Brañacaballo (2.182)

ASCENSIÓN DESDE MILLARÓ DE LA TERCIA

POR EL LOMO SUR, CON EL PICO DE LA PIZARRA (1.981)

El Brañacaballo es la máxima altura de la Sierra de Casomera y de toda la Montaña Leonesa Central, compleja región montañosa que forman las estribaciones meridionales de la cordillera entre los puertos de Pajares y San Isidro. Situado cerca del extremo occidental de la zona y desplazado al sur de la divisoria, está lejos de poblaciones importantes y apartado de las vías principales de comunicación, posible motivo por lo que es un pico relativamente poco visitado, pese a su relevancia orográfica. Otro motivo puede ser que resulta poco espectacular para estar en la Cordillera Cantábrica; aunque muy prominente, el Brañacaballo tiene formas de montaña antigua, redondeadas y suaves. Lo mismo pasa con los cordales que proyecta, que están jalonados por una buena docena de picos de más de 2.000 metros pero se trata, salvo muy escasas excepciones de domos herbosos, altos sin altivez. Respecto a la naturaleza, laderas y lomas están cubiertas por matorral y pasto duro, quedando el escaso arbolado en el fondo más abrigado de algunos barrancos, lo que acredita la dureza del clima en estos montes.

La ruta consiste en ascender al Brañacaballo remontando básicamente su lomo meridional, al pie del cual se asienta Millaró. Como la excursión es corta, volveremos dando un pequeño rodeo, consistente en recorrer el cordal  al sureste hasta el Pico de la Pizarra, donde descenderemos al sur para alcanzar la pista que nos devolverá al pueblo.

Brañacaballo visto desde el este. A la izquierda de la cumbre, el tramo de cuerda hasta el Pico de la Pizarra

SITUACIÓN:

  • Zona: Montaña Leonesa Central (Cordillera Cantábrica)
  • Unidad: Sierra de Casomera
  • Base de partida: Millaró de la Tercia (León)
ACCESO: Millaró de la Tercia está situado en la comarca que figura en su nombre, en la Montaña Central leonesa, encajado en un valle recóndito, al que se accede desde la subida meridional al Puerto de Pajares. Es la aldea más alta del municipio de Villamanín, en cuyo núcleo principal, a 6 km, habrá que buscar cualquier servicio que se precise. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen al punto de partida de la ruta en el siguiente link a GoogleMaps.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 1.399 / 2.182
  • Mi tiempo efectivo: 3h18
  • Mi tiempo total: 3h50
  • Dificultades: Ninguna. Itinerario por caminos o terreno cómodo e indudable.
  • Track para descargar en Wikiloc
Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: Salir de Millaró de la Tercia por la pista que sube al NO, por la vaguada de la Collada Carrozal. Allí, continuar por la derecha (N) en el cruce y seguir la pista principal, que, en lazadas, remonta el lomo meridional del Brañacaballo. Al cruzar la cuerda en el Llano del Prado, dejar el carril por la izquierda (N) y remontarla hasta la cima del Brañacaballo.

Girar a la derecha (SE) para seguir el cordal hasta el Pico de la Pizarra y dejarlo por la derecha (S) para descender por empinado lomo al collado del Pico Camino. Tomar, de las pistas que allí se juntan, la tercera de la derecha (SO), que baja en diagonal por la ladera hasta desembocar en otro camino en Las Regadas. Tomándolo a la izquierda (S), se llega en pocos minutos a Millaró de la Tercia.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: Ruta circular muy bonita y relajada. Aunque incluye algunas pendientes fuertes y tramos en que el matorral casi se come la senda, no puede ser más sencilla. Para disfrutar de la montaña sin sufrimientos ni penalidades. Solamente, hay que recordar que se va a estar un rato por encima de los 2.000 metros en una zona en que las condiciones pueden ser muy duras.

RELATO GRÁFICO:

Desde la parte alta de Millaró de la tercia, donde aparqué, salí del pueblo por una pista de tierra que sube al noroeste y desde la cual, al poco de haber dejado atrás las últimas casas, se veía así la pequeña iglesia, situada fuera la población.

Iba remontando la vaguada que baja de la Collada Carrozal en una mañana clara y soleada, hasta que, al llegar a la horcada...

... vi al otro lado el sombrío panorama más allá el Puerto Pajares. En la bifurcación que hay allí, continué por la derecha (N), subiendo, pues la pista principal...

... va a remontar ahora en amplias lazadas el lomo meridional del Brañacaballo. Pasé por otros cruces en los que siempre hay que escoger la opción ascendente. Pronto, podría haber visto la cima, si no fuera por la nube que la tapaba. Vaya.

Con la altitud, tuve mejor perspectiva al oeste. Venían nubes pero no eran amenazadoras y, además, había también mucho claro.

