Canchal de la Ceja (2.427)

ASCENSIÓN DESDE LA CENTRAL DEL CHORRO

CUERDA DE LA CEJA Y VUELTA POR LA GARGANTA DEL TRAMPAL

El Canchal de la Ceja culmina la Sierra de Candelario, que incluye los dosmiles más occidentales del Sistema Central  y es la más importante del grupo de Béjar. Está situada entre los valles del Alagón y el Tormes, separada de Gredos por el Puerto de Tornavacas. Se trata de una loma redondeada, tan ancha que, sobre ella, se llega a perder la sensación de estar en cresta, pese a tener un horizonte muy abierto. Sin embargo, bajo la cresta, antiguos glaciares excavaron sus laderas, dejando un puñado de circos, tan altivos como se puedan encontrar en el resto de la cordillera. Su naturaleza no es exuberante, limitándose a pasto y matorral, como imponen sus extremas condiciones climáticas; sólo en lo más abrigado de los barrancos se refugian pequeñas masas de arbolado. Es también una montaña humanizada, con pueblos y pistas retrepados hasta media ladera, pero sin llegar a estropear su carácter agreste.

La ruta consiste en remontar la Cuerda de la Ceja, que proyecta la cumbre homónima hacia el este, para luego bajar por la Garganta del Trampal, que corre paralela, visitando sus lagos escalonados.

La Cuerda de la Ceja sobre las Lagunas del Trampal

SITUACIÓN:

  • Zona: Sierras de Béjar (Sistema Central)
  • Unidad: Sierra de Candelario
  • Base de partida: Solana de Ávila (Ávila)
ACCESO: La Central del Chorro está 100 km al SO de Ávila, por el Barco de Ávila y Solana de Ávila. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen a ese punto en el siguiente link a GoogleMaps.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 1.386 / 2.427
  • Mi tiempo efectivo: 6h20
  • Mi tiempo total: 7h35
  • Dificultades: F. Mucho matorral denso y ruta a veces imprecisa en la subida. Largos tramos por cantizal y algunos cortos pasos de destrepe fácil (I) en la bajada.
  • Track para descargar en Wikiloc

Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: Salir de la Central del Chorro por la senda que, al SO, remonta el barranco. Cuando se bifurca, ir por la derecha (NO) para subir por las placas por las que se desliza el agua, hasta el Refugio Laguna del Duque. A la vista del edificio, girar a la derecha (N), siguiendo unos hitos y un trazo más bien difuso que remontan la ladera hasta encaramarse a la Cuerda de la Ceja, la cual asciende a la izquierda (O) con tramos muy incómodos de matorral cerrado en su primera mitad, hasta la cima del Canchal de la Ceja.

Descender al oeste y luego al norte, por la senda que recorre el cordal principal, hasta el Collado del Trampal. Dejarla por otra, menos marcada, que baja a la derecha (E) para descender por la Garganta del Trampal. Tras una primera parte muy clara, ya antes del primer estanque, se esfuma la traza y los hitos guían a través de un incómodo cantizal, donde habrá que ayudarse de las manos para destrepar algún escalón (I). Luego, ya en la zona del Tranco del Infiernillo, vuelve a aparecer una senda, que conduce hasta los Prados de la Aliseda (F). Allí, al topar con una acequia, seguirla a la derecha (SO) para regresar a la Central del Chorro.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: Esta ascensión, de longitud y exigencia medianos, sería una relajada delicia si no fuera por el cerrado piornal que cubre la primera mitad de la Cuerda de la Ceja y la incomodísima bajada por pedregal y cantos la Garganta del Trampal, entre las lagunas y el Tranco del Infiernillo. Por tanto, aparte de ir concienciado, hay que considerara que la excursión llevará más tiempo de lo esperable por desnivel y distancia (en mi caso, una hora más de lo que habría calculado, de no conocer de antes esta ruta). Siendo la cuarta vez que recorro esta cuerda, nunca he conseguido pasar sin tener una fuerte pelea con el matorral. Como alternativa de subida que acortaría algo de distancia, hay la posibilidad de ir directamente de la Central del Chorro al gran prado del Hecho del Medio y, de ahí, a la Cuerda de la Ceja, saliendo por detrás del edificio; pero el monte bajo es allí peor aún. Es el final de la bajada de la ascensión por el Arroyo Malillo que figura en este Blog.

