Alto de las Guarramillas (2.262)

ASCENSIÓN DESDE LA BARRANCA DE NAVACERRADA

CUERDA DE LAS CABRILLAS Y COLLADO DEL PIORNAL

El Alto de Las Guarramillas o “Bola del Mundo”, es un cerro redondeado, coronado por cuatro prominencias cupulares. Situado en el extremo oeste de la Cuerda Larga, inmediatamente sobre el Puerto de Navacerrada, entroncan en él las lomas que van a Cotos (el Noruego) y a la Maliciosa. Pese a esa importancia orográfica, no suele considerarse a Las Guarramillas una cumbre de interés, sino más bien mero punto de paso hacia otras. Además, la pista de cemento que sube a la cima desde el Puerto de Navacerrada convierte su ascensión en un paseo trivial. Pero esta montaña posee otras vías más montañeras: las que suben desde la Barranca de Navacerrada son empinadas y se desarrollan entre roquedos de fuerte carácter elevados sobre uno de los pinares más hermosos de estas sierras, que ya es decir.

En esta ocasión, recorreré la cuerda que, cayendo de la Primera Guarramilla, limita por el oeste la Garganta de Navacerrada, para luego descender por el lomo que va a la Maliciosa hasta el collado intermedio, desde el que regresaré a la garganta.

En segundo horizonte, se ve la Cuerda de las Cabrillas en toda su extensión hasta culminar en las Guarramillas

SITUACIÓN:

  • Zona: Cuerda Larga - Sierra de la Morcuera (Sistema Central)
  • Unidad: Cuerda Larga
  • Base de partida: Navacerrada (Madrid)
ACCESO: La ruta parte del aparcamiento de La Barranca, situado a la entrada de la de Navacerrada, pueblo de la vertiente meridional de la Cuerda Larga del Guadarrama, del cual dista algo más de 3 km. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen al punto de partida de la ruta en el siguiente link a GoogleMaps.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 1.386 / 2.427
  • Mi tiempo efectivo: 4h44
  • Mi tiempo total: 5h47
  • Dificultades: Muy fácil. Durante el recorrido de la parte más rocosa de la Cuerda de las Cabrillas, habrá que ayudarse de las manos en varios sitios, pero con dificultad y exposición mínimas. Para subir a los bloques culminantes de Peña Horcón y los Emburriaderos, hay que superar sendas trepadas con alguna dificultad (II grado), pero, no siendo el objetivo principal de la ruta, se pueden evitar.
  • Track para descargar en Wikiloc
Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: Comenzar a caminar por la pista que remonta La Barranca y, al dejar atrás el Embalse del Ejército del Aire, dejarla por una senda que sale a la izquierda (O), en subida directa por la ladera. Al dar con la horizontal Senda Ortiz, seguirla  a la izquierda (S) hasta un cruce situado sobre un lomo, junto al Canto Gordo. Girar a la derecha (N) y retomar el ascenso, ahora siguiendo la cuerda, hasta desembocar en una pista, que se toma la derecha (N) para continuar la subida. Al llegar a Las Canchas, tomar la central de las tres sendas que salen a la izquierda (NO), que nos conduce hasta la cima de Peña Pintada. Allí, comienza la Cuerda de las Cabrillas propiamente dicha. Recorrerla al NE, alternando mala senda con trechos de cantizal y alguna trepada, siempre contando con la guía de los hitos. A partir del Risco de los Emburriaderos, cambia esto, al incorporarnos a un camino que llega del lado de la Barranca y remonta el lomo del cordal hasta dar con la pista de servicio del repetidor. Tomándola a la derecha (E) se llega sin más complicaciones al Alto de las Guarramillas.

Descender a la derecha (SE), por el camino que va por lomo que hacia la Maliciosa. En el cruce del Collado del Piornal, girar a la derecha (O) para descender por el barranco. Pasada la Fuente de la Campanilla, el camino pasa a ser una pista forestal que, al poco, desemboca en la de La Barranca, que, tomada a la izquierda (S), conduce de vuelta al punto inicial.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: Precioso itinerario, sin otra exigencia técnica que la incomodidad de las pedreras de la zona central de la Cuerda de las Cabrillas. Dado que el objetivo de la jornada es el Alto de las Guarramillas, quien vea excesivas las trepadas para encaramarse a los cantos cimeros de la Peña Horcón y los Emburriaderos, puede prescindir de ellas y limitarse a pasar al pie de los riscos en cuestión. La variedad de paisajes y perspectivas convierten a esta ruta en una de las más hermosas de todo el Guadarrama y, si no está tan concurrida, es porque no conduce a ninguna cumbre de las gordas.

