Peña Remoña (2.241)

ASCENSIÓN DESDE LA HORCADA VALCAVAO

CRESTA OESTE Y RETORNO POR LA VEGA DE LIORDES

La Remoña es la más oriental de las Peñas Cifuentes, que forman un cordal que limita por el sur el Macizo de los Urrieles y queda separado del resto por la Canal de Asotín y la Vega de Liordes. Se trata de una afilada pirámide caliza de flancos altivos, que carece de vías de ascensión totalmente fáciles. Por su situación, posee unas vistas privilegiadas, con un horizonte meridional despejado, vertiginosa perspectiva de la Liébana y un paisaje al norte en que contrastan la sorprendente pradera de Liordes con la desolación caliza de las crestas vecinas.

La ruta consiste en recorrer el tramo de cordal que va del Alto de la Canal de Pedavejo a la Peña Remoña, tocando en las puntas principales, para luego descender por la ruta normal a Liordes y regresar rodeando la misma cresta por el norte. La aproximación, así como el regreso, se efectuarán desde el aparcamiento de la Horcada de Valcavao, por los caminos más accesibles.

La cresta desde el Tiro Pedavejo a la Peña Remoña sobre la Vega de Liordes, vista desde el oeste

SITUACIÓN:

  • Zona: Picos de Europa (Cordillera Cantábrica)
  • Unidad: Los Urrieles
  • Base de partida: Portilla de la Reina (Ávila)
ACCESO: La ruta se inicia en el aparcamiento de la Horcada de Valcavao, que está a algo menos de 3 km del Puerto de Pandetrave, por pista apta para turismos. Éste se abre entre las comarcas leonesas de Tierra de la Reina y Valdeón, en el noreste de la provincia, separando los Picos de Europa y la Sierra de Cebolleda. Las poblaciones más cercanas son Portilla de la Reina, 10 km al SE, y Santa Marina de Valdeón, 6,5 km al NO. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen hasta Pandetrave en el siguiente link a GoogleMaps. El tramo de pista hasta Valcavao no lo marcan los navegadores, pero está indicado y no tiene pérdida.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 1.775 / 2.241
  • Mi tiempo efectivo: 5h14
  • Mi tiempo total: 7h12
  • Dificultades: PD. Numerosos pasos de I y II grado, ninguno largo, pero bastantes de ellos expuestos. Bajada por pedrera inestable extremadamente empinada.
  • Track para descargar en Wikiloc
Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: En la Horcada Valcavao, continuar al norte por la pista al Collado de Valdeón y la Fuente de Pedavejo. Seguir al NE, ahora por senda hasta estar entrar en la Canal de Pedavejo y remontarla. Metros antes de llegar al Alto de la Canal, dejar la senda por la derecha (N) para pasar a la vertiente de Liordes y buscar un paso que permite superar con escasa dificultad (II) el zócalo de la vertiente norte del Tiro de Pedavejo (PD), a cuya cima se accede luego alternando pequeñas trepadas por placas (I) y pasillos herbosos.

Seguir la cresta a la izquierda (E), bajando por la vertiente norte a la siguiente horcada, cuya salida está cerrada por un importante resalte. Rodear la cresta por el norte (izquierda) hasta encontrar un acceso asequible (II) a una canal herbosa que asciende hasta prácticamente la cima de la Peña Regaliz (PD), que se gana mediante una corta trepada fácil (I). Continuar por la arista al este, evitando las dificultades más importantes por una u otra vertiente, mediante trepadas que nuca pasarán del II grado. Así, se pasa por las puntas occidental y principal de la Torre Alcacero antes de llegar a la Peña Remoña (PD).

