Pico de Mágina (2.164)

ASCENSIÓN DESDE MATA BEJID

RECORRIDO DE LA CRESTA DE MÁGINA

La Sierra de Mágina se encuentra al este de Jaén y es el punto más occidental en que el Sistema Bético alcanza los 2.000 metros de altitud. Se trata de una montaña caliza pero muy erosionada, con laderas pedregosas de pendiente moderada y vegetación escasa de matorral rastrero y pasto. En general, el entorno es bastante árido salvo en el fondo de los barrancos, donde se acumula la poca humedad y se encuentra algo de verde.

Itinerario clásico que, partiendo de la vertiente norte de la montaña, se encarama al cordal por la Peña Jaén, su extremo occidental, para recorrerlo al este hasta el Cerro Lagunillas, último lugar en que alcanza los dos mil metros, bajar y retornar bajo la cresta.

Cresta de Mágina desde el norte, con la Peña Jaén como pico más cercano

SITUACIÓN:

  • Zona: Sierras de Alta Coloma y Mágina (Cadenas Béticas)
  • Unidad: Sierra de Mágina
  • Base de partida: Cambil (Jaén)

ACCESO: El Castillo de Mata Bejid es una fortaleza de origen musulmán, posteriormente usada como cortijo, actualmente en ruinas. Se encuentra a un par de kilómetros de pista transitable de la pedanía que le da nombre, perteneciente al municipio jiennense de Cambil y situada en el sur de la provincia. Para ir de allí al Puerto de la Fuenfría, de donde parte la ruta, hay que seguir la misma pista por la que se llega desde la carretera otros 7,5 km, girar a la derecha en la bifurcación del Arroyo de los Prados y avanzar dos kilómetros más. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen a ese lugar en el siguiente link a GoogleMaps.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 1.621 / 2.164
  • Mi tiempo efectivo: 5h14
  • Mi tiempo total: 6h40
  • Dificultades: Muy fácil. Aunque la ruta transcurre casi íntegramente por caminos, la fuerte karstificación del terreno hace que haya tramos por lapiaz, muy incómodos y escabrosos en ocasiones.
  • Track para descargar en Wikiloc

Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: En el Puerto de la Fuenfría, tomar la senda balizada que sale al SE y remonta la ladera hasta el collado occidental de Peña Jaén. Girar a la derecha (O) para visitar esta cima y tomar allí la cuerda en sentido contrario. Siguiendo la senda entre domos y dolinas, se llega enseguida al Pico de Mágina.

Continuar al este, pendiente de los hitos cuando desaparece el trazo en el pedregal. Sin permanecer siempre en la divisoria, se tocan las puntas más significativas, hasta llegar al extremo de la cresta en el Cerro de las Lagunillas. Girar a la izquierda (O) y descender por la ladera en diagonal, hacia un trazo de senda visible desde el pico. Al dar con él, seguirlo a la derecha (NE) para acabar de bajar, más cómodamente, hasta el Camino del Puerto de la Herradura. Éste va siguiendo el pie de monte y, tomándolo a la izquierda (NO), nos conducirá apaciblemente hasta el Puerto de la Fuenfría.


Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: Magnífico itinerario panorámico, sin apenas dificultad y con el esfuerzo muy bien repartido. Sin buena visibilidad en la cresta, aparte de que nos vamos a perder el principal atractivo de la actividad, la orientación puede resultar problemática, a causa del terreno. La cuerda es tan ancha y presenta tantas pequeñas ondulaciones que sería difícil seguirla en la niebla en los tramos en que el trazo desaparece. Salvo en esa circunstancia, es una ascensión muy recomendable.

En los últimos años, se ha prohibido la circulación de vehículos a motor en las pistas forestales de Andalucía, lo que incluye la de acceso al Puerto de la Fuenfría, entre el 1 de junio y el 15 de octubre. Si aun así se quisiera realizar esta ruta, habría que recorrer los diez kilómetros de pista, con sus más de 700 m de desnivel, a pie; calculo de cuatro horas y media a cinco adicionales. Lo hice una vez en 2008, pero para una ruta más corta, tocando Peña Jaén, Mágina, Cerro Cárceles y Ponce, y aun así me ocupó casi todo el día, de nueve de la mañana a seis de la tarde.

