Majabillares (1.487)

ASCENSIÓN DESDE PRÁDENA DE ATIENZA

CRESTEO CON LA CABEZA TOZANO (1.454)

Majabillares es el nombre que recibe una loma que corre paralela al norte de la cresta más alta de la Sierra del Alto Rey, cerca del extremo oriental del Sistema Central. De altitud modesta, relieve suave, formas redondeadas y con pueblos y carreteras muy poco por debajo de su culminación, sus atractivos son fundamentalmente visuales. Si por un lado se eleva la abrupta cara norte del Alto Rey, al otro se extienden los páramos que rodean las amesetadas sierras de Pela y Baraona. Un rincón un tanto olvidado por la actividad montañera (hay rutas senderistas en las inmediaciones, pero ninguna sube a la cresta), pero que merece al menos una visita.

La ruta consiste en recorrer el breve cordal de Majabillares, usando para subir y bajar los dos accesos más sencillos a las cimas de sus extremos.

Las casas de Prádena de Atienza al pie de Cabeza Tozano, extremo oriental de la loma de Majabillares

SITUACIÓN:

  • Zona: Macizo de Ayllón (Sistema Central)
  • Unidad: Sierra del Alto Rey
  • Base de partida: Prádena de Atienza (Guadalajara)
ACCESO: Prádena de Atienza es una población Guadalajareña, situada en el noroeste de la provincia, entre las estribaciones septentrionales de la Sierra del Alto Rey. La ruta parte del aparcamiento que hay a la entrada del pueblo y que los buscadores nombran como Inicio Circular por el Alto Rey. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen a ese lugar en el siguiente link a GoogleMaps.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 1.135 / 1.487
  • Mi tiempo efectivo: 3h27
  • Mi tiempo total: 4h13
  • Dificultades: Ninguna. Itinerario por caminos o terreno cómodo.
  • Track para descargar en Wikiloc
Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: Salir de Prádena de Atienza por el camino que se dirige al norte, a las Majadas del Picocho. Pasados los corrales, cuando la vía cruza un torrente, dejarla por la izquierda (O), por el carril que remonta la loma. Cuando éste pasa más cerca de la cima de Cabeza Tozano, dejarlo por la izquierda (SO) para visitarla. De vuelta en el camino, continuar por la cuerda al oeste, abandonándolo de nuevo por la izquierda (SO) a la altura de la cima de Majabillares, que el carril también evita.

De vuelta en el camino de la cuerda, continuar un poco más al oeste, yendo atentos para tomar una senda menos marcada que sale a la derecha (NO) y desciende por la vertiente norte hasta desembocar en un carril transversal a la pendiente, que va recorriendo la linde de un pinar. Tomarlo a la derecha (E) e ir girando con el mismo, siguiendo siempre el límite de los pinos. Al desembocar en una pista horizontal cerrada con barrera, tomarla a la izquierda (SO) y continuar rodeando el bosque. Al dar con otro camino en Mojón Blanco, nuevamente igual (S) y así hasta las ruinosas majadas de La Gustariega. Allí, se gira otra vez (E) para entrar en el cañón del Río Pelagallinas y descenderlo por senda balizada hasta regresar a Prádena de Atienza.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: Bonita y variada ruta de senderismo, pero con ascensión a una cima bajita, pero con cierta relevancia y muy panorámica. El itinerario está sin balizar la mayor parte del tiempo y, a las dos cimas visitadas no llegan senda ni hitos; pero no creo que planteen ningún problema a cualquier andarín inquieto. Un buen sitio para disfrutar de la belleza y la tranquilidad, lejos de lugares muy transitados. Como ya comenté antes, ésta no es ninguna de las rutas señalizadas que salen de Prádena, aunque toma de ellas el recorrido por el cañón.

RELATO GRÁFICO:

Tras aparcar a la entrada del pueblo, lo primero es atravesarlo hacia el noreste. Al salir de las casas, se podía ver atrás la parte más cercana de la cresta del Alto Rey.

Luego, pasé junto a una ermita y abandoné Prádena por una pista que, tras una bajada a cruzar un arroyo, sube a un modesto alto, llevando a la izquierda...

... la Cabeza Tozano, primer objetivo del día y cuya cima asomaba sobre los robles.

Al llegar a lo alto de la cuesta, el camino se encontró con una carretera, que seguía la izquierda (N), pasando a caminar por el altiplano donde se encuentran las Majadas del Picocho y un inesperado campo de fútbol.

Pasado todo eso, cuando la carretera gira para cruzar un arroyo, la dejé por un desvío a la izquierda (NO), que se encarama a la loma inmediata, donde hay otro cruce, en el que giré a la izquierda (O) para...

... remontarla por el carril que recorre la cuerda. Ahora, se veía ya con toda claridad la cima de la Cabeza Tozano a la izquierda.

Y, volviéndome, las crestas del Recuenco y la Bodera, más allá del corte del Río Bornova.

A mi derecha, se iba descubriendo la larga meseta de la Sierra de Pela, con el característico saliente de la Muela.

El camino no pasa por la cima de Cabeza Tozano, así que, para visitarla, lo abandoné por la izquierda (S) cuando me pareció. Concretamente, en esa curva a la derecha.

La ladera a superar hasta el pico no es empinada ni el matorral que la puebla es denso. Así, la subida fue cómoda, mientras iba viendo a mi izquierda la característica pareja de cerros que marcan la situación del pueblo de Atienza.

La cima del Tozano es tan extensa que estropea un tanto la perspectiva. Por ejemplo, al este, con las estribaciones meridionales de la Sierra de la Bodera, límite de la montaña ante la campiña del Henares.

