La Pinareja (2.197)

ASCENSIÓN DESDE LA GARGANTA DE EL ESPINAR

CRESTA DE LA MUJER MUERTA

Aunque no se puso ahí su vértice geodésico, La Pinareja es la máxima altitud de la Mujer Muerta, nombre que se da al tramo oriental del cordal que se extiende al noroeste desde el nudo central del Guadarrama. Así, esta montaña se sitúa entre los pinares del Espinar y Valsaín, con la gran llanura de la mesta norte a un lado y las crestas mayores del Guadarrama al otro. Morfológicamente, se trata de una pirámide de hierba y pedrera, de ancha base y aristas redondeadas, más bien lomos, cuyos principales atractivos son el panorama, un entorno boscoso muy notable y cierto alejamiento, dentro de una de las áreas de montaña más concurridas de España.

La ruta es recorre la cresta Mujer Muerta, que es el tramo más alto de la Sierra del Quintanar, accediendo a sus extremos por los itinerarios más prácticos desde la garganta de El Espinar, que se desciende casi íntegramente al regreso.

La Mujer Muerta vista desde el sureste, al otro lado de la Garanta de El Espinar

SITUACIÓN:

  • Zona: Sierras de Malagón, Quintanar y Siete Picos (Sistema Central)
  • Unidad: Sierra del Quintanar
  • Base de partida: Estación de El Espinar (Segovia)
ACCESO: La Estación de El Espinar es uno de los núcleos de población que forman el municipio segoviano del que toma nombre, situado en el extremo sur de la provincia, ocupando el valle que se abre, en la vertiente noroccidental del Guadarrama, entre las sierras del Quintanar y Malagón. Del mismo parte la carretera forestal que remonta la Garganta del Espinar, de la cual partirá la excursión. Concretamente, del punto más alto accesible al tráfico privado, el Puente de la Panera, donde hay sitio para aparcar y cuya ubicación aparece como Garganta del Río Moros en GoogleMaps. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen al punto de partida de la ruta en ese enlace a la aplicación.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 1.278 / 2.197
  • Mi tiempo efectivo: 5h58
  • Mi tiempo total: 6h40
  • Dificultades: Ninguna. Itinerario por caminos o terreno cómodo. Aunque incluye un par de pedreras y varios vadeos, las primeras están muy pisadas y los segundos no plantean ningún problema.
  • Track para descargar en Wikiloc
Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: A partir del Puente de la Panera, remontar la Garganta de El Espinar por la pista hasta las Casas del Molino. Pasado el portón, tomar una senda que sale a la izquierda (O) junto a la valla y comunica con el cortafuegos que remonta, por la cuerda, el lomo sur del Cerro oriental de la Majada. A poco de pasar el Alto del Casetón, dejarlo por una pista que va a la derecha (NE) atravesando la ladera. Al llegar al primer barranco, girar a la derecha para remontarlo directamente, por rastros de senda, y salir enseguida al Puerto de Pasapán. Tomar a la derecha (E) la senda balizada que va por la cuerda, pasando las sucesivas cimas hasta la de La Pinareja.

Seguir la senda por el lomo a la a la derecha, al Collado de Tirobarra, donde hay un cruce. Tomar el sendero de la derecha (S), que empieza descendiendo la vaguada y luego atraviesa la ladera del Montón de Trigo, bajando en diagonal, hasta el paraje de los Ojos del Río Moros. Cruzado el cauce principal, bajar a la derecha (O) siguiendo el agua, atentos a aprovechar las sendas que, por una y otra orilla, aparecen y desparecen, para llegar con la mayor comodidad a la pista de la Garganta. Tomarla a la izquierda (SO) y ya no hay más que seguirla para acabar en el Puente de la Panera.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: Larga y variada caminata, muy bonita tanto por el panorama como por el entorno, aunque el final, esa hora y pico bajando por una pista entre pinos se acaba haciendo largo. Hay otras opciones de retorno con final más atractivo, pero son más largas; se trataría de seguir la cuerda que limita por el sureste la garganta, sea por arriba, sea por los caminos que van uniendo los collados rodeando las cimas. Pero habían anunciado lluvias a partir de las custro o cinco de la tarde y no quisimos arriesgarnos a que nos pillaran muy arriba. Al final, tampoco nos mojamos en el valle. Pero por poco.

Como consejos, en primer lugar, conviene no dejar de lado las marcas en las pedreras entre el Oso y la Pinareja. No es que pase nada grave pero el terreno, fuera de ellas, es mucho más incómodo. Otra es la remontada directa de la vaguada del Puerto de Pasapán; siguiendo por la pista se llega igualmente al mismo, pero tras un rodeo de más de un kilómetro. Al gusto.

RELATO GRÁFICO:

Tras aparcar junto al Puente de la Panera, continuamos remontando la garganta del Río Moros, ya a pie, hasta...

... la cancela que hay junto a las Casa del Molino. Allí, dejamos el asfalto por una senda que sale a contramano a la izquierda (O) y sube junto a la cerca hasta...

... un cortafuegos que va por lo alto del lomo que cae desde la Peña Oriental de la Majada. Por este ancho pasillo fuimos remontándolo. Salvo un tramo empinado al inicio, la subida no es bastante suave e incluye descansos en forma de llaneos e  incluso alguna bajada. Un par de veces o tres, el cortafuegos toca con pistas forestales, ninguna de las cuales tomamos.

Salimos del bosque ya a bastante altura, pudiendo ver a nuestra espalda la Sierra de Malagón y, más lejos, a la derecha, la de la Paramera. Entre ambos, llegábamos incluso a distinguir...

... la cresta del Circo de Gredos.

