ASCENSIÓN
DESDE VIANA DE MONDÉJAR
RODEANDO LA TETA LARGA
Dentro del verde paisaje alomado de La Alcarria,
las Tetas de Viana constituyen una excepción. Se trata de dos torreones de
flancos verticales, casi gemelos, a cuyas cimas amesetadas no se podría acceder
sin material de escalada o ayudas fijas. Además, son de los cerros más altos y
prominentes de la comarca y, desde ellos, se disfrutan de amplias perspectivas
hacia el resto del arco meridional de la Cordillera Ibérica. Fuera de las
culminaciones rocosas, el entorno es el habitual en toda la región, con densos
encinares y pinares en las laderas y vegetación de ribera en el fondo de la
compleja red de barrancos que cruza la comarca.
La
ruta asciende a la Teta Redonda, la más alta y también la única que cuenta con
ayudas fijas para superar la pared, en forma de pasamanos, peldaños tallados y
una escala metálica. A la Teta Larga, me confirmé con rodearla por la base del
roquedo, buscando de paso un punto débil; no lo encontré. La aproximación al
collado entre los dos cerros, de donde parten las respectivas visitas, la hice
por senda balizada que sube directamente, siguiendo más o menos el barranco que
cae del mismo al pueblo. El retorno fue dando un rodeo por las vertientes norte
y oeste, por variar y por tener otras perspectivas de ambos picos.
Las Tetas
de Viana, la Redonda a la izquierda, vistas desde el noreste
SITUACIÓN:
- Zona: Serranía de Cuenca (Cordillera Ibérica)
- Unidad: Montañas Alcarreñas
- Base de partida: Viana de Mondéjar (Ávila)
ACCESO: La población de Viana de Mondéjar, perteneciente al municipio guadalajareño
de Trillo, está situada en el sur de la provincia, dentro del área central de
la comarca de La Alcarria, en la ribera suroriental del Tajo. Desde que se
entra en el pueblo, hay carteles indicando el inicio de la ruta de subida a las
Tetas de Viana, con su aparcamiento. Situado junto al "Parque Infantil, 19492 Trillo, Guadalajara".
Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen hasta allí en el
siguiente link a GoogleMaps.
OTROS
DATOS:
- Cota mínima / máxima: 858 / 1.144
- Mi tiempo efectivo: 2h06
- Mi tiempo total: 2h44
- Dificultades: Muy fácil. Terreno abrupto, incómodo
y expuesto en alguna ocasión alrededor de la Teta Larga. La subida a la
Redonda, con su equipamiento, carece de dificultad y el resto de la
excursión es por caminos.
- Track
para descargar en Wikiloc
Mapa
tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA
LA RUTA: Dejar Viana de Mondéjar por la pista que,
desde el fondo del barranco que baja del collado entre las Tetas, sube al
mismo. En la primera lazada, dejarla por una senda balizada que sale a la
derecha (NO) y remonta más directamente la ladera hasta Los Cañizares, donde sale de nuevo al carril. Tomándolo a la
derecha (N), se llega enseguida al collado
de las Tetas de Viana. Girar a la derecha (NE), por el camino que accede a
unas antenas. Al acabar ante las mismas, seguir por una senda a la izquierda
(NE) que entra en la vertiente oeste para dar la vuelta a la Teta Larga al pie de las paredes. La traza se pierde
con frecuencia y hay puntos con vegetación cerrada y cierta exposición, pero,
sin llegar a afrontar dificultad ni grandes incomodidades, tras rodear el
extremo norte del monte y recorrer la vertiente oriental, se vuelve al collado. Cruzarlo (S) y tomar el
camino, primero ancho, luego más estrecho, por donde se accede a la meseta
cimera de la Teta Redonda, cuyo
borde merece la pena recorrer antes de ir a tocare el hito.
Regresar por el mismo
camino al collado y girar a la
izquierda (NO) para bajar por una senda que desciende en diagonal a través del
encinar. Al llegar a una pista, tomarla a la derecha (E) para rodear el monte
por la ladera de San Juan y, sin
hacer caso de desvíos, dirigirse bajo las laderas orientales a Viana de Mondéjar.
Croquis
de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH
COMENTARIOS: Excursión muy
corta, muy fácil y muy bonita, si se prescinde del rodeo de la Teta Larga.
Éste, no estoy muy seguro de que merezca la pena, pues las vistas no son muy
diferentes a las del rodeo de regreso y la vegetación las tapa la mayor parte
del tiempo. Respecto a la visión cercana de la pared, está bien, pero no es tan
espectacular como se podría pensar. Pero, bueno, como la jornada es tan corta,
así se alarga un poco. Es una pena que no haya subida fácil a la Teta Larga. Vi
un par de puntos algo más débiles, pero que, a ojo, no deben de pasar de bajar
III grado, con bastante exposición y, desde luego, requiriendo rápel para el
descenso. Respecto a la subida a la Teta Redonda, carece de dificultad y lo
peor es que, con los aros que, los que somos grandes, casi no cabemos con
mochila por los aros de la escalera.
