Pic de la Serrera (2.913)

ASCENSIÓN DESDE LA COMA DE RANSOL

ARISTA DESDE EL PIC DE LA COMA DE SENYAC (2.856)

La Serrera se alza en el centro de la barrera norte andorrana y, en su cima, se engarza en la divisoria pirenaica el gran macizo del Estanyó, que separa las cabeceras de los dos Valiras. Tiene la forma de un gran trapezoide cubierto, según la estación, de tierra o hierba trufada de roca, escasa y de entidad siempre modesta. Aunque sus vertientes no son muy escarpadas, posee una buena prominencia y las aristas convergentes presentan algunos segmentos aéreos. Pero la Serrera es, en general, una montaña amable, incluso para los parámetros andorranos, cuyos atractivos residen más en los extensos prados y abundantes ibones que la rodean, que en el vértigo de paredes y aristas. Además, por supuesto, del panorama que se domina desde su cumbre, como sucede con cualquiera de estos picos altos, prominentes e individualizados, tan comunes en esta parte del Pirineo.

Se trata, en esta ascensión, de remontar la Coma de Ransol siguiendo la ruta normal, para dejarla junto al mayor de los lagos del mismo nombre, desviándose al norte para ganar la arista meridional del Pic de la Coma de Senyac, superarla y continuar luego por la divisoria pirenaica, a toda cuerda, hasta la cumbre. Luego, escogí para el regreso lo más cómodo: seguir la senda habitual, ahora sin variación alguna.

Picos de la Serrera y la Coma de Senyac sobre el Estany dels Meners

SITUACIÓN:

  • Zona: Andorra (Pirineos)
  • Unidad: Alto Valira
  • Base de partida: Ransol (Ávila)
ACCESO: Ransol es una población andorrana de la Parroquia de Canillo situada a orillas del Valira Oriental, en su confluencia con el Ríu de la Coma. La ruta comienza en el final de la carretera que remonta ese valle, a unos 4 km del pueblo, en la llamada Central de Ransol, donde hay aparcamiento y una zona de picnic. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen al punto de partida de la ruta en el siguiente link a GoogleMaps.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 1.949 / 2.913
  • Mi tiempo efectivo: 4h40
  • Mi tiempo total: 5h48
  • Dificultades: PD-. Durante el desvío de la ruta normal para ir al Pic de la Coma de Senyac y el cresteo a cumbre, hay varios pasos de I y I+. El más largo de éstos, en la arista sur del Senyac, supera los 50 m, es muy expuesto y resulta delicado por la mala calidad de la roca.
  • Track para descargar en Wikiloc
Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: En la Coma de Ransol, tomar el sendero balizado que asciende al NO, remontando el valle. Al sobrepasar el Estany Gran de Ransol, en su encuentro con el trazado de la HRP, continuar recto (NO), por la traza menos clara, marcada con hitos, que sube al Estany dels Meners. Dejando esta senda por la derecha (N), cruzar el desagüe, encaramarse a la arista sur del Pic de la Coma de Senyac (F+) y superarla hasta la cima, teniendo que superar algunos pasos (I+) comprometidos. Luego, seguir por la arista a la izquierda (SO), ya mucho más asequible (sólo hay una mínima trepada (I) al final), hasta el Pic de la Serrera (F).

En la cumbre, se reencuentra la senda balizada del inicio. Tomarla para descender por arista que cae a la izquierda (SE), hacia la Collada dels Meners. Ya no hay más que seguirla, cerrando la parte circular del itinerario junto al Estany Gran de Ransol, para regresar al punto de partida en la Coma de Ransol.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: La Serrera es una de las cumbres más visitadas de Andorra ya que une a sus atractivos naturales, estéticos y orográficos la posibilidad de alcanzar la cima por una senda que no presente la menor dificultad técnica; ni siquiera hay tramos especialmente empinados. Además, no es una actividad muy larga. En esta ruta, busqué, con el rodeo por el Pic de la Coma de Senyac, agregar cierta emoción con una pequeña trepada y algo de cresta. Lo segundo resultó sencillo, bonito y agradable. Pero, respecto a la trepada, la cosa es más delicada.