Retroceder por la cuerda hasta estar al pie de la cima principal de la Torre Alcacero y girar entonces a la derecha (NO), bajando por una empinada ladera en busca de una canal pedregosa. Descenderla, encontrando a su salida un destrepe más expuesto que difícil (I+). A continuación, seguir a la izquierda (O) una terraza, a partir de la cual unos hitos van a indicar el camino, a través de canchos y pequeñas bandas de hierba hasta la Vega de Liordes (PD). Junto a su cabaña, se desemboca en un camino que, tomado a la izquierda (S), conduce sin dificultad ni pérdida posible al Alto de la Canal de Pedavejo. Allí, la senda se bifurca; por variar, girar a la derecha (SO) para bajar por el empinado Sedo de Remoña, donde habrá incluso que apoyar las manos. Al llegar a la Fuente de Pedavejo (F), no quedará sino deshacer el trayecto de ida para regresar a la Horcada Valcavao.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: Esta ruta combina la ruta normal a Peña Remoña, para bajar, con la menos difícil de sus vías alternativas, dando lugar a un cresteo largo y panorámico. Muy bonito y asequible, pero con cierta enjundia, que reside más en encontrar los pasos más convenientes que en la dificultad de éstos. Aunque no figura en el track, que limpié en casa, varias tuve que deshacer camino para dar con el sitio accesible para pasar algunos resaltes y crestones. Así pues, un itinerario que requiere más instinto que técnica. Se podrían añadir un par de puntas anónimas en el recorrido, pero creo que no aportarían nada.

Curiosamente, la única cima con cruz y buzón es la Torre Alcacero; de hecho, en la mayoría de mapas, incluido el del IGN, la Remoña no viene señalada ni como cota. Pero, habiendo estado allí, creo estar en condiciones de afirmar que ésta es ligeramente más alta; me lo pareció a vista, mirando en ambos sentidos, y mi GPS señaló dos metros de diferencia a favor de Peña Remoña, donde también marcó la máxima altitud del recorrido. Respecto a asignarle 2.241 metros, es más dudoso; he añadido dos a la cota que da el IGN para la Torre Alcacero, pero el método no deja de ser rudimentario.

Los destrepes en el Sedo de Remoña se pueden evitar repitiendo el paso por la canal a la bajada. También, invirtiendo subida y bajada de modo que lo más difícil (o, mejor dicho, lo menos fácil) se afronte de subida. Por otra parte, entre el Tiro de Pedavejo y la Peña Regaliz, quizás debería haber rodeado la cresta de ésta última más abajo, ahorrándome algún paso expuesto por placas de roca, pero a cambio de más desnivel; por donde pasé no se llega siquiera al II grado, pero hay que ir con cuidado. Por último, hubiera sido más fácil bajar de la Peña Regaliz por donde subí y rodear luego la cima por abajo, pero, como hay que bajar bastante para llegar a la hierba por el sur, y no digamos por el norte, me parece que está bien así; además, habría que acabar trepando igualmente después para reganar la cresta.

RELATO GRÁFICO:

Desde la Horcada de Valcavao, hay una buena perspectiva de la cresta que iba a recorrer, desde el Tiro Pedavejo a la Peña Remoña. Tras aparcar, comencé a caminar por...

... la pista que sigue al norte por la vertiente occidental de la loma.

Ya desde el primer momento, disfruté de buenas vistas. A mi izquierda, al otro lado del valle de Valdeón, se elevaban el Corcadas y la Sierra de Cebolleda. Más a la derecha, al ir avanzando...

... se descubrieron el Macizo del Cornión y el núcleo occidental de las Peñas Cifuentes.

La parte oriental de la cresta, la que iba a recorrer, apareció de nuevo al embocar el Collado de Valdeón, donde el camino...

... se asoma al este, donde la luz marcaba una sucesión de crestas. Sólo se identificaba bien, a la derecha, el Coriscao.

En la Fuente de Pedavejo, acabó el carril y salían dos sendas a la vista de canal homónima. Tomé la de la derecha (NE), que atravesaba la ladera hacia allí, penetrando en la misma y...

... remontándola. El tubo, empinado y pedregoso, sería incómodo sin el trazo de la senda. Antes de entrar en lo más estrecho,...

... una mirada atrás; más allá de los prados que acababa de atravesar, se llegaban a ver los picos Corcadas, Gabanceda y Gildar.

Pasado el congosto, la canal se tiende y predomina la hierba.

Otra mirada atrás; ahora, a la Sierra mediana, enmarcada por las paredes que me rodeaban.

Poco antes de coronar el Alto de la Canal, dejé la senda por para salir del tubo por ese pasillo en el roquedo a la derecha, al otro lado del cual...

... me encontré ante la cresta que culmina el Llambrión y el pico de la Padierna, al otro lado de la Vega de Liordes. Aquí, giré a la derecha (E) para...

... dirigirme al Tiro Pedavejo, por un ancho y cómodo lomo herboso. Al llegar a la pared, puede ver a la derecha...

... a unos escaladores afanados en la cara oeste.

