La Centenera (1.809)

ASCENSIÓN DESDE PUEBLA DE LA SIERRA

LOMA CONCHA

La Centenera es la más modesta de las cuatro cimas principales de la Sierra del Rincón y está situada en el extremo suroriental de la herradura que forma dicho cordal en torno al Arroyo de la Puebla. Se trata de un monte de vertientes empinadas, cubiertas principalmente de pinar de repoblación y un monte bajo variado con predominio de las jaras. Las culminaciones son alomadas y herbosas, pero la cuerda se materializa con frecuencia por crestones de pizarra, que en ocasiones se prolongan en la parte alta de las laderas. En suma, una montaña bastante abrupta y rocosa para lo que suele ser el Sistema Central, y más por debajo de los dos mil metros. Esta zona ha sido tradicionalmente de lo más apartado de la montaña madrileña; en la actualidad, hay bastante presión turística, pero suele mantenerse lejos de las cumbres. Si ya todo el monte al sur de la Sierra de Ayllón es una alternativa tranquila al Guadarrama, la Centenera es de sus partes más solitarias.

Loma Concha es el lomo suroeste de la Centenera y la ascensión consiste en remontarla en su integridad, tomándola en el lugar más bajo fácilmente accesible. Luego, el retorno transcurrirá por el itinerario más práctico, aprovechando los caminos disponibles, entre la cima y el pueblo.

La Tornera y la Centenera, vistas desde el oeste, dominan Puebla de la Sierra

SITUACIÓN:

  • Zona: Macizo de Ayllón (Sistema Central)
  • Unidad: Sierra del Rincón
  • Base de partida: Puebla de la Sierra (Madrid)
ACCESO: La Puebla de laSierra es un municipio madrileño enclavado en la cabecera del arroyo del mismo nombre, en el interior del arco que forma la Sierra del Rincón. La ruta parte del área recreativa del Parque Avellanos situada en la única carretera que atraviesa el pueblo, a menos de un kilómetro al sur del casco urbano, hacia Robledillo. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen en el siguiente link a GoogleMaps.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 1.084 / 1.809
  • Mi tiempo efectivo: 4h31
  • Mi tiempo total: 5h25
  • Dificultades: Muy fácil. Aunque, en teoría, todo el itinerario transcurre por caminos, incluye tramos de pedrera suelta y muy empinada, así como otros en que la vegetación (zarzas) se ha comido el trazo, obligando a pelear y orientarse.
  • Track para descargar en Wikiloc
Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: En el Parque Avellanos, cruzar el Arroyo de la Puebla y tomar a la derecha (S) la pista que va por la orilla oriental hasta su final ante el Arroyo del Portillo. Cruzar el torrente y seguir por la senda que remonta en diagonal la ladera opuesta, que es ya la de Loma Concha. Al llegar a la cuerda en La Horcajada, dejar el camino por la izquierda (NE) y remontarla hasta la cima de La Centenera.

Descender a la izquierda (N) por una canal pedregosa al Collado de las Portilladas y girar al mismo lado (O) para continuar bajando por la vaguada hacia la linde de un pinar. Entrar en el mismo por un pasillo entre los árboles y, al dar con un ancho carril horizontal, seguirlo a la derecha (NO). Al llegar a un segundo, cruzarlo y proseguir brevemente en descenso directo entre los pinos para llegar a la pista que atraviesa la cuenca de la Garganta del Portillo. Seguirla a la derecha (NO), entrando en el Valluengo. Junto a una caseta de aguas, dejarse caer por la izquierda (SO) por un carril. Al llegar al Arroyo de Valluengo, vadearlo y girar a la izquierda (S) para seguir la orilla occidental hasta encontrar un carril que supera la ladera en diagonal hasta alcanzar la cuerda en el collado del Robledo. Cruzarlo recto para tomar al otro lado el camino que baja hacia la Puebla. Antes de llegar, junto a las Casillas de la Ciquiruela, girar a la izquierda (S) en un cruce, llegando enseguida a una pista, que es la del inicio y que, tomada a la izquierda (SE), conduce al punto en que la habíamos tomado antes, frente al Parque Avellanos.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: Itinerario muy bonito, panorámico y habitualmente solitario. Carece de dificultades técnicas pero incluye un par de pasajes, especialmente el cruce del Arroyo de Valluengo, que son algo más que incómodos y van a requerir que el excursionista posea el hábito de moverse fuera de senderos, por vegetación cerrada y terreno empinado. Y poco más que comentar; que la ascensión de Loma Concha es un verdadero atracón visual.

RELATO GRÁFICO:

En el Parque Avellanos, crucé el puente sobre el Arroyo de la Puebla y, al otro lado, remonté un terraplén para llegar a...

... la pista que sigue el valle y tomarla a la derecha (S).

Pronto fueron quedando atrás la cabecera y el pueblo y...

... llegué al Arroyo del Portillo donde muere el carril, a la vista de...

... un puentecillo que cruza el torrente junto a una balsa. Lo atravesé para...

... remontar la ladera opuesta, que corresponde al flanco de Loma Concha. Tras un inicio bajo los árboles,...

... salí a terreno despejado, desde donde hay un buen panorama la parte más alta de la cresta del valle, de la Peña de la Cabra a la Tornera.

Alcancé la cuerda en La Horcajada, desde donde, al oeste, podía ver algo del Guadarrama (Cabrera, Mondalindo, Peñalara) a través del tajo del Arroyo de la Puebla. Al otro lado,...

... a mi izquierda (NE), se elevaba Loma Concha y, dejando la senda, comencé a remontarla. Pese a la pinta del jaral,...

... la progresión fue cómoda, merced a una senda estrecha pero de buena condición, que empezaba por el flanco septentrional (izquierdo) del lomo.

