Cabeza Gorda (1.520)

ASCENSIÓN DESDE VALDESANGIL

POR LA CUERDA OCCIDENTAL Y EL ARROYO DE VALDESANGIL

Valdesangil es el nombre de una pedanía próxima a Béjar y del barranco en que se asienta. Éste corre por el hueco central de una suave loma curvada, trufada de canchos y berrocales que surgen del pasto y el matorral que pueblan mayormente la cuerda y laderas. La Cabeza Gorda el más alto de los picos de esta montaña, casi un macizo independiente, que remata una estribación de la Sierra de Candelario. Con su buena prominencia, esta cima es un privilegiado mirador sobre la vertiente norte de la misma, lo que, unido a un entorno pintoresco y las formas peculiares de los riscos, justifica de sobra una visita a esta montaña, pese a su modesta altitud.

La ruta consiste en recorrer la cuerda desde su extremo occidental hasta la cima de la Cabeza Gorda y, luego, regresar hasta el collado cabecero del Arroyo de Valdesangil para descender por el mismo de hasta el pueblo.

Vistas desde el suroeste, más allá de Béjar, las Peñas de Valdesangil se alzan sobre el pueblo

SITUACIÓN:

  • Zona: Sierras de Béjar (Sistema Central)
  • Unidad: Sierra de Candelario
  • Base de partida: Valdesangil (Salamanca)
ACCESO: La población de Valdesangil, perteneciente al municipio salmantino de Béjar, está situada en el sureste de la provincia, al pie de la vertiente norte del Sistema Central; concretamente, de la Sierra de Candelario. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen hasta el inicio de la ruta en el siguiente link a GoogleMaps.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 1.027 / 1.520
  • Mi tiempo efectivo: 3h38
  • Mi tiempo total: 5h00
  • Dificultades: F. Trepadas cortas por bloques para visitar las cimas. Sólo hay un paso algo menos fácil (I+), pero con poca exposición, para tocar el hito en Cabeza Gorda. El resto es por caminos.
  • Track para descargar en Wikiloc
Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: Salir de Valdesangil hacia el O y, en La Vega, tomar la pista que, a la derecha (N), remonta el barranco de La Ladera. Cuando se bifurca, seguir por la derecha (NE) para ganar la cuerda en el collado del Cabezón (1.222) y comenzar a recorrerla a la izquierda (NE). Desviarse a la derecha (E) atravesando el prado y trepando luego por unos bloques para visitar el Cabezo del Vaqueril y disfrutar de las vistas, sin necesidad de encaramarse al bloque más alto. Retomar el camino y, cuando atraviesa una collada al pie de la cota (1.333), dejarlo por una senda a la derecha (N) que continúa por la cuerda. Al pasar cerca del Risco Gordo, dejar el trazo por la izquierda (N) para dirigirse al mismo y  trepar al pie del canto cimero, que tampoco es necesario escalar. De nuevo en la senda, seguirla al E, para pasar el Puerto del Valle y subir a Cabeza Gorda (F), cuyo canto más alto se alcanza con relativa facilidad desde el norte.

Bajar del risco y deshacer camino hasta estar ante la Peña Caballera. Girar a la izquierda (SO), dejando la traza para atajar hacia el Arroyo de Valdesangil. Al llegar cerca del cauce y topar con una senda, tomarla a la izquierda (S) para descender el barranco. Al desembocar en una pista, seguirla a la izquierda (SO) hasta regresar a Valdesangil.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: Visita a otra montaña modesta, pero panorámica, aunque más conocida que otras de similar porte de la zona, sobre todo desde que sus placas y bloques fueron descubiertos por los escaladores hace algunos años. De hecho, esta vez conté con senda o al menos hitos todo el tiempo, aunque por momentos fuera precario el trazo y, el terreno, algo más que incómodo.

No es mi primera visita. Pero, a diferencia de la vez anterior no me encaramé a los cantos cimeros ni del Cabezo del Vaqueril (III grado, superando el muro con fisura que queda a la derecha del lugar en que me quedé), ni del Risco Gordo (II+ por el lado oeste, con un paso de gatera); en Ambos casos, es innecesario para disfrutar de las vistas y me voy haciendo mayor para ciertas cosas. Tampoco completé el recorrido de la cuerda con su brazo oriental, como era mi intención, ya que el descenso por el sur me lo encontré mucho pero que otras veces, con el matorral entre cantos más denso y con mayor proporción de zarzas. O, igual, es que con la edad también me he vuelto más señorito. La cosa es que, tras perder un rato, decidí volver por la cuerda hasta el Arroyo de Valdesangil, que, por cierto, no conocía, y descender por él.

El resultado es una excursión bonita, entretenida, fácil y variada. Más que el recorrido de toda la cresta, al añadir el recorrido del barranco.

RELATO GRÁFICO:

Tras aparcar en las cercanías de la iglesia, comencé a caminar por la Calle del Puente y salí enseguida del pueblo, pasando a caminar entre campos. A mi derecha, podía ver la cuerda que iba recorrer, del Cabezón a la Cabeza Gorda.

Pisando ya tierra, llegué a una bifurcación donde continué por la derecha (NO), siguiendo unas marcas de PR.

No tardé en alcanzar otra bifurcación, donde de nuevo giré a la derecha (N), pero esta vez abandonando el sendero balizado.

