La Mira (2.343)

ASCENSIÓN DESDE HOYOS DEL ESPINO

GARGANTAS DE LOS CONVENTOS Y LA TARAYUELA

La Mira culmina la Sierra del Arenal, segmento de Gredos que se extiende entre los puertos de Candeleda y el Pico, dominando el valle del mismo nombre. De hecho, es la cima más alta y destacada de la sierra al este del Circo de Gredos. Es una montaña muy asimétrica, pues, mientras que la vertiente sur se levanta como un abrupto frontón entre las crestas del Raso y los Galayos, la norte es suave y sólo rompen la monotonía de las laderas unas pocas gargantas, anchas y tendidas entre lomas redondeadas. Si bien este pico es para mucha gente un segundón de Gredos, por su facilidad de ascensión y el amplio panorama que evoca su nombre, es una de las cumbres más visitadas del Sistema Central, en competencia incluso con el Almanzor o Peñalara.

La ruta consiste en subir y bajar de la cumbre por las dos principales gargantas que se abren en la vertiente norte de la montaña, tributarias ambas de la de la Covacha, que baja del Puerto del Peón y por la que nos aproximaremos a aquéllas desde el punto de partida en el Collado de las Juntas.

La Mira muestra, desde el norte, los cóncavos la Hoya del Cura, a la izquierda, y la Garganta de los Conventos

SITUACIÓN:

  • Zona: Sector Principal de Gredos (Sistema Central)
  • Unidad: Sierra del Arenal
  • Base de partida: Hoyos del Espino (Ávila)
ACCESO: Hoyos del Espino es una población abulense situada en el sur de la provincia, en el alto valle del Tormes y frente a la vertiente norte de las crestas más altas de Gredos. La ruta parte del Collado de las Juntas, marcado en Google como Parking Km6 Plataforma Gredos, situado sobre la carretera de la Plataforma de Gredos, a medio camino entre el pueblo y ésta. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen hasta allí en el siguiente link a GoogleMaps.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 1.543 / 2.343
  • Mi tiempo efectivo: 5h01
  • Mi tiempo total: 6h37
  • Dificultades: Muy fácil, en las condiciones del día (nieve blanda, con poco espesor (<30 cm), continua por encima de la cota 2.000). Pendientes de nieve suaves, que sólo alcanzan puntualmente los 30º. Algunas superaciones de bloques en que hay que ayudarse de las manos y algo de terreno ligeramente incómodo, sin senda y con matorral no muy cerrado. Un par de vadeos que requieren atención y cuidado.
  • Track para descargar en Wikiloc
Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: Desde el Collado de las Juntas, tomar la pista que sale en dirección sur y remontar por ella la Garganta de la Covacha. A la altura de la confluencia con la Garganta de los Conventos, dejar el camino por la derecha (SO), cruzar el cauce y remontar ese nuevo barranco hasta alcanzar la cuerda de la sierra. Durante esta subida, según la cantidad de nieve, habrá que afrontar algunos pasajes escabrosos por bloques y, en los metros finales de esta subida las mayores pendientes de nieve (30º). Una vez sobre el cordal, girar a la izquierda (SE) y seguirlo hasta la cumbre de La Mira.

Para regresar, seguir el cordal al norte y luego al este, hasta El Cambrional. Girar a la izquierda (NE) y bajar por la Garganta de la Tarayuela u Hoya del Cura, con trechos incómodos por matorral y cantos si la nieve no la cubre en su integridad. Al llegar a la confluencia con la Garganta de la Covacha, cruzarla y tomar a la izquierda (NO) el camino que sigue su orilla derecha para regresar al Collado de las Juntas.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: Ruta técnicamente sencilla y físicamente asequible a un estupendo mirador del tramo medio del Sistema Central. Creo que éste es el itinerario más atractivo, sea invierno o verano, desde el norte. Pese a ello, no es una ruta muy habitual. Aparte de las rutas de la Apretura y la del cordal desde la Plataforma, saliendo de las Juntas lo más usual es remontar la Garganta de la Covacha hasta el Puerto del Peón. De hecho, aunque hay hitos en las dos gargantas que recorrí, nunca he encontrado a nadie en ellas durante mis varias visitas. Otra cosa es la cima, donde estar solo es como para apuntar la fecha.

