Pico Casillas o Alto del Mirlo (1.768)

ASCENSIÓN DESDE EL CASTAÑAR DEL TIEMBLO

POR EL CORDAL DE PEDRO DUERMES, CON EL CERRO LA PEDRIZA (1.297)

Al este de la provincia de Ávila y pegadito a las de Madrid y Toledo, se levanta el Pico Casillas, Alto del Mirlo o Traviés (el nombre varía según en qué pueblo preguntes por él). Es la cumbre más oriental de Gredos que supera los 1.400 metros de altitud y, con una prominencia superior a los 300, la primera montaña con pinta de tal. De hecho, su silueta cónica destaca en la Sierra del Valle más que otras cimas de más altitud. Enclavado a caballo de los boscosos valles de las Iruelas y la Yedra al norte y el amplísimo del Tiétar al sur, unas vistas extensas y un bellísimo entorno son sus atractivos.

La ruta consiste en alcanzar la cumbre recorriendo el cordal que limita por el sur la Garganta de la Yedras, donde se encuentra el Castañar de El Tiemblo, y regresar luego por el fondo de la misma, bajando por el camino más accesible, el del Portacho del Pozo de Nieve.

El Pico de Casillas, visto desde el norte

SITUACIÓN:

  • Zona: Macizo Oriental de Gredos (Sistema Central)
  • Unidad: Sierra del Valle
  • Base de partida: El Tiemblo (Ávila)
ACCESO: El Castañar de El Tiemblo es un paraje natural enclavado en el término municipal del pueblo abulense de El Tiemblo, a 8 km del casco urbano. Está situado en el sureste de la provincia, al pie de la vertiente norte del extremo oriental de la Sierra de Gredos. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen hasta allí en el siguiente link a GoogleMaps.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 1.082 / 1.768
  • Mi tiempo efectivo: 3h36
  • Mi tiempo total: 4h08
  • Dificultades: Ninguna. Itinerario por caminos.
  • Track para descargar en Wikiloc
Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: Salir del Área Recreativa El Regajo por la pista que se dirige al suroeste y alcanza la Cordillera de Pedro Duermes en el collado de cota 1.117. Girar a la derecha (SO) y seguir la cuerda, por senda con tramos más o menos claros, desviándose sólo momentáneamente, por la derecha (S), para tocar, si se desea, el Cerro de la Pedriza. Así, se llega sin dificultad a la cima del Pico Casillas.

Descender a la derecha (NE), por una senda que desemboca en una pista que, tomada a la izquierda (N), lleva por la cuerda al Portacho del Pozo. En el cruce que allí hay, girar a la derecha (NE) y, enseguida, otra vez a la misma mano (SE) en otra bifurcación. Ya a media altura, desviarse, de nuevo a la derecha (SE) para acabar de bajar a la Garganta de la Yedra. Al llegar al cauce, cruzarlo por un puente y tomar a la izquierda (NE) el camino de la ribera sur para dirigirse al Área Recreativa El Regajo.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: Paseo forestal y panorámico al alcance de casi todo el mundo. Una ruta para disfrutar de una jornada de montaña muy bonita, variada y sin complicaciones. Ojo en los fines de semana de otoño, que el castañar se llena y regulan el acceso.

RELATO GRÁFICO:

De las varias pistas que convergen el Área Recreativa El Regajo, tomé la que asciende suavemente al suroeste, remontando ola ladera de la Cordillera de Pedro Duermes; al poco, dejé el carril principal, que deja de subir, por este desvío a la derecha (SE).

El bosque no dejaba ver más allá, salvo a través del corte del carril. Aquí, el Cerro de la Encinilla, al otro lado del valle.

Alcancé el lomo del cordal en un amplio collado, donde giré a la derecha (SO) para...

... seguir la cuerda por una senda estrecha pero clara.

Sólo la dejé brevemente aquí, por la izquierda (S), para visitar la cima del Cerro de la Pedriza, que es...

