Croquis
de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH
COMENTARIOS: Itinerario
panorámico, muy bonito, entretenido por momentos, pero nunca difícil ni
demasiado penoso. Además, los entornos que se atraviesan son muy variados, con
desfiladeros cerrados y abiertos barrancos empradizados. Y las vistas son
extraordinarias, incluso para la zona visitada. La subida del Valle de Peña
Llampa al cordal la hice a ojo, pero creo que, si la que seguí no es la línea
más cómoda, poco le falta. Además de contar con la referencia de los dos
riscos, los huecos en el matorral casi te obligan el paso; y, durante todo el
tiempo, me fui encontrando rastros del paso de animales, lo que suele indicar
que estás en el buen camino. La vista a la peña (1.653) no es obligada, pero
merece la pena por las vistas.
Respecto a la cuerda al
oeste de la Piedra del Agua, es más accidentada de lo que parece desde fuera y
me hizo acumular bastante retraso, casi una hora, sobre el peor horario que
había previsto. Aunque luego me apresuré, no llegué a recuperarlo del todo y,
por eso, varié la idea original, que era pasar también por el Pico Hato. Otra
cosa que se me ocurrió luego, al mirar el track
sobre el mapa, es que no me hubiera costado nada encaramarme a la Peña Llampa
(1.725); seguro que hay perspectiva interesante, pero ahora es un poco tarde. Y
lo mismo toca para la Peñalba (1.626). Ahí queda la idea.
Como último comentario,
pese a que el hito está en la punta sur, es la norte la más alta de las dos de
la Piedra del Agua. Sin duda, pues esto se puede observar incluso a simple
vista y desde las dos. Y mi GPS marcó una diferencia entre ambas, no ya de un
metro como figura en el mapa del IGN, sino de seis. Lo mismo sucede con el
propio Pico Loto, cuya cota máxima (1.809) se sitúa en la punta norte, o Peña
Verada según rezaba una placa. A ojo, se observa claramente también y, según
GPS, el vértice es tres metros más bajo.
RELATO GRÁFICO:
Tras
aparcar a la entrada de Horcadas, concretamente ante el consultorio, atravesé
el pueblo hacia el este para salir por el camino balizado PR LE-25, que hace un
recorrido circular pasando por el Puerto de Horcadas. Ahora, tomé su rama
oriental, que remonta al arroyo que da nombre al pueblo.
Al poco,
crucé la carretera por un paso inferior. Volviéndome, podía ver las Peñas
Pintas y parte del Gilbo, iluminados por el sol.
Por
delante, a través del corte del barranco, asomaba de vez en cuando el Pico
Loto.
En una
bifurcación, siguiendo las señales y el torrente, continué por la derecha (SE).
Un momento después, el barranco se cerró en la Hoz Oscura. Mientras caminaba
junto al agua rumorosa,...
...
pasaron a dominarme impresionantes paredes, incluyendo...
...
alguna aguja notable. Bonito paraje.
Salí del
congosto frente a la vertiente septentrional del Pico Loto, a...
... un
amplio llano herboso donde confluyen dos torrentes y la senda se bifurca.
Dejando el PR, giré a la izquierda (SE), atendiendo a un cartel que indicaba a
Tejerina.
Mirando
atrás, podía ver el tajo de la Hoz Oscura, abierto en el reborde que...
...
cierra este recóndito Valle de Peña Llampa. Lo remonté por una senda estrecha
pero clara, por la cual...
... gané
altura con rapidez y pronto pude ver a mi espalda otra atractiva perspectiva de
la Hoz Oscura. Y, a la izquierda, en lo alto del otro barranco, el collado del
Puerto de Horcadas. Por ahí pasaría regresando de la cumbre.
Pero, de
momento, continué remontando el valle hasta que, hacia los 1.500 m de altitud y
teniendo el collado cabecero a la vista, vi, a mi izquierda (N),...