Tanto la aproximación hasta Peña Pintada como el tramo final por la Barranca de Navacerrada se pueden hacer más relajados ciñéndose a las pistas. En ambos casos, opté por tomar atajos, casi igual de cómodos, aunque un poco más empinados. Con ello, en esta ocasión, no sólo se gana tiempo sino también amenidad; a la subida, por el carácter más recóndito de las sendas y, a la bajada, por transcurrir junto al torrente.

RELATO GRÁFICO:

Ante la imponente mole de la Maliciosa, comencé a caminar en el aparcamiento de la Barranca de Navacerrada, remontándola por la misma carretera que me había llevado allí y que, enseguida, al paso por la barrera que limita el tráfico, se transformó...

... en una magnífica pista forestal que seguí un poco más. Al dejar atrás el Embalse de Ejército del Aire, el más alto de los dos que hay, tomé a la izquierda una senda estrecha que se interna entre los pinos.

Por ella, gané altura más rápidamente, mientras los primeros rayos de sol se filtraban entre el ramaje.

No tardé en dar con una vereda horizontal; la Senda Ortiz, que tomé a la izquierda (S), pasando a atravesar la vertiente.

Salí del bosque al doblar un lomo junto al Canto Gordo y, además de aparecer ante mis ojos los Montes de El Escorial, me encontré con un cruce. Giré a la derecha (N),...

... retomando el ascenso por un trazo más precario, pero suficientemente claro. Enseguida, volví al pinar y...

... di con una pista forestal, que no es sino la prolongación de la de la Barranca. Aquélla del principio. Tomándola a la derecha (N), continué subiendo, hasta llegar a Las Canchas, donde hay un mirador acondicionado.

Al sur, la turbidez del aire impedía ver nada de la llanura madrileña, más allá de la Sierra del Hoyo de Manzanares.

Al noreste, las antenas del repetidor identificaban la cumbre de las Guarramillas, que se veía flanqueada por la maliciosa y el risco más alto de la Cuerda de las Cabrillas, el de los Emburriaderos. Para llegar al mismo, volví...

... a la pista y la crucé para tomar, de las tres sendas divergentes que salían enfrente, la del medio (NO). Su trazo que no se distingue en la foto, pero, según se adentra bajo los árboles,...

... se aclara, mientras gana altura directamente pendiente arriba.

Salí del bosque en la cima de la Peña Pintada, la más meridional de las puntas de la Cuerda de las Cabrillas. Delante, se descubrieron los Montes de El Escorial y la Sierra de Malagón. Más a la derecha, el panorama seguía con la Peñota y...

... el resto del cordal occidental del Valle de la Fuenfría hasta Siete Picos. Al lado contrario,...

... La Maliciosa y las Guarramillas.

Rodeado de todo esto, comencé el recorrido de la Cuerda de las Cabrillas, caminando por el ancho lomo herboso hacia la Peña Horcón y el Risco de los Emburriaderos. No hay senda, pero unos hitos me guiarían todo el rato.

Y me vinieron bien al pasar los roquedos para escoger por qué lado evitar los tramos más complicados, si por la izquierda o...

... por la derecha. No encontré obstáculos reseñables pero sí incómodos cantizales.

Antes de Peña Horcón, pasé por una punta anónima (1.855) y aproveché para mirar atrás, al tramo de cuerda recorrido.

Al otro lado, Peña Horcón, a cuya cima accedería, obviamente por ese ancho pasillo entre riscos de la derecha. Pero, antes, para llegar al mismo, hube de...

... destrepar un par de escalones no difíciles (I) pero sí un tanto expuestos y delicados. Éste es el inferior. Luego, tras superar la pendiente de pasto y cantos de la foto anterior, llegué...

... junto al cancho cimero de Peña Horcón. Los hitos lo evitaban por la izquierda, pero yo decidí encaramarme a él. Lo hice por  esa discontinuidad que se ve entre los bloques hacia el centro de la foto. El paso es corto y, la dificultad, escasa (II).

Volviéndome al oeste, de los Siete Picos sólo se veía la verde cúpula del Séptimo, dominando el valle de Navalmedio; es decir, la vaguada meridional del Puerto de Navacerrada.

