Cueva Valiente (1.903)

ASCENSIÓN DESDE EL PUERTO DE GUADARRAMA

POR LA CUERDA, CON CABEZA LÍJAR (1.823), Y RETORNO POR LA PISTA

En el extremo suroccidental del Guadarrama, cuando la divisoria del Sistema Central toma dirección norte-sur en el Alto del León, se proyecta al oeste un cordal secundario: la Sierra de Malagón. Su máxima cumbre es Cueva Valiente, una altiva cúpula boscosa elevada a la espalda del pueblo segoviano de San Rafael. Y también es la mayor altitud al oeste del Puerto de Guadarrama. Si bien la sierra ha perdido ya por aquí mucha potencia y el pinar llega hasta la misma cresta, es precisamente ése el principal atractivo de este monte: el hermoso bosque que cubre las agrestes laderas, cuya belleza queda realzada por los canchos que lo salpican.

La ascensión desde el Puerto de Guadarrama es la que permite alcanzar la cumbre de Cueva Valiente salvando menos desnivel. Y aún se podría salir desde más cerca. Pero, para dar entidad a la excursión, recorrimos toda la cuerda, que incluye varios picos más, siendo Cabeza Líjar el más significado. Respecto a la vuelta, sería la ruta normal; la que combina los caminos que van llaneando por los flancos del cordal hasta estar al pie de la cumbre.

Los picos de Cabeza Líjar y Cueva Valiente, vistos desde el noreste

SITUACIÓN:

  • Zona: Sierras de Malagón, Quintanar y Siete Picos (Sistema Central)
  • Unidad: Sierra de Malagón
  • Base de partida: Puerto de Guadarrama (Madrid / Segovia)

ACCESO: El Puerto de Guadarrama es uno de los principales pasos que se abren en el cordal principal del Guadarrama. Usado desde época romana, recibe también el nombre de Alto del León, por la estatua en piedra que lo preside desde el siglo XVIII. Además de un amplio aparcamiento, cuenta con servicios de bar y restaurante. Para otras cuestiones, las poblaciones más cercanas son San Rafael, en la vertiente segoviana, y Guadarrama en la madrileña. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen al punto de partida de la ruta en el siguiente link a GoogleMaps.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 1.510 / 2.274
  • Mi tiempo efectivo: 5h01
  • Mi tiempo total: 6h04
  • Dificultades: Ninguna. Itinerario por caminos.
  • Track para descargar en Wikiloc

Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: Dejar el Puerto de Guadarrama por la carretera de Peguerinos, que se dirige al sur a través del flanco oriental del cordal. Al pasar una cancela, dejarla por un camino (GR) que, a la derecha (SO), se interna en el pinar y alcanza la cuerda y, por ella, el Cerro Piñonero. Continuar cresteando, pasando por Cabeza Líjar, hasta el Cerro de la Salamanca. Allí, dejar las marcas y el cordal principal para descender a la derecha (O), por una senda más borrosa, al Collado del Hornillo. Cruzarlo y seguir por un camino que asciende entre los pinos. Cuando deja el lomo para contornear el monte, continuar a la derecha (NO) por un trazo precario marcado con hitos hasta la cima sur de Cueva Valiente. Bajar por el otro lado y, en la horcada que se abre entre los dos picos, girar a la derecha, por una senda que remonta en diagonal la ladera oriental para alcanzar la cumbre de Cueva Valiente.

Descender al SO, por un carril con restos de asfalto, al collado intermedio y girar a la derecha (SO) para contornear la cima sur, pasando sobre las Navas del Toril. Al llegar al Collado del Hornillo y encontrar de nuevo la carretera de Peguerinos, tomarla a la derecha para regresar, por el Collado de la Mina y la Fuente de las Hondillas, al Puerto de Guadarrama.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: Itinerario muy panorámico y muy serrano que no presenta dificultad ni exigencia, pues el desnivel está repartido, las pendientes son llevaderas y, los caminos, buenos. Sólo se rompe esta tónica en el acceso a los riscos que coronan ambas cimas de Cueva Valiente; pero ambos pasos se pueden superar sin manos y, además, no son obligados para disfrutar del entorno y el paisaje. La vuelta por la carretera incluye la posibilidad de irse cruzando con vehículos, pero el tráfico no es muy intenso.

RELATO GRÁFICO:

En el Puerto de Guadarrama, de la carretera nacional que lo atraviesa, se desgaja al sur una pista asfaltada que va al pueblo abulense de Peguerinos. Por ella iniciamos la ruta.

Al dejar atrás las casas del puerto, descubrimos a la izquierda las estribaciones meridionales del sector más alto de la sierra.

Tras atravesar una cerca, nos desviamos a la derecha (SO), siguiendo las marcas del GR-10, por...

... un camino que remonta el pinar y...

... alcanza la cuerda en un claro. Allí pudimos contemplar, a nuestra espalda, las crestas desde la Mujer Muerta a La Maliciosa.

Poco después, llegamos a la cima del Cerro Piñonero, desde donde el panorama se completó con la llanura madrileña.

Continuamos por la cuerda hacia la siguiente cima del día, Cabeza Líjar.

A media bajada, descubrimos la característica silueta del Abantos sobre el hueco de Cuelgamuros.

En el Collado de la Gasca, reencontramos la pista, pero la dejamos de lado, cruzando la cerca de piedras para seguir por la senda.

En un claro del pinar, a media subida, se veía así el Cerro Piñonero con las cimas mayores del Guadarrama como fondo.

La subida transcurría entre pinos y riscos.

