Tres Provincias o Cebollera Vieja (2.128)

ASCENSIÓN DESDE SOMOSIERRA

CUERDA DE LAS CEBOLLERAS

De los varios Tres Provincias que hay, éste, también llamado Cebollera Vieja, es el que se encuentra entre Madrid, Guadalajara y Segovia en el extremo occidental de la Sierra de Ayllón. Morfológicamente, es una montaña redondeada típica de este sector de la divisoria del Sistema Central, con laderas suaves coronadas por amplios lomos poblados de hierba y matorral. Sólo la vertiente oriental aloja un par de cóncavos donde la pendiente se acentúa y aflora la roca, constituyendo un reducto agreste entre tanto relieve amable. Más abajo, en las laderas y el pie de monte, predominan densos bosques de pino y roble entre los que aparece alguna mancha de hayas. Alrededor de la montaña, valles profundos y estrechos corren al sur, hacia el corazón del macizo, mientras que al norte se extiende la Meseta lisa e infinita hacia las lejanas cordilleras cuyas crestas se ven quebrar el horizonte en días claros.

La Cuerda de las Cebolleras la más occidental de las estribaciones meridionales de la Sierra de Ayllón. La ruta consiste en, partiendo del Puerto de Somosierra, alcanzar el extremo sur de dicho cordal y recorrerlo al norte hasta el Pico de las Tres Provincias o Cebollera Vieja, donde se encuentra con el principal de la sierra. Finalmente, se regresa al puerto por la Cuesta de la Merienda, que no es el itinerario más práctico, pero sí el más lógico para mantener el carácter circular del recorrido.

La Cuerda de las Cebolleras vista desde el oeste

SITUACIÓN:

• Zona: Macizo de Ayllón (Sistema Central)
  
• Unidad: Sierra de Ayllón
  
• Base de partida: Somosierra (Madrid)

ACCESO: Somosierra es una población madrileña situada en el extremo norte de la provincia, sobre el puerto de montaña del mismo nombre que, en la divisoria del Sistema Central, se abre entre los grupos de sierras de Guadarrama y Ayllón. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen al punto de partida de la ruta en el siguiente link a GoogleMaps.

Pulsa aquí para consultar la tabla MIDE

OTROS DATOS:

• Cota mínima / máxima: 1.370 / 2.128
• Mi tiempo efectivo: 5h44
• Mi tiempo total: 6h24
• Dificultades: Ninguna. Itinerario por caminos o terreno cómodo.
• Track para descargar en Wikiloc

Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: Salir del Puerto de Somosierra por la pista que remonta el lomo de la sierra al NE, atraviesa el Prado Antón y entra en el pinar que se extiende a media altura. Allí, al desembocar en otro carril, horizontal, girar a la derecha (S), pasando a atravesar la ladera. En el monte de La Pinilla, que marca el extremo sur de la Cuerda de las Cebolleras, al dar con una cancela, girar a la izquierda (NE) y remontar el lomo, primero por un cortafuegos y, luego, a través de un monte bajo bastante claro, llevando como referencia una cerca a la derecha. Al culminar la Cebollera Nueva, tomar la pista que recorre el cordal al NE, dejándola sólo momentáneamente para alcanzar las cimas del Coto de Montejo, la Cabeza del Tempraniego y, finalmente, la Cebollera Vieja.

Bajar al oeste por un cortafuegos que recorre el lomo llamado Cuesta de la Merienda. Luego, al desembocar en una pista, tomarla a la derecha (SO) para continuar el descenso. Luego, siguen otros dos cruces; continuar recto (S) en el primero y, en el segundo, por la izquierda (S). A continuación, se vadean el Arroyo de la Peña del Chorro y el de las Pedrizas y topamos con el asfalto del trazado antiguo de la carretera N-I. Tomarlo a la izquierda (S) para subir al Puerto de Somosierra.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: Larga caminata, sin dificultad y muy panorámica. Sólo se presenta una mínima incomodidad en la parte inicial de la bajada por la Cuesta de la Merienda, con el piso suelto y muy empinada, así como en la mitad superior de la subida por La Pinilla a la Cebollera Nueva, que transcurre por un trazo medio borrado, comido por el matorral. El tramo de asfalto, poco agradable pues está abierto al tráfico, aunque pasan muy pocos coches, lo encuentro inevitable de forma práctica, por más vueltas que le he dado. Salvo que se cuente con dos vehículos.

Precisamente, los pocos que siguen usando ese trazado antiguo de la carretera lo hacen para acercarse al acceso a la Cascada de la Peña del Chorro, de la cual pasaremos a cinco minutos apenas. Si no me desvié es porque, con la sequía imperante y tal y como se veía desde la pista, no se había formado el abanico de agua que convierte este salto en notable. En caso de que sí corra, puede visitarse el lugar tomando una senda que sale a la izquierda (E) de la ruta, según se cruza el Arroyo de la Peña del Chorro. Si el agua se abre espumante sobre la placa, merece la pena el paseíto.

Las cimas secundarias que fui a pisar durante el cresteo, apartándome de la pista, no son imprescindibles, pero la visita apenas requiere esfuerzo adicional y se obtienen perspectivas distintas. En caso de poca visibilidad o mal tiempo, no merecen la pena.

RELATO GRÁFICO:

Bien tempranito, salí del Puerto de Somosierra por la pista que remonta, al noreste, el ancho lomo de la sierra, a través de...