Atrás, al sur, Peña Pintada y...

... la llanura madrileña, cuya visión no mejoraba.

La Maliciosa mostraba, desde aquí, el Peñotillo a la derecha y la Cuerda de las Buitreras delante.

Por delante, a la derecha del Puerto de Navacerrada, el resto de la cuerda hasta los Emburriaderos. Aunque aún quedaba Peña Horcón. Viendo un hito sobre un canto un poco más allá, en vez de bajar por donde había subido, me dirigí al mismo triscando de bloque en bloque y, luego, siempre guiado por las señales, destrepé a la izquierda (O) otro par de resaltes como los de antes (I) y...

... descendí un tramo de gradas hasta llegar al pie de los riscos, que luego fui...

... siguiendo al norte hasta una horcada, donde cambié de vertiente, pasando...

... junto a este grupo de agujas.

Desde ahí hasta Los Emburriaderos, el terreno pierde bravura y los cantos son evitables. También en este tramo, me incorporé a un buen camino, que llegaba a la cuerda desde el lado de la Barranca. Pero para dejarlo a los pocos metros, pues volvió al valle enseguida. Al llegar a ese último roquedo, me encontré con...

... una chimenea tendida, llena de cantos, por donde se superaba muy bien el risco.

Luego, otro corto trecho de hierba, unos bloques más, por si habían sabido a poco, y el risco cimero. A este último,...

... los hitos señalaban rodearlo por el lado izquierdo. Nuevamente, decidí trepar, teniendo que superar un corto muro vertical, pero con mucho apoyo (II-).

Desde el Risco de los Emburriaderos, Siete Picos seguía sin hacer honor a su nombre.

Atrás, las peñas Pintada y Horcón.

La Maliciosa parecía embozarse en la Cuerda de las Buitreras.

Y, por delante, totalmente visible, lo que me quedaba hasta la cumbre. Según destrepé de este último risco, por el lado norte, que resultó mucho más fácil que el occidental por donde había subido, me encontré con una senda que remontaba el lomo del cordal.

Con el cambio de perspectiva, por fin se fue descubriendo la cresta de los Siete Picos. Y también la Mujer Muerta.

También, mirando atrás, mejoraba la perspectiva de la Cuerda de las Cabrillas.

La senda desembocó en la pista de cemento que, subiendo del Puerto de Navacerrada, da acceso al repetidor de Bola del Mundo. La tomé a la derecha (NE) para no dejarla ya hasta casi la cumbre.

Al desplazarme al este, gané perspectiva sobre la Garganta de Navacerrada.

Llegando cerca de la Primera Guarramilla, vista de las instalaciones del Puerto de Navacerrada bajo las crestas de Siete Picos y la Mujer Muerta.

Pasada la Segunda Guarramilla, el carril alcanza la cuerda y se puede ver, al otro lado, Peñalara.

El carril muere ante la barrera del repetidor. Giré entonces a la derecha (S), por un camino que va rodeando la valla hasta llegar al hito geodésico, situado fuera de las instalaciones, que limitan bastante la vista.

Lo más destacado, al este, la continuación de la Cuerda Larga hasta Cabezas de Hierro y el perfil de la Pedriza. También, más a la derecha,...

... al sur, la Maliciosa, menos rocosa e imponente desde este lado. Hacia allí me dirigí, por el camino que recorre el lomo intermedio.

La cumbre fue quedando atrás y, al llegar al...

... Collado del Piornal, giré a la derecha (O) en el cruce de sendas para descender el Regajo del Cancho Negro. Al perder altura, las crestas de la Fuenfría, Siete Picos, etc. del fondo fueron ocultándose y, ya...

... por debajo de la confluencia con el Regajo del Pez,...

... la Cuerda de las Cabrillas aparecía contra el cielo, pudiendo apreciarse mejor su perfil.

Poco después, entré en el pinar, la pendiente fue cediendo y la senda...

... se transformó, al paso por la Fuente de la Campanilla, en un ancho carril, que desembocó al poco en la pista de La Barranca. Al principio, la tomé a la izquierda (S), pero...

... en cuanto vi salir una buena senda que atajaba las lazadas, la tomé. Fui bajando por ella,...

... buena parte del tiempo junto al torrente, que acabé vadeando, justo antes de volver a...

... incorporarme a la pista principal, cerca ya del final, que se fue evidenciando al ver sobre los pinos los riscos de la Maliciosa.

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