... uno de los pocos lugares medianamente despejados del lomo. Al menos, al norte, donde se veían el Cerro de la Encinilla y la Cabeza de la Parra, cubierta de nubes, y...

... al sur, donde destacaba la Peña de Cenicientos plantada en medio del valle del Alberche.

En los otros dos puntos, los árboles tapaban la vista. En vez de volver a la senda, continué por el cordal, sin senda pero cómodo, para encontrarla más adelante.

Al llegar a un cancho, tras el que el terreno caía, tuve una buena perspectiva del Pico Casillas, cubierto de nubes, y de la parte más cercana del cordal. La senda pasaba por debajo del escalón, pero, hacia la izquierda, junto a la cuerda,...

... la bajada no era problemática.

De nuevo en la senda, superé un par de cotas anónimas (1.315 y 1.318) por terreno suave y boscoso, que sólo se despejó...

... un momento al norte, en el paso entre ambas.

Al iniciar la bajada posterior, vislumbré sobre los robles la cima del Casillas, que se había despejado ¡bien!

En el collado de la Cruz del Tornero (1.287), crucé una pista que atraviesa el cordal e inicié la subida final por...

... una senda, mucho más ancha y clara ahora.

Poco después, al salir del bosque, pude ver a mi espalda la garganta de la Yedra bajo la Cordillera de Pedro Duermes y...

... el Cerro de la Encinilla, al pie del cual dejaría luego la cuerda.

Pero antes, seguía ascendiendo camino de la cima.

Algo más tardé en asomarme a la vertiente sur; ahí seguía la Peña de Cenicientos, ahora con la de Cadalso también destacada.

Al girar el carril y dejar de subir, lo abandoné por la izquierda (O) para seguir la cuerda, primero por los claros entre matojos y...

... luego por una traza no muy clara, pero...

... suficiente para superar sin incomodidad este ancho lomo.

La perspectiva, a mi derecha, de la Cabeza de la Parra y el Cerro de la Encinilla me fue dando idea de la ganancia de altitud.

Y, cuando, a mi izquierda, apareció el cordal de Gredos al oeste, supe que...

... estaba llegando a la cima, que se descubrió poco después.

Desde el Pico Casillas, descubrí al norte el Valle de Iruelas, al fondo del cual llamaba la atención una cúpula verde: el Cerro de los Vientos. Dominando la garganta por la izquierda, de alzaba...

... el Cerro de la Escusa, más allá del cual se prolongaba Gredos por las sierras del Valle y el Cabezo.

Al suroeste, en la llanura, eran ahora visibles las sierras de San Vicente y la Higuera, mientras que al sureste, seguían...

... las ya conocidas peñas de Cenicientos y Cadalso.

Al noreste, la Garganta de la Yedra, entre el cordal por el que había venido y aquél por el que me disponía a bajar, recorrido por una pista. Para llegar a ella, descendí el lomo, cubierto de matorral cerrado, por...

... una senda a veces borrosa. Al llegar al carril, me incorporé al mismo para seguir el cordal al noreste.

Así se veía el Pico Casillas al ir dejándolo atrás.

A mi izquierda, una estupenda vista del Cerro de la Escusa.

Al llegar al Portacho del Pozo, dejé la pista del cordal por otra que sale a la derecha (NE) y que...

... se bifurca enseguida. Seguí por la derecha (SE) para descender más directamente al fondo de la garganta.

Fui bajando suavemente en lazadas por un colorido entorno entre helechos y un variado arbolado abierto. Cuando esta pista se bifurcó también, ya a media altura, giré a la izquierda (S) para proseguir el descenso.

Luego, llegué al bosque, primeramente de robles, que se mezclaron luego...

... con castaños y algún pino. Al llegar al cauce, lo crucé por un  puente y tomé a la izquierda (NE) el camino del otro lado, para...

... descender el barranco hasta estar de vuelta en el Área Recreativa El Regajo.

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