Cagalutar (1.392)
ASCENSIÓN DESDE EL COLLADO
POR LA CUERDA DESDE EL CERRO DE CAÑADA CEÑO (1.371)
La Sierra de la Horcajada es un reborde
septentrional de la de Villafranca, extremo oeste de las Parameras abulenses;
los cerros de Cagalutar y Cañada Ceño son sus dos picos más occidentales. Se
trata de montañas mucho más bajas, cuyas culminaciones quedan lejos de los dos
mil metros. Presentan formas alomadas y carácter montano, con una cubierta
vegetal de matorral y encinas que llega hasta las culminaciones. Aunque
interrumpen este verdor abundantes roquedos, incluyendo las rocas caballeras
tan típicas de la zona. Con poco desnivel respecto a las poblaciones vecinas,
es una montaña muy humanizada, aunque poco transitada por excursionistas, lo
que significa que hay buenos caminos hasta los collados y, luego, campo a
través hasta la cima. El atractivo principal de estos cerros es su posición,
con unas vistas despejadas y muy extensas, que van de las Batuecas a las
Parameras, pasando por Gredos y la Sierra de Candelario. Uno de los mejores
panoramas del Sistema Central, pese a la modestia de estas cimas.
SITUACIÓN:
- Zona: Las Parameras (Sistema Central)
- Unidad: Sierra de la Horcajada
- Base de partida: El Collado (Ávila)
OTROS
DATOS:
- Cota mínima / máxima: 1.112 / 1.388
- Mi tiempo efectivo: 3h14
- Mi tiempo total: 4h09
- Dificultades: F. Placa tendida (I+) de unos 15 metros en el Risco de la Ermita. Trepadas más cortas, de similar dificultad, en el acceso a las cimas. Tramos sin senda a través de bosque y matorral abierto.
- Track para descargar en Wikiloc
LA RUTA: Atravesar El Collado y salir por su extremo
norte, por el camino de Cañada el Corral.
Tomar el primer desvío a la derecha (E), para atravesar el pie de monte,
manteniendo siempre dirección general NE en los cruces, hasta sobrepasar la
cima de Cañada Ceño y llegar a una encrucijada múltiple en Las Rocillas. Allí, girar a la izquierda (NO) y remontar la ladera,
alternando pista y senda, hasta alcanzar la cuerda en Las Pedrizas. Seguir la ancha cuerda a la izquierda (SO), sin senda
pero por terreno cómodo, hasta la cima del Cerro
Cañada Ceño (F), donde, para ver por encima del arbolado circundante, hay
que encaramarse a los bloques culminantes mediante una corta trepada.
Continuar cresteando al
SE, alternando trechos una traza borrosa y discontinua con trechos de campo a
través cómodo hasta el collado de Cañada el Corral. Cruzarlo y remontar
la ladera opuesta, por terreno cada vez más empinado, poblado de matorral
denso. Para evitarlo, se pueden aprovechar los canchos que salpican la ladera
al NO; justo antes de alcanzar la cuerda, cerca del Risco de la Ermita (F), está el más largo y difícil (I+), pero que
no es gran cosa. Luego, seguir el lomo a la izquierda (SO), atravesando un
denso encinar donde no hay otra referencia que la pendiente. Finalmente, se
alcanza el bloque sobre el que se alza el hito del Cagalutar, aunque lo más alto está un poco antes pero se trata de
un apilamiento de rocas caballeras, donde la trepada sería muy difícil.
COMENTARIOS: Excursión
corta, pero muy bonita y un tanto aventurera, pues los caminos que facilitan
llegar a la cuerda de la sierra, luego no siguen sobre ella, salvo por el lado de
las rutas “normales” de ambas cimas, por donde bajé. La placa que trepé a la subida,
y que justifica la calificación “F” de la ruta es más que probablemente
evitable, pero, la verdad, me cansé de pelear con el matorral y preferí cortar
por lo sano cuando vi, sobre mí, un roquedo accesible. La otra trepada, la de
la cima de Cañada Ceño es imprescindible si se quiere disfrutar del panorama.
También hay que apoyar las manos en el hito del Cagalutar y es igualmente
necesario, pero, en este caso, yo no lo llamaría trepar.
En resumen, una excursión
con unas vistas fabulosas; hasta donde conozco, las mejores de esta zona de
Sistema Central, pero donde conviene estar acostumbrado a moverse por terreno
cerrado y con pocas referencias para no pasarlo mal.
RELATO GRÁFICO:
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