... la despejada ladera de pasto y matorral de Prado Antón. Desde allí, iba viendo a mi izquierda la llanura segoviana enrojecer,...

... mientras que delante se iba descubriendo la Cuerda de las Cebolleras. Todo esto dejé de verlo cuando, a media altura de la ladera, entré en un pinar. Allí, la pista desemboca en otra que recorre horizontal la vertiente y que yo tomé a la derecha (S).

Al poco, salí de los árboles y me encontré ante la Cebollera Nueva, que se alzaba al final de una ladera boscosa. A mi derecha,...

... podía ver la anchísima Somosierra dominando el pueblo homónimo y, más allá, la Cuerda Larga, iluminadas ya por el sol.

Al otro lado, me dominaban las verdes laderas del Coto de Montejo.

Luego, regresé al pinar, del que no salí hasta que...

... me encontré con una valla que cierra el paso al monte de La Pinilla. Allí, un cortafuegos cruza la pista y, a su través, podía ver la Sierra de la Cabrera y el Mondalindo.

Por él continué, girando a la izquierda (NE) para remontarlo junto a la cerca de marras.

Tras cruzar otros dos carriles horizontales, acabó el cortafuegos y yo continué la subida, aprovechando los rastros borroso que pude encontrar entre el matorral que, por otra parte, no era tan denso como para estorbar seriamente el paso.

Y, así, acabé por llegar a la cima del Coto de Montejo.

Al noroeste, se veía así Somosierra, de donde había salido y, girándome a la izquierda,...

... el lomo por el que había llegado, con el fondo del Guadarrama, Peñalara incluida.

Al sur, la Sierra del Rincón.

Y por delante, al noreste, la Cuerda de las cebolleras, donde destacaba el Coto de Montejo. A la derecha, asomaban también el Pico del Lobo y el Cerrón. Comencé pues el cresteo por una senda bastante clara que abría un buen pasillo en el matorral y que...

... desembocó en una pista que va recorriendo el cordal.

A punto de alcanzar el Alto de la Fuente Cabezuelas, mirada atrás, a la Cebollera Nueva y las crestas del Guadarrama.

Mientras, sobre la vecina Loma del Recuenco, destacaba el Cerrón, entre el Pico del Lobo y el Santuy.

La subida al Coto de Montejo es prolongada, pero suave.

A punto de culminar, mirada atrás, al tramo de cuerda recorrido, que aparecía con el hueco que abre el Lozoya entre las montañas del Guadarrama y Ayllón al fondo.

A la derecha, bajo las crestas del Pico del Lobo y el Cerrón se veían ya los barrancos que dan origen al Río Jarama.

Para pisar la cima del Coto de Montejo, hube de dejar momentáneamente la pista por la izquierda (NO) y recorrer unos 400 metros de cómodo y suave lomo.

Al oeste, desde el Coto de Montejo, se veía así la ancha loma de la Somosierra sobre el puerto.

Continué siguiendo el lomo para volver a la pista y acometer la siguiente subida, las del Cerro de las Pedrizas.

Luego, casi imperceptible bajada y ligera subida hacia la Cabeza del Tempraniego. Como el carril también rodea esta cima, lo dejé donde gira a la derecha para ello, continuando recto (NE) por el lomo, a través del matorral abierto.

Desde la Cabeza del Tempraniego, así se veía el Coto de Montejo.

En un panorama similar a lo que llevaba viendo hacía rato, destacaba, al sur, la Sierra del Rincón.

Proseguí hacia la cumbre por el lomo, volviendo a la pista e iniciando por ella la subida.

Al alcanzar el carril su máxima altura, una mirada atrás: Cebollera Nueva (con la Peña de la Cabra detrás), Cabeza del Tempraniego y Coto de Montejo.

A continuación, dejé la pista por la derecha (NO), para atajar, a través del pasto, hacia la cima del Pico de las Tres Provincias o Cebollera Vieja.

Al culminar la subida, descubría la gran llanura que se extiende al norte. Girándome a la derecha,...

... las otras grandes cimas de Ayllón: la Buitrera, el Pico del Lobo y...

... el Cerrón. Más allá, la Sierra del Rincón.

El propio lomo del monte tapaba, desde aquí, el resto de la Cuerda de las Cebolleras. Pasando la vista al otro lado,...

... los dos cordales en que se abre el Guadarrama en torno al Valle del Lozoya.

Para regresar a Somosierra, comencé por descender al oeste, por el cortafuegos, incómodo por empinado e inestable, que recorre el lomo conocido como Cuesta de la Merienda.

Al perder altura, se veía mejor el llano a mi derecha.

Al desembocar el cortafuegos en una pista, la tomé a la derecha (SO), para continuar por el lomo. Tomada cierta distancia, así se veía la Cebollera Vieja.

Luego, la pista se volvió a transformar en cortafuegos y giró a la derecha, pasando a descender por la vertiente meridional del cordal, suave al principio y,...

... luego, tras cruzar un pista, más empinado.

Dando vista ya a la vaguada norte del Puerto de Somosierra, donde nace el Duratón, el cortafuegos desembocó en una pista. La tomé a la izquierda (S) y, por ella, llegué al fondo del barranco y al trazado antiguo de la N-I. Ya sólo me quedó remontarlo a la izquierda (S) para llegar al puerto.

Poco antes de llegar a la carretera, pasé bajo las Peñas del Chorro y, viendo que no corría el agua sobre ellas, me ahorré la visita a la cascada, que quedaba apenas a cinco minutos por esa senda que ve en la ladera de delante.