Croquis
de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH
COMENTARIOS: Ruta muy sencilla
y corta, que visita una cumbre importante, combinando un panorámico recorrido
de cordal (no siendo el día que escogí) con un buen paseo por bosque. Loa
subida es la ruta normal a este pido y, si alargué le retorno, fue para ocupar
al menos la mañana y aprovechar el traslado. El hecho de subir por la cuerda es
porque me di cuenta que, habiendo subido una docena de veces a este pico, nunca
lo había hecho por su ruta más habitual y sencilla, si bien la había usado para
bajar. Así que decidí ir a anotármela, por aquello de completar la colección.
Lo que no me esperaba es una visibilidad tan mala. Al final despejó, pero ya
casi al mediodía, cuando andaba yo ya por el valle de vuelta a casa.
El inicio del descenso, en
el día que escogí, tuvo cierta dificultad de orientación, pues el lomo es tan
ancho que costaba distinguir la curvatura. Pero, con un buen track en el GPS o con visibilidad
suficiente para distinguir el domo verde de Peña Cabra, visible casi desde el
inicio de la bajada, ese problema desparece.
RELATO GRÁFICO:
Salí del
Puerto de Navafría por el empinado y pedregoso camino que remonta la cuerda al
oeste, a través del pinar.
Mirando
atrás, a través del corte en el bosque podía ver dos capas de nubes. Una, el
techo de la niebla que cubría la llanura madrileña y, otra, más alta. En medio,
se anunciaba un día claro.
Pero se
quedó sólo en anuncio; según dejaba atrás los árboles, entré en una nube
agarrada a la cresta de la sierra. Esta vista del pueblo de Lozoya a la orilla
del embalse fue el último paisaje que vi antes de...
...
meterme de lleno en una niebla densa que apenas dejaba ver a unos metros de
distancia.
Al paso
por el Alto del Puerto, los desplomes hacia el Hoyo Grande de Pinilla apenas se
adivinaban. Pensé en dar la vuelta, pero, como no hacía demasiado frío ni
viento y el camino es tan claro, decidí seguir por si la cosa se abría en algún
momento.
Pero nada
de nada. Eso sí, cuando el camino no estaba claro, una valla me servía de guía,
así que, problema, no había. Esto era lo que se veía en la cuerda, donde
además, empezó a soplar un viento helado, que se fue intensificando hasta...
... que
me topé con las ruinas que ocupan la cima y, un poco más allá, el hito. Algo
más bajo. No se veía nada en ninguna dirección.
Una pena,
pues este pico es el mejor mirador del Valle de Lozoya, como se puede comprobar
en esta foto de 2020.
Con la
que soplaba arriba, no me quedé mucho tiempo. Ya descansaría más abajo. Para
alargar algo la excursión y, de paso, quitarme cuanto antes de la cresta, en
vez de volver por el mismo camino, bajé a la derecha (N), por el amplio y suave
lomo que cae a ese lado. No había senda ni señales. En un día despejado, esto
no sería un inconveniente, pues contaría con la referencia de la Peña Cabra
hacia la que me dirigía. Hoy, con la escasa visibilidad, descendí por lo alto
del lomo primero y, luego, fui dejándome caer hacia la derecha (NO), hasta...
...
cruzar, la cabecera de un torrente y encaramarme a...
... la
loma siguiente, donde recuperé la dirección norte para...
... bajar
de nuevo por lo alto. Al poco de encontrar los primeros pinos,...
... la
niebla fue clareando y di con un camino que me cortaba el paso. Tomándolo a la
izquierda (NO), no tardé en llegar al...
...
collado que se abre al pie de la Peña Cabra, donde desemboqué en una pista
transversal. Tomándola a la derecha (E),...
...
continué el descenso, ahora en diagonal, a través de un bosque cada vez más
denso y desarrollado.
Durante
esta parte de la excursión, crucé varios torrentes como éste.
Al salir
de debajo de las nubes, al paso por algunos claros, podía ver, todavía lejos,
el tajo del Puerto de Navafría y,...
... al
otro lado del barranco, las laderas del Monte de la Muela más allá de la loma
de Picardeñas. Al llegar a cruzar ésta,...
... por
Los Colladillos, me encontré con un doble cruce. Giré a la izquierda (E)
primero y a la derecha (SE) a continuación.
Pasé
entonces a caminar por una pista con restos de asfalto e incluso algún mojón al
margen. Igual es el trazado antiguo de la carretera del puerto. En todo caso,
me llevaría hasta allí, pasando...
... antes
por el Morador de Navalcollado. Se trata de una gran plataforma desde la que
puede verse,...
... por
encima de los árboles, el Monte de la Muela.
No es por
criticar, pero, lo cierto es que, más adelante, encontré mejores miradores simplemente
asomándome a los huecos del arbolado a mi izquierda.
Así, me
fui acercando al puerto, sin mucho que destacar.
Quizá,
esta visión del último barranco, el que cae del Alto del Puerto del Puerto.
Y, lo que
son las cosas, según acabé la excursión, se aclaró el cielo. Bueno.
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