Por otro lado, estamos ante un itinerario bastante más solitario que la masificada vertiente norte y la Garganta del Trampal es una preciosidad, que te recordará no ya a lo más alto del vecino Gredos, sino incluso a algún rincón del Pirineo; especialmente, por los laguitos escalonados, circunstancia poco frecuente en el Sistema Central.

RELATO GRÁFICO:

Salí de la Central del Chorro por el sendero PR-AV 41 que, perfectamente señalizado, arranca dirigiéndose al suroeste, rodeando por la izquierda las instalaciones, para remontar el barranco del Arroyo Malillo. Delante, desde el primer momento, podía ver un resalte rocoso, sobre el que destacaba una tubería. Junto a la misma iba a subir.

Llegando a la altura de un dado de cemento encastrado en el tubo, el PR gira a la izquierda; dejé entonces las marcas del PR, para ir por la derecha (NO), siguiendo otro sendero que se dirige al roquedo. Lo alcancé junto al cubo citado y me encontré ante un tramo de escalones, inicio del itinerario equipado que remonta las placas.

Vino a continuación un pasamanos, recientemente renovado además; más arriba, me fui encontrando escalones y apoyos artificiales para facilitar el paso por cualquier mínimo obstáculo. Realmente, esta ruta, si la roca no está mojada ni helada es casi tan segura como el sendero, pero...

... las vistas hacia el valle son mejores y...

... se disfruta de la alegra compañía del agua resbalando sobre la roca. Vamos, que es mucho más bonito.

Al rato, la pendiente cedió y me encontré ante el Refugio de la Laguna del Duque. Sin llegar a él, giré a la derecha (N) para...

... remontar una vaguada herbosa entre riscos siguiendo unos hitos. Y, aunque se veían rastros de paso aquí y allá, senda como tal no había. Tampoco hacía mucha falta por aquí, pues...

... el matorral aún no era muy cerrado ni el terreno presentaba obstáculos. Al ganar altura, fueron surgiendo a mi espalada las crestas de Gredos.

Así, llegué al lomo de la Cuerda de la Ceja, al otro lado de la cual, pude ver...

... la monótona Cuerda del Calvitero.

Desde aquí, llegaba a distinguir un trocito de la Laguna del Duque, bajo el espectacular Canchal del Turmal.

A partir de aquí, el matorral se cerró y, aunque fui siguiendo los hitos, tuve que ir abriéndome camino penosamente. Y, si hay por aquí un paso mejor, nunca lo encontrado en todas las veces que he subido o bajado esta loma.

La cosa parecía que iba a mejorar al paso por este rellano, hacia los 1.800 m, en que el monte bajo se abrió en un prado.

Pero no. En cuanto el terreno se empinó, volvió a cerrarse. Entonces decidí dejar de lado los hitos y derivar a la derecha, al...

... borde septentrional del lomo. Allí, entre el matorral y...

... la caída hacia la Garganta del trampal, encontré...

... una estrecha banda de terreno despejado y razonablemente cómodo.

Alguna vez hube de escoger entre incomodidad y exposición, pero sin tener que afrontar pasos técnicos ni realmente peligrosos.

Según ganaba altura, el matorral fue perdiendo porte y densidad y cediendo terreno al cantizal. También, apareció en lo alto de la cuerda...

... un pico, en realidad cima aparente, sobre la más baja y mayor de las Lagunas del Trampal.

