ASCENSIÓN
DESDE LA HORCADA VALCAVAO
CRESTA OESTE Y RETORNO POR LA
VEGA DE LIORDES
La Remoña es la más oriental de las Peñas
Cifuentes, que forman un cordal que limita por el sur el Macizo de los Urrieles
y queda separado del resto por la Canal de Asotín y la Vega de Liordes. Se
trata de una afilada pirámide caliza de flancos altivos, que carece de vías de
ascensión totalmente fáciles. Por su situación, posee unas vistas
privilegiadas, con un horizonte meridional despejado, vertiginosa perspectiva
de la Liébana y un paisaje al norte en que contrastan la sorprendente pradera
de Liordes con la desolación caliza de las crestas vecinas.
La
ruta consiste en recorrer el tramo de cordal que va del Alto de la Canal de
Pedavejo a la Peña Remoña, tocando en las puntas principales, para luego
descender por la ruta normal a Liordes y regresar rodeando la misma cresta por
el norte. La aproximación, así como el regreso, se efectuarán desde el
aparcamiento de la Horcada de Valcavao, por los caminos más accesibles.
La cresta
desde el Tiro Pedavejo a la Peña Remoña sobre la Vega de Liordes, vista desde
el oeste
SITUACIÓN:
- Zona: Picos de Europa (Cordillera Cantábrica)
- Unidad: Los Urrieles
- Base de partida: Portilla de la Reina (Ávila)
ACCESO: La ruta se inicia en el
aparcamiento de la Horcada de Valcavao, que está a algo menos de 3 km del Puerto de Pandetrave, por pista apta para
turismos. Éste se abre entre las comarcas leonesas de Tierra de la Reina y
Valdeón, en el noreste de la provincia, separando los Picos de Europa y la
Sierra de Cebolleda. Las poblaciones más cercanas son Portilla de la Reina,
10 km al SE, y Santa Marina de Valdeón, 6,5 km al NO. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de
origen hasta Pandetrave en el siguiente link a GoogleMaps. El tramo de pista hasta
Valcavao no lo marcan los navegadores, pero está indicado y no tiene pérdida.
OTROS
DATOS:
- Cota mínima / máxima: 1.775 / 2.241
- Mi tiempo efectivo: 5h14
- Mi tiempo total: 7h12
- Dificultades: PD. Numerosos pasos de I y II
grado, ninguno largo, pero bastantes de ellos expuestos. Bajada por
pedrera inestable extremadamente empinada.
- Track
para descargar en Wikiloc
Mapa
tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA
LA RUTA: En la Horcada Valcavao, continuar al norte
por la pista al Collado de Valdeón y la Fuente
de Pedavejo. Seguir al NE, ahora por senda hasta estar entrar en la Canal de Pedavejo y remontarla. Metros
antes de llegar al Alto de la Canal,
dejar la senda por la derecha (N) para pasar a la vertiente de Liordes y buscar
un paso que permite superar con escasa dificultad (II) el zócalo de la
vertiente norte del Tiro de Pedavejo
(PD), a cuya cima se accede luego alternando pequeñas trepadas por placas
(I) y pasillos herbosos.
Seguir la cresta a la
izquierda (E), bajando por la vertiente norte a la siguiente horcada, cuya
salida está cerrada por un importante resalte. Rodear la cresta por el norte
(izquierda) hasta encontrar un acceso asequible (II) a una canal herbosa que
asciende hasta prácticamente la cima de la Peña
Regaliz (PD), que se gana mediante una corta trepada fácil (I). Continuar
por la arista al este, evitando las dificultades más importantes por una u otra
vertiente, mediante trepadas que nuca pasarán del II grado. Así, se pasa por
las puntas occidental y principal de la Torre Alcacero antes de llegar a la Peña Remoña (PD).
Retroceder por la cuerda
hasta estar al pie de la cima principal de la Torre Alcacero y girar entonces a
la derecha (NO), bajando por una empinada ladera en busca de una canal
pedregosa. Descenderla, encontrando a su salida un destrepe más expuesto que
difícil (I+). A continuación, seguir a la izquierda (O) una terraza, a partir
de la cual unos hitos van a indicar el camino, a través de canchos y pequeñas
bandas de hierba hasta la Vega de
Liordes (PD). Junto a su cabaña, se desemboca en un camino que, tomado a la
izquierda (S), conduce sin dificultad ni pérdida posible al Alto de la Canal de Pedavejo. Allí, la
senda se bifurca; por variar, girar a la derecha (SO) para bajar por el
empinado Sedo de Remoña, donde habrá
incluso que apoyar las manos. Al llegar a la Fuente de Pedavejo (F), no quedará sino deshacer el trayecto de ida
para regresar a la Horcada Valcavao.
