Croquis
de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH
COMENTARIOS: Hubo que
esperar al mes de abril para poder realizar, esta temporada, una ruta invernal
como dios manda. Este itinerario transcurre por el sector meridional de tubos
de Peñalara; una parte del macizo poco frecuentada (para lo que es esta sierra)
y muy bonita. Guarda incluso algunas perspectivas que pueden sorprender incluso
al que conozca la montaña, si no ha entrado antes por este cóncavo. Por cierto,
que esa forma de la ladera hace que la vertiente bajo la Hermana Menor tenga
orientación noreste y, al subir temprano, suele estar helada; algo a tener en
cuenta con el equipo y que puede ser una ventaja en días calurosos, como éste.
Ciertamente, la vía acaba en la Hermana Menor, pero nos daba no sé qué no ir a
visitar la cumbre del Guadarrama estando tan cerca. Eso sí, si habíamos estado
en total soledad (nadie a la vista, ni al oído) desde que dejamos la ruta al
Zabala para ir al tubo, tras salir de éste, no paramos ya de encontrarnos
gente; unos subiendo y otros bajando. Más que una procesión... ¡dos!
RELATO GRÁFICO:
Como
mandan los cánones, y más si el día se anuncia caluroso, como era el caso,
salimos tempranito del Puerto de Cotos, por...
... el
amplio y magnífico camino del parque, que comienza remontando al noreste el
pinar.
Ya con
los pinos clareando, dejamos de lado el desvío a la derecha que va a la Hoya de
la Laguna Grande y, enseguida, salimos del bosque al matorral. A nuestra
espalda, se descubrió la Cuerda Larga, desde las Guarramillas, pasando por...
... las
Cabezas de Hierro, hasta su extremo oriental en la Najarra.
Tras un
trecho de subida un poco más empinada en lazadas, aparecieron a nuestra
derecha la hermana Mayor y la cumbre de Peñalara y, un momento después,...
...
llegamos a una segunda bifurcación. Aquí, giramos a la derecha (N) para tomar
el Camino del Zabala, que...
...
atraviesa horizontalmente la ladera hacia el refugio, pasando sobre...
... la
parte baja de la Hoya de la Laguna Grande, más allá de la cual veíamos las
crestas de Ayllón en el horizonte.
Cuando la
ladera a nuestra izquierda se abrió un gran cóncavo de fondo plano, dejamos el
camino (NO) y lo atravesamos. Para remontar luego la pendiente, no comenzamos
por el eje del barranco, sino que seguimos unas huellas viejas de raquetas que
había a la izquierda. Pero, como nos hundíamos igual que sin ellas, no tardamos
en desplazarnos a la derecha y...
...
completar la subida, lógicamente, por el fondo de la vaguada. Aquí encontramos
la mayor pendiente hasta el momento, pero todavía bastante por debajo de los
30º.
Al llegar
al pie de un gran cancho, viramos muy ligeramente a la derecha, con el terreno,
rodeándolo por debajo.
Enseguida,
nos encontramos ante la Hoya de las Dos Hermanas, dominada por la Mayor. No
bajamos a ella, sino que,...
... sin
apenas cambiar de dirección, proseguimos rodeando el roquedo, manteniendo ahora cota,
hasta ver abrirse a la izquierda...
... una pala de nieve con los tubos de la
Hermana Menor en lo alto. El escogido para la ocasión, el central, es el de la
izquierda de los tres que se ven. Nos dirigimos directamente al mismo (SO),
encarando la rampa que, ya de principio, superaba los 30º y...
... se
fue empinando gradualmente, como se puede apreciar en estas miradas a
izquierda y...
...
derecha, donde la cumbre de Peñalara, que se había ocultado, volvió a aparecer.
También
la nieve iba estando más dura. Superados unos 50 m de desnivel y con la
pendiente ya en los 40º, entramos en...
... el
tubo propiamente dicho, que tendrá otro tanto de altura y donde ya encontramos
hielo mientras llevamos ese roquedo a la derecha. Por encima del mismo, el
acúmulo de nieve se empinaba hasta los 45º, incluso algo más, y acabamos derivando
a la derecha, pues...
... me
pareció que era más cómoda la salida por encima del espolón.
Al ceder
la pendiente, aparecieron a nuestra izquierda las Cabezas de Hierro.
