Croquis
de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH
COMENTARIOS: Pues aquí
está la vía normal del Almanzor, una de las rutas alpinas más frecuentadas del Sistema
Central (si no de España), acompañada de una bajada algo menos transitada, pero
también bastante conocida. Aunque la Canal de Isabel II es algo más movida que
el acceso a la Portilla del Crampón e incluso que la habitual alternativa de la
de los Geólogos, el que haya subido y bajado la chimenea de acceso a la cumbre
del Almanzor, no debería tener problemas en ese descenso. Además, los pasos
algo más confusos están indicados por hitos. En realidad las rutas de subida y
bajada tienen la misma dificultad pero la ruta de los Cobardes es un poco más
larga. Lo bueno es que, al medio rodear la montaña, se acumulan más
perspectivas distintas.
Respecto al acceso a la
cima, he utilizado para bajar un diedro que está a la derecha del habitual.
Dicen que es un poco más fácil; creo que no es así; la dificultad es similar en
ambos casos. Lo que sucede es que, a la derecha, la roca tiene menos apoyos
pero es no es tan vertical, lo que hace más cómoda la bajada; incluso en algún
paso lo hice resbalando por la roca. Antes la duda, izquierda para subir y
derecha para bajar; al menos, así es como lo prefiero yo.
RELATO GRÁFICO:
Desde el
aparcamiento de La Plataforma, comencé subiendo por el Camino de la Laguna.
Nubes poco densas cubrían el cielo,...
... más
espesas si miraba atrás, hacia fuera de la sierra.
Mientras
el Morezón iba asomando, ya iluminado por el sol, dejé de lado un primer desvío,
a la izquierda, que va al Puerto de Candeleda. Luego, enseguida, otro a la
derecha, que va a Reguero Llano y...
... entré
en el amplio Llano de las Pozas, al final del cual se veía la Loma de los
Barrerones. Justo antes de empezar a remontarla,...
... crucé
por un puente la Garganta de las Pozas.
La subida
es tendida y, el camino, muy bueno. Además, el cielo se iba despejando según
avanzaba.
Bueno,
mirando atrás, aún se veían algunas nubes sobre La Mira.
Culminando
a Los Barrerones, apareció el Almanzor y, mientras doblaba el lomo,...
...
también, Cabeza Nevada.
Al pasar
a la otra vertiente, tuve ante mí el Circo de Gredos, con su afilada crestería,
y la Laguna Grande en el fondo. Hacia ella continué, descendiendo ahora,
llevando a mi derecha...
... el
Cerro de los Huertos y la Cabeza Nevada y, al otro lado, sobre mí,...
... la
cresta oriental del circo.
Llegando
cerca de la Laguna Grande, otra bifurcación. Continué por la izquierda (S),
rodeándola por ese lado, hasta...
...
llegar ante el refugio, dominado por la cresta del Ameal de Pablo, Risco
Moreno, etc. De allí, salen, hacia el fondo del circo, varias rutas marcadas
con hitos. Tomé la segunda a la izquierda (SO), que...
... me
llevó a seguir remontando la Garganta de Gredos.
Al poco,
pasé junto a esta charca, que siempre me ha parecido que tiene una hermosa
perspectiva.
Al dejar
atrás las agujas del Cuchillar de Cerraíllos, llegué...
... a la
Hoya Antón, donde confluyen dos canales bajo el Almanzor. Continué por la que
tenía delante (SO), dejando a la derecha...
... la de
Isabel II, por la que luego bajaría.
De
momento, tras echar una mirada atrás,...
... me
dispuse a remontar este pedregoso canalón que, al principio, no es demasiado
empinado.
A mi
derecha, así se veía la cresta del Ameal y Risco Moreno.
Llegué a
un rellano en que la canal se divide, así como los hitos. Seguí los de la
derecha (O), que se ciñen a la ladera de ese lado y, dejando de lado el ramal
que sube a Portilla Bermeja,...
... se
meten por un tubo más estrecho y empinado hacia la Portilla del Crampón. Ésta
no se ve pero sí el corte entre el risco homónimo y el Almanzor, a la derecha.
Mirando
atrás, se veía ya la Mira, e incluso la Sierra del Cabezo, sobre la cresta del
Morezón. Y un bonito mar de nubes más allá.
Al ganar
altura, el tubo se estrechó,...
...
enmarcando bellamente la Cuchillar de las Navajas si miraba atrás.
El
pedregal se empinó en los metros finales, obligando a usar las manos (I).
Al llegar
a la portilla y asomarme al otro lado, me encontré con el Cuerna del Almanzor
y, más allá, las montañas occidentales de Gredos y la Sierra de Candelario. Más
a la izquierda,...
... sobre
la Canal Oscura Derecha, se veía el mar de nubes que cubría el Valle del Tajo.
Girando a
la derecha (N) comencé a atravesar la ladera, guiado por los hitos. Primero,
horizontalmente;...
...
luego, trepando por una zona de bloques fáciles (I), hasta...
... una
repisa, por la que proseguí caminando al norte. Pero muy poco; al cabo de
escasos 20 metros, se abrió a mi derecha...