RELATO GRÁFICO:

Tras aparcar en la pequeña explanada del Puerto de la Fuenfría, comencé a caminar, atendiendo las indicaciones, por la senda que remonta la ladera de la cresta de Mágina a la izquierda de los roquedos de Peña Jaén. No era ésa mi idea inicial, sino una subida más directa; pero, al ver los canchos escarchados, decidí no arriesgarme a un mal resbalón. El trazo es poco claro al principio, pero estacas e hitos ayudan a orientarse hasta que se define poco más arriba.

A mi derecha, el sol iluminaba las sierra occidentales, más allá del vecino pico Almadén.

Como ya dije, la senda se aclara al meterse en el pedregal, acercándose a los roquedos de Peña Jaén.

No llevaba subida la mitad de la ladera, cuando, una banda nubosa que no había visto hasta entonces, apareció por el este y fue...

... echándoseme encima, tapando a mi espalda las moles del Ponce y el Cárceles, de modo que, cuando...

... llegué al collado (2.109), abierto entre la Peña Jaén y el Pico de Mágina, la visibilidad se reducía a unos pocos metros. Una pena por las vistas, pero, a cambio, era fascinante moverse por este silencioso mundo en blanco y negro, bajo un palio brillante de luz tamizada. Y, como se trataba de caminar por sendas, la niebla no era un problema. Al llegar al cruce de la cuerda, giré a la derecha (O) para...

... bordear la gran dolina de Peña Jaén, que recordaba de otras veces, y...

... remontar el ancho y tendido lomo que conduce al primer pico del día.

Y, a la vista de la cruz cimera,... ¡sorpresa!

Pues no. Una broma de la montaña; en instantes, las nubes se habían vuelto a cerrar y, en los minutos que permanecía en la Peña Jaén mientras picaba algo, sólo llegué a ver, por un momento, esta nebulosa imagen de la vecina Serrezuela.

Comencé el cresteo, propósito de la excursión, volviendo sobre mis pasos al collado y continuando por la cuerda, entre...

... modestos lomos y dolinas, que la senda se encargaba de soslayar por lo mejor, hacia...

... el Pico de Mágina, a cuya cumbre llegué sin que la visibilidad mejorara perceptiblemente.

Bueno, algo parecía aclarar, mirando al oeste, hacia la Peña Jaén, o...

... al sureste, donde se veía abrirse algún hueco en las nubes. Pero, como la cosa no parecía definirse, recordando la falsa alarma de Peña Jaén, no pasé mucho tiempo en cumbre antes de...

... reemprender camino, de nuevo por la senda que sigue el cordal. En realidad, me estaba planteando bajar, pues el atractivo de este recorrido son las vistas. Sabía, de una visita anterior, que hay buena bajada al norte desde este collado (2.139), que es el inmediato al este de la cima. Pero, en lo que se tarda en bajar caminando desde donde saqué la foto,...

... las nubes desaparecieron. Pues iba a ser cosa entonces de acabar la cresta ¿no? Y, a ello, me puse.

Ahora, podía ver Sierra Nevada a mi derecha, mientras que, al otro lado,...

... el panorama al norte quedaba muy limitado por una serie de espolones.

El Pico de Mágina fue quedando atrás, mientras...

... avanzaba por la cuerda con pequeños subibajas y me cruzaba con algún grupo, pues, por aquí, pasa la ruta más habitual desde el sur. Las nubes aún hicieron algún amago, pero esporádico, corto y poco denso.

Más adelante, con el cambio de perspectiva, se hizo visible todo el cordal de Sierra Nevada, donde, pese a la distancia, se podían distinguir claramente las tres cumbres mayores:...

... Alcazaba, Mulhacén y Veleta.

En una zona especialmente movida de la cuerda, la senda me llevó a través de la vertiente meridional, pasando sobre...

... la Hoya de los Tejos, más allá de la cual se veían ahora, a la derecha de la Nevada, el perfil quebrado de...

... las sierras sucesivas del Pozuelo y Almijara.

Tras el rodeo, volví a la cuerda...

