Cerro de San Pedro (1.425)

ASCENSIÓN DESDE EL APARCAMIENTO DE SAN PEDRO

POR EL LOMO NORTE

Al sur de la Sierra de Guadarrama, se extiende hasta Madrid la llanura del Pie de Monte. En medio de ella, están enclavadas unas pocas elevaciones modestas que, si bien no destacan por altitud ni bravura, son unos miradores soberbios sobre el horizonte montañoso que va de El Escorial a la Sierra del Rincón, pasando por la Cuerda Larga. El Cerro de San Pedro es la más alta de ellas. Se trata de una pirámide aislada, de aristas romas y laderas de pendiente moderada, cubiertas de pasto salpicado de peñascos, algunos bastante llamativos. Lo suave tanto del terreno como de la cubierta vegetal permite que pueda subirse a su cumbre prácticamente por cualquier parte, aunque lo normal es seguir alguno de los lomos que convergen en ella.

La ruta consiste en, desde el aparcamiento que hay al pie del del lomo oeste, rodear la montaña hasta el septentrional, remontarlo y descender luego por lo más corto.

La solitaria pirámide del Cerro de San Pedro, vista desde el noroeste

SITUACIÓN:

  • Zona: Pie de Monte (Sistema Central)
  • Unidad: Cerro de San Pedro
  • Base de partida: Colmenar Viejo (Madrid)
ACCESO: El Aparcamiento Cerro De San Pedro está situado en la carretera que une Colmenar Viejo y Guadalix de la Sierra, a 8 km de la primera. Colmenar es un municipio de tamaño medio que cuenta todo tipo de servicios, situado al sur del conjunto montañoso del Guadarrama, ya en pleno Pie de Monte madrileño. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen al punto de partida de la ruta en el siguiente link a GoogleMaps.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 1.026 / 1.425
  • Mi tiempo efectivo: 1h49
  • Mi tiempo total: 2h28
  • Dificultades: Ninguna. Itinerario por caminos o campo a través por terreno cómodo.
  • Track para descargar en Wikiloc
Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: Desde el Aparcamiento Cerro De San Pedro, tomar la pista de tierra que se dirige al NE rodeando el monte, a través de la finca de El Vedado. Después del cruce del Arroyo de los Cantos, seguir a la derecha (NE) en una bifurcación. Cuando el camino acaba esfumándose tras pasar una valla, remontar la ladera hacia la derecha (SE), hasta dar con el Cordel de las Merinas, reconocible pero invadido de tanta vegetación que resulta más cómodo continuar monte arriba por el pasto, si se quiere derivando a la izquierda (O) para suavizar la pendiente, hasta alcanzar el lomo norte de la montaña. Seguirlo a la derecha (SO) hasta la cima del Cerro de San Pedro.

Para regresar, sólo hay que seguir el camino que baja por el lomo de la derecha (O) hasta el Aparcamiento.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: Ruta muy corta, pero muy bonita. El panorama desde la cima del Cerro de San Pedro es de lo mejor de todo el Guadarrama, así que no es de extrañar que sea una de sus cimas más frecuentadas. Precisamente es en busca de tranquilidad por lo que suelo subir por lomos que no son el occidental, que es por donde circulan las romerías de excursionistas. El inconveniente es que todo alrededor del monte son fincas privadas. El camino del lomo oeste se tolera y, el resto, bueno, no siendo temporada de caza, que en Madrid suele ir de inicios de octubre a finales de febrero, y comportándote respetuosa y discretamente, tampoco suele haber problema.

RELATO GRÁFICO:

Comencé la excursión en el arranque de la senda que recorre el lomo occidental del Cerro de San Pedro. Pero, no para seguirla, sino para pasar por un hueco en la cerca que había a la izquierda,...

... atravesar al noreste el prado del otro lado y tomar, de las dos pistas que se veían al fondo, la de tierra que va atravesando horizontalmente la ladera. Si, por delante, veía el Mondalindo y la Cabreara a la izquierda, mirando atrás...