Me estuve pensando si considerar esta actividad invernal o no, pues había nieve, pero no mucha. Decidí la primera opción, ya que se encuentran las mismas pendientes máximas que con la nieve cubriendo todo el itinerario. Por otro lado, hay pasajes incómodos o escabrosos por roca y matorral, que en invierno no están; así que igual cabría llamarla semiinvernal o mixta, ya que reúne las dificultades ambas estaciones. En mi opinión, en condiciones invernales puras es cuando resulta más sencillo; en 2009, salimos con los pinchos puestos del Collado de las Juntas y tardamos media hora menos en completar la ruta. Precisamente, he incluido dos fotos de esa jornada para que se aprecie el aspecto de las gargantas con más nieve.

La parte alta de la Garganta de los Conventos es un amplio circo con varios tubos y lomos, todos de pendiente moderada y cómodamente transitables cuando la nieve cubre los canchales y el matorral. Esta vez, empezando la nieve bastante arriba, escogí superar esa cabecera por lomo en lugar de tubo para transitar por terreno más despejado y, de paso, tener mejores vistas. Respecto a la Hoya del Cura, es un barranco más estrecho y empinado, por donde la bajada es rápida con nieve e incómoda, pero no en exceso, cuando ésta acaba.

Quizá los puntos más delicados de la ruta son los cruces de torrente (otra cosa que te puedes ahorrar, o al menos facilitar, con más nieve). Tanto a la subida como a la bajada, hay que vadear la Garganta de los Conventos cerca de sendas confluencias. Hay que recordar la regla en esos casos: siempre por arriba, antes de que se sumen los dos caudales. Y no hacer mucho caso a los hitos, fiarse más de los propios ojos, pues no siempre encontraremos el agua en las mismas condiciones que el que puso las señales.

Este itinerario es un ejemplo más de que, yendo debidamente equipados y con una preparación técnica adecuada, muchas veces las rutas pueden ser más fáciles, cómodas, agradables, etc. en condiciones invernales. Cuando la nieve cubre canchales y monte bajo, el terreno se convierte en una alfombra; y, si está dura y no te hundes, mejor. Y, además, es más bonito.

RELATO GRÁFICO:

Comencé a caminar por la pista que sale del Collado de las Juntas hacia el sureste, señalizada como PR AV-18 con las conocidas señales blancas y amarillas en estacas de madera. Al fondo, con nieve, pero bastante menos de la que esperaba y hubiera deseado, veía el ancho cóncavo superior de la Garganta de los Conventos. Tras un corto llaneo,...

... perdí algo de altura para entrar en la Garganta de la Covacha, que sube al Puerto del Peón.

Siguiendo las señales, al empezar a ganar altura de nuevo, dejé la pista por una senda que sale a la derecha (E),...

... cruza un torrente por este curioso puente y...

... continúa remontando la garganta a cierta altura por la ladera oriental. Poco a poco, fui descubriendo la boca de la Garganta de los Conventos; al llegar a su altura, puede ver...

... la confluencia de torrentes a mi derecha (SO) y, dejando el camino, bajé hacia allí, a fin de vadearla aguas arriba.

Bajaba la Garganta de la Covacha bastante crecida y el paso en seco no estaba fácil. Encontré este sitio, que me pareció mejor, un poco por encima, 20 ó 30 metros, de donde marcaban los hitos. Una vez al otro lado, remonté un terraplén y salí a...

... una amplia terraza herbosa, adosada a la ladera oriental, donde reencontré los hitos; es más había hasta traza.

A cierta altura sobre el torrente, fui...

... ascendiendo suavemente por el barranco, con mucha comodidad. Mirando atrás, iba poco a poco descubriendo las Parameras.

Al ir llegando al cuenco superior, fui confirmando que, efectivamente, iba a pisar mucha menos nieve de lo previsto. Por ello, escogí para subir el ancho lomo rocoso que se ve entre los dos tubos, en vez de...

... el de la izquierda, en sombra en la foto, por donde ascendí con Alfredo la vez pasada. Nada que ver ¿eh?

Para empezar esta tercera parte de la ruta, al llegar ante el torrente principal, lo fui remontando hasta encontrar...

... un rellano entre cascadas cómodo para cruzar. Como consuelo, con más nieve, me hubiera perdido esto.

Escogí éste, que tampoco era el marcado por los hitos, sino el inmediatamente superior. En la otra orilla, giré a la izquierda para...

... encaramarme al lomo, que se veía  regular y despejado. Reencontré hitos, pero, desde aquí, no les hice mucho caso y...

... preferí ir por donde más claro vi. Al dar de nuevo vista al torrente, giré a la derecha y comencé una subida más empinada...

... primero por una mezcla de bloques  y neveros con...