El lomo por donde gané la cresta desde la cuenca del Estany dels Meners incluye un paso que, siendo fácil (I+), se prolonga durante cincuenta metros de desnivel por una roca bastante vertical y de muy mala calidad; realmente deleznable. Tomé esta alternativa por parecerme que será más elegante y, a la vez, divertida, que la rampa de pedrera que hay más a la izquierda y que suele usarse para alcanzar la arista en la horcada que hay entre el lugar en que yo la alcancé y la cima del Senyac. Posiblemente sea más entretenida, pero ya digo que resulta delicada. Sin constituir un gran obstáculo y pudiendo superarse sin correr un riesgo incontrolable, hay que ir concienciado, sobrado de capacidad y tomarse el paso con calma y cuidado. Con estas condiciones, creo que es una opción bonita.

Otra posibilidad es ganar la cresta más al este, por cualquiera de los varios collados accesibles que hay hasta la Coma de Varilles. Eso alargaría la ruta; algo que, en condiciones normales, sería hasta mejor, pero que, ese día, con el termómetro superando bastante los 20º a primera hora y casi 40º como máxima prevista no era muy conveniente. Me había propuesto estar llegando a las 12 de mañana al coche y así lo hice.

RELATO GRÁFICO:

Salí del final de la carretera de Ransol, por la senda balizada que, al noroeste, continua remontando el valle.

Pronto, me encontré caminando junto al torrente dels Meners.

Sobre mí, a la izquierda, podía ver, brillando ya al sol, el pico de la Pala Alta mientras que, al otro lado,...

... los picos del Estany Mort seguían en sombra.

Al salir de una zona estrecha, el sendero se alejó del cauce ganando altura por la ladera, hasta estar...

... ante el cóncavo que se abre bajo el Pic de la Pala Alta. Entonces, giró a la derecha, y...

... vadeó un torrente para remontar una fuerte pendiente en la vertiente opuesta.

A mitad de la subida, así se veía el cóncavo de la Pala Alta.

Poco a poco, fue asomando el Pic de la Cabaneta sobre la culminación de la cuesta, que dio paso al...

... rellano ocupado por el más bajo de los Estanys de Ransol.

Poco después, llegué al mayor de los ibones, junto al cual...

... la senda que remonta el valle se une a la Alta Ruta. En el cruce, yo continué recto (NO) por...

... un trazo más bien borroso, pero marcado con hitos, que remontaba los prados hacia...

... una collada, situada ya en el territorio de las pedreras. Aunque la traza, estaba bien pisada y no incomodaba nada.

Al superar la cuesta, me encontré ante un rellano sobre el que se alzaba la Serrera. Allí, abandoné también esta senda, girando a la derecha (N) para vadear la corriente del Meners, junto a la cual había vuelto, y...

... encaramarme al lomo que cierra la cuenca por ese lado. Éste cae del Pic de la Coma de Senyac, así que el camino a esta cima era ya obvio. Incluso se veía ya el paso clave: ese surco abierto, casi en la cuerda, en la roca del tercio superior.

Desde aquí, eran ya visibles, a través de la boca del valle, las montañas del este de Andorra.

Ya en el lomo, comencé a remontarlo por hierba empinada y, al dar con un cancho, lo pude rodear por la izquierda, dominando...

... con la vista los Estanys de Ransol, el Pic de la Cabaneta,...

... el Pic de l’Estanyó, más allá del Estany dels Meners, y...

... la Serrera.

Sobrepasado el roquedo, al volver a la cuerda, pude ver la cresta al este, con el Pic dels Meners en primer plano y el de Mil Menut sobresaliendo, más alto, detrás.

Por delante, tras un descanso, el lomo se erguía pedregoso. En vez de rodearlo por la izquierda, decidí probar esa especie de chimenea tumbada curvada que se ve.

Se trata de una discontinuidad en la placa de esquisto que cubre el contrafuerte, que da lugar a un pasillo poco profundo, entre medio y un metro, lleno de una pedrera muy suelta. Como el terreno no es vertical del todo, apoyando las manos a ambos lados y pisando el inestable suelo, se trepa bastante bien (I+) y con razonable seguridad.

Aunque no hay que olvidad que van a ser cincuenta metros sostenidos y expuestos. Tras ellos, el pasillo se abre, pero, como la pendiente también disminuye, casi se puede pasar caminando (con cuidado).

A continuación, me encontré un segundo obstáculo: un resalte, vertical pero de mucha mejor roca, que superé por la parte izquierda, aprovechando...

