Mojón Cimero (1.823)

ASCENSIÓN DESDE EL ORDIAL

CRESTEO DESDE LAS PEÑAS DEL REBOLLO A LA DE LA VENTANA

El Mojón Cimero está muy lejos. En medio de una comarca apartada, con carreteras estrechas y reviradas y pueblecitos adormecidos, a los que sólo la relativamente reciente moda del turismo rural ha traído algo de vida. Además, si alguien viene a subir alguna montaña por estos andurriales, casi seguro que irá al cercano Alto Rey y no a este núcleo secundario de la misma sierra, más bajo y menos llamativo. Sin embargo, este monte merece una visita, por su condición de buen mirador, con sus casi 400 metros de prominencia, y la belleza de la mezcla de bosque y canchos que lo cubre. Por otro lado, la huella humana es intensa en el Mojón Cimero, con una densa red de caminos recorriendo sus vertientes, pero son vías para el cuidado y explotación del bosque, no excursionistas y, si bien facilitan las excursiones, la señalización brilla en ellas por su ausencia.

La ruta consiste básicamente en recorrer el arco de cresta que domina el pueblo de El Ordial por el norte, el cual incluye partes del cordal principal de la Sierra del Alto Rey y de la Loma del Reventón, que se proyecta al sur de éste. Como es usual, luego se regresa por el pie de monte.

Reventón y Mojón Cimero desde el sur

SITUACIÓN:

  • Zona: Macizo de Ayllón (Sistema Central)
  • Unidad: Sierra del Alto Rey
  • Base de partida: El Ordial (Guadalajara)

ACCESO: El Ordial es una pequeña localidad de la comarca de La Sierra, en el norte de la provincia de Guadalajara, situada al pie de la vertiente meridional de la Sierra del Alto Rey. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen al punto de partida de la ruta en el siguiente link a GoogleMaps.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 1.236 / 1.823
  • Mi tiempo efectivo: 4h54
  • Mi tiempo total: 5h42
  • Dificultades: Muy fácil. Aunque durante la mayor parte de la ruta se dispone de algún tipo de camino o senda, incluye también tramos por pedregal y matorral cerrado. También requiere una mínima destreza en orientación a la estima en un par de pasajes por bosque denso.
  • Track para descargar en Wikiloc

Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: Salir de El Ordial por la pista que, desde el extremo occidental del pueblo, sube al NO hasta el Collado del Castillar del Moroquero. Tomar allí la cuerda a la derecha (NE) y seguirla hasta la cima del Mojón Cimero.

Continuar el cresteo al E hasta pasar junto a la Peña de la Ventana. Entonces, el camino que se sigue en este tramo abandona el cordal principal para bajar por un lomo a la derecha (S), acabando por dar con una pista horizontal. Seguirla a la derecha (NO), cruzando el Barranco de las Colmenas, hasta el Alto de la Llanada. Dejarla allí por la izquierda (SE), para bajar paralelamente a una carretera y cruzarla algo más abajo, para tomar un camino que sale a la derecha (S). Tras seguir por la derecha (SO) en una bifurcación nada más tomarlo, se cruzan los campos de Doña Águeda y, luego, un par de barrancos, hasta llegar a Suertes Viejas. Allí, el camino desemboca en una carretera; seguir recto (O) y, junto a un depósito de agua, girar a la izquierda (S) para descender, atravesando campos y arboledas por la cuenca del Arroyo del Chorrillo, hasta topar con a la pista del principio y regresar por ella a El Ordial.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: El acceso al cordal no puede ser más sencillo; el recorrido por el mismo es magnífico y, pese a los tramos sin camino, algo incómodos e imprecisos, no puede decirse que presente dificultades; pero del retorno no estoy muy satisfecho. Además de que creo que perdí traza llegando al final del descenso por el lomo de Los Frosquiles, utilicé el camino que va de Doña Águeda a Suertes Viejas para evitar el asfalto de la carretera de El Ordial a Aldeanueva de Atienza y resultó que, al perderse aquél en su tramo central, igual fue peor el remedio que la enfermedad. No hay coches, pero la progresión se hizo muy incómoda y lenta, especialmente cuando, al paso por el primer barranco, me encontré con las zarzas. Cada cual que decida.

