Peña Lindera (2.122)

ASCENSIÓN DESDE LA HOYA DE SAN BLAS

POR EL LOMO SE DEL ASÓMATE DE HOYOS Y EL COLLADO DE LA VENTANA

La Peña Lindera es un vistoso apilamiento de bloques que se alza en el breve cordal que une La Pedriza a la Cuerda Larga. Aunque se trata de una cima modesta, cuya prominencia no llega a 30 metros, es relevante por su situación y, además, supera los 2.000 de altitud. Lógicamente, al estar en medio de esas dos unidades orográficas, desde lo alto del cancho se disfruta de unas hermosas vistas y, de paso, al aproximarnos, pasaremos por parajes variados y bonitos.

Aunque pudiera no parecerlo, remontar el lomo suroriental del Asómate de Hoyos es la manera más lógica y sencilla de acceder a la Peña Lindera desde el este. Luego, para regresar, me dirigí a la Pedriza y recorrí su cresta hasta dar con la senda mejor para bajar a la Hoya de San Blas, que parte del Collado de la Ventana.

La Peña Lindera, entre los riscos más altos de la Pedriza y el Asómate de Hoyos, vistos desde el este

SITUACIÓN:

  • Zona: Cuerda Larga - Sierra de la Morcuera (Sistema Central)
  • Unidad: Cuerda Larga
  • Base de partida: Soto del Real (Madrid)
ACCESO: El Aparcamiento Hueco de San Blas es una base de excursión situada sobre el Arroyo del Mediano, a los pies de la cara este de la Pedriza de Manzanares y el extremo oriental de la Cuerda Larga del Guadarrama. Se encuentra en el término municipal de Manzanares el Real (por metros), aunque se accede al mismo desde el pueblo de Soto del Real, al cabo de unos 6 km de pista en estado mediocre, pero todavía apta para pasar con un turismo (con cuidado) en verano de 2024. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen hasta allí en el siguiente link a GoogleMaps.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 1.141 / 2.122
  • Mi tiempo efectivo: 5h25
  • Mi tiempo total: 7h14
  • Dificultades: F. Trepada de I grado, totalizando unos 10 metros de altura, en el acceso a cumbre, más varios pasos cortos de similar dificultad durante el recorrido por la cresta de la Pedriza. Terreno sin senda con matorral bastante denso y cantos incómodos en la mitad superior del lomo SE del Asómate de Hoyos.
  • Track para descargar en Wikiloc
Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: A partir del Aparcamiento Hoya de San Blas, continuar caminando por la pista (Senda de la Avutarda) hasta que cruza el lomo SE del Asómate de Hoyos. Girar a la izquierda (NO), para tomar el ancho carril que lo remonta y, cuando acaba, seguir por la cuerda, superando terreno incómodo. Más o menos a la altura del collado entre la Peña Lindera y el Asómate de Hoyos, derivar a la izquierda (SO) para atravesar la ladera bajo unos canchos hacia ese otro cordal. Al llegar al mismo y encontrar la senda que sigue la cuerda, tomarla a la izquierda (S) para llegar al pie de la Peña Lindera (F) y alcanzar su cima mediante una trepada (I) por su flanco oriental (izquierdo).

Proseguir recorriendo la cuerda al sur hasta el Collado de Matasanos, sobrepasarlo y, al dar con la Senda Termes (PR), tomarla a la izquierda (SE) para recorrer la cresta de la Pedriza Posterior hasta el Collado de la Ventana. Como la vez anterior, pasado el punto más bajo, buscar a la izquierda (NE) una senda con hitos, borrosa al inicio. Por ella, descender la vertiente siguiendo primero un lomo y luego a través del pinar hasta dar de nuevo con la Senda de la Avutarda. Tomándola a la derecha (SE), se llega en pocos minutos al Aparcamiento Hoya de San Blas.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: Itinerario por terrenos variados en que la trepada que da la dificultad técnica es lo de menos. Durante la subida por el lomo y hasta el cordal de la peña Lindera, tuve que pasar un buen trecho incómodo sin senda; aunque vi hitos de vez en cuando, era incapaz de seguirlos y terminé por no perder el tiempo intentando encontrar la continuidad a las señales. Luego, en la Senda Termes, hay pasajes escabrosos e incluso algún pequeño destrepe, tan difícil o más que superar el cancho cimero; algo que puede parecer paradójico, pero que es habitual en la Pedriza.