... un diedro inclinado con muy buenas presas (I+) y que no llega a diez metros.

Y, de ahí, salí al lomo rocoso del cordal, ancho y libre de obstáculos. A mi izquierda, muy cerca, vi una culminación y allí que fui. Pero no era aún la cima del Pic de la Coma de Senyac, sino la cota que viene en el mapa como 2.821.

Desde ahí, los picos del Estanyó y la Serrera formaban una magnífica pareja.

Mirando atrás, se apreciaba cómo el panorama se iba ampliando. Qué pena que no estuviera más claro.

Para llegar a la primera cima de la jornada, tuve aún que superar un par de horcadas y los correspondientes cuetos, todo de bloques estables, bastante más fáciles que lo anterior (I) y, sobre todo, más seguro.

Al culminar el Pic de la Coma de Senyac, aparecieron al oeste las montañas del Pallars, destacando las picas Roja y de Estats, y, más cerca, la airosa y característica silueta en forma de aleta de Tiburón del Tristaina.

Al norte, el verde valle que da nombre al pico corría hacia la silueta de la Montagne de Tabe.

Al este, la cresta norte de Ransol, tras que destacaban las siluetas de quebradas de Siscar. Y hasta se distinguían en el horizonte las cimas del Capcir.

Y, bueno, al sur, Cabaneta, Estanyó y Serrera conformaban un precioso horizonte en torno al Estany dels Meners. Retomé la marcha dirigiéndome a ese último pico por...

... la cuerda, que no sólo es ancha y suave, sino que está recorrida por rastros de senda.

Apenas traspuesto el collado intermedio, una mirada atrás. Bonito aspecto el del Pic de la Coma de Senyac. Con ese bravo oleaje montañoso al fondo. Desde aquí, se ve, medio en sombra y con un neverillo en lo alto, la subida habitual. Creo que, al menos sin nieve, es mejor por donde fui.

Superado un tercio de la subida a cumbre, me encontré el último obstáculo del día, en forma de una sucesión de pequeños resaltes verticales, con unos apoyos de lujo (I). ¡A por la luna!

Luego, el terreno se tendió y vi, a la derecha de la cuerda, la cumbre con su palitroque señalizador.

Al llegar a la antecima, una mirada atrás antes de perder perspectiva al...

... recorrer la breve y suave arista cimera hasta el hito, al otro lado del cual, se veían las montañas de antes al oeste. Repasemos:...

La Pica Roja, aislada y tremenda, más allá de la cual se llegaban distinguir, gracias a sus nieves, los macizos del Besiberri y la Maladeta (creo).

Más a la derecha, la Pica de Estats y Tristaina, junto al cual...

... me pareció muy atractivo el aspecto de las crestas de Puntussan.

Al norte, se extendía una región de prados y cimas modestas, entre las que, si cabe destacar alguna sería el Thoumasset, en el centro de la imagen.

La cresta recorrida desde el anterior pico, se veía ahora con cierta perspectiva.

En la cumbre, me reencontré con la senda del inicio de la excursión. Por ella, iba a regresar, comenzando por descender por la arista sureste; la que cae hacia el Pic de la Cabaneta.

A poco de iniciar la bajada, se descubrió a mi izquierda el Estany dels Meners.

Pronto quedó atrás la Serrera. Muy alto, pero que no es que tenga un aspecto muy alpino.

Por ejemplo, a mi derecha, el Pic de l’Estanyó es ya otra cosa.

Antes de llegar al collado intermedio y para evitar un cancho, el trazo me desvió a la izquierda de la cuerda, bajando a una collada más abajo, desde donde...

... se veía así de bien el cresteo del día, incluida la rocosa arista sur del Pic de la Coma de Senyac.

Al otro lado, impresionante el Pic de la Cabaneta.

La senda me llevó hacia la cuenca de los Estanys de Ransol a través de empinadas praderas, en un tramo en que...

... coincide con la Alta Ruta. Esto duró hasta llegar al cruce donde esa maña había dejado la ruta normal de la Serrera, junto al mayor de los ibones. Ahora, girando a la derecha (E) y...

... ya por terreno conocido, proseguí el descenso del valle hasta...

... estar de vuelta en la Central de Ransol cuando el calor empezaba a apretar de verdad, tal como me había propuesto.

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