... la Cuerda Larga se extendía por el horizonte sobre el Embalse de Santillana.

Rodeando el monte sin apenas ganar altura, fui atravesando lomos y barrancos hasta llegar al de los Cantos, cuya...

... cabecera resultaba impresionante, y más por lo inesperado de encontrar un paraje así por esta zona. Tras cruzar el cauce,...

... el camino se dividió en dos. Tomé el ramal de la derecha (NE), pasando a remontar la ladera, trazando...

... una diagonal de moderada pendiente, que me sacó del barranco.

Luego, atravesé una cerca y el camino se fue invadiendo de vegetación hasta que el avance fue tan incómodo por la traza como fuera de ella. Entonces, viendo sobre mí, a la derecha (SO)...

... las ruinas de una pequeña construcción, me dirigí hacia ella.

Allí topé con otro camino similar al que había dejado; el mapa le llama Cordel de las Merinas y, como en el caso anterior, al poco lo encontré invadido de vegetación. Es más, zarzas y retamas crecían con fuerza y densidad en el firme explanado que fuera. Así que lo dejé también por la derecha (SE) y proseguí remontando la ladera en diagonal.

Campo a través, además de estar relativamente abierto el matorral, encontré trazas de animales que me permitieron abrirme paso sin pelea. Cerca de culminar esta subida, pasé junto a una vieja cantera. No sé lo que extraerían aquí, pero ya podía ser valioso para venirse a cavar tan arriba, pues...

... un momento después me encontré sobre el lomo norte del Cerro de San Pedro, descubriendo más allá las crestas de Ayllón.

Volviéndome atrás, podía ver la pendiente que acababa de superar con el fondo de la Cuerda de Cuelgamuros encajada entre la Sierra del Hoyo de Manzanares y la Pedriza.

Al otro lado de la llanura del pie de monte, la Cuerda Larga, prácticamente entera, y la Maliciosa en el extremo más lejano.

Girando a la derecha (S), me dispuse a remontar el lomo septentrional de la montaña. Ni senda, ni hitos, ni falta que hacía, pues el terreno era cómodo. Incluso los canchos que surgían en la cuerda eran fácilmente evitables.

A mi izquierda, después de las estribaciones meridionales de Ayllón, se fue desvelando paulatinamente la llanura.

Al otro lado, el resto de serrezuelas del Pie de Monte y, al fondo, las crestas de la parte de Malagón, Cuelgamuros y el Escorial.

La pendiente más dura la encontré cerca del final y estaba además cubierta de un denso retamar. Pero, fijándome, encontré un paso despejado, estrecho pero suficiente, a la izquierda de la cerca. Se puede apreciar en la linde del monte bajo el cancho de más a la izquierda de la cresta. Al llegar a la altura del risco más cercano,...

... una mirada atrás, al lomo recorrido.

Después, se ve ya la antena que hay en la cumbre y el terreno se fue tendiendo hasta...

... el hito cimero.

Lo más novedoso del panorama es la gran llanura que se extiende al sur, en la que llegaba distinguirse, hacia la derecha,...

... el perfil de los rascacielos de Madrid. Girándome hacia la izquierda,...

... la Sierra del Rincón y la de la Cabrera.

Siguen Mondalindo y la Sierra de la Morcuera.

A continuación, la Cuerda Larga,...

... y el final por el oeste del Guadarrama, más allá de la Sierra del Hoyo de Manzanares. En esa dirección (O), descendí, por el camino que recorre el lomo de ese lado y que desemboca en el aparcamiento del que había partido.

Durante todo ese recorrido, seguía disfrutando de hermosos panoramas a izquierda y...

... derecha, mientras...

... la cima iba quedando atrás.

Aunque lo mejor lo tenía delante, ante los ojos.

Y así, sin más que reseñar, acabé de recorrer esta ruta que resultó tan solitaria a la subida como concurrida a la bajada.

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