RELATO GRÁFICO:
Salí de
Viana de Mondéjar por la pista que comienza remontando el barranco que baja del
collado de las Tetas. En la primera lazada, donde el carril se aleja del cauce,
lo dejé por la derecha (NO), por...
... una
senda, que estaba indicada a las tetas de Viana y que sigue el ascenso más
directamente. Cunado al poco se dividió, continué por la derecha.
Como el
camino es bueno y cómodo, no tardó en quedar bastante abajo el pueblo.
La senda
desembocó en una pista, la misma de antes, en la collada de Los Cañizares.
Retomándola a la derecha (N), continué el ascenso, primero por un lomo coronado
por la Teta Redonda y, luego, rodeando ésta por su vertiente oriental, desde la
cual...
... había
esta bonita perspectiva (lástima de luz) sobre Viana de Mondéjar y el entorno
del Vallejo del Espinar.
Al
desplazarme el norte, fue asomando la Teta Larga. A sus pies, alcancé la
cuerda, en el...
... collado
entre ambos cerros, desde donde pude ver el paisaje al oeste. La central de
Trillo destacaba en medio del campo alcarreño. Allí, tomé a la derecha (N)...
... un
carril que sube a unas antenas situadas al pie de la Teta Larga. Al acabar, seguí
a la izquierda (NO), por...
... una
senda estrecha que rodea los riscos por la vertiente occidental,
manteniéndose...
...
prácticamente pegada a la pared. Pronto, la traza se perdió y, aunque reaparece
de vez en cuando, ha perdido la continuidad, comida por los arbustos, que,
además, tapaban el panorama.
Sólo
ocasionalmente algún hueco me permitió una rápida visión de los campos al
oeste.
Lo que no
es mucho problema es la orientación; el terreno limita bastante los lugares de
paso. Incluso hay algún pasaje expuesto, como éste, próximo al morro
septentrional, situado sobre...
... la
ladera de S. Juan y desde donde vi la pista por la que luego regresaría al
pueblo.
Eso, sin
dejar de revisar la pared que me dominaba. Encontré hasta tres puntos
relativamente débiles (la fractura a la derecha es uno de ellos), pero, como se
ve, no deberían abordarse sin material de escalada; por lo menos para la
bajada. Así que hoy me conformé con disfrutar de la geología a mi derecha y...
... el
panorama a mi izquierda. La visión de Viana de Mondéjar me anunció que...
... la
vuelta se iba acabando. Poco después, fue asomando la Teta Redonda hasta...
...
descubrirse del todo llegando a las antenas de antes.
Así que
regresé al collado, del que salí ahora recto (S), por un carril que rodea el
risco por el sur, pasando...
... al
pie mismo de unas paredes aún menos abordables que las de la otra Teta. Pero
aquí hay truco. Más adelante, el carril se...
... hace
senda que, resguardada con barandillas, posee...
... una
privilegiada perspectiva de Viana de Mondéjar y su entorno.
El
caminillo desemboca ante unos escalones que se meten por una chimenea, de la
cual se sale...
... por
una escalera de mano que permite superar sin dificultad el resalte final y
alcanzar...
... la
meseta cimera. Antes de dirigirme a la cima, que quedaba a mi derecha, recorrí
el borde, comenzando por ir hacia el sur.
Desde el
extremo de la peña, se ve así el campo alcarreño, con su verdor sólo
interrumpido por un recodo del Tajo y...
... la
central y el pueblo de Trillo.
Pasando
por la vertiente oeste, me asomé a disfrutar del vértigo a norte y...
... sur,
donde asomaba ya la Teta Larga.
Al llegar
al extremo norte de la meseta, giré en redondo (S) para...
... ir a
tocar el hito, cruzando el prado abombado.
Como se
ve, las vistas desde el hito están muy limitadas, lo que justifica el rodeo que
acababa de dar, desde donde...
... hay
mejores perspectivas. Volví desde el vértice a la escalera y, de ahí, por...
... el
mismo camino, al collado. Allí, giré a la izquierda (NO) para tomar...
... una
senda que desciende en lazadas a través de un espeso encinar.
Sólo en
un par de sitios se abrían los árboles lo justo para ver algo, como, por
ejemplo, la Teta Redonda.
Salí del
bosque al llegar al pie de monte, donde la senda desembocó en una pista. La
tomé a la derecha (NE), pasando a...
...
rodear el monte en horizontal, llevando el llano a la izquierda y...
... la
Teta Larga, dominándome, al otro lado. Tras doblar su extremo norte, llegué a
una bifurcación, donde seguí por...
... la
derecha (S), empezando a vislumbrar Viana de Mondéjar bajo la característica
mole del Mogorrón.
Mientras,
a mi derecha, las Tetas de Viana, visibles ambas ahora, iban variando de perspectiva.
Ya cerca
del pueblo, el camino entró en un barranco al tiempo que se estrechaba, hasta
que, finalmente y...
... a la
vista de la Teta Redonda, desemboqué en la pista del inicio, a pocos metros de
donde había dejado el coche.
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