Riscos Altos (1.324)

ASCENSIÓN DESDE MOHEDAS DE LA JARA

SUBIENDO A LAS TRES PUNTAS PRINCIPALES

Entre las provincias de Toledo y Cáceres, al sur de Oropesa, se eleva el largo cordal de la Sierra de Altamira. Se trata de una cresta aguda y monótona, que se mantiene por muchos kilómetros por encima de los 1.000 m de altitud y es la alineación más oriental del área montañosa de las Villuercas. Toda la sierra está rematada por un crestón cuarcítico que, de vez en cuando, se levanta en canchos de alguna entidad; Riscos Altos es el más elevado de ellos y, como indica su nombre, es un conjunto de varios canchos bastante agudos, tres de los cuales superan los 1.300 metros. Esta zona es poco visitada por excursionistas, siendo normal tener que meterse mucho en monte para alcanzar las cimas. Y la vegetación predominante de jara y rebollos no ayuda a la progresión. Por otro lado, el paisaje es muy bonito, la vista llega lejos sobre todo al norte y el entorno es agreste y poblado de bastante fauna silvestre.

La ruta utiliza los dos accesos más sencillos a la cresta por la vertiente noreste y, arriba, pasa por las tres puntas más altas.

La cresta de los Riscos Altos sobre Mohedas de la Jara

SITUACIÓN:

  • Zona: Sierras de Las Villuercas (Montes de Toledo)
  • Unidad: Sierra de Altamira
  • Base de partida: Mohedas de la Jara (Toledo)
ACCESO: Mohedas de la Jara es un municipio toledano situado en el suroeste de la provincia y fronterizo con la de Cáceres. El punto de partida de la ruta es una encrucijada que hay un par de kilómetros al SO del pueblo, a la altura del Embalse de Mohedas. Se llega saliendo por la Calle de Toledo a la Vereda de Pasada Vieja, que es una pista de cemento y luego de tierra transitable por turismo. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen hasta allí en el siguiente link a GoogleMaps.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 1.386 / 1.324
  • Mi tiempo efectivo: 3h04
  • Mi tiempo total: 8h19
  • Dificultades: PD. Numerosas trepadas de I y II grado. Son generalmente cortas, pero la más difícil (II), que es además destrepe, supera los 15 metros de altura.
  • Track para descargar en Wikiloc
Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: Comenzar caminando al SO por la Vereda de Pasada Vieja y seguirla hasta el lomo de Los Chozos. Al pasar la cuerda, girar a la izquierda (SO) para remontarlo, primero por los restos de un viejo cortafuegos y luego a través del matorral, superando algunos canchos fáciles, hasta la punta oeste (1.301) (F) de los Riscos Altos. Seguir la cresta a la izquierda (SE), alcanzado sucesivamente la punta central (1.316) (PD-) y la cumbre de los Riscos Altos (PD).

Bajar por terreno muy empinado pero sin dificultad a la izquierda (NE), en busca de un pasillo que permite descender caminando entre los resaltes. Continuar luego siguiendo un lomo poco definido, a través del matorral, hasta el arranque de un cortafuegos que cae hasta la Vereda de Pasada Vieja, por la cual sólo quedará deshacer el camino de ida hasta el punto de partida.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: Ascensión agreste, con alguna dificultad técnica y un par de pasos expuestos, muy bonita. Estando en una montaña poco trabajada por el excursionista, es además original, pues los pocos que suben a Riscos Altos no se molestan en trepar a las puntas secundarias. Las trepadas son divertidas y no aportan a la ruta panoramas diferentes, pero sí perspectivas curiosas de la cresta. Si se sube y baja por el itinerario de descenso, que es lo habitual, la dificultad desaparece. Y, si se recorre la cresta, pero sin tocar la punta central, la cosa quedaría en “F”, con un par de pasitos de I grado poco expuestos al trepar a la occidental y la cumbre y mucha incomodidad, por pedrera y matorral, en el trayecto entre ambas.

RELATO GRÁFICO:

Comencé a caminar por la Vereda de Pasada Vieja hacia la sierra donde empeora su firme y se divide en tres, tomando el carril del medio (SO), mientras al fondo veía la cresta que iba a recorrer, sobre los dos lomos que me servirían de vía de subida y bajada.

Afrontando las primeras pendientes dejé de lado algunos desvíos. Ninguno planteaba dudas sobre el camino a seguir.

A mi izquierda y atrás, se fue descubriendo la Sierra de Sevilleja, extremo del sector central de los Montes de Toledo. 

Y, al otro lado, el gran murallón de Gredos, más allá del Embalse de Mohedas y las aisladas sierras Ancha y Aguda.

En un momento dado, al intensificarse la pendiente, la pista giró a la derecha, pasando a remontar la ladera en diagonal.

Pasé ante el cortafuegos por el que luego bajaría, por encima del cual se veían la cumbre y la punta central de los Riscos Altos.

Al otro lado, a la derecha de la Sierra de Sevilleja, se veía la silueta del Rocigalgo.

Tras atravesar un primer barranco y doblar un lomo, pasé sobre el Arroyo de la Chorrera y, en el siguiente contrafuerte, dejé el carril por la izquierda (SO) para...

