Cerro del Telégrafo o Pico de la Serrota (2.292)
ASCENSIÓN DESDE CEPEDA LA MORA
POR LA HOYA DEL NEVERO (INVERNAL)
El Cerro del Telégrafo o pico de la Serrota
corona la sierra homónima, que es, a su vez, la más alta de las Parameras de
Ávila. Toda esta alineación es un mirador privilegiado sobre Gredos, que
discurre paralelo al sur, al otro lado del Valle del Alberche. Se trata de una
montaña que sobrepasa los 2.000 metros de altitud, pero de relieve suave y
crestas muy amplias, donde se pierde la sensación aérea. Sólo en algunos
cóncavos de sus laderas se encuentra cierto carácter abrupto, como es el caso
del que define esta ascensión. Respecto al paisaje, la vegetación está formada casi
exclusivamente por monte bajo y pastos duros y toda la zona ha estado sometida a un intenso
aprovechamiento ganadero, que la ha llenado de caminos y cabañas que facilitan
las excursiones, sin deteriorar gravemente la belleza del entorno.
SITUACIÓN:
- Zona: Las Parameras (Sistema Central)
- Unidad: La Serrota
- Base de partida: Cepeda la Mora (Ávila)
OTROS
DATOS:
- Cota mínima / máxima: 1.530 / 2.292
- Mi tiempo efectivo: 4h41
- Mi tiempo total: 5h45
- Dificultades: F+, en las condiciones del día (nieve continua a partir de la cota 2.000, con condiciones variables entre hielo y polvo hasta media pantorrilla). Los últimos 150 m de desnivel para salir de la hoya tienen una pendiente media de 30º y se alcanzan puntualmente los 45º en un par de ocasiones.
- Track para descargar en Wikiloc
LA RUTA: Tomar, en Los Cerrillos, la pista que se dirige
al norte remontando la ladera de la sierra. Tras cruzar el Arroyo la
Serradilla, dejarla por un desvío a la derecha (N), que vuelve a cruzar el
torrente y se encarama al lomo de Bajondilla para alcanzar el cordal en el Collado de la Honda. Girar a la
izquierda (SO) y empezar a remontar el lomo por un camino, pero para dejarlo
enseguida por un desvío a la derecha (NO), que se interna en la Hoya del Nevero. Cuando el carril se
esfuma, proseguir, descendiendo ligeramente, hasta el gran rellano que ocupa el
fondo del cóncavo. Girar a la izquierda (O) y subir por la ladera, siguiendo el
curso de los torrentes, alternando cuestas y rellanos. Al fondo del tercero de
éstos, ante la pendiente cabera de la hoya, dirigirse a un tubo poco marcado
que sube hasta el collado entre el Calamocho y la cumbre. Poco antes de
alcanzar la cuerda, al dar con una senda, seguirla a la derecha (N) hasta la
cumbre del Cerro del Telégrafo (F+).
COMENTARIOS: Hacía muchos
años que le había echado el ojo a este cóncavo, uno de los pocos accidentes que
presentan las laderas de la Serrota, y tenía curiosidad por recorrerlo en
invierno. Lo que he encontrado son dificultades bajas, poco interesantes desde
un punto de vista deportivo, pero suficientemente entretenidas teniendo en
cuenta que el entorno es bellísimo. Por la entidad y regularidad de las
pendientes y su moderada inclinación, me han parecido un sitio estupendo para
iniciarse en montañismo invernal, con el atractivo adicional ya comentado de
estar rodeado de un bonito paisaje, además de la soledad, pues me da la
impresión de que, por aquí, sube poca gente. Demasiado fácil para los
escaladores y demasiado difícil para los senderistas. Pero es tan bonito.
La única dificultad de la
ruta, aparte de las incomodidades que las condiciones de la nieve nos puedan
deparar, es esa rampa final de 150 m. En ella, no se superan los 45º y éstos se
alcanzan pocas veces y de manera puntual. Es decir, que se puede superar la
rampa caminando todo el rato, con el piolet en modo bastón. Porque piolet hay
que llevar cuando la pendiente es tan prolongada. Respecto a la elección de la
línea para superarla, tomamos el más evidente de los tubos que vimos, que, aun
así, es muy abierto y poco profundo; de hecho, no lo respetamos íntegramente y
nos salimos de él, por uno u otro lado, cada vez que las condiciones de nieve
lo aconsejaron. Otra opción que llevábamos en mente, de haber habido nieve
suficiente es haber derivado a la derecha desde la hoya, para subir
directamente a cima; pero, por ese lado, estaba el matorral al aire.
Una última consideración
sobre el retorno. Pese a ir siguiendo hitos, el trecho bajo el Cerro del Santo
fue bastante penoso, hundiéndonos hasta casi la rodilla, a veces en cúmulos
nieve blanda y otras cayendo al romper una costra hueca. En condiciones así,
creo que hubiera sido mejor no respetar el trazado de la senda e ir por plena
cuerda, donde el viento había quitado mucha nieve dejando sólo una delgada capa
endurecida, posiblemente más cómoda incluso sin traza.
RELATO GRÁFICO:
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