RELATO GRÁFICO:

Desde la entrada a El Ordial llegando de Arroyo de las Fraguas, comencé a caminar por una pista que sale a la izquierda (NO) de la carretera y se dirige, entre prados y arboledas, hacia la sierra.

A mi derecha, podía ver el Mojón Cimero, poco destacado en lo alto de la ladera verde y gris.

Y, más hacia atrás, la cumbre del Alto Rey.

Al otro lado, se alzaba la Sierra Gorda, última avanzada de la montaña antes de hundirse el terreno en el valle del Henares.

Al ganar altura, el cordal que me disponía a recorrer se mostraba monótono sobre los jarales y pinos que habían sustituido a prados y robles.

Así, llegué al Collado del Castillar del Moroquero, donde me encontré con un cruce y ante las crestas de las sierras del Robledal y Ayllón, estas últimas cubiertas de nubes. Giré a la izquierda (NE), pero no para seguir la pista, sino...

... un camino más borroso que va por la cuerda, subiendo suavemente hacia las Peñas del Rebollo.

Desde esta primera cima de la jornada, dominaba ya la Sierra del Robledal, al otro lado del valle del Río Sorbe, destacando en su extremo izquierdo el Ocejón, que...

... muestra su cara más agreste.

Girándome al sur, la Sierra Gorda y, más a la izquierda, el...

... valle del Henares cubierto de nubes y...

... el Alto Rey.

Al noreste, podía distinguir el Mojón Cimero; es la penúltima punta que se ve; justo en la vertical del lomo sobre el que estoy. Aquí, se acabó el carril que venía siguiendo y continué por la cuerda, primero simplemente por la hierba y, poco después,...

... por un trazo estrecho pero nítido que se abría entre las jaras. Tras cruzar el Collado de la Cruz de Matapedros, gané altura...

... por un terreno más pedregoso. El senderillo me llevó a evitar unos canchos, que realzaban el panorama. Pronto quedaron atrás las Peñas del Rebollo, mientras...

... me iba aproximando a la del Reventón. Muy propio, pues esta fue la subida más empinada y prolongada de la jornada.

Al llegar a la Peña del Reventón, una mirada atrás, hacia la cuerda recorrida, con el fondo de la Sierra Gorda.

Al oeste, el vecino Cerro del Capetón, ya en la divisoria de esta Sierra del Alto Rey y, al fondo, lo más alto de Ayllón: el grupo de la Buitrera, totalmente oculto por las nubes, y el del Pico del Lobo, que...

... dejaba ver unas vertientes espolvoreadas de nieve.

Cuerda adelante, ya se distinguía el puesto forestal en lo alto del Mojón Cimero. En la continuación, el lomo es ancho y poco accidentado en general. No encontré senda, pero tampoco es que haga mucha falta.

El siguiente hito de la jornada fue el paso por la Campalla occidental, cima tan poco panorámica como puede apreciarse.

Luego vino lo más delicado del cresteo. Primeramente, para bajar, encontré este corto pasaje accidentado.

A continuación, el espacio entre ambas puntas está ocupado por un denso pinar en que lo regular y amplio de la cuerda se transformó en un inconveniente, pues la única manera de orientarse era mantener con cuidado el rumbo de entrada (o mirar el GPS, claro, pero eso le quitaría diversión al asunto).

Salí de los árboles en la cima de la Campalla oriental, un metro más baja, pero despejada. Aquí se ve, mirando atrás, cómo el Ocejón aparecía enmarcado por la vecina punta occidental y el Reventón.

Al sur, palio de nubes y Sierra Gorda.

Al este, el Alto Rey más allá de la cumbre de la jornada. Como se ve, sólo quedaba una corta bajada y una subida tendida para alcanzarla.

Desde el Mojón Cimero, descubrí al norte la divisoria del Sistema Central, formada en este tramo por las desoladas parameras de la Sierra de Pela y los Altos de Baraona. A la derecha del todo, se distinguen dos piquitos; son...

... los dos característicos cerros que dominan Atienza, con su castillo, resaltando contra el mar de nubes.

Al oeste, el Ocejón y las altas crestas de Ayllón, más allá del pinar que puebla la suave caída septentrional de este sector de sierra.