Lo más impresionante, al sur. La cresta del Alto Rey nevada, pero sin llegar a verse toda la caída hasta el Río Pelagallinas.

Al este, la cumbre de esta loma de Majabillares. Para dirigirme a ella, caminé en dirección al collado más cercano (NO) hasta encontrar el camino del cordal y retomarlo.

Mientras caminaba por la cuerda, si el terreno a mi derecha era monótono y apagado, al lado contrario...

... se elevaba espectacular en el Alto Rey. Ahora sí se veía el fondo del valle y, a lo lejos, asomaba el boscoso Mojón Cimero, el otro gran núcleo de la sierra.

Durante el cresteo, pasé varios subibajas, todos cortos y suaves, mientras...

... dejaba atrás la Cabeza Tozano y...

... me acercaba a la cumbre de Majabillares, que aparece aquí contra el fondo magnífico de las nieves del Alto Rey. Como en el anterior pico, en los últimos metros hube de salirme brevemente del carril por la izquierda (SO) para tocar hito.

Fue en esos metros finales cuando me di cuenta de que, al oeste, se habían descubierto la Sierra de Ayllón. Especialmente, las montañas en torno a las cabeceras del Río Sorbe y su afluente el Lillas, desde...

... el Pico Granero a la Buitrera.

En el Majabillares, pasa como en el Tozano; que la perspectiva que limitada por lo extenso de la propia culminación. En el arco noreste apenas se ve algo más allá del lomo previamente recorrido.

Tampoco al sureste mejora mucho la cosa. Ahí queda Prádena, en el fondo del hoyo que se adivina.

Al sur el Alto Rey mostraba sólo la mitad superior. Pero, como sabía que el Majabillares presenta por ese lado una vertiente muy empinada y rocosa, me acerqué a esa línea de peñascos que se ve delante y...

... pude ver no sólo algo del fondo del valle del Pelagallinas, sino la zona más rocosa del Alto Rey, alrededor del Barranco de la peña del Cuervo.

Al noroeste, en fin, las nieves de la Sierra de Ayllón contrastando con la más cercana y apagada de Pela. Más o menos en esa dirección inicié el retorno, yendo hacia la cuerda hasta dar con el carril de antes, que tomé a la izquierda (O), pero...

... para dejarlo enseguida por un desvío mucho más borroso a la derecha (NO). Conviene ir atento, pues el cruce es eso que se ve (es un decir) en el centro de la foto.

La indicación de que iba bien es que, enseguida, se aclaró el camino. Una buena referencia es que hay que dirigirse hacia la Cabeza de la Sima, que es ese mogote que se ve a la izquierda del entrante en la ladera de la Sierra de Pela. Así, el camino llega hasta la linde de un pinar, donde giré a la derecha (E) para...

... tomar un carril que va siguiendo la linde y que, con ella, acabó girando a la izquierda (N) y...

... descendiendo por la vertiente septentrional.

A mi derecha, al perder altura, se despejó la perspectiva, llegando a ver los cerros de Atienza, que pronto perdería de vista al...

... desembocar este carril en una barrera. Al otro lado, pasaba una pista horizontal que tomé a la izquierda (SO) para continuar rodeando el bosque. En la primera curva (ésta), seguí recto por un camino algo peor que...

... vuelve a bajar junto a los pinos, frente al Mojón Cimero. Esas peñas que se ven delante, marcan un considerable resalte donde se interrumpe el carril. Evité el accidente por el norte (derecha), siguiendo...

... unos hitos que señalaban el paso y me devolvieron...

... al carril a los pocos metros. Acabé la bajada...

... en el fondo de un barranco, donde mi camino desembocó en otro, que seguí a la izquierda (S), para pasar a rodear el monte de Majabillares por el oeste.

Por este nuevo carril, caminé un trecho junto a un torrente bajo los pinos, antes de...

... salir de nuevo al descubierto, a la altura de la confluencia con el Río Pelagallinas y frente al Alto Rey. Ahí, el carril se transformó en una senda estrecha. Poco después, doblé un morro, girando a la izquierda con el valle, en...

... las ruinosas majadas de La Gustariega. A partir de ahí, el camino pasó a ostentar las marcas rojiblancas de los GR y no me quedaba más que descender el curso del Pelagallinas, bajo el cordal que antes había recorrido. De hecho, se aprecian aquí, a la izquierda, las dos cimas visitadas.

Caminaba la vertiente septentrional de la cresta del Alto Rey, que...

... iba variando de aspecto con el desplazamiento y...

... el paso de los sucesivos lomos y canales.

Mirando atrás, veía cada vez más lejos La Gustariega, hasta...

... doblar otro lomo entrar en el cóncavo de Valgrande, donde hay un numeroso grupo de cabañas y corrales ruinosos.

Luego, apareció por la boca del barranco el característico Mojón Gordo, que marca el extremo oriental de la Sierra del Alto Rey y, por tanto, la cercanía de Prádena. En el siguiente morro,...

... una mirada final a la cresta, concretamente al tramo de las peñas de los Rollos y el Mediodía y...

... otra atrás, al valle del Pelagallinas encajado entre el Alto Rey y Majabillares, pues...

... un momento después entré en el robledal. Al mismo tiempo, la senda se transformó en un ancho camino entre campos. Ya se olía el pueblo. A la vista de las primeras casas, un desvío a la derecha (SE) baja a...

... vadear el río por un paso equipado con bloques, junto a un salto de agua. Pero, ese día, un palmo de agua cubría las piedras y me pareció más prudente volver al camino, que acaba igualmente en el pueblo y, aunque con un pequeño rodeo, permite llegar al aparcamiento con los pies secos.

Comentarios