Croquis
de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH
COMENTARIOS: Esta ruta
combina la ruta normal a Peña Remoña, para bajar, con la menos difícil de sus
vías alternativas, dando lugar a un cresteo largo y panorámico. Muy bonito y
asequible, pero con cierta enjundia, que reside más en encontrar los pasos más
convenientes que en la dificultad de éstos. Aunque no figura en el track, que limpié en casa, varias tuve
que deshacer camino para dar con el sitio accesible para pasar algunos resaltes
y crestones. Así pues, un itinerario que requiere más instinto que técnica. Se
podrían añadir un par de puntas anónimas en el recorrido, pero creo que no
aportarían nada.
Curiosamente, la única
cima con cruz y buzón es la Torre Alcacero; de hecho, en la mayoría de mapas,
incluido el del IGN, la Remoña no viene señalada ni como cota. Pero, habiendo
estado allí, creo estar en condiciones de afirmar que ésta es ligeramente más
alta; me lo pareció a vista, mirando en ambos sentidos, y mi GPS señaló dos
metros de diferencia a favor de Peña Remoña, donde también marcó la máxima altitud
del recorrido. Respecto a asignarle 2.241 metros, es más dudoso; he añadido dos
a la cota que da el IGN para la Torre Alcacero, pero el método no deja de ser
rudimentario.
Los destrepes en el Sedo
de Remoña se pueden evitar repitiendo el paso por la canal a la bajada.
También, invirtiendo subida y bajada de modo que lo más difícil (o, mejor
dicho, lo menos fácil) se afronte de subida. Por otra parte, entre el Tiro de Pedavejo
y la Peña Regaliz, quizás debería haber rodeado la cresta de ésta última más
abajo, ahorrándome algún paso expuesto por placas de roca, pero a cambio de más
desnivel; por donde pasé no se llega siquiera al II grado, pero hay que ir con
cuidado. Por último, hubiera sido más fácil bajar de la Peña Regaliz por donde
subí y rodear luego la cima por abajo, pero, como hay que bajar bastante para
llegar a la hierba por el sur, y no digamos por el norte, me parece que está
bien así; además, habría que acabar trepando igualmente después para reganar la
cresta.
RELATO GRÁFICO:

Desde la
Horcada de Valcavao, hay una buena perspectiva de la cresta que iba a recorrer,
desde el Tiro Pedavejo a la Peña Remoña. Tras aparcar, comencé a caminar por...
... la
pista que sigue al norte por la vertiente occidental de la loma.
Ya desde
el primer momento, disfruté de buenas vistas. A mi izquierda, al otro lado del
valle de Valdeón, se elevaban el Corcadas y la Sierra de Cebolleda. Más a la
derecha, al ir avanzando...
... se
descubrieron el Macizo del Cornión y el núcleo occidental de las Peñas
Cifuentes.
La parte
oriental de la cresta, la que iba a recorrer, apareció de nuevo al embocar el
Collado de Valdeón, donde el camino...
... se
asoma al este, donde la luz marcaba una sucesión de crestas. Sólo se identificaba
bien, a la derecha, el Coriscao.
En la
Fuente de Pedavejo, acabó el carril y salían dos sendas a la vista de canal
homónima. Tomé la de la derecha (NE), que atravesaba la ladera hacia allí,
penetrando en la misma y...
...
remontándola. El tubo, empinado y pedregoso, sería incómodo sin el trazo de la
senda. Antes de entrar en lo más estrecho,...
... una
mirada atrás; más allá de los prados que acababa de atravesar, se llegaban a
ver los picos Corcadas, Gabanceda y Gildar.
Pasado el
congosto, la canal se tiende y predomina la hierba.
Otra
mirada atrás; ahora, a la Sierra mediana, enmarcada por las paredes que me
rodeaban.

Poco
antes de coronar el Alto de la Canal, dejé la senda por para salir del tubo por
ese pasillo en el roquedo a la derecha, al otro lado del cual...
... me
encontré ante la cresta que culmina el Llambrión y el pico de la Padierna, al
otro lado de la Vega de Liordes. Aquí, giré a la derecha (E) para...
...
dirigirme al Tiro Pedavejo, por un ancho y cómodo lomo herboso. Al llegar a la
pared, puede ver a la derecha...