Luego, seguí contorneando la roca, perdiendo algo de altura hasta dar con un paso que me permitiera superar el zócalo sobre el que se alza la vertiente norte del pico.

Por si acaso, estaba marcado con un hito, aunque no creo que haga mucha falta. No parece haber alternativa a ese muro, de apenas tres o cuatro metros, inclinado pero bastante liso (II). Al superarlo, me encontré...

... ante una terraza pedregosa por donde continué rodeando otra pared hacia el este. Anda, si se ve otro hito. Al llegar al mismo, vi, a mi derecha (SE), que...

... la roca perdía verticalidad y estaba, además, muy cincelada y cortada por tiras de hierba. Así que, encarando la pendiente, trepé (I) por ella,...

... ganando rápidamente altura, pudiendo ver el fondo herboso de la Vega de Liordes.

A partir de media subida, el terreno aún se tendió más y sólo...

... volvió a empinarse de veras (I) en los últimos metros previos a ganar la cuerda.

Salí a un hombro desde el que, a la derecha, había una magnífica perspectiva de la Torre de Salinas. Al otro lado (E),...

... una arista estrecha y un resalte (I) cortos, pero...

... aéreos, me dejaron...

... en la cima del Tiro Pedavejo, desde donde volví a tener a la vista el horizonte meridional, incluyendo la pista por donde había venido y, más a la izquierda,...

... la novedad de la cresta del Alto Carrión, visible ahora sobre la de la Sierra Mediana. Al lado contrario,...

... las crestas de Llambrión y Padiorna dominaban Liordes, ahora con las cimas de los Picos de Santa Ana y la Peña Vieja sobresaliendo a la derecha.

Al este, se veía el resto de la cuerda, menos la cima de la Peña Remoña, tapada por un crestón intermedio entre ésta y la Torre Alcacero. Para continuar, caminé unos metros por la cuerda y luego, ante una caída importante, descendí por la vertiente norte (izquierda), hacia la horcada intermedia. Como al otro lado también había pared, continué rodeando por ese mismo lado,...

... al pie mismo de la roca. Mirando atrás, se ve la empinada bajada del Tiro Pedavejo (I).

Intentando no perder mucha altura, acabé teniendo que travesar unas placas inclinadas al vacío, sin dificultad pero muy expuestas, hasta situarme bajo una canal que sube hacia la cuerda. Para ganar la hierba, eso sí, tuve que superar otro zócalo muy parecido al anterior (II). Y, posteriormente, ya en la arista, unos bloques sin apenas dificultad hasta la cima.

Mirando atrás, el Tiro Pedavejo delante de la Torre de Salinas.

Al sureste, se distinguía ahora un buen trozo del valle de Liébana.

A partir de aquí, parecía que la cuerda se pacifica, pero no fue así, al menos de momento. Hacia el este, la roca caía en un corte vertical, así que descendí hacia la derecha (SE), por...

... un empinado terreno de hierba y cantos. Bastante más abajo, se veía una terraza inclinada de hierba; quizá hubiera debido de bajar hasta ella, pero, en vez de eso, me dejé llevar por el terreno y acabé...

... destrepando una placa no muy empinada y llena de fisuras (II), que me dejó bajo una horcada, que gané superando un corto resalte lleno de presas (II).

Siguió un crestón, que comencé a rodear por la izquierda, pero al que acabé encarnándome al verlo fácil (I) para...

... tener un buen punto de vista del roquedo por el que había bajado de la Peña Regaliz.

Siguió un trecho de cómodo caminar, hasta llegar al pie de la cima oeste de Alcacero, que alcancé gateando por...

... una rampa de placas y bloques de mínima dificultad (I).

Desde esa punta (2.219), volviéndome, podía ver el trecho de cresta recorrido, con las torres de Salinas y del Hoyo de Liordes detrás. A la izquierda, un panorama montañoso donde se alineaban el Mampodre, la Sierra de Cebolleda y las crestas en torno a Riaño. Llevando los ojos a la derecha, se observa...

... la curiosidad de que, desde aquí, se ven la Peña Santa y otras del Cornión asomar por el hueco entre las Cifuentes el Llambrión.

Llambrión, cuya cresta se mostraba muy bien, así como el Pico de la Padiorna, la peña Vieja y hasta el Macizo de Andara, allá al fondo. Volviéndome al lado contrario,...