Un
empinado y ancho tubo o chimenea; es la vía normal del Almanzor. Mejor dicho,
se ven dos; a la derecha, casi fuera de la foto, hay otro canalón en lo alto;
por ahí bajaría. La dificultad es, en mi opinión, prácticamente igual en ambas
vías, pero la de la derecha, menos vertical aunque con menos apoyos, es más
cómoda para bajar, pues no es necesario destrepar de cara a la pared. Pero
vamos con la subida; Tras superar una rampa de bloques apilados en la entrada a
la chimenea,...
... di
con un primer muro de unos seis metros, vertical y con apoyos buenos, pero
separados (II+).
Tras un
breve “descansillo”, a la derecha, un segundo muro, más corto (cuatro metros) y
de similares características (II+).
A la
salida, me encontré delante este pasillo entre la cima y un bloque desprendido
a la derecha. Lo atravesé y, al otro lado,...
... me
encontré en cresta, frente al Cuchillar de las Navajas. Estaba al sur de la
cima; así que me di la vuelta y...
... trepé
por la corta arista de bloques (I+) que me separaba del hito.
Desde la
cumbre del Almanzor, al suroeste se extendían las nubes sobre el Valle del
Tajo. Girando a la derecha,...
... la
Sierra Llana, el Macizo Occidental y la Sierra de Candelario. Hoy sólo Gredos y
alrededores estaba despejado, pues,...
... al
noroeste, más allá de los Riscos del Gutre y la Galana, se veía una banda de
nubes en el horizonte y...
... lo
mismo al noreste, donde se abría el circo a mis pies.
Para
iniciar el regreso, destrepé los bloques cimeros hasta estar ante el pasillo de
antes. Pero, en vez de cruzarlo, giré bajé a la derecha (NO), por...
... una empinada placa (II+). Apoyándome en fisuras y medio
resbalando, descendí con razonable comodidad y limpieza hasta...
... un
corto escalón vertical con muchos y buenos apoyos (II).
Por
cierto, que, bajando por este lado, hay una muy bonita vista del Risco de la
Portilla del Crampón e...
...
impresionante del Cuerno del Almanzor. En fin; el final de la bajada es más
fácil aún, a base de destrepar por bloques que forman un verdadero graderío
(I), hasta acabar en...
... la
repisa de antes. Tras el respiro que no me tomé en la cima, pues hacía un
viento que se volaba, la seguí a la derecha (NO) para dirigirme hacia la “otra”
portilla del Almanzor, la de los Cobardes. En la horcada, hay...
... un
impresionante vista del Almanzor atrás y, delante...
... del
Cuchillar de Ballesteros y la Galana. Ahora tenía que ir al rellano que hay al
pie de ésta, recorriendo la base de aquél. En primer lugar, guiado por los
hitos, recorrí una breve repisa a la izquierda (NO), para situarme sobre...
... una
bajada más practicable. Son ocho metros casi verticales, pero...
... más fáciles
(I+) de lo que parecía desde arriba.
...
siempre siguiendo las señales, fui atravesando a continuación el pedregal,
alternando travesías y descensos.
Al
alejarme, pude ver el perfil de la cara norte del Almanzor.
También,
la Laguna Grande, bajo el Morezón.
No había
muchos hitos, pero alguien había situado uno, bien visible, en lo alto de los
varios lomos de roca que crucé, con lo que la línea de progresión era clara.
Al pasar
frente al Ameal, se distinguían los varios bloques de su cresta. Al cabo de los
años, sigo manteniendo la duda sobre cuál alcanza mayor altitud.
Una vez
que la cresta del cuchillar quedó atrás,...
...
llegando al Venteadero ante la Galana, giré a la derecha (NE) para...
... por
una pedrera empinada y suelta, que hubiera sido incómoda sin la traza que la
recorre, hacia la base del Ameal.
Llegando
a la misma, la visión del risco aún impone más.
Y la
Galana, también. Pero mi ruta estaba al otro lado.
A la
derecha (SE), se abría un ancho tubo herboso, de mediana pendiente, al fondo
del cual podía ver las aguas de Cerraíllos. Es la Canal de Isabel II, por la
cual me dejé caer.
A mi
izquierda, la pared del Ameal y, al lado contrario,...
... el
Almanzor.
Por la
canal bajan varios arroyos más o menos paralelos. Los hitos me fueron llevando
hacia la derecha, supongo que buscando los pasos más fáciles y cómodos. Y,
efectivamente, el descenso se limitó a caminar hasta que, muy cerca del final
y...
... a la
entrada de un paso estrecho, me encontré ante una serie de resaltes. Fueron en
total tres, de unos cinco o seis metros cada uno, casi verticales, pero...
...
bastante fáciles (I+), al estar formados por bloques. Éste es el del medio;
pero la foto vale para cualquiera.
Aquí, se
ven los tres. Al pie del último, además, la canal se abrió al llegar a...
... la
Hoya Antón, donde reencontré el itinerario de ida. Ya sólo me quedó deshacer
camino, pasando por...
... la
Laguna Grande y...
... los
Barrerones, donde me volví para despedirme del circo.
Al doblar
el lomo, pude ver que las nubes cubrían la meseta al norte, contrastando con...
... el
aspecto luminoso y plácido de la tarde en Gredos.
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