Pic de Certascan (2.853)

ASCENSIÓN DESDE NOARRE

POR EL CERTASCAN NORD (2.833)

El Macizo de Certascan ocupa el centro del tramo de divisoria pirenaica que se extiende al norte del Pallars Sobirà. Está coronado por el pico del mismo nombre que, con una prominencia superior a los 500 m, es una de las cimas más destacadas de la zona, pese a que su altitud no es de las mayores. Se trata de una altiva montaña de tierra y roca en forma de trapezoide curvado, culminado por la quebrada cresta que une las puntas norte y principal. Este edificio mineral está rodeado por multitud de lagos, muchos de los cuales yacen entre prados, que contrastan con la aridez de las zonas altas y añaden otro atractivo a esta bonita montaña.

La ruta consiste en remontar las cuencas de los ríos Noarre y Guerosso hasta el más alto de sus ibones y encaramarse al collado que se abre al norte del Certascan. Luego, se recorre la cresta hasta su equivalente sur, pasando por las dos cimas de la montaña, y se regresa a Noarre descendiendo los mismos valles.

Picos principal y norte del Certascan desde la arista oriental de la segunda. Se aprecia el perfil de la arista cimera

SITUACIÓN:

  • Zona: Pallars Sobirà (Pirineos)
  • Unidad: Macizo de Certascan
  • Base de partida: Tavascan (Lérida)
ACCESO: Noarre es un caserío de bordas situado a orillas del río del mismo nombre, al pie de la vertiente sur del Macizo de Certascan, en el Pallars Sobirà. La población más cercana que cuenta con servicios es Tavascan, dependiente del municipio de Lladorre. Desde allí, hay que remontar durante 9 km la pista que sube hacia Graus y el Port de Tavascan, hasta la curva de donde sale la senda de acceso y comienza realmente la excursión. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen a ese punto en el siguiente link a GoogleMaps.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 1.592 / 2.853
  • Mi tiempo efectivo: 7h33
  • Mi tiempo total: 10h20
  • Dificultades: PD. Trepada de unos 100 m de desnivel sostenida de II grado en la arista de la punta norte y varios pasos más cortos entre ambos picos, incluido uno de 10 ó 12 m de II+ en bajada. Travesía prolongada por pedrera con fuerte pendiente lateral sobre el Estany Blanc. Y casi todo lo demás es por camino.
  • Track para descargar en Wikiloc
Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: En la curva de la pista antes indicada, tomar la senda de acceso a Noarre y continuar luego por la que remonta el río homónimo. Al paso por Pleta de Guerosso, tomar un desvío a la izquierda (N), que sube al Estany Blau y continúa hacia el Coll de Certascan. Antes de llegar a éste, sobre los 2.400 m de altitud, dejar el camino por la izquierda (N), atravesar el barranco y remontar el torrente que desagüa el Estany Blanc. Ante el ibón, girar a la derecha (E) y comenzar a remontar un lomo de hierba y cantos que baja del Certascan. Ganados unos 50 m de desnivel, cuando el paso a la izquierda (SE) se ve fácil, bajar a la pedrera de ese lado y atravesarla en diagonal ascendente hacia el Coll de Montabona. Una vez en la arista, seguirla a la derecha (S), en una entretenida trepada continua, muy empinada y vertical por momentos, pero con buenas presas (II). A partir del Certascan Nord (PD), seguir a la derecha (SO), superando varias horcadas, con un paso de II+ al principio y varios de I y II, hasta el Pic de Certascan (PD).

Bajar de la cumbre por una traza en el cascajo del flanco meridional de la arista SE, que desemboca, en el Coll de Certascan, en la senda, ya conocida, que remonta el Río de Noarre. Tomándola a la derecha (O), se cierra la parte superior del itinerario a media vaguada y se regresa por el Estany Blau a Noarre y la pista.