El terreno, aunque exigió alguna que otra ayuda de las manos, era ahora mucho más cómodo. Y así llegué al pico de antes.

Desde esa cota 2.401, se contemplan como desde ningún otro sitio la sucesión de lagunas escalonadas del Trampal, incluidos...

... los restos de la más alta, hoy colmatada, bajo el collado. Por cierto, que se apreciaba la traza de la senda que usaría a la bajada.

A otro lado, hay también una perspectiva notable hacia Los Asperones.

A partir de este punto, la cuerda se tiende y ensancha notablemente hasta la cumbre.

Junto al hito del Canchal de la Ceja, las perspectivas no son buenas pues la cima es tan extensa que tapa buena parte de las vistas. Por ejemplo, al suroeste, hacia la parte del Torreón y Los Hermanitos.

O al sureste, sobre el macizo occidental de Gredos, el de La Covacha.

Ni siquiera bajando los ojos al Trampal hay una buena vista.

Sólo al otro lado de la garganta está despejado el panorama y se aprecian la suavidad y amplitud de la Cuerda del Calvitero.

Emprendí el regreso caminando al oeste, hacia los hitos, que...

... marcan el inicio de la senda que constituye la ruta normal. Al iniciar la bajada, descubrí delante la modesta Sierra de Béjar y...

... también, a la izquierda, mejoró la perspectiva del Torreón y los Hermanitos. Incluso se apreciaba el Valdeamor entre ambos.

El sendero me condujo sin sobresaltos al Collado del Trampal, donde lo dejé por otro que sale a la derecha (E) y...

... desciende cómodamente la ladera cabecera, hacia el fondo de la garganta.

Los riscos de la Cuerda de la Ceja se veían imponentes al pasar junto a lo que queda de la laguna más alta.

La senda, que hasta aquí había sido clara y cómoda, desapareció...

... bajo una pedrera y, aunque los hitos seguían marcando el mejor paso, la incomodidad pasó a ser la tónica de la bajada.

Desde la segunda laguna, una mirada a aquella cota 2.401.

Las señales me separaron del cauce de la garganta, dejando lejos a la derecha la tercera laguna, creo que buscando un terreno más favorable por una vaguada herbosa salpicada de charcas.

De ahí, salí a una zona de canchos sobre la cuarta y mayor de las lagunas, donde...

... me encontré el primero de los destrepes fáciles que tuve que pasar. No sería el único, pero sí el más largo.

Pasando junto al agua, volvía distinguir la cumbre.

Luego, crucé el disque que rebalsa y, en la otra orilla, reapareció la traza, pero...

... fue sólo por un momento; enseguida me vi otra vez avanzando a través de la incómoda mezcla de matorral y cantos.

Luego, volví a la vertiente izquierda, cruzando el torrente por un vado bastante fácil.

También continué encontrando algún que otro pequeño destrepe.

Eso sí, el entorno era magnífico. Espectacular si miraba arriba y...

... encantador por donde iba pasando.

Y así, entre disfrute para los ojos y trabajo para las piernas, fue quedando atrás la garganta; al menos la parte más agreste.

Entre los 1.700 y 1.650 m de altitud, unos hitos mayores señalaban el lugar adecuado para volver a cruzar el riachuelo. En la otra vertiente encontré ya un entorno más vegetal, con bastante matorral, a través del cual...

... una traza precaria se abría malamente paso. Tras un trecho en horizontal y un bruco descenso, los hitos acabaron...

... llevándome a un pequeño rellano empradizado, de donde parte un camino más ancho y bien trazado, que sigue descendiendo el valle, hasta...

... finalizar en los Prados de la Aliseda, en la boca de la garganta. Los crucé manteniendo la dirección (SE) hasta...

... topar con una acequia, cruzada por una pasarela. La atravesé y giré a la derecha (SO) para...

... seguir la senda que va junto a la canalización y que me llevó de vuelta a la Central del Chorro.

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