Croquis
de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH
COMENTARIOS: La
Cuerda Larga es la travesía más clásica del Sistema Central. Con un recorrido
de 17 kilómetros y más de 2.000 metros de altitud media, está considerada
actividad fácil pero dura y, desde luego, en invierno siempre se complica pues
es segura la presencia de hielo abundante en la zona de Cabezas y en todas las
umbrías. Y ojo; supone estar bastantes horas en una cresta considerablemente expuesta:
en verano, ardiente sin gota de agua; en invierno, helada y con todo el viento
del mundo.
Aunque, originalmente, lo
habitual era hacer esta travesía en sentido contrario, partiendo del Puerto de
Navacerrada, se ha impuesto salir de la Morcuera, para evitar el sol de cara al
principio de la jornada. La única ventaja de partir de Navacerrada, aparte de
un mínimo ahorro de desnivel positivo, era contar con una solución práctica de
transporte público, llegando en tren a Navacerrada y bajando de la Morcuera a
Miraflores para volver en autobús. Pero hace ya muchos años que el primer tren
de la mañana no llega al puerto a las ocho; la gente ya no madruga tanto y los
horarios actuales, tanto de tren como de autobús, impiden comenzar la travesía
antes de las diez, en el mejor de los casos. Una hora demasiado tardía, en
invierno por lo corto del día y, en verano, por el tremendo calor. Con lo que
disponer de dos vehículos, uno en cada puerto, o alguien que nos recoja es la
única solución práctica. Hay otra, si uno consigue ponerse de acuerdo con otro
grupo para intercambiar llaves en la cuerda.
RELATO GRÁFICO:
Desde la
umbría del Puerto de la Morcuera, destacaba al noroeste la mole dorada de
Peñalara. A la izquierda,...
... se
extendía el tramo más cercano de la Cuerda Larga; concretamente, hasta la loma
de Bailanderos, también soleada. También salía un camino, pero no era por él el
inicio de la excursión, sino más a la izquierda aún,...
... al
sur, donde una senda borrosa remontaba el ancho y empinado lomo del cordal.
Al ganar
altura, fue descubriéndose a nuestra espalda el brazo principal del Guadarrama.
Concretamente, el monótono cordal que va del Pico del Nevero al Puerto de
Somosierra.
A nuestra
izquierda, la prolongación de la Cuerda Larga, por las sierras de la Morcuera y
la Cabrera, hacia las difusas siluetas de las crestas de Ayllón.
La senda,
poco visible y precariamente marcada con unos hitos escasos, evita el roquedo
de cota 2.008 por el este; es decir, izquierda en subida.
Al otro
lado, al oeste, íbamos viendo cómo alcanzábamos la altura de la Cuerda Larga.
La
pendiente cedió a la vista del hito cimero del primer pico de la jornada.
Al llegar
a la Najarra, descubrimos al sur la llanura madrileña, convertida en una
indistinta bruma dorada, donde sólo se distinguían el Cerro de San Pedro y la
Sierra del Hoyo de Manzanares. A la izquierda,...
... el
risco culminante del lomo este o de las Cuatro Calles, al otro lado del cual,...
... se
extendía el extremo oriental de este cordal y sus estribaciones meridionales,
con Ayllón en el horizonte.
Al norte,
los Montes Carpetanos, con su monotonía rota sólo en los dos grupos de circos
glaciares de Peñalara y el Nevero.
En fin; al
oeste, la Cuerda Larga, visible hasta el Asómate de Hoyos. Bueno, también
asomaba ligeramente la cumbre mayor de las Cabezas de Hierro. De la Pedriza, se
veía poco, pero, cuando comenzamos a recorrer el cordal, enseguida...
... se
descubrimos mejores perspectivas, tanto de la espalda del circo de la Pedriza
Posterior sobre el Hueco de San Blas, como de la Anterior, con el Yelmo bien
reconocible.
Avanzábamos
por un terreno amplio, de suaves curvatura y pendiente, siguiendo una estrecha
traza con hitos y algunas marcas ya muy despintadas tanto de PR como de GR.
Pronto quedó atrás la cima de la Najarra y,...
...
pasamos junto al Refugio de la Najarra antes de alcanzar el collado homónimo.
Allí, volviéndonos,...
...
podíamos ver esta bonita perspectiva de la cara más rocosa y áspera de este
monte. También la Cuerda Larga presenta aquí algunos canchos, todos evitables.
Luego,
siguió una subida cómoda y gradual hasta la cima de la Loma de Bailanderos.
Al noroeste,
la sombra de los roquedos marcaba el relieve en Peñalara y, a la derecha,...
... era
visible algo del valle del Lozoya bajo el cordal de la Somosierra.
Al oeste,
junto al siguiente pico, el Asómate de Hoyos, se veían ya las dos Cabezas de
Hierro y, más allá, el grupo de Montón de Trigo y la Mujer Muerta. La bajada al
siguiente collado, incluyó...
