Tuc de Sarrahèra (2.633)

ASCENSIÓN INVERNAL DESDE EL HOSPITAL DE VIELHA

POR EL PORT DE RIUS Y DESCENSO POR EL ESTANH REDON

El Tuc de Sarrahèra es el pico más alto de la Serra de Rius, que forma parte de las montañas que limitan por el sur el Valle de Arán. Concretamente, este breve y accidentado cordal se eleva al este del Port de Vielha, separando el valle del Garona propiamente dicho de la región lacustre que se extiende al norte de los Besiberris. Como toda la cresta de esta sierra, se trata de una cima es altiva y aguda, donde incluso las vías normales presentan alguna dificultad. Por otro lado, su buena situación y notable prominencia hacen de este pico un excelente mirador sobre un amplio sector de cordillera, llegándose a ver el Arbizon por el oeste y la Pica de Estats por el otro lado: casi 100 km. Esto se une a la belleza que lo rodea inmediatamente, con el mundo de roca y agua de los Besiberris a un lado y el verde de Arán al otro.

La ruta une los dos itinerarios más fáciles de la vertiente meridional, trazando una circular que visita las cuencas de los lagos Redon y de Rius.

Vertiente meridional del Tuc de Sarrahèra; para acceder a la cima, utilicé la pendiente de nieve de la izquierda

SITUACIÓN:

  • Zona: Valle de Arán (Pirineos)
  • Unidad: Sèrra de Rius
  • Base de partida: Vielha (Lérida)
ACCESO: El Parcatge der Espitau de Vielha (Aparcamiento del Hospital de Vielha) está situado junto a la boca sur del túnel; es decir, unos 12 km al sur de la ciudad de Vielha. Ésta es la capital del Valle de Arán, en la vertiente norte del Pirineo, en el extremo occidental del tramo leridano de la cordillera. Llegando desde el sur, la población más cercana donde encontrar cualquier servicio es Vilaller, 19 km antes, a orillas de la Noguera Ribagorzana. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen al punto de partida de la ruta en el siguiente link a GoogleMaps.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 1.616 / 2.633
  • Mi tiempo efectivo: 6h54
  • Mi tiempo total: 8h38
  • Dificultades: PD (en las condiciones del día; nieve continua por encima de los 2.200 m de altitud, con espesores y condiciones muy variadas; desde hielo a 40 cm de polvo o costra). Aunque la mayor parte de la ruta transcurre por sendas, incluye pendientes de nieve de hasta 50º (aún mayores en el descenso, pero creo que son evitables). Además, hube de superar algunas trepadas cortas y fáciles (hasta II grado inferior), precisamente para evitar algún paso empinado con nieve inestable.
  • Track para descargar en Wikiloc
Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: En el Espitau de Vielha, tomar el camino que sale al este, remontando el Barranco de Conangles y luego se desvía a la derecha (NE) para superar la Escaleta de Rius hacia el lago homónimo. Al ir a pasar el Port de Rius, dejar la senda por la izquierda (N), trasponer un lomo, atravesar la vaguada subsiguiente y remontar una canal de moderada pendiente (30º) que sube entre el Tuc de Lac Redon y el de Sarrahèra. Al llegar a un rellano, seguir por el contrafuerte de la derecha (nieve hasta 50º y pasos de I grado) hasta la cresta, que se alcanza pocos metros al oeste de la cima del Tuc de Sarrahèra (PD).

Descender al oeste por pendientes medias (45º), hacia el collado entre la cumbre y el  Tuc de Lac Redon. Antes de llegar al mismo, buscando el terreno favorable, derivar a la derecha (NO) para bajar por rampas más suaves (35º) hacia el Estanh Redon. Pero, pasado un ibón anónimo y varias charcas, el terreno cae de repente en un resalte. Seguir el borde hacia la izquierda (SO), hasta encontrar un ancho cóncavo que desciende más suavemente (45º) hacia el lago. Girar a la derecha (O) y dejarse caer por él hasta el Estanh Redon (PD). Allí, buscar una senda marcada con hitos que sigue la orilla meridional hasta el desagüe, donde gira a la izquierda (SE) para descender primero junto al torrente y luego atravesando al este de la Escaleta de Rius hasta encontrar con el camino de subida. Girando a la derecha (SE), no queda más que seguirlo en bajada para regresar al Espitau de Vielha.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: Itinerario exigente que no presenta grandes dificultades, pero sí muy variadas; un poco de todo, dentro de la dificultad baja a moderada. Más aún si encuentras la nieve como yo, que tan pronto me hundía hasta la rodilla, como, dos pasos más allá, me costaba trabajo clavar los crampones. Pero el premio merece la pena, pues la belleza y grandiosidad de los parajes recorridos y las vistas desde la cima justificaron de sobra el esfuerzo.