Otra circunstancia curiosa de esta ascensión es que la mayor altitud no está en la cumbre, sino al llegar a la cuerda entre ésta y el Asómate de Hoyos. La explicación es que, buscando la comodidad al atravesar la ladera de la cuenca de Matasanos, acabé más arriba del collado.

Respecto a los itinerarios escogidos, el de subida creo que es el más práctico y lógico posible de esa vertiente, pese a la falta de una senda definida y continua. La bajada es la más cómoda; se puede también descender desde el Collado de Matasanos, acortando el itinerario, pero por senda algo peor y perdiéndose el paso por la Pedriza, que, no importa cuántas veces se haya pasado por ahí, resulta siempre fascinante. Desde el Collado de la Ventana, hay otra bajada que llega a la Senda de la Avutarda un poco a la derecha, pero a mí me gusta menos.

La pista que va a la Hoya de San Blas está cada año un poco peor y no tardará mucho, me temo, en quedar reservada a todo terrenos. Por suerte, lo peor está en el último kilómetro y hay sitios donde dejar el coche sin estorbar antes de meterse en el tramo más bacheado. Así que lo mejor es iniciar el camino y llegar hasta donde se pueda.

RELATO GRÁFICO:

Salí del aparcamiento caminando por la Senda de la Avutarda, nombre que recibe la pista que remonta el Arroyo de Matasanos. Tras un corto trecho entre monte bajo, ante la cresta de la Najarra, entré...

... en un denso pinar.

Los árboles se abrieron al cruzar el barranco, dejándome ver la peña Lindera entre los riscos de los Hoyos y las Torres, del lado de la Pedriza, y el Asómate de Hoyos, en la Cuerda Larga.

De vuelta al bosque, al ir a salir de nuevo del mismo, cambiando de vertiente a la del Arroyo del mediano, dejé la pista por la izquierda (NE), por...

... un carril que empieza estrecho y enseguida se ensancha y asciende, junto con un murete de piedra, el lomo que iba a cruzar. Éste baja desde el Asómate de Hoyos e iba servirme de guía en una parte sustancial de la ascensión.

Tras atravesar una pista y una senda horizontales, el carril se fue difuminando, pero seguía contando con la guía indudable del murete y el terreno bajo los pinos era regular y despejado.

Los árboles se aclararon, dejándome ver la Najarra, a mi derecha y...

... la Pedriza, donde destacaba La Esfinge, al alcanzar...

... un rellano en que sobresalen varios canchos (1.624, 1.639) del pinar. Desde lo alto del primero de ellos, se veía así el lomo hasta el Asómate de Hoyos y, a la izquierda, la cumbre del día.

De vuelta en el pinar, proseguí siguiendo el muro a falta de mejores indicaciones, por uno u otro lado, buscando el paso cómodo.

Al ganar altitud, el terreno se fue enmarañando, tornándose incómodo a base de matorral y cantos. Entonces, vi hitos de vez en cuando, pero sin continuidad. Mejor no hacerles mucho caso y, de todas formas, estaba ya cerca de...

... salir del pinar a una zona prado con matorral rastrero, bastante practicable.

A mi derecha, la Loma de Bailanderos dominaba el Hoyo Cerrado.

Lomo arriba, aunque no lo aparezca, fui encontrando siempre un paso estrecho, pero cómodo, entre los matojos. También, algún hito, pero, como antes, aislados.

A mi izquierda, de nuevo el cerro de los Hoyos y la Esfinge. Más abajo al mismo lado,...

... más allá de la boca del Arroyo del Mediano, la llanura, con el Cerro de San Pedro plantado en medio.

Finalmente, atrás, el lomo recorrido bajo la Najarra.

Enfrente, la Peña Lindera y el collado (2.079) que se abre por encima. Ése sería el lugar ideal para alcanzar ese otro cordal, pero el terreno me hizo cruzar el cóncavo más arriba...

... al pie de unos llamativos canchos, donde...

... era más cómodo, aunque con algún breve pasaje escabroso.

Así, terminé alcanzado el lomo sur del Asómate de Hoyos en un hombro sobre el collado, un poco por encima de los 2.100 m.

Al llegar, una mirada atrás, a la cuenca atravesada.

