La Maliciosa (2.227)

ASCENSIÓN DESDE LA BARRANCA DE NAVACERRADA

ARROYO DE LA MALICIOSA Y COLLADO DEL PIORNAL

La Maliciosa es un pico desprendido al sur de la Cuerda Larga, en la Sierra de Guadarrama. Es una montaña de aspecto atractivo, sobre todo al sur, donde se yergue bruscamente como un frontón triangular cortado por corredores de aspecto vertical, al pie de los cuales hay que doblar bien el cuello para ver la cumbre. En suma, un pequeño enclave alpino en el suave relieve de estas sierras. Sin embargo, cuenta con varias subidas fáciles, aunque siempre duras.

En esta ocasión, combinamos las dos rutas más accesibles de la vertiente oeste, ascendiendo por el pedregoso cóncavo meridional y regresando por el arroyo que baja del collado en que la Maliciosa se une al cuerpo principal de la Cuerda Larga.

Los barrancos de subida y bajada se abren en la vertiente occidental de la Maliciosa

SITUACIÓN:

  • Zona: Cuerda Larga - Sierra de la Morcuera (Sistema Central)
  • Unidad: Cuerda Larga
  • Base de partida: Navacerrada (Madrid)

ACCESO: La ruta parte del aparcamiento de La Barranca, situado a la entrada de la de Navacerrada, pueblo de la vertiente meridional de la Cuerda Larga del Guadarrama, del cual dista algo más de 3 km. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen al punto de partida de la ruta en el siguiente link a GoogleMaps.


OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 1.382 / 2.227
  • Mi tiempo efectivo: 3h29
  • Mi tiempo total: 4h17
  • Dificultades: Ninguna. Aunque con algún paso por pedrera, estable y sin dificultad, el itinerario transcurre por caminos.
  • Track para descargar en Wikiloc

Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: Salir del aparcamiento de La Barranca, cruzando la presa del Embalse del Pueblo de Navacerrada y tomar la senda que remonta el Arroyo de la Maliciosa, superando pendientes moderadas primero por senda y luego por cantizal, hasta alcanzar la arista NO de la montaña. Girar a la derecha (SE) y seguir la loma hasta la cumbre de La Maliciosa.

Bajar al NO por el flanco oriental de la arista hasta el Collado del Piornal y dejarse caer a la izquierda (O), por el camino que sigue el Regajo del Pez. A partir de la Fuente de la Campanilla, la senda se transforma en pista, que enseguida desemboca en otra. Tomando esta última a la izquierda (S), se regresa al aparcamiento de La Barranca.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: La ruta del Arroyo de la Maliciosa es un clásico del Guadarrama. Como la mayoría de las rutas de ascensión a esta montaña, es breve pero empinada: los 850 metros de desnivel suelen subirse en poco más de hora y media (pero es que, si andas más despacio, te caes), por terreno estable y sin obstáculos.

El volver por el Regajo del Pez es para alargar un poquito la cosa y hacer una bajada ligeramente más suave para soltar piernas, aunque la senda tiene también algún pasaje empinado y suelto, que hay que descender “tirando del freno de mano”. Además, se recorre así un trecho de la Barranca de Navacerrada, encantador vallecito encajado entre altos cordales, cubierto por un denso pinar y surcado por multitud de arroyos. En resumen, se trata, como suelo decir, de un lujo a precio asequible.

RELATO GRÁFICO:

Desde el aparcamiento de La Barranca, comencé a caminar cruzando la presa del Embalse del Pueblo de Navacerrada, el más bajo de los dos que hay frente al viejo hotel abandonado. Al otro lado, dos sendas se abren paso entre la apretada vegetación de jaras y pinos dispersos; tomamos la de la derecha (E),...

... la menos marcada, que enseguida se mete en un pinar y va siguiendo una valla. El caminillo está estrechado por una densa vegetación de helechos y zarzas y, en ocasiones, era difícil verlo; es ve que cada vez viene menos gente por aquí.

Al pasar junto a un portillo en la cerca, la senda se fundió con otra mucho más ancha y marcada; se trata de la que seguía por la izquierda junto al embalse; es decir, que por ella habría llegado al mismo sitio más cómodamente, pero al precio de dar un buen rodeo. Yo elegí la opción corta, pues el día se anunciaba caluroso y pretendía acabar temprano. Total, que, ya por buena senda, salí del pinar a una suave ladera desde donde ya se veía la cresta y el gran cóncavo por donde corre el Arroyo de La Malicosa. La cumbre, sin embargo, era aún invisible, tapada por el Peñotillo, a la derecha.