Creo que la bajada buena no es exactamente lo que hice; de eso me di cuenta una vez que estuve junto al Estanh Redon y pude mirar atrás con perspectiva. A partir del collado entre el Tuc del Lac Redon y el Sarrahèra, perdí los hitos y bajé manteniendo la dirección de la vaguada del ibón anónimo. El final del descenso fue un resalte con destrepes por roquedos fáciles, pero verticales (II-), sin poderme quitar los crampones, y cortas canalitas con pendientes que rozaron un par de veces los 60º. Y, todo el rato, con la incertidumbre de no saber lo que había en la siguiente bajada. Luego me di cuenta de que la línea de menor pendiente, que no se ve desde arriba al bajar,  va más a la derecha (izquierda al bajar). Posiblemente, los hitos, que reencontré, vayan también por ahí, más pegados a la base del Tuc de Lac Redon.

Por otro lado, si es así, siguiendo los hitos me hubiera perdido el ibón superior y el pasillo de los estanques, que son muy bonitos. Así que, quizá, la mejor opción sea iniciar la bajada por donde yo, para luego volver a los hitos girando a la izquierda al llegar al borde del resalte para retomar el itinerario marcado o, al menos, encontrar terreno más fácil.

RELATO GRÁFICO:

Hacía frío cuando dejé el Hospital de Vielha, siguiendo las marcas del GR-11, por el camino que se dirige al vallecito de Conangles. Al trasponer un lomo,... 

... apareció el torrente y se iban descubriendo al fondo, también, las crestas que cierran la cuenca.

Algo después, la senda desembocó en un carril más ancho, por donde continué al este, internándome en el valle.

Al ir a cruzar el cauce, me desvié, siguiendo las señales, por una senda a la izquierda (NE), que...

... me llevó a vadear el Barranco del Estanh Redon algo más arriba. Sería el primero de varios, en todos los cuales, sin grandes dificultades, sí que tuve que andar haciendo equilibrios o saltando por los bloques que sobresalían de la corriente.

A continuación, atravesé una breve arboleda, al cabo de la cual,...

... ya podía ver, a mi espalda, una buena perspectiva de la cresta cabecera del valle de Mulleres, donde destacaba, por su altivez, el Feixant.

Caminaba ahora por un prado, que se fue empinando y volviendo pedregoso según me acercaba a la Escaleta de Rius, escarpada ladera que la senda salva cómodamente trazando lazadas.

Al ganar altura, ésta era la impresionante perspectiva de la Umbría de Conangles, al otro lado del barranco.

A media subida, dejé de lado el desvío a la izquierda que va hacia el Estanh Redon, por donde iba a bajar más tarde.

Entre los 2.100 y 2.300 m de altitud, la nieve fue aumentando hasta hacerse continua.

La senda no entra en la cuenca lacustre por el Port de Rius, sino por una terraza un poco por encima del mismo. Ahí, antes de que empezara a bajar, dejé las señales por la izquierda (NE) para remontar en diagonal la ladera de ese lado, aprovechando los sucesivos tubos y palas que más cómodos me parecieron. Así, la pendiente no pasó de 30º.

Al ganar altura, fue descubriéndose gradualmente, a mi derecha, el Lago de Rius.

Atrás, los picos de Conangles y la Contesa, unidos por una bonita cresta.

Al llegar a lo alto de un lomo, apareció ante mí el Tuc de Sarrahèra. También, la ruta del ataque final: a la izquierda, un tubo asciende con aparente comodidad hasta la rampa nevada que forma la cara suroeste. Luego, me saldría a medio tubo por la derecha para evitar la nieve blanda e inestable. Procuré no perder altura al dirigirme al tubo.

Rodeando la cuenca, así se veía la superficie helada del lago, dominada por el Malh de Rius y el Tossau de Mar. Entre ambos, más allá, el Montardo.

Como ya dije, aguanté en el tubo hasta que la pendiente, al ser más intensa, añadió inestabilidad a la blandura de la nieve. Me encaramé entonces al lomo que llevaba a la derecha, donde alterné pendientes suaves (20º), con pequeñas trepadas (I).

Hacia los 2.500 m de altitud, se descubrió el lago superior (llamado el torcido, a saber por qué) de Rius. Y, al fondo, entre el Tossau de Mar y el Tuc de Conangles, dos picos magníficos, con aristas cuajadas de agujas: el Pa de Sucre y la Punta d’Harlé.

Entonces, pasé ante un rellano, que rodeé por la derecha para seguir por el lomo, al principio parecido, pero con menos roca.

A mi izquierda, el Tuc de Lac Redon presentaba un magnífico aspecto.

Y más cuando se empezaron a descubrir, sobre su arista, las crestas del Pirineo central.