... algo de matorral, todo bastante llevadero. Aunque algún que otro canto tuve que ayudarme de las manos para superarlo.

Mirando atrás, se iba extendiendo el panorama, mientras...

... que, a la izquierda, podía ver ya la parte más abrupta de la garganta.

Hacia los 2.000 m de altitud, encontré nieve casi continua. Aunque estaba blanda, el poco espesor y...

... las pendientes suaves me permitieron una progresión cómoda. Cuando la tuve a la vista, me dirigí directamente a una cima aparente (es la cota 2.316 del mapa, antecima occidental de La Mira por la que luego pasaría). Pero, al darme cuenta de que la nieve era más consistente, casi dura, girando a la derecha para...

... ir directamente a la cuerda, así lo hice. La pendiente llegó a 30º en los metros finales, pero, a cambio, era más cómodo andar.

Una mirada atrás antes de culminar y encontrarme con...

... la cresta del Circo de Gredos (¡Guau!), así como la senda que recorre el cordal. Tomándola a la izquierda (E)... 

... me dispuse a superar los cien metros de desnivel que me separaban de la cumbre. Primero, un lomo ancho y suave, que me llevó hasta aquella antecima a la que hice antes referencia. Desde ella,...

... la cuerda del Raso, que va al sur a la Cabeza del Cervunal, con el valle del Tajo al fondo, casi invisible. Y, naturalmente, más a la izquierda,...

... la cumbre, al extremo de otro corto tramo de cuerda, aún más tendida y suave que antes.

Al culminar La Mira, se descubre al otro lado la cresta de Los Galayos, con las estribaciones del Gredos oriental al fondo.

Al sur, la Cabeza del Cervunal ante un impreciso valle del Tajo.

Al este, la magnífica visión del sector del Circo de Gredos, con el Almanzor, la Galana y Cabeza Nevada culminando el conjunto.

En el arco norte, la extensión de la cima estropea un tanto la perspectiva hacia las Parameras. Tampoco, a la derecha, se ve muy bien la continuación de la cuerda al este.

Comencé al retorno descendiendo al norte, hacia el collado de Los Pelaos, por...

... una suave rampa nevada.

De la horcada, desde donde podía ver así el Gran Galayo, salí hacia...

... la derecha (NE) para continuar por el amplio cordal.

Más adelante, una mirada atrás, para ver otra perspectiva del Gran Galayo sobre la Canal Seca.

Más abajo, la cabecera del Río Arenal.

En un modesto hombro llamado El Cambrional convergen dos gargantas. Allí, dejé a la izquierda la de Los Conventos y...

... continué recto (NE) para descender por la de La Tarayuela, que baja hacia la Hoya del Cura. Primeramente, por un nevero de moderada pendiente, al cabo del cual...

... encontré una senda pedregosa que me permitió pasar con relativa comodidad entre el matorral.

Cuando el caminillo empieza a subir, lo dejé por la izquierda (N) para...

... descender directamente a través de un monte bajo no muy cerrado. De vez en cuando, vi algún hito, pero no creo que merezca la pena empeñarse en seguirlos.

Así, por terreno incómodo, acabé llegando al torrente, ya bastante abajo, cuando el terreno...

... se abre y pierde pendiente. Además, en los márgenes, había una banda de hierba y canto, mejor para caminar. Por aquí, reaparecieron los hitos, cuando menos falta hacían. Pero tampoco esta bajada fue cómoda del todo, pues incluía una sucesión de escalones.

Mucho más cómodo con la nieve cubriendo los matojos y absorbiendo los resaltes.

Al menos, en esos pasos incómodos, el agua formaba saltos que me amenizaron el descenso.

Al pasar ante la Laguna del Cura, crucé el torrente para acercarme a la misma. Tras rodearla por la derecha, retomé...

... el descenso, por una rampa de hierba entre cantos y matorral dispersos. Al otro lado, veía ya el camino que iba buscando.

Antes, tocó otro vadeo no del todo fácil. Como en ocasiones anteriores, pasé de los hitos para ir a cruzar sucesivamente, justo por encima de la confluencia, los chorros de las gargantas de la Tarayuela y la Covacha.

Ya en la otro orilla, una mirada de despedida a la Hoya del Cura, antes de...

... girar a la izquierda (NO) para descender por la senda de la Garganta de la Covacha, la misma del principio de la excursión, que no tuve más que seguir para...

... volver a pasar ante la Garganta de los Conventos y...

... reencontrar la pista que me llevó de vuelta al Collado de las Juntas.

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