Croquis
de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH
COMENTARIOS: La ruta del
Arroyo de la Maliciosa es un clásico del Guadarrama. Como la mayoría de las
rutas de ascensión a esta montaña, es breve pero empinada: los 850 metros de
desnivel suelen subirse en poco más de hora y media (pero es que, si andas más
despacio, te caes), por terreno estable y sin obstáculos.
El volver por el Regajo
del Pez es para alargar un poquito la cosa y hacer una bajada ligeramente más
suave para soltar piernas, aunque la senda tiene también algún pasaje empinado
y suelto, que hay que descender “tirando del freno de mano”. Además, se recorre
así un trecho de la Barranca de Navacerrada, encantador vallecito encajado
entre altos cordales, cubierto por un denso pinar y surcado por multitud de
arroyos. En resumen, se trata, como suelo decir, de un lujo a precio asequible.
RELATO GRÁFICO:
Desde el
aparcamiento de La Barranca, comencé a caminar cruzando la presa del Embalse
del Pueblo de Navacerrada, el más bajo de los dos que hay frente al viejo hotel
abandonado. Al otro lado, dos sendas se abren paso entre la apretada vegetación
de jaras y pinos dispersos; tomamos la de la derecha (E),...
... la
menos marcada, que enseguida se mete en un pinar y va siguiendo una valla. El
caminillo está estrechado por una densa vegetación de helechos y zarzas y, en
ocasiones, era difícil verlo; es ve que cada vez viene menos gente por aquí.
Al pasar
junto a un portillo en la cerca, la senda se fundió con otra mucho más ancha y
marcada; se trata de la que seguía por la izquierda junto al embalse; es decir,
que por ella habría llegado al mismo sitio más cómodamente, pero al precio de
dar un buen rodeo. Yo elegí la opción corta, pues el día se anunciaba caluroso
y pretendía acabar temprano. Total, que, ya por buena senda, salí del pinar a
una suave ladera desde donde ya se veía la cresta y el gran cóncavo por donde
corre el Arroyo de La Malicosa. La cumbre, sin embargo, era aún invisible,
tapada por el Peñotillo, a la derecha.
Mientras
remontaba por la senda el barranco, cuya pendiente se iba incrementando
paulatinamente, veía a la izquierda la Cuerda de las Buitreras y, al otro
lado,...
... la de
los Almorchones, menos impresionante, pero también bonita.
Al ganar
altura, fueron descubriéndose, a mi espalda, Navacerrada y su embalse, los
cerros del Pie de Monte, las crestas que dominan El Escorial y, más lejos, un
impreciso borrón de calima. Vaya.
Poco a
poco, la vegetación fue cediendo espacio a la roca y se iba precisando la
cresta que pretendía alcanzar.
Pasados
los 1.900 m de altitud, cuando se diferenció bien el Peñotillo a mi derecha
y...
...
empezaron a asomar crestas más lejanas sobre la Cuerda de las Buitreras, la
senda giró a la izquierda y yo...
... la
dejé por un trazo mucho menos claro que seguía recto (NE). Ambas opciones van a
la cresta, pero ésta es más corta, aunque algo más incómoda. Nuevamente, me
decanté por abreviar.
Esta
nueva senda despareció al llegar a la pedrera que se extiende bajo la arista.
Podía haber ido directamente hacia el hito, que ya distinguía a la derecha,
pero, a la vista del terreno, preferí esta vez...
...
ascender directamente por los bloques, irregulares e incómodos, pero sin
dificultad, para ganar la arista cuanto antes.
Volviéndome
antes de culminar la subida, podía ver este amplio panorama al suroeste, que
incluye buena parte del occidente guadarrameño, desde los Montes de El Escorial
hasta Siete Picos. Lástima que la turbidez del aire lo deslucía.
Al pisar
la cuerda, descubrí a mi izquierda las Guarramillas y, a través del collado
homónimo, la cima de Peñalara.
Delante,
las Cabezas de Hierro, al otro lado del corte del Río Manzanares, y la silueta
de los riscos de la Pedriza a contraluz. Girando a la derecha (SE),...
... me
dirigí a la cima, caminando por la senda que sigue el cordal.
Desde la
Maliciosa, sobre el cóncavo por donde había subido, se sucedían al oeste los
cordales, desde el de las Buitreras al de la Mujer Muerta. Vistos desde aquí,
la Peñota y Siete Picos presentaban un aspecto curiosamente parecido. Girándome
a la izquierda,...
... sobre
el Peñotillo, la calima me impedía ver nada más allá del Abantos.
Y aún era
peor al sur, hacia la llanura madrileña.
Bueno, al
sureste, más allá de los tubos de la Maliciosa y el Cuerda de los Porrones, el
perfil irregular de la Pedriza ponía al menos alguna gracia en el paisaje.
Al
noreste, las Cabezas de Hierro y Valdemartín, tras el cual se esconde Peñalara.
No
prolongué mucho la estancia en cumbre, pues, pese a lo tempano de la hora, ya
se notaba calor. Comencé el regreso, bajando más o menos por donde había
subido, pero prosiguiendo por la cuerda hasta el Collado del Piornal. Sin
llegar a la propia horcada, giré a la izquierda (NO) por...
... una
traza que sale del camino principal y se abre camino en los piornos para meterse
en...
... el
regajo del Pez, donde se une al camino principal, que, muy empinado y formado
de tierra y piedras sueltas, resultó incómodo por momentos. Este descenso es
también bonito, llevan ante los ojos la Cuerda de las Cabrillas, Siete Picos y
la loma de la Peñota y la Peña del Águila.
A la
izquierda, la Cuerda de las Buitreras, menos espectacular que por el otro lado.
A la derecha,
las Peñas de la Barranca, al ocultar el cordal, aparentaban ser pico.
Ya bastante
abajo, la senda se encuentra con el cauce y la pendiente se dulcifica. Desde
allí, una mirada atrás: el Cancho Negro, otra falsa cima, entre el barranco
homónimo y el Regajo del Pez.
Poco
después, entré en el pinar, agradeciendo...
... la
sombra de los pinos. Y, en pocos minutos más, la frescura del agua en la Fuente
de la Campanilla. A partir de ahí, la senda se continua por...
... un
carril que, al poco, desemboca en una pista más importante. Se trata de la que
recorre la Barranca de Navacerrada y, para regresar al aparcamiento, sólo me
quedó tomarla a la izquierda (S) y...
...
descender suavemente por ella, atento a capturar alguna perspectiva de las
crestas circundantes entre las copas.
El paso junto
a los embalses y la vista, al fondo, de la Maliciosa sobre el arroyo al que da
nombre me anunciaron que estaba llegando al final de la excursión.
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