Al llegar al hombro conocido como Alto del Casetón, pudimos ver a la derecha algunas de las cimas que se alzan en la cabecera y al otro lado de la Garganta de El Espinar: Montón de Trigo y las peñas Bercial y del Águila. Y, entre éstas dos, los Siete Picos flanqueados por las Cabezas de Hierro y la Maliciosa. Bonita colección.

Allí acabó el cortafuegos, ante una pista que tomamos a la izquierda (N), pasando a atravesar horizontalmente la ladera. Al pasar bajo el Puerto de Pasapán,...

... dejamos el carril por la izquierda (N) para ahorrarnos un largo rodeo, remontando directamente la vaguada, aprovechando un claro rastro de se abría paso entre el matorral.

Enseguida llegamos al Puerto de Pasapán, donde tomamos a la derecha (E) la senda balizada (PR) que va por la cuerda.

Ahora sí que disfrutábamos de panoramas abiertos a ambos lados. A la izquierda, la llanura al norte estaba casi cubierta de nubes.

A la derecha, la Garganta de El Espinar, bajo un cordal a través de cuyos collados se adivinaban también los vapores. Al final del valle, la Sierra de Malagón y, más lejos, algo de Gredos.

Al llegar al Pico de Pasapán, una mirada atrás: el Puerto de Pasapán bajo las Peñas de la Majada.

Por delante, una brevísima bajada antes de subir al Oso por un lomo amplio y tendido.

A la derecha, la vista de la Garganta de El Espinar era cada vez mejor.

Tal como parecía, la llanura madrileña estaba ocupada por la niebla, de la que sobresalían las serrezuelas del pie de monte.

Al norte, las nubes parecía que se iban a retirar.

Llegando al Oso, mirada atrás. Se veía ahora el cuenco que abre al norte la Sierra de Quintanar. Girando a la izquierda,...

... la Sierra de Malagón, la Garganta de El Espinar,...

... el mar de nubes sobre Madrid y...

... el Montón de Trigo delante de las cumbres centrales del Guadarrama, incluyendo Peñalara y las Cabezas.

La cresta entre esta cima y la Pinareja es más rocosa y su tramo central y más bajo está...

... jalonado por una serie de canchos que, sin embargo, no ofrecen ninguna dificultad...

... siguiendo los hitos que los rodean por el norte (izquierda). Conducen por una pedrera, pero está tan pisada que se ha formado casi senda. Por cierto, que seguían formándose huecos en las nubes al norte, pero que se cerraban igual que se abrían.

Al pie del cono cimero de la Pinareja, volvimos a la cuerda, para culminar la subida por el cantizal del flanco sur (derecho), pero...

... siempre con toda comodidad.

Al llegar a la cumbre de la Mujer Muerta, se abrió ante nosotros el panorama del Pinar de Valsaín dominado por Peñalara y el segmento más cercano de la Cuerda Larga. Por cierto, que una nube estaba subiendo por las laderas de aquélla.

Al norte, se había despejado la banda de terreno más cercana a la sierra, pero, al fondo, seguían las nubes sobre la meseta.

Al oeste, más allá del Oso y la cresta recorrida, la vista llegaba hasta Gredos y las Parameras.

Siguiendo el giro, la Garganta de El Espinar, por donde íbamos a volver, bajo la Peña del Águila y las siluetas de Abantos y Malagón, destacadas contra el mar de nubes. Para ir a ese valle, comenzamos por descender más a la izquierda (SE), siguiendo...

... siempre la senda hacia el Collado de Tirobarra, que se abre bajo el Montón de Trigo. Detrás, las crestas del nudo central del Guadarrama estaban todavía despejadas. Y digo todavía porque, mientras bajábamos, veíamos a la izquierda,...

... más allá de la Camorca, aquella nube que veíamos trepar por las laderas de Peñalara se estaba comiendo ya la montaña.

Tras esta suave y agradable bajada,...

En Tirobarra, dejamos el PR, girando a la derecha (S) para...

... tomar otra senda que desciende por la vaguada hacia la Garganta. Pero pronto dejó el barranco, girando a la derecha con la ladera y... 

... pasando a atravesar la vertiente del Montón de Trigo en diagonal descendente a través del pinar.

Así llegamos al barranco por donde corre el Río Moros, abierto en varios brazos, que fuimos vadeando hasta llegar al principal, reconocible por los Ojos del Río Moros, que rodeamos por arriba antes de dejar la senda por la derecha (NO) y bajar directamente...

... por la hierba que cubre la ribera. Por cierto, que el manadero no es que sea muy fotogénico.

Unos metros más abajo, encontramos un hito sobre una confluencia, que nos confirmó que íbamos bien. Ahora se trataba de seguir el río y no es que no hubiera senda, es que el camino...

... se dividía en varios brazos por ambas orillas, en general bastante borrosos, sobre todo al principio. Nosotros fuimos siguiendo el que mejor nos parecía.

De vez en cuando, vadeamos la corriente, siempre fácilmente.

A partir del enésimo cruce, el del Arroyo de Tirobarra, el camino se transformó en una pista que, poco después,...

... salimos del arbolado, dejándonos ver la característica doble cima de Cueva Valiente al fondo del valle y...

... la del Oso sobre nosotros. A continuación, vadeamos una corriente anónima y...

... topamos con otra pista mejor, con restos de grava y todo. Era la que recorre la Garganta de El Espinar y la tomamos a la izquierda (SO) para...

... acometer la larga etapa final de la excursión a través del pinar.

Mientras la tarde se cubría de nubes oscuras, nos pegamos al cauce del Río Moros y apareció el asfalto, anunciándonos la cercanía del Puente de la Panera.

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