... a
unos escaladores afanados en la cara oeste.
Luego,
seguí contorneando la roca, perdiendo algo de altura hasta dar con un paso que
me permitiera superar el zócalo sobre el que se alza la vertiente norte del
pico.
Por si
acaso, estaba marcado con un hito, aunque no creo que haga mucha falta. No
parece haber alternativa a ese muro, de apenas tres o cuatro metros, inclinado
pero bastante liso (II). Al superarlo, me encontré...
... ante
una terraza pedregosa por donde continué rodeando otra pared hacia el este.
Anda, si se ve otro hito. Al llegar al mismo, vi, a mi derecha (SE), que...
... la
roca perdía verticalidad y estaba, además, muy cincelada y cortada por tiras de
hierba. Así que, encarando la pendiente, trepé (I) por ella,...
...
ganando rápidamente altura, pudiendo ver el fondo herboso de la Vega de
Liordes.
A partir
de media subida, el terreno aún se tendió más y sólo...
...
volvió a empinarse de veras (I) en los últimos metros previos a ganar la
cuerda.
Salí a un
hombro desde el que, a la derecha, había una magnífica perspectiva de la Torre
de Salinas. Al otro lado (E),...
... una
arista estrecha y un resalte (I) cortos, pero...
...
aéreos, me dejaron...
... en la
cima del Tiro Pedavejo, desde donde volví a tener a la vista el horizonte
meridional, incluyendo la pista por donde había venido y, más a la izquierda,...
... la
novedad de la cresta del Alto Carrión, visible ahora sobre la de la Sierra
Mediana. Al lado contrario,...
... las
crestas de Llambrión y Padiorna dominaban Liordes, ahora con las cimas de los
Picos de Santa Ana y la Peña Vieja sobresaliendo a la derecha.
Al este,
se veía el resto de la cuerda, menos la cima de la Peña Remoña, tapada por un
crestón intermedio entre ésta y la Torre Alcacero. Para continuar, caminé unos
metros por la cuerda y luego, ante una caída importante, descendí por la
vertiente norte (izquierda), hacia la horcada intermedia. Como al otro lado
también había pared, continué rodeando por ese mismo lado,...
... al
pie mismo de la roca. Mirando atrás, se ve la empinada bajada del Tiro Pedavejo
(I).
Intentando
no perder mucha altura, acabé teniendo que travesar unas placas inclinadas al
vacío, sin dificultad pero muy expuestas, hasta situarme bajo una canal que
sube hacia la cuerda. Para ganar la hierba, eso sí, tuve que superar otro
zócalo muy parecido al anterior (II). Y, posteriormente, ya en la arista, unos
bloques sin apenas dificultad hasta la cima.
Mirando
atrás, el Tiro Pedavejo delante de la Torre de Salinas.
Al
sureste, se distinguía ahora un buen trozo del valle de Liébana.
A partir
de aquí, parecía que la cuerda se pacifica, pero no fue así, al menos de
momento. Hacia el este, la roca caía en un corte vertical, así que descendí
hacia la derecha (SE), por...
... un
empinado terreno de hierba y cantos. Bastante más abajo, se veía una terraza
inclinada de hierba; quizá hubiera debido de bajar hasta ella, pero, en vez de
eso, me dejé llevar por el terreno y acabé...
...
destrepando una placa no muy empinada y llena de fisuras (II), que me dejó bajo
una horcada, que gané superando un corto resalte lleno de presas (II).
Siguió un
crestón, que comencé a rodear por la izquierda, pero al que acabé encarnándome al
verlo fácil (I) para...
... tener
un buen punto de vista del roquedo por el que había bajado de la Peña Regaliz.
Siguió un
trecho de cómodo caminar, hasta llegar al pie de la cima oeste de Alcacero, que
alcancé gateando por...
... una
rampa de placas y bloques de mínima dificultad (I).
Desde esa
punta (2.219), volviéndome, podía ver el trecho de cresta recorrido, con las
torres de Salinas y del Hoyo de Liordes detrás. A la izquierda, un panorama
montañoso donde se alineaban el Mampodre, la Sierra de Cebolleda y las crestas en
torno a Riaño. Llevando los ojos a la derecha, se observa...
... la
curiosidad de que, desde aquí, se ven la Peña Santa y otras del Cornión asomar
por el hueco entre las Cifuentes el Llambrión.
Llambrión,
cuya cresta se mostraba muy bien, así como el Pico de la Padiorna, la peña
Vieja y hasta el Macizo de Andara, allá al fondo. Volviéndome al lado
contrario,...
