Cerro Morete (2.133)

ASCENSIÓN INVERNAL DESDE RASCAFRÍA

CRESTEO DEL PUERTO DE REVENTÓN A LOS POYALES (2.081)

El Cerro Morete es uno de los cabezos que jalonan el cordal principal guadarrameño entre Peñalara y el pico del Nevero. No es el más alto ni tiene nada que lo haga especial dentro del conjunto. Por la suavidad de sus laderas, apenas destaca en el monótono y amplio cordal. Sus principales atractivos montañeros es que está ahí, con sus dos mil y pico metros, y unas hermosas vistas del Valle del Lozoya y la Cuerda Larga, a un lado, y la gran llanura castellana, al otro, con Peñalara siempre presente. Como es común en todo el Guadarrama, esta cima se asienta sobre laderas de pendiente moderada, donde prosperan pinos, robles y matorral diverso, conformando entornos plácidos entre los torrentes; una montaña, en fin, amable y viva. La explotación del a lo largo de siglos lo ha llenado de sendas y pistas que facilitan las ascensiones, sin llegar a restarles belleza.

La ruta consiste en, tras alcanzar a la cuerda de la sierra por el camino más accesible desde Rascafría, recorrer la cresta de noreste a suroeste pasando por la cima del Morete hasta llegar a una bajada conveniente para regresar al pueblo.

La cumbre del Morete desde el norte, con las Cabezas de Hierro y Peñalara detrás

SITUACIÓN:

  • Zona: Sierra de Guadarrama (Sistema Central)
  • Unidad: Sierra de Guadarrama
  • Base de partida: Rascafría (Madrid)
ACCESO: Rascafría es la población más importante del Valle de Lozoya, que se abre en la vertiente madrileña de la Sierra de Guadarrama, entre el cordal principal y la Cuerda Larga. Concretamente, la ruta parte del Polideportivo Municipal Francisco Zapater, situado a la salida del pueblo hacia la sierra y con fácil aparcamiento. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen hasta allí en el siguiente link a GoogleMaps.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 1.166 / 2.133
  • Mi tiempo efectivo: 4h45
  • Mi tiempo total: 5h53
  • Dificultades: Muy fácil, en las condiciones del día (capa fina de nieve reciente a partir de media altura, blanda durante la subida y bajada y dura en el cresteo). Itinerario por caminos o terreno relativamente cómodo; pendientes de nieve de menos de 20º.
  • Track para descargar en Wikiloc
Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: Salir de Rascafría por la pista que se dirige al oeste y, en los prados de Las Arroturas, se transforma en senda y remonta el robledal. En las cercanías del Carro del Diablo, el camino desemboca en un cruce de pistas. Seguir de frente (SO) hasta alcanzar el Puerto del Reventón, dejando de lado dos desvíos a la izquierda en el trayecto. En la cuerda, tomar el camino va por ella a la izquierda (SO), dejándolo por la derecha (S) cuando se pasa más cerca de la cumbre del Cerro Morete para atajar hasta ella por el pedregal.

Descender al SE por terreno relativamente cómodo y despejado para volver al carril y tomarlo a la derecha (S). Al pasar junto al Alto de los Poyales, dejar el camino por la izquierda (NE) para pisar esta segunda cima, atravesando un corto trecho de ladera de suave pendiente, poblada de matorral poco denso. Bajar por el otro lado (N), por terreno similar, derivando a la derecha (NE) cuando la comodidad lo aconseja hasta dar con un carril horizontal. Tomándolo a la izquierda (N), se llega enseguida al Aº de Sta. María, al otro lado del cual este camino se encuentra con la pista que usamos para subir al Reventón. Girando a la derecha (E), no hay más que deshacer el itinerario de subida para regresar a Rascafría.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: Hermosa caminata, muy relajada, y pródiga en hermosos parajes y panoramas. Incluso los dos trechos campo a través son bastante cómodos y no plantean obstáculos reseñables, aunque viene bien tener cierto instinto para encontrar el paso bueno. Posiblemente, la poca nieve que había fue una ventaja; además de hacer aún más bonito el paisaje, facilitó el paso por el pedregal, aunque tuve que ponerle las cadenas a las botas, pues la costra, aunque muy delgada, estaba helada en la cuerda. Vamos, que, salvo por ese último extremo, las condiciones de la ruta eran asimilables a las estivales. Y, realmente, no caben más advertencias o comentarios. Abrigarse y disfrutar.

RELATO GRÁFICO:

Dejé Rascafría por el camino del Puerto del Reventón, que sale junto al polideportivo municipal y se dirige al oeste, hacia la sierra, a través de los prados del pie de monte.

A mi derecha, la cabecera del Valle del Lozoya, sobre el que destacaba, con sus nieves y roquedos,...

... Peñalara.

A la izquierda, la Sierra de Guadarrama se extendía hacia el Pico del Nevero y la Somosierra.