La hierba fue ganando terreno al subir y también se atenuó la pendiente. Así, el avance era aún más cómodo cuando llegaba a una pista horizontal, que atravesé sin más.

Las vistas eran estupendas, tanto hacia la cabecera del valle a mi izquierda, como...

... atrás, donde se iban descubriendo segmentos más amplios del Guadarrama.

También, a la izquierda del Cerro de San Pedro, se llegaba a divisar el skyline de Madrid, por encima de las lomas vecinas.

A continuación, vino un tramo a través del pinar. Se acabó el panorama, pero a cambio de una sombra que se agradecía.

Al salir de los árboles, bonita vista de la Peña de la Cabra, al otro lado del valle de la Puebla.

Tras superar un resalte rocoso, sin dificultad siguiendo la senda, alcancé un entronque de lomas, a partir del cual la pendiente se hace casi nula. A mi izquierda, se veía el Cerrón más allá de la Tornera. Al otro lado,...

... más allá de unas últimas estribaciones de la sierra, se extendía el llano alcarreño.

Como caminaba entre pinos, al principio apenas podía vislumbrar la cima, pese a estar ya cerca.

Cuando acabaron los árboles, surgió un crestón de roca en la cuerda, que la senda evitaba, ora por el lado de la Tornera, ora...

... por el opuesto. Y ya aparecieron tanto la cumbre como el Cerro Concha delante. Al llegar a este último,...

... una mirada atrás, a la parte visible de Loma Concha, que es por encima del entronque. Más allá, ya se veía casi todo el Guadarrama; al menos, su mitad oriental.

A la izquierda de la Tornera, se podía ver la cabecera del valle, dominada por la Peña de la Cabra y el Porrejón.

El camino restante hasta la cumbre no podía ser más sencillo. Un breve trecho de loma casi imperceptiblemente deprimida. Por cierto, a la izquierda, asoma un cordal con aspecto abrupto.

Desde lo alto de la centenera, se le puede ver mejor; se trata de la Cuerda de los Perdigones, culminada por una cota anónima de 1.802 m, de fiero aspecto. Más allá, se veían el Ocejón y el Alto Rey recortados contra el cielo. Llevando los ojos a la derecha,...

... al sur, la llanura se perdía en un horizonte plano, más allá de la Sierra Gorda.

Al norte, sobre la cuerda que va a la Tornera, se extendía la Sierra de Ayllón; bueno, parte de ella: el Cerrón y la Buitrera. Para bajar, me dirigí a ese lado, evitando los canchos, para buscar...

... la boca de una canal pedregosa que baja un poco al sur (izquierda) del cordal principal, hacia...

... el Collado de las Portilladas, que ancho y herboso, se veía bajo la pendiente. Ésta es intensa y, el suelo, suelto y pedregoso. Aunque hay una traza, bajé con cierto cuidado, fiándose más de mis ojos que de los hitos.

Dejada atrás estos 100 metros de bajada, única parte abrupta de la ruta,...

... eché una última mirada a las sierras orientales del Robledal y Alto Rey y...

... derivé a la izquierda (O) para descender por la vaguada hacia...

... un empinado pasillo abierto en un pinar cercano. Por él, llegué a un carril horizontal, que seguí a la derecha (NO) hasta...

... el límite de la arboleda, donde el propio camino giró a la izquierda (E) para...

... descender siguiendo la linde.

Más abajo, topé con otro carril horizontal. En esta ocasión, lo atravesé, para...

... continuar la bajada directa hasta una pista que atraviesa horizontal la sierra. La tomé a la derecha (NO), pasando a...

... atravesar las vertientes de la Garganta del Portillo.

Caminaba entre la cresta de los Cellos y...

... el Arroyo del Portillo. Pasado su eje,...

... podía ver enfrente la Centenera en lo alto de Loma Concha.

Luego, doblé un lomo y pasé a la vertiente del Valluengo, que comencé a remontar hasta...

... llegar junto a una caseta de aguas. Allí, giré a la izquierda (NO), dejando el camino por...

... un empinado carril, medio comido por la vegetación que baja al fondo del barranco.

Enfrente, veía subir su continuación, pero, antes...

... pasé lo peor de la jornada, cuando jaras y zarzas se cerraron definitivamente en las márgenes del Arroyo de Valluengo. Crucé el pequeño curso de agua, apenas un paso un poco más largo y,...

... al otro lado, giré a la izquierda, avanzado aguas abajo entre la vegetación de ribera, hasta que encontré no sé si el extremo de otro carril o la continuación del que traía. En todo caso, un corte en la ladera flanqueado de árboles que denunciaba un camino bastante ancho, pero invadido de matorral.

Cuando fui ganando altura, se aclaró bastante la vegetación y se hizo visible una traza estrecha que cortaba los matojos que crecían en el carril.

Enfrente, Loma Concha.

Por delante, un lomo, que ganaría en el collado del Robledo. Allí hay un crucé, donde continué recto (NO), por...

... el camino que, más limpio ahora, desciende por el otro lado, hacia el Arroyo de la Puebla.

Antes de llegar al fondo, desemboqué en una pista, que tomé a la derecha (NO).

Por ella, llegué a un cruce en la parte alta de las ruinas de las Casillas de la Ciquiruela. Giré a la izquierda (S) y bajé entre ellas hasta otro carril más abajo, que es el mismo por donde había comenzado la excursión. Lo tomé a la izquierda (SE) y...

... pronto me encontré ante un abrevadero que recordaba de esa mañana. Girando entonces a la derecha (SO), descendí el breve terraplén y...

... atravesé la pradera de su base hasta el puentecillo del Parque Avellanos.

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