... la
profunda caída hacia la Liébana bajo los cordales de la Sierra Mediana y el
Alto Carrión.
Continué
hacia la Torre de Alcacero descendiendo al sureste por un lomo de roca
empinado, pero sin dificultad para luego seguir la cuerda, por terreno similar,
hasta estar al pie de la pirámide cimera, que...
...
superé por una placa no muy empinada (II-) de su flanco meridional (derecho).
Atrás
quedaba la punta occidental, anónima pero imprescindible por sus vistas, en mi
opinión.
Por
delante, sólo quedaba la Peña Remoña, cuya cima asomaba a la izquierda de una
punta intermedia. Hacia allí me encaminé...
...
empezando por bajar un pasillo empinado, pero sin dificultad, de hierba y
cantos. Luego me encaramé a un lomo rocoso...
... antes
de ganar el fondo de la horcada. Al otro lado, empecé subiendo por la cuerda y,
al llegar ante un crestón, lo...
... rodeé
por la izquierda, culminando esta subida con...
... una
trepada de escasa dificultad (II-), que me dejó en...
... lo
alto de aquella punta, sin marcar siquiera en el mapa, que tapaba la cima
durante buena parte del cresteo. Ahora sí veía la cumbre. Tras pasar un par de
lomos sin dificultad, en la última horcada, me encontré...
... un
resalte más importante, que salvé por el flanco meridional (derecho), por...
... una
chimenea de cuatro o cinco metros, con buenos apoyos (II). Luego, un lomo
despejado de mediana pendiente, que subí ya caminando, me dejó en...
... la
cima de Peña Remoña. Delante, así se
veían la Peña Vieja y la Morra de Lechugales sobre...
... el
tajo de la Liébana, al fondo del cual se extendían, hasta perderse de vista,
las crestas sucesivas de Peña Sagra, el Alto Carrión y la Pernía. Al otro lado
del valle,...
...
Sierra Mediana y el Alto Carrión en el horizonte. Más a la derecha,...
... las
crestas de Riaño, Cebolleda y Mampodre, hasta llegar a...
... la
cresta por donde había llegado, la peña Santa de Castilla y el Llambrión, en
torno a la Vega de Liordes. Para retornar, comencé desandando cresta hasta la
horcada previa a la Torre Alcacero; allí, giré a la derecha (NO) para...
...
descender por una empinada rampa de hierba, donde vi un hito aislado, en busca
de...
... una
canal de cantos inestables, que permite una bajada sin dificultad, aunque
incómoda.
El tubo
acabó en un escalón de cinco o seis metros que, pese a sus buenos apoyos,
requirió un destrepe cuidadoso (II).
Proseguí
el descenso por una terraza de hierba que gira hacia la izquierda (O) siguiendo
la base de un cancho.
Al
avanzar, se descubrió la Torre de Salinas hacia cuya base me dirigía. Fui
perdiendo altura en diagonal llevando...
... el
Pico de la Padierna enfrente y...
... la
cresta que venía de recorrer sobre mí.
Al
desembocar en el fondo de la Vega de Liordes, la atravesar manteniendo la dirección,
llevando a ahora a la derecha...
... la
cresta del Llambrión.
Acabada
de cruzar, una mirada atrás, a la gran pradera dominada por el Pico de la
Padiorna y la peña Regaliz, antes de...
...
incorporarme al camino balizado que, a la izquierda (S), asciende hacia el Alto
de la Canal de Pedavejo.
A mi
derecha, quedaba la Torre de Salinas, mientras que, a la otra mano,...
... el
Tiro Pedavejo se presentaba impresionante.
Culminando
la cuesta, una mirada atrás antes de...
... pasar
la horcada, dando vista a las montañas al sur. Allí, la senda se bifurca; por
la izquierda, se va a la Canal de Pedavejo, por donde ya subí. Ahora, seguí por
la derecha (SO) para descender en diagonal bajo la cresta al oeste.
Al tomar
distancia, otra perspectiva del Tiro de Pedavejo, justo antes de entrar en...
... el
Sedo de Remoña, pasaje encajonado entre riscos y tan empinado que hube de
ayudarme de las manos (I) varias veces.
A la
salida del estrechamiento, el terreno se pacifica, la senda se torna cómoda y
pude ver ya el prado de la Fuente de Pedavejo, donde se unen los itinerarios de
ida y vuelta. A partir de ahí, sólo me quedó deshacer camino por la pista hasta
regresar a Valcavao.
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