Al sur, el cordal recorrido, la Sierra Gorda y...

... el hueco hacia el valle del Henares.

Y se cierra la vuelta al este, donde el núcleo del Alto rey mostraba la cumbre verdadera, poco visible hasta entonces. En esa dirección comencé el retorno, siguiendo la cuerda, que...

... tras una pequeña bajada escabrosa y el cruce de un cortafuegos, volvió a su tónica ancha y despejada.

Aunque algunos resaltes obligaban s dar pequeños rodeos para evitarlos, como se ve en esta foto de la cumbre desde El Peñón.

A partir de ahí, la cuerda gira al norte durante un trecho, que transcurrió a través de un matorral no muy denso, sin senda precisa, pero con numeroso trazos de animales cruzándolo.

Con el cambio de perspectiva, se veían mejor los dos picos del Alto Rey.

Luego, recuperada la dirección este al paso por un collado poblado de pinos, pasé junto a una pista forestal. No merece la pena cogerla, pues enseguida giraría para bajar al norte. Yo continué entre los árboles, guiándome por la pendiente.

Salí de nuevo a cielo abierto en la peña de la Ventana, desde donde se ve así el Mojón Cimero.

Poco después, me encontré este camino y proseguí por él el cresteo.

Poco después, el carril giró, dejando el cordal principal por...

... el lomo de Los Frosquiles, que desciende al sur.

Ahora, llevaba la cumbre a mi derecha.

Inopinadamente, el camino tan claro que llevaba se esfumó y me encontré en lo alto de una acusada pendiente cubierta de matorral. Ahora, creo que la senda va más a la izquierda pero, entonces, no lo sabía y, como había bastante hueco y la bajada no era tan mala, decidí seguir descendiendo directamente, hasta...

... topar con la pista horizontal que iba buscando, cerca del cruce del Barranco de las Colmenas. La tomé a la derecha (NO) y comencé el retorno bajo la cresta de los Mojones sobre mí y...

... el Alto Rey al otro lado del valle del Río San Cristóbal.

La mayor parte de este tramo transcurrió entre árboles y dejé de lado algún desvío, como éste a la derecha, sin confusión posible.

Salí del arbolado a una pradera en el Alto de la Llanada, poco antes del final del carril en la carretera de Aldeanueva de Atienza a El Ordial. Podía haberla tomado y seguir el asfalto hasta el final, pero recurrí a una solución más compleja para evitar los coches. Comencé dejando el camino por la izquierda (SE) para...

... bajar por el prado, paralelo a la carretera hasta ver la salida de un camino al otro lado. Entonces, giré a la derecha (SO) y...

... crucé el asfalto para tomar este carril. A los pocos metros, se bifurcó y continué por la derecha (SE), atravesando la...

... despejada loma de Doña Águeda, desde la que hay esta perspectiva del Mojón Cimero en medio del cordal recorrido.

Luego, el camino se fue deteriorando, hasta quedar reducido a una estrecha senda al entrar en un barranco anónimo.

Y aún empeoraría al cruzar el cauce y remontar la ribera opuesta. No se llega a perder el rastro, pero hay que abrirse paso, teniendo cuidado con las zarzas. Aquí se ve un aspecto del mismo, mirando atrás al salir del barranco.

Luego, en la zona de Mata del Brezal y al cruzarse con otro transversal, el camino volvió a mejorar.

En el cruce del segundo barranco, el del Remolino, no empeoró tanto y...

... el paso fue bastante más limpio. Aquí, vista atrás, subiendo al siguiente lomo de...

... Suertes Viejas, desde donde se ve así de bien el Alto Rey y...

... el camino, que era ya una magnífica pista, vuelve a encontrar la carretera. Tampoco ahora la seguí, sino que crucé al otro lado y avancé recto hasta ver, a la izquierda...

... un depósito de agua. Giré hacia allí (S) y, sin hacer caso a caminos, fui bajando directamente, atravesando...

... arboledas,...

... prados y un arroyuelo antes de dar con la pista del inicio que, tomada ahora a la izquierda (SE), me llevó en pocos minutos al lugar de partida a la entrada de El Ordial.

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