... a la vista del refugio de la cima del Miramundos. Antes de llegar, me detuve en su antecima occidental (2.077), desde donde...

... se descubría el Aznaitín, aunque la vista al norte seguía estorbada por los espolones.

Pero lo mejor era el panorama atrás, hacia el Pico de Mágina.

Y también al sur, donde la vista era muy amplia, incluyendo las montañas penibéticas ya mencionadas, más allá de la pinosa Cuerda del Milagro.

Luego, me acerqué al refugio, situado en el punto más alto de este cerro, donde hice la parada principal. Muy oportunamente, pues, no le he mencionado, pero, tras la niebla, hacía en la cuerda un ventarrón recio y frío más que desapacible.

Ahora, el panorama al norte era más despejado y, ante el núcleo principal de la sierra, destacaban sus avanzadas el Aznaitín y la Serrezuela de Bedmar.

Impresionaba el barranco bajo la Cuerda del Milagro.

Por delante, tenía la siguiente cima, la mayor de las Morras del Poyo de Mágina, y asomaba algo el Cerro Lagunillas, en el extremo del cordal. El trayecto hasta la primera de estas elevaciones seguía siendo cómodo, siguiendo la tónica de la jornada, a pesar de que, a partir del collado, dejé de disponer de senda.

Pronto estuve en el crestón cimero, contemplando los picos de Mágina y Miramundos a mi espalda y...

... el Cerro Lagunillas delante. Por cierto, que esa indefinida masa montañosa del fondo son las montañas de Cazorla y Segura.

La bajada de las Morras fue algo más incómoda, por el pedregal y el matorral rastrero, y...

... la posterior subida al Lagunillas la hice, en lo posible, por la roca de la arista, a fin de evitarlos.

Desde este último pico de la cresta de Mágina, la cumbre de la sierra queda medio oculta.

El panorama al sur sigue tan extenso como antes.

Al sureste, el cordal cae bruscamente hasta Bélmez, mientras que,...

... al noreste, la montaña se prolonga modestamente hasta Bedmar, encajado entre su Serrezuela y el monte de la Golondrina.

Al noroeste, resultaba atractiva la vista del Aznaitín contra la llanura. Más cerca, se distingue una pista; por ella volvería al Puerto de la Fuenfría y, para alcanzarla, comencé por...

... descender al oeste, a través del pedregal, hacia un trazo de senda que se veía en la ladera de enfrente. Di con ella sin llegar al fondo del barranco y...

... giré a la derecha (N), para seguirla en su descenso por la vertiente derecha.

Luego, junto a unas ruinas y un abrevadero, hay una zona un tanto confusa, de la que salí hacia la izquierda (NO), reencontrando enseguida la senda, que acabó de llevarme hasta la pista que iba buscando; concretamente, la alcancé ante una bifurcación, de la que salí por la izquierda (NO).

Este carril recibe el nombre de Camino del Puerto de la Herradura y es comodísimo. Al principio, transcurre muy apaciblemente entre la cresta recorrida, con...

... sus riscos, y...

... el valle del Guadiana Menor, ante el que se elevaban las últimas estribaciones de la sierra y que separa la Subbética, sobre la que estamos, de la Prebética, que se ve al fondo.

Esto cambió al llegar a la altura del Cerro Cárceles y...

... pasar un alto, desde el que me despedí de los paisajes abiertos que quedaban atrás, así como...

... del Aznaitín, pues...

... iba a caminar ahora por el tajo del Arroyo del Perú, abierto entre el citado Cárceles y la cresta antes recorrida, desde...

... cuyas laderas me dominaban riscos imponentes.

Pasé junto a la Fuente del Espino, conocido lugar de excursiones, y...

... un momento después, se descubrió ante mí la conocida silueta de la Peña Jaén, anunciando el final de la excursión.

Poco después, al pasar otro alto, apareció el Puerto de la Fuenfría al pie del Almadén y con un fondo de montañas oscuras realzadas por nubes bajas.

Ese panorama a contraluz de las sierras occidentales, de la parte de Alta Coloma y la Pandera, se amplió al llegar al Puerto de la Fuenfría, desde donde...

... el panorama de la cresta de Mágina era ahora más risueño.

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