Cerro del Gallo (2.912)

ASCENSIÓN DESDE EL REFUGIO DE POSTERO ALTO

POR LA CUERDA, CON EL CERRO DE TRÉVELEZ (2.878)

Los cerros del Gallo y Trévelez son los dos más altos y occidentales del largo cordal que, a partir del núcleo de tresmiles de Sierra Nevada, se extiende hacia el este. Como a lo largo de todo este sector, se trata de cimas redondeadas, altas pero de relieve suave, que jalonan un lomo tan ancho que se pierde a veces la sensación de cresta. Cresta que es barrida por vientos glaciales en invierno y calcinada por el inclemente sol meridional en verano. Aun así, la vegetación llega hasta las culminaciones en forma de pasto duro, única cosa que crece en un clima tan duro, por encima de los bosques refugiados en el fondo de los barrancos. Y no será por falta de agua, pues, en ambas vertientes menudean los manantiales en cuanto el terreno presenta el menor pliegue. Curiosamente, no se encuentra aquí la zona de transición del monte bajo, lo que facilita las actividades fuera de senda, permitiendo que las cumbres se puedan alcanzar por casi cualquier lado.

La ruta tiene un formato habitual en este tipo de montaña: partiendo del norte, se alcanza la cuerda por subida accesible; se la sigue hasta sobrepasar la cumbre y, luego, se regresa descendiendo por lo fácil y deshaciendo el desplazamiento previo a través de la ladera.

Vertiente noreste del Cerro del Gallo

SITUACIÓN:

  • Zona: Sierra Nevada (Cadenas Béticas)
  • Unidad: Sector Principal de Sierra Nevada
  • Base de partida: Jérez del Marquesado (Granada)

ACCESO: El Refugio Postero Alto, punto de partida de la ruta, está guardado y abre habitualmente los fines de semana de todo el año, aunque se puede llamar para intentar otras fechas, según figura en su magnífica página web. La población más cercana es Jérez del Marquesado, a 12 km de pista circulable, situada en la comarca de Guadix, la cual se extiende por el centro-este de la provincia de Granada, frente a la vertiente norte de Sierra Nevada. Como curiosidad, el marquesado en cuestión es el del antiguo título de Zenete, que basó en el pasado su economía en la minería del hierro y cobre, de la cual quedan bastantes huellas. Para los que llegamos de fuera, esto resulta bastante inesperado en esta tierra andaluza. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen al punto de partida de la ruta en el siguiente link a GoogleMaps, pero ojo, a partir de Jérez no hay que seguir el itinerario propuesto por la aplicación sino éste otro, en bastante mejor estado.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 1.878 / 2.912
  • Mi tiempo efectivo: 6h09
  • Mi tiempo total: 7h32
  • Dificultades: Muy fácil. Salvo los primeros ciento y pico de metros del descenso desde la cuerda por la Loma de los Muertos, extremadamente empinados y sueltos, la ruta transcurre por caminos o terreno igualmente cómodo.
  • Track para descargar en Wikiloc

Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: Desde el Refugio de Postero Alto, tomar el cortafuegos, continuado luego en senda, que va por lo alto de la loma hasta que se desvía al sur para alcanzar la cuerda en el Puerto de Trevélez. Girar a la izquierda (SE) y ascender al pico homónimo por el ancho lomo cubierto de pasto y grava, continuando luego hasta el Cerro del Gallo.

Proseguir por la cuerda hasta estar en la vertical de la Loma de los Muertos y dejarse caer por ella. Al dar con la Senda Sulayr, tomarla a la izquierda (SO), pasando a atravesar, casi en horizontal, la vertiente, pasando sucesivos barrancos y contrafuertes. En la Loma de Enmedio, rencontramos el itinerario de subida y, girando a la derecha (NE), sólo queda descender por el cortafuegos del inicio para regresar al Refugio de Postero Alto.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: Muy bonita y panorámica pateada. Aunque, como atractivo, al menos para los que somos de otras tierras, con montañas diferentes, está el ambiente desolado del lomo, casi páramo, culminante de este sector de Sierra Nevada. Por otro lado, pese a estar en el sur de la península, vamos a subir a casi tres mil metros y eso lo vamos a notar en las condiciones meteo. No hay que confiarse.