Mientras remontaba por la senda el barranco, cuya pendiente se iba incrementando paulatinamente, veía a la izquierda la Cuerda de las Buitreras y, al otro lado,...

... la de los Almorchones, menos impresionante, pero también bonita.

Al ganar altura, fueron descubriéndose, a mi espalda, Navacerrada y su embalse, los cerros del Pie de Monte, las crestas que dominan El Escorial y, más lejos, un impreciso borrón de calima. Vaya.

Poco a poco, la vegetación fue cediendo espacio a la roca y se iba precisando la cresta que pretendía alcanzar.

Pasados los 1.900 m de altitud, cuando se diferenció bien el Peñotillo a mi derecha y...

... empezaron a asomar crestas más lejanas sobre la Cuerda de las Buitreras, la senda giró a la izquierda y yo...

... la dejé por un trazo mucho menos claro que seguía recto (NE). Ambas opciones van a la cresta, pero ésta es más corta, aunque algo más incómoda. Nuevamente, me decanté por abreviar.

Esta nueva senda despareció al llegar a la pedrera que se extiende bajo la arista. Podía haber ido directamente hacia el hito, que ya distinguía a la derecha, pero, a la vista del terreno, preferí esta vez...

... ascender directamente por los bloques, irregulares e incómodos, pero sin dificultad, para ganar la arista cuanto antes.

Volviéndome antes de culminar la subida, podía ver este amplio panorama al suroeste, que incluye buena parte del occidente guadarrameño, desde los Montes de El Escorial hasta Siete Picos. Lástima que la turbidez del aire lo deslucía.

Al pisar la cuerda, descubrí a mi izquierda las Guarramillas y, a través del collado homónimo, la cima de Peñalara.

Delante, las Cabezas de Hierro, al otro lado del corte del Río Manzanares, y la silueta de los riscos de la Pedriza a contraluz. Girando a la derecha (SE),...

... me dirigí a la cima, caminando por la senda que sigue el cordal.

Desde la Maliciosa, sobre el cóncavo por donde había subido, se sucedían al oeste los cordales, desde el de las Buitreras al de la Mujer Muerta. Vistos desde aquí, la Peñota y Siete Picos presentaban un aspecto curiosamente parecido. Girándome a la izquierda,...

... sobre el Peñotillo, la calima me impedía ver nada más allá del Abantos.

Y aún era peor al sur, hacia la llanura madrileña.

Bueno, al sureste, más allá de los tubos de la Maliciosa y el Cuerda de los Porrones, el perfil irregular de la Pedriza ponía al menos alguna gracia en el paisaje.

Al noreste, las Cabezas de Hierro y Valdemartín, tras el cual se esconde Peñalara.

No prolongué mucho la estancia en cumbre, pues, pese a lo tempano de la hora, ya se notaba calor. Comencé el regreso, bajando más o menos por donde había subido, pero prosiguiendo por la cuerda hasta el Collado del Piornal. Sin llegar a la propia horcada, giré a la izquierda (NO) por...

... una traza que sale del camino principal y se abre camino en los piornos para meterse en...

... el regajo del Pez, donde se une al camino principal, que, muy empinado y formado de tierra y piedras sueltas, resultó incómodo por momentos. Este descenso es también bonito, llevan ante los ojos la Cuerda de las Cabrillas, Siete Picos y la loma de la Peñota y la Peña del Águila.

A la izquierda, la Cuerda de las Buitreras, menos espectacular que por el otro lado.

A la derecha, las Peñas de la Barranca, al ocultar el cordal, aparentaban ser pico.

Ya bastante abajo, la senda se encuentra con el cauce y la pendiente se dulcifica. Desde allí, una mirada atrás: el Cancho Negro, otra falsa cima, entre el barranco homónimo y el Regajo del Pez.

Poco después, entré en el pinar, agradeciendo...

... la sombra de los pinos. Y, en pocos minutos más, la frescura del agua en la Fuente de la Campanilla. A partir de ahí, la senda se continua por...

... un carril que, al poco, desemboca en una pista más importante. Se trata de la que recorre la Barranca de Navacerrada y, para regresar al aparcamiento, sólo me quedó tomarla a la izquierda (S) y...

... descender suavemente por ella, atento a capturar alguna perspectiva de las crestas circundantes entre las copas.

El paso junto a los embalses y la vista, al fondo, de la Maliciosa sobre el arroyo al que da nombre me anunciaron que estaba llegando al final de la excursión.

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