... dos
riscos característicos y, por delante del más cercano, una zona de calvas en el
matorral, por la que el paso parecía cómodo. Y hacia allá que me fui.
Al ganar
altura por la ladera, mejoró la perspectiva del Pico Loto y, a la derecha, el
Hato y la Peñalba.
Subiendo
en diagonal a la derecha (NE), pasé bajo el más occidental de los riscos para
luego recuperar la dirección (N) y meterme en el pasillo entre ambos, que...
...
presentaba a la izquierda una banda de pedriza razonablemente cómoda.
Antes de
perder de vista el Pico Loto, me fijé en que, junto a la cima, se veían...
... la
luna y una bandada de buitres.
Al
abrirse el pasillo, me encontré ante el collado (1.695) en que Peña Llampa se
une al resto de la montaña. Pero no me dirigí directamente a él, pues el
matorral era muy denso hacia allí. Llevado por la comodidad, derivé a la
izquierda (NO) y salí...
... a una
collada, desde la cual descubría, al oeste, la cresta del Pico Jano asomando
sobre la Peñalba. Más allá, el panorama se extendía por las sierras de la
Montaña Central. Antes de continuar, viendo a mi izquierda (S) que...
... la
subida al cancho occidental (1.653) era breve y fácil, me encaramé a la misma.
Efectivamente,
había una buena perspectiva de la vertiente norte del Loto y de...
... Peñas
Pintas, flanqueado por Sentiles y Mampodre, sobre el boquete de la Hoz Oscura.
Además,
volviéndome hacia la cuerda, desde aquí arriba se distinguían mejor los cortes
en el matorral que me iban a facilitar el acceso a la misma. También, el lugar
por donde iba a salvar el resalte que defendía el collado, que no es la banda
verde de más a la izquierda, sino esa especie de roca y matorral mezclado que
se veía inmediatamente a la derecha.
Así pues,
tras cruzar la banda de matorral por un rastro de animales, estrecho pero
suficiente para pasar con relativa comodidad,...
Trepé este
primer escalón de roca, de poca altura y lleno de apoyos (I), y luego remonté
un cancho tendido hasta encontrar otro resalte, muy parecido, justo antes de
alcanzar...
... el
collado (1.695) de Peña Llampa, desde el cual se desplegó ante mí un panorama
al norte más amplio que hasta entonces. Por un lado, los Montes de Riaño,
incluyendo ya al Yordas, con el Mampodre al fondo.
Más a la
izquierda, la Sierra de Hormas sobre el embalse, con los Picos de Europa
asomando por detrás. Precisamente a mi izquierda (E),...
...
continué la excursión, recorriendo un crestón de roca, suave y sin dificultad.
Más allá, se veía otro, que...
... no
era aún la cima de la Piedra del Agua, pues éste apareció, aún más lejos, al
avanzar. Tras el primer crestón, atravesé una zona más ancha y despejada.
El
segundo, presentaba de frente un resalte importante y, para ver si encontraba
una subida más fácil y viendo que el terreno era cómodo, lo rodeé por el norte
(izquierda), por una repisa de hierba al pie de la roca. Efectivamente, no
llevaba 20 metros recorridos cuando vi a mi derecha (S)...
... un
acceso fácil, en forma de placa tendida y muy cincelada (I), de apenas ocho
metros.
Al recuperar
la arista, una mirada atrás, al trecho recorrido. Se ven el risco oriental (no
el que subí), el primer crestón y la Peña Llampa, que ahora, pensé que podía
haber subido sin apenas gasto. A buenas horas. Bueno, y también el panorama al
fondo, con el Loto, el Hato y el Jano.
Este
segundo tramo de roca, sin presentar dificultades reseñables es mucho más
irregular e incómodo y me hizo ir más despacio.
