los prados y, tras...

... una mirada de despedida a Cabeza Nevada, continué...

... deshaciendo camino por la cuerda, con la novedad de que el cambio de luz permitía ahora apreciar el cordal y laderas al otro lado de la Garganta de Gredos.

Tras la reaparición de la Sierra de Villafranca y la Serrota, la de...

... Navalperal anunció el final de la excursión.

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