... la profunda caída hacia la Liébana bajo los cordales de la Sierra Mediana y el Alto Carrión.

Continué hacia la Torre de Alcacero descendiendo al sureste por un lomo de roca empinado, pero sin dificultad para luego seguir la cuerda, por terreno similar, hasta estar al pie de la pirámide cimera, que...

... superé por una placa no muy empinada (II-) de su flanco meridional (derecho).

Atrás quedaba la punta occidental, anónima pero imprescindible por sus vistas, en mi opinión.

Por delante, sólo quedaba la Peña Remoña, cuya cima asomaba a la izquierda de una punta intermedia. Hacia allí me encaminé...

... empezando por bajar un pasillo empinado, pero sin dificultad, de hierba y cantos. Luego me encaramé a un lomo rocoso...

... antes de ganar el fondo de la horcada. Al otro lado, empecé subiendo por la cuerda y, al llegar ante un crestón, lo...

... rodeé por la izquierda, culminando esta subida con...

... una trepada de escasa dificultad (II-), que me dejó en...

... lo alto de aquella punta, sin marcar siquiera en el mapa, que tapaba la cima durante buena parte del cresteo. Ahora sí veía la cumbre. Tras pasar un par de lomos sin dificultad, en la última horcada, me encontré...

... un resalte más importante, que salvé por el flanco meridional (derecho), por...

... una chimenea de cuatro o cinco metros, con buenos apoyos (II). Luego, un lomo despejado de mediana pendiente, que subí ya caminando, me dejó en...

... la cima de Peña Remoña. Delante, así  se veían la Peña Vieja y la Morra de Lechugales sobre...

... el tajo de la Liébana, al fondo del cual se extendían, hasta perderse de vista, las crestas sucesivas de Peña Sagra, el Alto Carrión y la Pernía. Al otro lado del valle,...

... Sierra Mediana y el Alto Carrión en el horizonte. Más a la derecha,...

... las crestas de Riaño, Cebolleda y Mampodre, hasta llegar a...

... la cresta por donde había llegado, la peña Santa de Castilla y el Llambrión, en torno a la Vega de Liordes. Para retornar, comencé desandando cresta hasta la horcada previa a la Torre Alcacero; allí, giré a la derecha (NO) para...

... descender por una empinada rampa de hierba, donde vi un hito aislado, en busca de...

... una canal de cantos inestables, que permite una bajada sin dificultad, aunque incómoda.

El tubo acabó en un escalón de cinco o seis metros que, pese a sus buenos apoyos, requirió un destrepe cuidadoso (II).

Proseguí el descenso por una terraza de hierba que gira hacia la izquierda (O) siguiendo la base de un cancho.

Al avanzar, se descubrió la Torre de Salinas hacia cuya base me dirigía. Fui perdiendo altura en diagonal llevando...

... el Pico de la Padierna enfrente y...

... la cresta que venía de recorrer sobre mí.

Al desembocar en el fondo de la Vega de Liordes, la atravesar manteniendo la dirección, llevando a ahora a la derecha...

... la cresta del Llambrión.

Acabada de cruzar, una mirada atrás, a la gran pradera dominada por el Pico de la Padiorna y la peña Regaliz, antes de...

... incorporarme al camino balizado que, a la izquierda (S), asciende hacia el Alto de la Canal de Pedavejo.

A mi derecha, quedaba la Torre de Salinas, mientras que, a la otra mano,...

... el Tiro Pedavejo se presentaba impresionante.

Culminando la cuesta, una mirada atrás antes de...

... pasar la horcada, dando vista a las montañas al sur. Allí, la senda se bifurca; por la izquierda, se va a la Canal de Pedavejo, por donde ya subí. Ahora, seguí por la derecha (SO) para descender en diagonal bajo la cresta al oeste.

Al tomar distancia, otra perspectiva del Tiro de Pedavejo, justo antes de entrar en...

... el Sedo de Remoña, pasaje encajonado entre riscos y tan empinado que hube de ayudarme de las manos (I) varias veces.

A la salida del estrechamiento, el terreno se pacifica, la senda se torna cómoda y pude ver ya el prado de la Fuente de Pedavejo, donde se unen los itinerarios de ida y vuelta. A partir de ahí, sólo me quedó deshacer camino por la pista hasta regresar a Valcavao.

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