Y, por aquí, el sol parecía que se mantenía dominante. La única bifurcación que puede presentar alguna duda, pues las dos ramas suben, es ésta, situada hacia la cota 1.800, donde giré a la derecha (SE). La foto está obviamente tomada mirando atrás y el monte del fondo, cuya cima asoma a medias entre las nubes, es el Cellón.

Poco después, la pista cruza la cuerda del lomo que iba remontando y...

... pude ver al este algunas de las crestas que bordean el valle del Curueño, destacando los dos Bodones y el Polovoredo.

Estaba en el Llano del Prado y, a mi izquierda (N), la cumbre se elevaba, brillando ahora al sol. La ruta era obvia: girar a ese lado y subir por el lomo. Al principio, por donde mejor me pareció a través de la hierba.

De vez en cuando, miraba atrás para apreciar cómo se abría el panorama. Poco a poco, se fue dibujando una traza en el pasto,...

... según me acercaba al matorral, donde un corte estrecho me permitió pasar sin grandes incomodidades.

A mi izquierda, salvo el Cellón, las crestas estaban cubiertas.

Al otro lado, el panorama era similar. Quizá algo menos revuelto. Además, casualmente, se veía la bonita silueta triangular del Huevo de Faro. También aproveché esta parte de la subida para examinar la cuerda que iba a recorrer al inicio de la bajada.

El hito cimero permaneció invisible hasta que la pendiente cedió, muy cerca de culminar.

Antes de llegar y perder perspectiva, una mirada atrás. ¡Qué contraste entre el valle soleado y la cubierta de nubes!

Al oeste del Brañacaballo, sólo el vecino Cellón era visible; y no mucho.

El resto de la cresta que rodea el Valle del Cuadro estaba despejada, del Cuérravo a Peña Celleros, pasando por el Estorbín.

Al noreste, lo más que se veía con claridad era la Peña de la Laguna y su vecino Morgao, en el extremo más cercano de las montañas de Faro.

Comencé el retorno dirigiéndome al este por la cuerda. 

Enseguida, al empinarse la loma, tuve mejor visión, tanto del cresteo hasta el Pico de la Pizarra, como del verde valle de Riosal a la izquierda y algunas montañas del fondo que se iban descubriendo. Ahora se veía la cresta más alta de Faro así como la zona de los Bodones.

Mientras bajaba, vi descubrirse, vi que el cielo se aclaraba algo al sur. Y cómo asomaba la mole del Machacao por detrás de la cercana cresta de la peña de los Bueyes.

Atrás iba quedando el Brañacaballo.

A mi derecha, el valle del Riosal dominado por la cresta de los picos Laguna y Bolero.

La roca hizo presencia en el Alto del Sexteo. Podía haber pasado fácilmente por arriba, pero estimé que no merecía la pena y lo rodeé por la derecha, siguiendo un rastro en la pedrera.

Pasando ese flanqueo, vi a mi izquierda, más allá de la cresta de Peñalaza, en ese momento en sombra, que se habían descubierto las Peñas de Arbás.

De vuelta en la cuerda, continué camino hacia los picos de la Foya y la Pizarra. Desde el primero,...

... al tomar distancia, mejoraba la perspectiva hacia el Brañacaballo y su vecino La Carba.

Enfrente, al noreste, había una bonita vista de los picos de la Laguna y Morgao.

Luego, unas breves bajada y subida me llevarían a la última cima de la jornada, al fondo del cual se veían los Bodones y, más a la derecha, el gran cono del...

... Polvoredo, cuya cima se descubrió del todo por un momento.

Mirando atrás desde el Pico de la Pizarra, la cuerda recorrida desde el Brañacaballo y, a la derecha, la Carba y Peña Celleros.

Al suroeste, parecía que aclaraba y, de hecho, se habían descubierto las Peñas de Arbás...

... que tenían un aspecto impresionante.

Al este, las montañas de Faro y del valle del Curueño. Entre estas últimas, destacaban...

... el Bodón y el Cueto Cabañas, más allá de la cresta alargada del Bodón de Cármenes.

Girando a la derecha (S), bajé por el lomo. Lo poblaba un matorral denso que no estorbó mucho el paso por su escasa altura. Bajando por aquí, se veía muy bien, asomando sobre el lomo de la peña de los Bueyes, la tremenda masa caliza del...

... Machacao o Pico de Fontún.

La intensa bajada me dejó en una zona herbosa más tendida, ya...

... cerca del collado del Pico Camino. Allí tomé a la derecha (SO) la pista que lo cruza para seguir el descenso más relajadamente.

Durante el trayecto, fui viendo la cumbre y...

... pasé por el Arroyo de las Brañas, desde donde...

... se ve así Millaró bajo el Pico Cruz, antes de...

... llegar a Las Regadas, el gran cóncavo abierto en la vertiente sur del Brañacaballo. Allí, la pista desembocó en un camino que, tomado a la izquierda (S), me acabó de...

... llevar a Millaró, siguiendo el cauce del arroyo que lo atraviesa.

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