Aún nos
quedaban unos metros, ya muy suaves, hasta la cima de la Hermana Menor, camino
de la cual atravesamos la senda de la ruta normal, que va por el cordal.
Al
culminar esta modesta punta, aparecieron, al otro lado, al oeste, Segovia en
medio de la llanura y...
... el
nudo central de Guadarrama: Siete Picos, junto al Montón de Trigo y la Mujer
Muerta. Y, sobre todo ello, Gredos blanqueando el horizonte.
Al sur,
se veía ahora una perspectiva más amplia de las Cabezas, junto con Valdemartín y las Guarramillas.
Pero la
cumbre nos esperaba al otro lado, al noreste, y a ella nos dirigimos siguiendo
la cuerda, ancha, suave, y recorrida por un cómodo camino. Tras una pequeña
bajada, rodeamos la Hermana Mayor por la izquierda y...
...
pasamos por el Collado de la Laguna antes de...
...
acometer el prologada y tendido ascenso final, donde empezamos a encontrar
algunas personas, tras la soledad en que había transcurrido la subida por el
tubo.
El
panorama agreste a la derecha, contrastaba con...
... la
verde planitud ilimitada del otro lado.
Mirando
atrás, el paisaje se iba haciendo maravilloso y, a cierta altura, se pudo
constatar que ambas Hermanas, tan impresionantes desde abajo, son poco más que
meros bultos en el cordal.
Con tanta
belleza a la vista, casi no nos dimos cuenta de que llegábamos a la cima de
Peñalara.
Repasando
el horizonte, al sur podíamos ver el grupo que forman Guarramillas, Valdemartín
y Cabezas de Hierro, a la izquierda del cual...
... la
Cuerda Larga se aplana hasta su otro extremo en la Najarra. Siguen luego las
suaves lomas de la Morcuera y...
...
Mondalindo sobre el Valle del Lozoya. Al fondo, las crestas de Ayllón quebraban
el horizonte oriental, destacando a la izquierda...
... la
Sierra de Ayllón propiamente dicha, con el tres Provincias, el Lobo y el Cerrón
bien reconocibles.
Siguiendo
la vuelta, encontramos el cordal principal del Guadarrama, que se proyecta al
norte, y, al otro lado del mismo,...
... la
llanura de Castilla la Vieja. Por cierto, ese cartel lleva ahí, a más de 2.400
m de altitud y aguantando de todo, desde, al menos, mi primera ascensión en
1988. Buena madera.
Al
suroeste, sobre la masa chaparra de Peña Citores, se extendían los Siete Picos,
la peña del Águila, el Montón de Trigo y la Mujer Muerta. Más lejos aún,
Gredos, donde destacaban, por encima de...
... la
cima de la Peña del Águila, la mole aislada de la Sierra del Cabezo y, más a la
derecha,...
... ésta
sobre el Montón de Trigo, la crestería del Circo de Gredos. El Almanzor y la
Cabeza Nevada se distinguían perfectamente. Esta vez, hubo suerte con la
claridad de la atmósfera.
Iniciamos
el camino de retorno volviendo por donde habíamos llegado.
Al paso
por el collado entre las Hermanas, nos fijamos en la vertiente por donde
habíamos subido. A la izquierda del cancho más grande que hay en la vertical de
la cima de Valdemartín se ve el roquedo alargado que delimita el tubo central
por la derecha; es más,...
... se
llegaban a distinguir nuestras huellas, subiendo desde abajo, despareciendo
tras dicho roquedo y volviendo a aparecer por encima, superando la fuerte
pendiente del final. Pasando por el lugar en que habíamos salido de la vía,...
... nos
asomamos un poco, pero no había buena perspectiva hacia abajo. Pero sí esta
bonita vista de Peñalara sobre (un trocito de) la Laguna Grande y el Refugio
Zabala, con Ayllón y el Valle del Lozoya al fondo.
En fin;
siguiendo el camino, sin volver a pisar la cima de la Hermana Menor,
descendimos por la Loma de Dos Hermanas, frente a las Guarramillas.
En los
zigzags que hace el carril, íbamos dando vista alternativamente a este y...
...
oeste.
Así,
llegamos al desvío del Zabala, donde cerramos la ruta y desharíamos camino
hasta regresar al puerto. Desde allí, nos despedimos cortésmente de la cumbre,
pues...
... no
tardaríamos en entrar en el bosque, desde donde no saldríamos hasta...
...
llegar a Cotos.
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