Croquis de la ruta, por encima de la Pleta de Guerosso, sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: Ascensión muy completa y entretenida, que incluye uno de esos raros pasajes que hacen las delicias de los que, sin ser escaladores, amamos el vacío: una trepada continua de 100 m, aérea, pero de baja dificultad. Luego, el recorrido por prados, bosques, ibones, roquedales, etc., junto a un hermoso panorama hacia los vecinos macizos de Estats y el Mont Roig, conforman una jornada montañera de primera. Eso sí, para que nada estropee ese disfrute, además de tener una mediana preparación física, hay que estar acostumbrado a los terrenos movidos y aéreos y superar con soltura no sólo el II grado que vamos a encontrar en la arista norte, sino algo más, pues en la parte alta de la trepada llevaremos muchos metros de aire bajo los pies.

RELATO GRÁFICO:

En la curva de la pista antes referida de la pista que sube hacia el Puerto de  Tavascan, tomé...

... una senda marcada con trazos amarillos que sale a la derecha (SE), se introduce en el bosque y, poco después se une a otra marcada como GR.

Salí del bosque a un prado sobre...

... los tejados de Noarre. En la aldea, hay un cruce de caminos, donde giré a la izquierda (NE) para remontar el valle homónimo...

... caminando a través de un denso arbolado.

Sólo en un par de momentos, al pasar por algún claro, pude la abrupta ladera de enfrente.

Luego, la senda cruzó el Río Flamisella ante una cascada y, al momento...

... salí del bosque. Estaba, a bastante altura sobre el valle, sobre el lomo que cierra...

... la Pleta de Guerosso. Tras perder unos metros, la senda bordea el prado encharcado por la derecha. A mitad del mismo, la dejé por ese lado (N) para...

... seguir unas señales de pintura de diversos colores que marcan una zigzagueante y abrupta subida entre cantos, matorral e...

... incluso alguna placa, donde apoyé las manos más por comodidad que por necesidad. Pronto estuve a considerable altura sobre el rellano.

De ahí, llegué al siguiente rellano, al pie de la Torre de Guerosso, que domina...

... el más bajo de los ibones escalonados que jalonan el valle.

Continué remontando el valle, algo más suavemente.

Mirando atrás, podía ya ver las crestas del vecino macizo del Mont Roig más allá del valle de Noarre.

Una sucesión de varias cascadas y pequeños estanques,...

... poco más que remansos, pero muy bonitos, me dejó ante...

... el Estany Blau, que yace bajo el Pico de Flamisella. Siempre por la senda, lo bordeé por...

... su ribera oriental (derecha), viendo, por primera vez en la jornada, la cumbre. A continuación, me desvié a la derecha (E) del valle principal para... 

... remontar el barranco que asciende hacia el Coll de Certascan.

Enfrente, a mi izquierda (N), veía el torrente que baja del Estany Blanc y hacia el cual me desvié, dejando la senda, hacia...

... los 2.400 m de altitud, cuando el terreno se mostró favorable. Tras atravesar la vaguada, retomé la subida junto al torrente,...

... a por la hierba y cantos de su orilla izquierda.

Me llamó la atención la altivez del Pic de Guerosso.

Según subía, encontré unos hitos y creo que igual podía haberme desviado de la senda un poco antes. En cualquier caso, no había ido mal la cosa y, además, estas señales eran bastantes innecesarias, pues el terreno es todo igual y, la referencia del agua, indudable. Cuando iba llegando a la culminación de la cuesta, fue descubriéndose ante mí la cresta del Tuc de Montabona.

Al momento, me encontré en la cuenca desolada del Estany Blau, el mayor y más alto de los lagos.

Por encima del agua, a la derecha, podía ver ya el Coll de Montabona, siguiente hito de la ruta. En medio, se extendía una ancha pedrera, de aspecto desagradable y sin rastro de traza. Así que, en vez de cruzarla, decidí subir a la derecha (E), por...

... un amplio lomo de hierba que cantos que cae del Certascan. Hummm... igual se puede alcanzar también por aquí la cumbre. Pero, como voy a estando mayor, preferí ir a lo seguro y me desvié a la izquierda (NE),...

... superados unos cincuenta metros de desnivel, a 2.650 m de altitud según el GPS.

A esa altura, la pedrera es ya bastante estrecha y se puede acceder ella fácilmente, bajando...

... un resalte breve y sin apenas dificultad, como se aprecia en esta foto tomada al otro lado del canchal.

Luego, continué atravesando la ladera, que ahora estaba cubierta de hierba y cantos, hacia el Tuc de Montabona.