Lo mismo
vale para el tramo de matorral intermedio. Corto pero muy cerrado. Ya llevaba
un pequeño retraso sobre lo previsto y esto lo aumentó. La consecuencia fue
saltarme la “propina” final del Pico Hato. Tampoco es grave. Por cierto, bonita
composición la que forman la Piedra del Agua y el Espigüete.
Desde la
cima de la Piedra del Agua, se despliega un gran panorama montañoso. Destacan,
aunque asomen por poco, las crestas de Picos de Europa.
El
Cornión y...
... los
Urrieles.
Al este,
una pirámide descomunal destacaba netamente entre los otros montes del Alto
Carrión.
El
Espigüete, que aparece aquí junto al Curavacas.
Al suroeste,
se había descubierto le Peña Corada, por encima del cordal que va al Pico Loto.
Pero, antes de recorrerlo,...
... me
dirigí al sur, atravesando el Collado de Sedo para visitar la punta meridional
(1.783) de la Piedra del Agua. Dando un pequeño rodeo a la derecha del hito,
por donde encontré hitos y rastro de paso, puede subir sin trepar y...
...
constatar que, pese a la gran señal que ostenta, esta cima es...
...
notoriamente más baja que su vecina norte. Y no sólo a ojo. Mi GPS señalaba no ya
un metro menos, como figura en el mapa, sino seis. Tal diferencia creo que hace
indudable cuál es la cima principal.
Lo que sí
se gana visitando también esta punta es una mejor perspectiva al sur; además de
sobre la llanura brillante de bruma, sobre los Valles del Cea y Valcavado. Para
continuar, en lugar de volver al collado, descendí hacia la derecha (SO),...
... a
través de una despejada rampa de hierba y cantos, hasta ver, a mi derecha,...
... los
hitos y la traza de la senda que recorre el cordal. Me incorporé a la misma
y...
...
pronto me encontré en el Collado de Tejerina, desde donde se ve así la Piedra
del Agua.
A
continuación, la cuerda, amplia y suave, asciende primero hasta el Cueto
Mancebo y luego hasta el Pico Loto.
A mi
izquierda, veía ahora el Espigüete y la Sierra del Brezo. Al otro lado,...
... Peñas
Pintas sobre la Hoz Oscura. También, bajo la Peña Llampa, los dos riscos y el
pasillo por donde había ganado la cuerda.
Según me
acercaba se iba desvelando el carácter afilado de la subida final al pico Loto.
Respecto a la cima del Cueto Mancebo, no es ninguno de los dos riscos que se
ven, sino que se encuentra más atrás.
Antes, me
volví a mirar el cordal de Peña Llampa a la Piedra del Agua, ya que luego
perdería perspectiva.
Al pasar
entre los dos riscos de antes, apareció la cima del Cueto Mancebo, que...
... la
senda bordea por el norte. Desde ahí, tenía una vista aún mejor de la arista
oriental del Pico Loto. Para alcanzar esta cima, me desvié a la izquierda (SE)
cuando mejor me pareció.
Al llegar
a lo alto del Cueto Mancebo, se ve una bonita arista de roca que cae al sur.
Más a la derecha,...
...
estribaciones meridionales, rematadas al fondo por Peña Corada y el Pico
Cerroso.
Por
delante, al oeste, el Pico Loto se alzaba magnífico al final de la arista que
me disponía a remontar. Aunque la parte final se podría evitar por esa terraza
verde a la izquierda, me pareció más cómodo, conveniente y divertido mantenerme
en el filo. Bueno; al principio, bajada del Cueto Mancebo y collado (1.724)
inmediato, la cuerda es un lomo de pasto y canto que pasé caminando,
disfrutando con la vista, a mi derecha, de...
... los
Montes de Riaño, más allá de los sucesivos estratos de roca que surgen de las
verdes laderas de esta montaña.
Al paso
por el collado, una mirada atrás, a los riscos culminantes de Cueto mancebo,
antes de...
... encaramarme
a la arista oriental del Loto y...