Desde Cabeza Líjar, al sur, hay una perspectiva más amplia del Abantos y su entorno. Girando a la izquierda,...

... la llanura madrileña y, al otro lado, las serrezuelas del pie de monte y...

... un panorama guadarrameño, que iba desde la Sierra del Quintanar a La Pedriza, más allá del Alto del león.

Siguiendo con el giro, la otra llanura, la norteña, interrumpida por la verde cúpula del Caloco.

Y, al oeste, nuestro objetivo principal de la jornada: las dos cimas de Cueva Valiente. Más cerca, a la izquierda, se ve también el modesto cerro de La Salamanca, por donde pasaríamos camino de aquéllas. En medio, la claridad de la atmósfera permitía distinguir perfectamente, entre las crestas de orientales de Gredos y la Paramera,...

... el Circo de Gredos.

Tras bajar, siempre por la senda que sigue la divisoria, al Collado de la Mina, lo cruzamos y emprendimos la siguiente subida.

El terreno seguía suave y despejado. A media altura, dejamos las marcas de GR, que contornean La Salamanca, y continuamos por la izquierda (SO) en una bifurcación para...

... seguir por la cuerda. Enseguida, se despejó el arbolado, dejándonos ver la cima.

En lo alto del Cerro de la Salamanca se alza el refugio homónimo, uno de los más tradicionales del Guadarrama, reducido hoy a una triste ruina. La cima está sobre unas rocas a la izquierda, a las que nos encaramamos para...

... mirar atrás, a Cabeza Líjar.

La llanura madrileña se estaba cubriendo de nubes, más allá del Embalse de la Jarosa.

El cordal principal del Guadarrama, y del Sistema Central, continúa aquí al sur, hacia el Abantos, así como el GR-10. Nosotros, giramos entonces a la derecha (O), para...

... dirigirnos a Cueva Valiente por una traza de senda, borrosa al principio, pero que los hitos permiten localizar con facilidad. Ésta desciende bajo los pinos al...

... Collado del Hornillo, donde cruzamos la carretera de Peguerinos para continuar por un camino que sigue recto (NO),...

... ascendiendo suavemente por el lomo opuesto.

Pasado un claro, sobre el que divisamos la cima sur de Cueva Valiente, el camino se desvía a la izquierda de la cuerda.

Enseguida, lo dejamos por un desvío menos marcado que, a la derecha (NO),...

... prosigue el ascenso.

Al clarear los árboles, vimos a nuestra derecha Cabeza Líjar y La Salamanca.

Poco después, culminamos la subida y descubrimos el panorama del nudo central del Guadarrama que veníamos viendo toda la mañana, pero siempre bajo ángulos distintos. Por ejemplo, ahora se veía bastante de Peñalara, en el centro del conjunto.

Pero no estábamos en la cima; ésta está en lo alto de un cancho que teníamos a la izquierda, en el borde occidental del llano culminante. Para subir sin dificultad, lo rodeamos por la derecha hasta...

... su lado sur, en que una rampa de mediana pendiente permite alcanzar la cima caminando.

La vista hacia los montes de la comarca Los Pinares y Gredos seguía siendo magnífica. Incluso se distinguía, allá sobre la bruma, la línea oscura de los Montes de Toledo.

La cumbre de la jornada esperaba al otro lado de un amplio collado. Para llegar al mismo, volvimos a la traza y continuamos al norte, bajando a través del pinar.

Antes encontramos en la hierba del prado cimero esta curiosa placa de hielo.

Una vez en el collado, lo dejamos por la derecha (NE), siguiendo...

... una senda que asciende en diagonal, abalconada en la vertiente oriental del monte hasta girar a la izquierda (O)...

... al llegar bajo los riscos cimeros. Pasamos entre los dos y nos encaramamos al más alto cuando vimos a la derecha (N)...

... terreno favorable para superar el roquedo.

Desde lo alto de Cueva Valiente, al sur, el Abantos y la cima meridional aparecían alineados. A la izquierda,...

... Cabeza Líjar y la Salamanca, tras los que destacaban el Cerro de San Pedro y la Sierra del Hoyo de Manzanares.

Seguían las cumbres mayores del Guadarrama; luego,...

... la llanura norte, con el pueblo de El Espinar y el Cerro del Caloco. Al oeste, el cordal de Malagón, al otro lado del cual...

... se extendían los Pinares Llanos, con Gredos al fondo. En esa dirección emprendimos el regreso, bajando por el carril que alcanza la cumbre y que...

... dejamos en el collado entre las dos cimas, siguiendo recto (S) cuando gira a la derecha, por una senda que rodea el pico sur.

Al tomar distancia y salir de los pinos, podíamos ver a la derecha la cumbre de Cueva Valiente y su rocoso lomo suroeste.

Pasando sobre las Navas del Toril, la senda encontró un camino más ancho, que tomamos a la izquierda (SE).

Por él, acabamos el rodeo del monte y alcanzamos el Collado del Hornillo, donde tomamos a la izquierda (NE) la carretera de Peguerinos, que ya no dejaríamos hasta el final.

Antes, cambiamos de vertiente en el Collado de la Mina, al pie de Cabeza Líjar, pasando a ver...

... entre los pinos, el llano madrileño y...

... las estribaciones meridionales de la Cuerda Larga.

Aunque la mayor parte del tiempo, caminábamos por un pinar muy hermoso, pero que hurtaba el panorama.

Como para compensar, cuando se abría un hueco en el arbolado, se formaban composiciones tan bonitas como ésta de la Peñota y Siete Picos.

Y, así, acabamos de regreso, sin más que añadir, en el Puerto de Guadarrama.

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