Con lo que llevo andado, reconozco que perdí la Sulayr, que es senda famosa, muy transitada, y se la supone clara y perfectamente señalizada. Pero ojo, hay trazas de ganado que entran y salen, subibajas poco esperados y creo que faltan algunas señales. Más o menos, he conseguido saber dónde perdí y el camino y fue por seguir, en una bifurcación de trazas similares, la que mantenía cota, a falta de marcas. No era por ahí. Así que cuidado y buscarse un buen track del sendero. Aunque, bueno, la cosa no fue grave: me tocó reganar la senda dejándome caer por las orillas herbosas de un torrente y ya está, pero podía haber sido peor.

RELATO GRÁFICO:

Desde el refugio de Postero Alto, hay un amplio panorama de la Hoya de Guadix y las montañas que la rodean; en la foto, el borde meridional de la Prebética y la más oscura y cercana Sierra de Baza. Pero mi objetivo estaba al otro lado,...

... al sureste, donde se alzaba el Cerro del Gallo, bastante poco espectacular desde aquí.

Comencé la excursión remontando la Loma de Enmedio, que cae de la Piedra de los Ladrones, que podía ver allá en lo alto, entre el Cerro de Trevélez y el Puntal de Juntillas. Al principio, está recorrida por un cortafuegos que, luego, tras...

... el cruce con una pista, es continuado por una buena senda.

Con la altura, se fue ampliando el panorama a mi espalda, empezando a asomar la Sierra de Mágina por la izquierda y...

... la de los Filabres, prolongación al este de la de Baza, por la derecha.

Hacia los 2.300 m de altitud, la senda se bifurca y hay que continuar por la izquierda (SE) para no acabar en...

... el fondo del Barranco del Alhorín, que se abría, a mi derecha, bajo el Puntal de Juntillas.

Luego, llegando ya cerca de los 2.600 m, la senda se apartó a la izquierda de la cuerda para atajar, a través de la ladera, hacia el Puerto de Trevélez, que se ve aquí bajo el cerro homónimo, que sería la primera cima que iba a visitar.

Pasando sobre el Barranco de la Cabañuela, me fijé en que, al este, ya se veía la cumbre de la jornada y, más allá, las cimas sucesivas de San Juan y el Morrón del Mediodía, enfrentadas al Calar Alto, cuyo ligero abombamiento se eleva al otro lado del valle del Río Nacimiento. Más a la izquierda, quedaba...

... la loma por donde había subido, sobre la Hoya de Guadix.

Al llegar al Puerto de Trevélez, se ve algo al sur, pero muy poco. Las estribaciones cercanas sólo dejaban ver la cima del Salchicha, allá en la Contraviesa. Giré aquí a la izquierda, para...

... remontar el lomo del Cerro de Trevélez, más que ancho, extenso.

Al llegar a esta primera cima del día, una mirada atrás: el Cerro Pelao dominaba el paisaje, con las casi imperceptibles cimas del Puntal de Juntillas y el Picón de Jérez a la derecha y, al otro lado, otro par de gigantes nevadenses.

El Mulhacén y la Alcazaba.

Al sur, apenas había variado la perspectiva; bueno, ahora asomaba un trocín de Sierra de Lújar junto al Salchicha. Al otro lado...

... el panorama era, sin embargo, magnífico.

Pero no era cosa de hacer esperar a la cumbre, así que pronto reemprendí camino hacia el Cerro del Gallo, por un lomo anchísimo, despejado y regular. Y tampoco había pendientes de consideración.

Pasé durante el trayecto varias oquedades como ésta, llenas de nieve.

En medio, pasé por una cota anónima (2.901), desde donde hay esta perspectiva del grupo del Pelao. En el mapa pone "Puerto de Jeres" y hay quien lo llama así; pero esto no es un collado.

En todo caso, carece prácticamente de prominencia y apenas hay que perder un par de metros para llegar desde ahí a la cima del Cerro del Gallo. Ésta es un extenso cabezo sobre el que surgen varios cuetos rocosos.

Encaramado al más alto, así se ve el grupo del Pelao y, junto al Mulhacén y la Alcazaba, el Puntal de Vacares.

Al sureste, se había despejado algo el panorama y podía ahora ver la Sierra de Gádor dominando las modestas montañas litorales que se alzan entre Béjar y Adra.