... remontarlo hacia la punta occidental (1.301). Fui un poco a la izquierda de la cuerda, para aprovechar el clareo que quedaba de un viejo cortafuegos comido por las jaras.

Incluso, por momentos, encontré rastros de paso, pero enseguida se cerraban. Abajo iban quedando Mohedas y su embalse.

Hacia mitad de la subida por este lomo, topé con el primer roquedo, muy fácil, que superé sin apenas usar las manos, buscando pasillos entre los resaltes.

A mi derecha, la cresta de la sierra se iba viendo cercana.

Tras ese primer risco, vino una pendiente de pasto y matorral antes de...

... llegar al risco culminante. Para llegar a su cima, pasé primero por una banda de pedrera, luego por una zona de escalones bajos (I) y,...

... finalmente, por una placa tumbada con bastante apoyo (I+).

Al culminar esta primera punta (1.301) del día, apareció ante mis ojos, al otro lado del valle del Guadarranque el largo cordal que forman las sierras de la Palomera, el Hospital del Obispo y el Rullo. A través del tramo más bajo, se llegaban a ver, a lo lejos,...

... los montes más occidentales de Sierra Morena, seguramente la parte de Tentudía y Aroche.

Más a la derecha, asomaba en segundo plano la cumbre de la cordillera de los Montes de Toledo: el Pico de las Villuercas.

También había una buena perspectiva de las cimas más altas del Hospital del Obispo, a las que tengo especial cariño: los riscos del Telégrafo y Cervales, más el Cerro Fortificado.

Hacia el noroeste, la cresta, que pierde su carácter rocoso y se hace ancha y verde en el Risco de los Gavilanes, corría hacia la muralla gredense, que...

... se prolongaba por todo el arco septentrional, más allá del llano de Mohedas y las cercanas sierras vecinas.

Pese a que la atmósfera no estaba del todo clara, se llegaba a distinguir la magnitud del desnivel en esta parte del Sistema Central. Desgraciadamente, el Almanzor y sus satélites estaban cubiertos de nubes.

La cumbre esperaba al sureste, al otro lado de un segmento de cresta que alternaba agudos riscos con amplios rellanos. Girando a la izquierda, me dirigí a ella, comenzando con...

... destrepar (I) el risco directamente por su flanco suroriental.

Vino luego un rellano pedregoso, más incómodo que los canchos, al otro lado del cual se alzaban unas peñas, que rodeé por la izquierda, por una terraza pedregosa.

Al otro lado, nuevo rellano, más largo, y la punta (1.316) central de los riscos. Antes hay un crestón, que rodeé por la derecha, caminando junto a su base, para llegar a la base del risco.

Inicié la subida a esta segunda punta remontando un amontonamiento de bloques y luego unas gradas empinadas (I) que me...

... dejaron en una repisa desde la que se ve así el risco oriental. Al cabo de unos pocos metros andando por ella, me encontré...

... con esta fractura en el flanco liso de la cresta, que permite un acceso de escasa dificultad (II) a la misma.

Al salir a cresta, de nuevo la Sierra del Hospital del Obispo ante mí y, a la izquierda,...

... la cima (1.316) a unos pocos metros de cuerda sin dificultad. Por cierto, que estaba sin marcar, lo mismo que la anterior (1.301).

Desde lo alto del risco central, una mirada atrás, al occidental.

Por delante, la cumbre de los Riscos Altos, aparentemente más allá de una fácil arista.

Pero, en medio, hay una brecha de unos 15 metros de profundidad, que es el paso más difícil de la ruta. El destrepe comienza por una arista aguda y empinada, con mucho apoyo (II) y...

... termina en un muro casi vertical en el flanco meridional (derecho), de similar dificultad (II).

Una vez en el fondo de la brecha, la subida al risco principal se presentaba fácil a lo largo de sus veintitantos metros. Sólo el resalte final planteaba un poquito de dificultad (I+). Justo superado ese paso y antes de perder la perspectiva,...

... un vistazo a esa arista de bajada del risco central. No parece que tenga alternativas mucho más fáciles. Y, desde luego, es el camino más cómodo.

Desde el vértice, apareció la prolongación de la cuerda al sureste, destacando el Risco de las Moras. Hacia allí empezaría el descenso, no sin antes,...

... repasar el horizonte, empezando por el noroeste, donde se alzaba la Sierra del Hospital del Obispo frente a esta cresta de los Riscos Altos, que presentan una buena potencia a ese lado. Al otro lado de la cuerda,...

... Mohedas, su embalse y las sierras Larga y Aguda.

Como ya dije, inicié el retorno caminando unos metros por la cuerda al sureste, para dejarme caer a la izquierda (NE) en cuando el terreno se prestó. Bajé por unas pendientes de hierba amarillenta hacia un corte en el roquedo inferior, que da acceso a...

... un pasillo pedregoso que, aunque con cierta incomodidad, permite pasar sin dificultad entre los resaltes.

Siguen luego unas rampas empinadísimas de pedrera y jaras hasta llegar a lo alto del cortafuegos que se ve.

Desde el mismo, así se ven los Riscos Altos.

Bajando por el mismo, crucé un carril antes de llegar a la Vereda de Pasada Vieja, que tomé a la derecha (SE) para...

... deshacer por ella el camino de ida hasta el coche.

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