Al otro lado, el Montardo atraía la mirada.

Llegando al final, la pendiente aumentó hasta superar bastante los 45º durante unos metros.

Poco después, alcancé la cuerda, tendida y carente de dificultad, pocos metros al oeste de la cima. Mirando atrás desde lo alto del Tuc de Sarrahèra, más allá de ese último tramo por la arista, las crestas de los macizos de la Maladeta, Perdiguero y Arbizon, ya muy lejos. Girándome a la derecha,...

... sobre el Valle de Arán, la blanca barrera septentrional, donde destacaba el Maubèrme.

Al noreste, sobre el Malh de Rius, una lejana Pica de Estats, aparte del ya visto Montardo. Siguiendo la vuelta,...

... la cuenca lacustre de Rius bajo el frente norte de los Besiberris, de los que se veía su pico norte.

De lo que no había buena perspectiva era de la Noguera Ribagorzana, oculto el valle por las montañas cercanas.

Finalmente, al este, más allá del Estanh Redon, sorprendentemente deshelado, el Macizo de la Maladeta, con...

... la cresta más alta del Pirineo bien visible por encima del Tuc de Mulleres.

En esa dirección, inicié el descenso, atravesando la cara suroeste del pico hacia la cuerda que va al Tuc de Lac Redon. Primero por pendientes de hierba, tan incómodas y expuestas, si no más, que...

... las de nieve que siguieron. Y eso que éstas rozaban los 45º.

Al otro lado del lomo, perdí de vista los hitos. Y, dentro de la ancha y empinada vaguada que encontré, escogí descender...

... por su parte central, buscando las pendientes menores y más regulares. El entorno era impresionante, con el Aneto y compañía ante los ojos,...

... el Tuc de Lac Redon a la izquierda y...

... la Serra de Hònt Hereda, más suave pero también bonita, a la otra mano. Esta parte de la bajada me dejó en un primer ibón, anónimo y totalmente helado.

Desde su orilla, se veían así la cumbre y el descenso del que acababa de salir.

A partir de ahí, el barranco se cierra en un pasillo estrecho, donde se sucedían varios estanques más pequeños. Muy apacible,  bonito y relajado hasta que...

... el terreno se desplomó ante mí. La lámina oscura del Estanh Redon se veía cercana y me asomé al corte, a ver qué tal.

Desde arriba, la cosa no parecía mala. Lo cierto es que aquí la nieve estaba ya muy inestable y las canales entre canchos alcanzaban a veces los 60º. Por otro lado, el destrepe por la roca no era difícil (II-), pero nunca me he sentido a gusto haciendo estas cosas con los crampones puestos.

Así que la bajada de este resalte me llevó su tiempo, ya que, además de asegurar cada apoyo, me tomé con calma la elección entre nieve o roca en cada ocasión.

Frente al lago, vi una pértiga medidora de nieve y me dirigí hacia ella, esperando encontrar algún tipo de senda.

De camino, al cruzar un torrente me fijé en que, bajo el Tuc del Lac Redon, se abría un barranco más suave que aquél por el que había bajado.

Llegando a la pértiga, volvía a encontrar hitos, que me llevaron a rodear el lago por su orilla meridional (izquierda). La travesía es más cómoda de lo que parece; las señales empezaron llevándome hacia esa terraza ascendente que se ve a la izquierda y, una vez tomada altura sobre el agua, van...

... indicando pasajes con pendientes laterales que nunca resultaron fuertes (30-35º). Al tomar distancia, pude comprobar que, al llegar al borde del resalte, tenía que haberlo seguido hacia la izquierda para encontrar una buena bajada. Por otro lado, si bien posiblemente los hitos que dejé de ver irán pegados al Tuc de Lac Redon, yendo por ahí me hubiera perdido el ibón superior y el pasillo de los estanques, que son sitios muy bonitos. Así que, quizá, la mejor opción sea iniciar la bajada por donde yo, para luego volver a los hitos al llegar al resalte.

Cerca del final, encontré nieve muy inestable y lo remedié encaramándome al lomo, que tenía pocos metros por encima. Desde allí, descubrí el valle de la Noguera Ribagorzana, con el Embalse de Baserca brillante entre los colores apagados del bosque.

Y así llegué al final del lomo, donde una corta y acusada bajada me dejó en el desagüe del lago.

El panorama era sobrecogedor.

Girando a la izquierda (S) con la senda, comencé a descender el Barranco del Estanh Redon junto al torrente, para enseguida separarme del mismo y...

... atravesar la ladera hacia la escaleta de Rius, donde me encontré con la senda de la subida. Tomándola a la derecha (SE),...

... ya sólo me quedó seguirla en bajada para...

... regresar al Hospital de Vielha.

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