...
comenzar a remontarla por el filo, ahora más agudo e irregular, pero siempre
fácil. Además, las trepadas (I) van a ser siempre cortas; nunca más de tres
movimientos. Y, como se ve, pasarme a la terraza me hubiera obligado a un
destrepe más expuesto que la arista.
En esta
foto hacia atrás, a media altura, se aprecia cómo la mayor parte del tiempo se
puede pasar caminando; con cuidado, pero caminando.
Ya
llegando al tercio superior, apareció gente en la cumbre; y también volvieron
los buitres.
Y, todo
el rato, la sensación aérea; aquí, se ve toda la cuerda recorrida desde la
Piedra del Agua, con el Espigüete al fondo.
La parte
final es de dificultad similar (I) al resto de la arista; quizá algo más
empinada y sostenida. Se podría evitar por una repisa estrecha a la derecha,
pero creo que no merece la pena.
Lo
primero, al culminar, una mirada atrás: el Espigüete dominando el horizonte.
Girando la vista a la izquierda,...
... sobre
la cuerda Peña Llampa - Piedra del Agua, la sierra de Horma sobre el embalse y,
asomando detrás, Picos de Europa.
Al norte,
abajo, otra perspectiva de la Hoz Oscura y, más allá, los Montes de Riaño. En
medio, Horcadas.
Como
sucedía en la Piedra del Agua, también aquí el hito está en la punta secundaria,
al sur. Pero pasé también por ella, para tener una perspectiva mejor y
diferente de...
... la
arista oriental. Vista lateralmente, se aprecia que su pendiente es menor de lo
que parece de frente.
Al sur, los
barrancos que alimentan el Cea desembocan en la llanura imprecisa.
Más
cerca, Peña Corada y el Cerroso.
Al oeste,
ante el horizonte de las montañas Central y Occidental (se ven las Ubiñas),
espectacular, la cresta del Pico Jano. Hacia allí prosigue la arista, ahora más
ancha y, por ella, inicié el regreso.
Pero,
cuando se empinó y vi que también era más irregular, considerando que llevaba
retraso, la abandoné por la senda que, al pie de la roca, va siguiendo el
cordal, siempre...
... por
el flanco norte, camino del Pico Hato.
Por el
mismo motivo, por abreviar, decidí prescindir del mismo. Con más razón al ver
que, al paso junto al Collado de Navarines, la senda se divide en dos y que la
rama derecha (NO), la que tomé, atraviesa en horizontal...
... la
vertiente del norte.
Al
avanzar, fui teniendo mejor vista, a mi derecha, del Pico Loto y,...
...
luego, del valle y cuerda de Peña Llampa.
Tras
rodear el monte, salí a la cuerda, ancho lomo herboso por aquí, caminando hacia
la Peñalba.
A mi
derecha, la Sierra de Horma sobre el embalse de Riaño, en una curiosa
perspectiva, a través del corte de la Hoz Oscura.
Al otro
lado, el Jano.
La cara
norte del Loto, que iba quedando atrás, al llegar...
... al
pie de la Peñalba. Allí, reaparecieron las marcas del PR, que seguí a la
izquierda (NO), por los prados del Puerto de Horcadas.
Al pasar
junto a un abrevadero, las señales me llevaron a girar a la derecha (N) y...
...
descender por el barranco de la Prada, entre empinadas laderas y riscos, que
enmarcaban el pueblo, allá abajo. Aunque hay senda, el terreno era tan empinado
y estaba tan embarrado, que la bajada resultó de lo más incómodo de la jornada.
En una
collada desde donde se ven asó las Peñas Pintas y el Gilbo, la senda desembocó
en...
... una
pista, que tomé a la izquierda (N). Tras pasar un corto trecho boscoso, acabé
dando con...
... la
carretera de acceso a Horcadas, que estaba unos 200 m a la derecha (NE). Al
llegar a las primeras casas, así veía, a mi derecha, el Pico Loto asomando a
través del boquete de la Hoz Oscura.
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