Coincidiendo con el arranque de la ladera, la pista que seguía se transformó en un trazo más bien borroso.

Mirando atrás tras ganar unos pocos metros, Rascafría, en medio del valle.

El camino se volvió a definir cuando entré en el robledal.

Al poco de sustituir los pinos a los robles, el camino desembocó en una pista, que, precisamente ahí, se bifurca.

Yo continué por el ramal que salía recto ante mí (O), ascendiendo en suave diagonal por la ladera.

Entre los 1.600 y 1.700 m de altitud, fue apareciendo la nieve, cada vez más abundante hasta cubrir del todo la pista. Aunque el espesor era mínimo y así se mantuvo durante todo el recorrido. Al principio, las suelas se hundían ligeramente y caminar era aún más cómodo que en seco.

Al ganar altura, los pinos fueron clareando y podía ver a mi espalda el Valle del Lozoya. Tras una zona de lazadas,...

... la pista entra en la cuenca del Arroyo de Santa María, donde deja de lado un desvío a la izquierda y...

... sale del bosque a una suave ladera de matorral. Pasar ante un segundo desvío, también a la izquierda, el camino encaró...

... la subida final al Puerto del Reventón, desde donde iba viendo a mi izquierda la cercana cuerda y Peñalara más allá.

Una última mirada atrás, donde la Najarra destacaba en el monótono cordal sur del Guadarrama, antes de alcanzar...

... el Puerto del Reventón, donde pude ver la sombría llanura castellana. Allí, giré a la izquierda (SO), para...

... tomar el carril que sigue la cuerda. La primera prominencia (2.095), la rodeé por la izquierda.

Superando esa primera pendiente, pese a su suavidad, tuve que ponerme los antideslizantes en las botas para tener tracción.

Pasado ese primer alto anónimo, apareció, con el fondo de las Cabezas de Hierro y Peñalara, el Cerro Morete. El camino no pasa por su cima, sino que la evita por el oeste (izquierda). Así, cuando el camino dejó de subir, lo dejé por la derecha (S) para...

... recorrer el breve y tendido lomo pedregoso que me separaba de...

... la escarchada cima del Cerro Morete.

Desde luego, lo que más llama la atención desde esta cumbre es la cercana Peñalara, que...

... mostraba desde aquí su extensa cara norte. A la derecha,...

... asomaban Siete Picos, el Montón de Trigo y la Mujer Muerta, que se proyectaba como un bastión hacia...

... la gran llanura septentrional, bajo...

... el cordal principal del Guadarrama, visible hasta su extremo oriental en el Pico del Nevero. Más allá,... 

... también se llegaba a ver el arranque de la Somosierra. A sus pies, el Valle del Lozoya, con las montañas de Ayllón al fondo y la Sierra de la Morcuera al otro lado.

Y acaba la vuelta al horizonte en la Cuerda Larga. Bajo la Najarra, podía ver el Alto de los Poyales, la otra cima del día. Me dirigí hacia ella (SE) bajando directamente por la ladera hasta dar de nuevo con el carril de la cuerda y tomarlo a la derecha (S).

Iniciada la subida siguiente, una mirada atrás, al Morete. Como se ve, el terreno no puede ser más suave.

Como antes, cuando la pista dejó de subir, la dejé, en esta ocasión por la izquierda (NE) para...

...ir a pisar la cima de Los Poyales. Llegando a la misma, se veían al fondo las montañas de Ayllón, destacando bien tanto...

... la Sierra de Ayllón propiamente dicha, como...

... el Ocejón, con la Sierra del Rincón delante.

Desde esta otra cima, también impresiona la pareja que forman las Cabezas de Hierro y Peñalara.

Para regresar, empecé por descender directamente al norte, por una tendida ladera de matorral bajo y con abundantes pasillos, hacia la barranca que se abre a ese lado. De nuevo, la nieve facilitaba la progresión o, al menos, la hacía más cómoda.

Dejándome llevar por el terreno, fui derivando a la derecha hasta tomar dirección noreste, “apuntando” al Embalse de Pinilla.

Luego, ya cuando disminuye la pendiente, me volví a mirar el Alto de los Poyales, antes de meterme entre los pinos,...

... que crucé aprovechando el surco de una torrentera (una vez más, bendita nieve), por la que desemboqué en un carril horizontal. Allí, además de quitarme las cadenas de las botas, giré a la izquierda (N).

Estaba en el barranco del Arroyo de Santa María, donde reencontré la pista de subida, que tomé a la derecha (NE), después de...

... cruzar el cauce.

Y ya sólo me quedó dejarme caer relajadamente por el itinerario de subida al Reventón, disfrutando del paisaje hasta...
    
... llegar a Rascafría, con una luz bastante distinta a la de esa mañana. Ahora, pude distinguir la mole gris del Monasterio del Paular entre las crestas de la Cuerda Larga y Peñalara.

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