Y,
volviéndome, las crestas del Recuenco y la Bodera, más allá del corte del Río
Bornova.
A mi
derecha, se iba descubriendo la larga meseta de la Sierra de Pela, con el
característico saliente de la Muela.
El camino
no pasa por la cima de Cabeza Tozano, así que, para visitarla, lo abandoné por
la izquierda (S) cuando me pareció. Concretamente, en esa curva a la derecha.
La ladera
a superar hasta el pico no es empinada ni el matorral que la puebla es denso.
Así, la subida fue cómoda, mientras iba viendo a mi izquierda la característica
pareja de cerros que marcan la situación del pueblo de Atienza.
La cima
del Tozano es tan extensa que estropea un tanto la perspectiva. Por ejemplo, al
este, con las estribaciones meridionales de la Sierra de la Bodera, límite de
la montaña ante la campiña del Henares.
Lo más
impresionante, al sur. La cresta del Alto Rey nevada, pero sin llegar a verse
toda la caída hasta el Río Pelagallinas.
Al este,
la cumbre de esta loma de Majabillares. Para dirigirme a ella, caminé en dirección
al collado más cercano (NO) hasta encontrar el camino del cordal y retomarlo.
Mientras
caminaba por la cuerda, si el terreno a mi derecha era monótono y apagado, al
lado contrario...
... se
elevaba espectacular en el Alto Rey. Ahora sí se veía el fondo del valle y, a
lo lejos, asomaba el boscoso Mojón Cimero, el otro gran núcleo de la sierra.
Durante
el cresteo, pasé varios subibajas, todos cortos y suaves, mientras...
...
dejaba atrás la Cabeza Tozano y...
... me
acercaba a la cumbre de Majabillares, que aparece aquí contra el fondo
magnífico de las nieves del Alto Rey. Como en el anterior pico, en los últimos
metros hube de salirme brevemente del carril por la izquierda (SO) para tocar
hito.
Fue en esos
metros finales cuando me di cuenta de que, al oeste, se habían descubierto la
Sierra de Ayllón. Especialmente, las montañas en torno a las cabeceras del Río
Sorbe y su afluente el Lillas, desde...
... el
Pico Granero a la Buitrera.
En el
Majabillares, pasa como en el Tozano; que la perspectiva que limitada por lo
extenso de la propia culminación. En el arco noreste apenas se ve algo más allá
del lomo previamente recorrido.
Tampoco
al sureste mejora mucho la cosa. Ahí queda Prádena, en el fondo del hoyo que se
adivina.
Al sur el
Alto Rey mostraba sólo la mitad superior. Pero, como sabía que el Majabillares
presenta por ese lado una vertiente muy empinada y rocosa, me acerqué a esa
línea de peñascos que se ve delante y...
... pude
ver no sólo algo del fondo del valle del Pelagallinas, sino la zona más rocosa
del Alto Rey, alrededor del Barranco de la peña del Cuervo.
Al
noroeste, en fin, las nieves de la Sierra de Ayllón contrastando con la más
cercana y apagada de Pela. Más o menos en esa dirección inicié el retorno,
yendo hacia la cuerda hasta dar con el carril de antes, que tomé a la izquierda
(O), pero...
... para
dejarlo enseguida por un desvío mucho más borroso a la derecha (NO). Conviene
ir atento, pues el cruce es eso que se ve (es un decir) en el centro de la
foto.
La
indicación de que iba bien es que, enseguida, se aclaró el camino. Una buena
referencia es que hay que dirigirse hacia la Cabeza de la Sima, que es ese
mogote que se ve a la izquierda del entrante en la ladera de la Sierra de Pela.
Así, el camino llega hasta la linde de un pinar, donde giré a la derecha (E)
para...
... tomar
un carril que va siguiendo la linde y que, con ella, acabó girando a la
izquierda (N) y...
...
descendiendo por la vertiente septentrional.
A mi
derecha, al perder altura, se despejó la perspectiva, llegando a ver los cerros
de Atienza, que pronto perdería de vista al...
...
desembocar este carril en una barrera. Al otro lado, pasaba una pista
horizontal que tomé a la izquierda (SO) para continuar rodeando el bosque. En
la primera curva (ésta), seguí recto por un camino algo peor que...
...
vuelve a bajar junto a los pinos, frente al Mojón Cimero. Esas peñas que se ven
delante, marcan un considerable resalte donde se interrumpe el carril. Evité el
accidente por el norte (derecha), siguiendo...
... unos
hitos que señalaban el paso y me devolvieron...
... al
carril a los pocos metros. Acabé la bajada...
... en el
fondo de un barranco, donde mi camino desembocó en otro, que seguí a la
izquierda (S), para pasar a rodear el monte de Majabillares por el oeste.
Por este
nuevo carril, caminé un trecho junto a un torrente bajo los pinos, antes de...
... salir
de nuevo al descubierto, a la altura de la confluencia con el Río Pelagallinas
y frente al Alto Rey. Ahí, el carril se transformó en una senda estrecha. Poco
después, doblé un morro, girando a la izquierda con el valle, en...
... las
ruinosas majadas de La Gustariega. A partir de ahí, el camino pasó a ostentar
las marcas rojiblancas de los GR y no me quedaba más que descender el curso del
Pelagallinas, bajo el cordal que antes había recorrido. De hecho, se aprecian
aquí, a la izquierda, las dos cimas visitadas.
Caminaba
la vertiente septentrional de la cresta del Alto Rey, que...
... iba variando
de aspecto con el desplazamiento y...
... el
paso de los sucesivos lomos y canales.
Mirando
atrás, veía cada vez más lejos La Gustariega, hasta...
... doblar
otro lomo entrar en el cóncavo de Valgrande, donde hay un numeroso grupo de cabañas
y corrales ruinosos.
Luego,
apareció por la boca del barranco el característico Mojón Gordo, que marca el
extremo oriental de la Sierra del Alto Rey y, por tanto, la cercanía de
Prádena. En el siguiente morro,...
... una
mirada final a la cresta, concretamente al tramo de las peñas de los Rollos y
el Mediodía y...
... otra
atrás, al valle del Pelagallinas encajado entre el Alto Rey y Majabillares,
pues...
... un
momento después entré en el robledal. Al mismo tiempo, la senda se transformó
en un ancho camino entre campos. Ya se olía el pueblo. A la vista de las
primeras casas, un desvío a la derecha (SE) baja a...
...
vadear el río por un paso equipado con bloques, junto a un salto de agua. Pero,
ese día, un palmo de agua cubría las piedras y me pareció más prudente volver
al camino, que acaba igualmente en el pueblo y, aunque con un pequeño rodeo,
permite llegar al aparcamiento con los pies secos.
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