Al oeste, descubrí la Maliciosa y las cabezas de Hierro. La cuerda estaba recorrida por una senda bastante clara, que tomé a la izquierda (S) para...

... dirigirme a la peña Lindera. Acababa aquí el terreno aventurero, que no las dificultades. Este breve recorrido es panorámico; a la izquierda,...

... el Cerro de San Pedro y algunos riscos pedriceros.

Al llegar ante el cancho cimero, dejé momentáneamente la senda, que lo contornea, por la izquierda para encararlo directamente.

Me disponía a atacarlo por esos bloques que forman como una rampa, cuando vi un hito más a la izquierda. Fui  hacia él y...

... vi esa otra subida más fácil (I) y corta (estaba 10 m bajo la cima). Casi lo peor fue la gatera que se ve al fondo, tras la cual, giré a la derecha...

... para superar una breve (4 m) placa, también fácil (I) y culminar la peña.

Desde la Peña Lindera, se abre al suroeste la cabecera del Manzanares, bajo las alturas occidentales de la Cuerda Larga. Girándome a la derecha,...

... el Asómate de Hoyos y...

... su lomo sureste por el que había subido, con la Najarra detrás.

Siguiendo con el giro, el Cerro de San Pedro en la llanura y la Pedriza, que...

... mostraba el cordal que iba a seguir al inicio para regresar, a la izquierda de las Torres. Para llegar allí, comencé por descender del risco y volver a...

... la senda, por la cual rodeé la Peña Lindera por el oeste.

Luego, el caminillo me llevó hacia las Torres por lo alto de la cuerda, aunque evitando también el Alto de Matasanos.

Mirada atrás, a la Peña Lindera, antes de...

... bajar al Collado de Matasanos. Allí, cruzan varias sendas y yo salí algo a la izquierda (SE), siguiendo una línea de hitos que deja las Torres a la derecha y asciende en diagonal a través de...

... una pendiente herbosa, hacia un notorio boquete abierto entre los riscos. Al culminar la cuesta,...

... otra mirada atrás; ahora, el Alto de Matasanos tapa la Peña Lindera.

Al llegar al pie de los canchos, me encontré con la Senda Termes que, balizada como PR, recorre la cresta de la Pedriza Posterior serpenteando entre los canchos. Tomándola a la izquierda (SE), pasé entre las Torres y...

... el Cancho de los Gavilanes para...

... entrar en el Comedor Termes, desde el cual, mirando a la derecha y atrás, hay...

... una estupenda perspectiva de las Torres 3ª y 4ª, con el dedo de Dios en medio.

Luego, siguió un fascinante recorrido entre los riscos que, siguiendo los hitos y marcas de pintura, no presenta dificultades técnicas, pero sí numerosos pasajes escabrosos.

Según avanzaba, se sucedían los canchos de formas curiosas...

... en torno y sobre mí.

De vez en cuando, se abría el panorama a mi derecha, dejándome ver los pinares que llenan el interior del Circo de la Pedriza.

¡Hay que ver dónde crecen los árboles!

Mirando atrás, el mar de peñascos dominado por las Torres y el Risco de Ventanillo.

La senda rodea el grupo del Risco de los Hoyos perdiendo altura por el Callejón de las Abejas hacia el interior del circo. En este pasillo entre agujas, están los pasos más abruptos, incluyendo...

... el paso por una angosta gatera, donde tuve que quitarme la mochila y restregarme contra la roca. Ésta es la salida del paso.

Luego, volví a la cuerda en el Collado de la Ventana, que se abre entre el risco homónimo y...

... el de los Hoyos. Tras un corto trecho por la cuerda, dejé la Senda Termes al...

... llegar a la altura de la Torre de los Buitres, por otro trazo más estrecho que sale a la izquierda (NE) para descender, siguiendo un lomo, hacia la Hoya de San Blas.

No tardé en encontrarme caminando bajo los pinos, siguiendo el difuso trazo.

El paso por algún claro, me permitió ver cómo quedaban atrás los riscos de la Pedriza y, más lejos, la Peña Lindera.

Más abajo, la senda mejoró mucho. Tras cruzar una pista forestal, desemboqué en una segunda, que no es otra que la Senda de la Avutarda, que, tomada a la derecha (SE), me llevó...

... de vuelta al aparcamiento de la Hoya de San Blas.

Comentarios