... el
paso por la primera pedrera, breve e incómoda. Vendrían más, algunas con una
escarcha que obligaba a poner cuidado.
Luego, la
cuerda recuperó su tónica amigable. Aquí, Bailanderos y Najarra, mirando atrás
a punto de alcanzar...
... la
cima del Asómate de Hoyos, sobre un peñasco que se alza unos pocos metros a la
izquierda de la senda.
Al sur,
era muy bonita la vista de las agujas de la Pedriza.
Por
delante, las Cabezas de Hierro, enmarcadas por la Maliciosa y Peñalara, se
alzaban más allá de la Loma de Pandasco, la zona más regular de la Cuerda Larga.
Tras
bajar al Collado de las Zorras,...
...
iniciamos la casi imperceptible subida a la Loma de Pandasco, llevando...
... a la
derecha Peñalara y, al otro lado, al...
... sur,
los Hoyos de la Sierra, una de las cabeceras, del Manzanares, aunque no las más
alta.
Y así que
llegamos al pie de la subida a la Cabeza de Hierro Mayor. Junto con la inicial
a la Najarra, lo más empinado de la excursión, aunque...
...
notablemente más corta. Al culminarla, una mirada atrás, pues la perspectiva al
este será peor desde...
... la
cumbre, situada en el extremo occidental del alargado lomo cimero. Allí, se
acabó la soledad de que habíamos disfrutado desde el inicio. El tramo de aquí
al Puerto de Navacerrada, cualquier día con buen tiempo, es un continuo ir y
venir de montañeros.
Durante
el ratito que pasamos en la Cabeza de Hierro Mayor, una gran nube que se levantaba
desde el sur sin decidirse a pasar nos hurtó la visión a ese lado.
Pero, al
otro, el panorama estaba despejado, hacia el valle del Lozoya y...
...
Peñalara, bajo la que se distinguían ahora las praderas de Cotos. Al otro lado
del gran hueco del puerto,...
... junto
al grupo de la Mujer Muerta, podíamos ver ahora la cresta de los Siete Picos,
que asomaba sobre...
... lo
que nos quedaba por recorrer de la cuerda. Concretamente sobre el Cerro de
Valdemartín, a la izquierda del cual se veía el pico último, las Guarramillas,
y, más cerca, la Cabeza de Hierro Menor, próximo hito de la excursión. Tras tomar
un breve almuerzo, continuamos caminando hacia ella por...
...
terreno similar al del resto de la jornada.
Para acceder
a la cumbre, unos hitos nos dirigieron a rodear el crestón culminante por el
norte (ojo con la escarcha, que persistía pese a la hora, casi las dos). Luego,
nos encaramamos al cancho por un corte que se pasaba caminando.
Desde la esta
Cabeza de Hierro Menor, las vistas son similares a las de su homónima mayor.
Por destacar alguna, el bonito perfil de la Maliciosa al suroeste, con las
siluetas de los montes de El escorial al fondo.
Continuamos
por el lomo hacia Valdemartín. Se notaba en la senda, mucho más marcada, que
este tramo está mucho más frecuentado.
Al paso
por el collado intermedio, hay una buena perspectiva del Arroyo de Valdemartín,
otra de las altas fuentes del Manzanares.
Y, al
otro lado, siempre, Peñalara.
Pasada la
mitad de subida al Valdemartín, dejamos esa traza para culminarla por la cuerda,
saliendo al extremo norte del lomo cimero, desde donde hay...
... una
excelente perspectiva de la cabecera del Lozoya.
Siempre
siguiendo la divisoria, llegamos a la cima de este penúltimo pico del día. A
nuestra derecha, se abría...
... el
hueco de Valdesquí bajo la Loma del Noruego. Más allá, Siete Picos y la Mujer
Muerta.
Ahora, el Alto de Guarramillas mostraba el hueco del Ventisquero de la Condesa, que es, ésta sí, la fuente más alta del Río Manzanares. La bajada
al collado transcurrió por...
... terreno
suave y despejado, como se aprecia en esta mirada atrás.
Ante a
las antenas de las Guarramillas, dejamos el trazo por la izquierda (S), para
rodearlas por ese lado y pasar por lo más alto.
Durante
el rodeo, fuimos descubriendo buenas perspectivas de la Pedriza bajo Cabezas de
Hierro y de...
... la
Maliciosa, antes de...
... llegar
al hito del vértice geodésico, más allá del cual se distinguían no sólo los
montes del Escorial, sino hasta algo de Gredos.
Siguiendo
con el rodeo, descubrimos luego la pista de servicio del repetidor, por la que
bajaríamos al Puerto de Navacerrada.
Recién la
tomamos, nos despedimos de Peñalara, pues...
... el
carril nos llevó luego por la vertiente de la Garganta de Navacerrada, entre
las cuerdas de las Buitreras y las Cabrillas.
Luego,
volvimos a la divisoria, descubriendo bajo los Siete Picos el Puerto de
Navacerrada, final de la excursión.
Comentarios
Publicar un comentario