Al norte, se habían añadido al conocido panorama la Sierra Harana, a la izquierda, más las de María y el Gigante a la derecha, a través del collado que separa las de Baza y los Filabres.

Finalmente, al este continuaba el cordal hacia el Alto de San Juan, que se alzaban más allá del Puerto del Collado. Tras un buen rato contemplando el panorama y almorzando, abandoné la cumbre bajando por la cuerda hacia allí, pero no llegué al fondo de la horcada. Antes, giré a la izquierda (N), cuando...

... llegué a la altura de la Loma de los Muertos, que cae de la cuerda hacia la Hoya de Guadix. Los primeros cien metros, o algo más, de descenso se presentaron extremadamente empinados y, además, el terreno estaba muy suelto. Afortunadamente, los guijarros eran pequeños y pude...

... bajar deslizando con bastante limpieza. Luego, una vez abajo, vi que podía también haber dejado la cuerda más abajo y alcanzar la loma bajando en diagonal por una zona menos empinada. Sea como fuere, había pasado lo menos fácil de la ruta y...

... se extendía ante mí un apacible descenso por un ancho lomo, tan suave y regular como la cuerda. No se veía rastro de senda, pero tampoco la eché en falta. Y, si delante iba viendo el gran llano de Guadix rodeado de montañas,...

... a mi izquierda, llevaba el grupo del Pelao y, al otro lado,...

... la prolongación del cordal, donde la mole del Peñón del Puerto hurtaba prácticamente la vista de otros montes.

Cuando la regularidad del lomo se interrumpió por un modesto amontonamiento de cantos, lo rodeé por el oeste (izquierda) y...

... me encontré, ahora sí, unos hitos y un trazo borroso, que parecían llegar desde la izquierda. Siguiéndolos, fui siguiendo la cuerda hacia el Cerro de los Muertos, modesta punta que se veía más abajo.

Con el distanciamiento del cordal principal, podía ahora ver al este el Alto de San Juan. Hasta asomaba el Morrón del Mediodía.

En el collado (2.149) previo al Cerro de los Muertos, me topé con un camino bien acondicionado y balizado; es la Senda Sulayr, por la que desharía, a través de la ladera, el previo desplazamiento por el cordal. Para hacerse idea, la cosa va, más o menos, al novel de la linde superior de los pinos y la Loma de Enmedio es la que se ve cruzar bajo el Picón de Jérez, al final del cordal. 

El camino es excelente y, pese a lo abrupto de los barrancos, la progresión se hizo cómoda.

Pese a la hora, entre las dos y las tres de la tarde, persistía el hielo en las umbrías.

Y, de buenas a primeras, me encontré sin senda. Caí entonces en que, pese a ir por una buena traza, hacía rato que no veía señales. Se ve que me engañó un rastro de ganado que, clarísimo, desaparecía al entrar en este prado empinado, atravesado por un arroyuelo. Tras pensarlo, decidí probar a ver si veía la senda más abajo y, apenas empecé a perder altura,...

... la vi, al otro lado del barranco que tenía a mi derecha. El final de la bajada, pedregoso y entre zarzas fue un poco incómodo, pero no iba a volver atrás.

De nuevo en la senda, una mirada atrás. Debí de perderla en el rellano empradizado que se ve justo a la izquierda del arbolito en primer plano. Mientras que, a la derecha del mismo, se ve el torrente de orillas herbosas que seguí para recuperarla.

Pues nada, que retomé la travesía de la vertiente, que ya se iba viendo acabar, aunque aún me tocó cruzar unos pocos barrancos. A partir de la construcción que se distingue en la vertical del Picón de Jérez, llamada...

... Casas Nuevas, la senda se transformó en pista. Volviéndome, éste es el aspecto del cerro del Gallo.

La vista hacia la llanura tampoco era ya tan estupenda.

Pocos metros después de cruzar este barranco, llamado de las Ciruelillas,...

... dejé el carril por la izquierda (N), por una senda más estrecha que...

... entra en el pinar.

Al salir del mismo, seguí un trecho la linde del bosque, sobre la cual volvía a ver la cumbre.

Y, en el siguiente lomo, me topé con un cortafuegos. Estaba en la Loma de Enmedio, abajo, a mi derecha (NE) veía el refugio de Postero Alto y hacia él me dejé caer parea acabar la excursión cuando empezaba ya a decaer la tarde.

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