Veía a mis pies el Estany Blanc y, al otro lado,...

... sobre mí, la cresta del Certascan, variando su aspecto al avanzar.

Los metros finales hasta el Coll de Montabona transcurrieron ya por placas tendidas, mucho más cómodas que todo lo anterior.

Al pisar la arista, aparecieron al otro lado, sobre las estribaciones septentrionales del propio macizo de Certascan, el de Puntussan y, surgiendo de un mar de nubes, detrás del llamativo Seron, el de Trois Seigneurs.

A mi izquierda, me dominaba el Tuc de Montabona.

Dejando atrás la cuenca de Guerosso,...

Pasé a acometer el penúltimo tramo de ascensión, trepando por la arista que, a mi derecha, caía del Certascan Nord. Son cien metros de desnivel, en que se alternan...

... cortos resaltes verticales con buenos apoyos y...

... tramos menos empinados, pero más afilados, donde la dificultad se mantiene siempre en el II grado.

Al culminar el Certascan Nord, apareció al este el lago homónimo, bajo un horizonte montañoso en el que destacaba rojiza...

... la Pica de Estats.

Al otro lado, el Estany Blanc yacía en un profundo hoyo bajo el Pic de Flamisella. Más a la derecha, destacaba en el horizonte la figura puntiaguda del Mont Valier, que...

... aquí se ve también sobre la quebrada arista que se extiende entre el Lasauguèda y el Montabona.

Me dirigí hacia la cima principal del Certascan por la arista que, al principio, parece pacífica.

Pero, enseguida, me encontré ante un corte vertical de 10 ó 12 metros, que cae a una primera brecha, la más profunda de la cresta (2.806).

Para bajar, hube de destrepar el paso más difícil de la ruta: un muro casi vertical de buena, roca pero sin muchos agarres (II+).

Luego, la continuación es un lomo redondeado sin dificultad, desde el cual...

... veía así el Estany de Certascan a la izquierda.

En la siguiente brecha, la roca volvió a erguirse en la prominencia más considerable (2.832) de la cresta, a la que llegué mediante una trepada de poco más de quince metros, de dificultad baja (II), pero sostenida.

Mientras, iba viendo a mi derecha los ibones escalonados de Guerosso. Y, sobre la cresta del Mont Roig, muy lejos, borroso, pintado de nieve, el Macizo de la Maladeta. Precioso este cresteo.

En lo alto de esta punta, parecía que se habían acabado las emociones,...

... pero no. Aún me encontré otra brecha. Como la salida era vertical y lisa, perdí unos metros por la vertiente izquierda (E) para rodear un contrafuerte y trepar a la derecha,...

... ganando la parte alta de la punta, para encontrarme ante otra brecha más. Bueno, en ésta resultó más fácil (I) tanto entrar como salir y, además,...

... ahora sí que fue la última antes de cumbre.

Desde el Pico de Certascan, al suroeste, se veían abajo dos de los lagos de Guerosso, bajo las sucesivas líneas de cresta del Flamisella, Mont Roig y las montañas ribagorzanas. Más a la derecha,...

... Mont Valier más allá de la cresta occidental del Montabona, delante de cuya cima...

... podía ver la cresta recorrida desde el Certascan Nord.

Continuando la vuelta, al otro lado del mar de nubes, los macizos de Trois Seigneurs y Puntussan, más allá del Estany de Certascan.

Y, por supuesto, al sureste, dominando el paisaje, el macizo de Estats. En esa dirección inicié el retorno, bajando por...

... la senda de la ruta normal, que va por el cascajo de la vertiente meridional (derecha) de la arista.

Por un momento, volvía tocar la cuerda y me llevé esta impresionante perspectiva de la cara este del Pico de Certascan con la punta norte al fondo.

Luego, acabé de bajar al Coll de Certascan, donde esta senda desemboca en la Alta Ruta, que lo atraviesa. Tomando ese nuevo camino a la derecha (O), pasé a descender la vaguada de ese lado, al principio...

... estrecha y pedregosa y, luego,...

... más ancha y verde. A la vista del Estany Blau, me reencontré con mi ruta de subida y ya sólo tuve que...

... deshacer mis pasos para regresar a Noarre y a la pista donde había dejado el coche.

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