El carril me llevó, cruzando una cancela, a La Vega, extensa zona de prados al pie del Cabezón, desde la que pude contemplar, a mi espalda,…

… la Sierra de Candelario y...

... la Peña Negra.

Por aquí, el carril se difuminó hasta casi desaparecer pero hay una referencia: otra cancela al fondo del prado, desde la cual sale al noroeste una pista que rodea el Cabezón, penetra en...

... un barranco anónimo paralelo al de Valdesangil y lo remonta. Cerca de la cabecera, el carril se bifurca y continué por...

... la derecha (NE) hasta ganar el amplio lomo del cordal cerca del collado (1.222), abierto entre el Cabezón y....

... el cerro al que, a falta de otra denominación, llamaré Cabezo del Vaqueril (1.291), por el monte que se extiende a sus pies. El camino gira a la izquierda para seguir la cuerda, pero yo lo dejé por la derecha (E) para encaramarme, si no a la cima, a la parte alta.

Tras un inicio suave y herboso, ya sin indicaciones, remonté una ladera de matorral y canto más empinada, desde lo alto de la cual, mirando atrás, podía ver la Sierra de la Peña de Francia y otras de las Hurdes.

Luego, entré en un pasillo entre bloques, a la izquierda de los más altos. Al dejarlos atrás y...

... dar vista a Cabeza Gorda, giré a la derecha (S), ganando fácilmente (I) una plataforma de roca.

Al otro lado, al sur, la Sierra de Candelario y la Peña Negra, dominando Béjar, más allá de los campos que rodean Valdesangil. El horizonte a la derecha quedaba tapado por el bloque cimero. Volviéndome, con...

... la cresta de Los Piquillos ante los ojos, bajé del cancho y descendí a la izquierda (NO) por una pendiente de hierba para volver al camino, que...

... tomé a la derecha (N) para subir por la cuerda. Al llegar a una collada a la izquierda del risco cotado en 1.332 en el mapa,...

... dejé el carril, que abandona la cuerda, por una senda que sale a la derecha (N) y remonta la pendiente de...

... matorral y cantos para proseguir por el cordal. Al ganar altura, mirando atrás, una bonita perspectiva del Cabezo del Vaqueril y el Cabezón enmarcando la Peña Negra.

A mi izquierda, las sierras de las Hurdes, Peña de Francia y Tamames.

La traza, estrecha pero muy claramente dibujada en el pasto, me fue llevando por lo alto del ancho lomo de Los Risquillos, entre...

... canchos diversos. La cuerda es tan ancha aquí, que incluso forma vaguada a veces.

Precisamente, poco después de salir de una de ellas y ver de nuevo la Cabeza Gorda, dejé la senda por la izquierda (N) para...

... dirigirme al risco gordo. Me encaramé al mismo abriéndome paso entre escobas y trepando (I) bloques, a la derecha de la cima.

Al pie de los cantos más altos, a los que no trepé, y junto a un característico voladizo, me asomé...

... al norte, donde se extiende el Campo Charro. Más a la derecha, podía ver...

... o más bien intuir lo más cercano de las Parameras, a través del hueco entre el Cancho del Guarro y...

... la Cabeza Gorda. Para dirigirme a ella, comencé por...

... deshacer camino para regresar a...

... la senda, por la cual proseguí el cresteo al este, rodeando algún cancho antes de...

... bajar al Puerto del valle, al otro lado del cual me esperaba Cabeza Gorda. De camino, podía ver, a mi izquierda, las...

... llanuras del Campo Charro y, al lado contrario,...

... el Arroyo de Valdesangil. En el collado, atravesé la cerca de piedras de la divisoria antes de...

... emprender la subida a Cabeza Gorda, siguiendo una senda estrecha, pero clara que va por el lomo.

Al ganar altura, una mirada atrás, a Los Piquillos, tras los que asoma la Sierra de Tamames.

Al llegar ante el cancho cimero, comencé a rodearlo por la izquierda y, al ir a dejarlo atrás, giré para encarar su vertiente sur, que es apilamiento de bloques (I), del cual salí a...

... la cresta del risco; a la izquierda (E), tenía el más alto de los cuales, marcado con unas piedras. Allí estaba el hito geodésico, que luego vi que se había caído.  Para trepar al mismo, me encaramé al bloque de unos tres metros que se ve delante a la izquierda (I+) y atravesé de una zancada el espacio entre ambos.

Al norte de Cabeza Gorda, el campo Charro. Girando la vista a la derecha,...

... la Parameras occidentales. Incluso se llegaba a ver un trocito de Gredos sobre las estribaciones de la...

... Sierra de Candelario.

Al suroeste, con la Peña Negra al fondo, se extendían paralelos el lomo por donde pensaba regresar, completando el cresteo, y el barranco por el que bajé al final. Ya diré por qué. 

El panorama cercano al oeste estaba muy limitada por otro bloque de altura similar al cimero, pero sí que se veían los montes de las Hurdes, peña de Francia, etc., en el horizonte. Bajé volviendo a la senda y, enseguida, me fui a la vertiente sur para regresar por la cuerda que va a la Cruz del Collado, pero, a diferencia de anteriores ocasiones, el matorral entre los canchos estaba muy cerrado y ni siguiendo los hitos había un paso razonable, así que lo dejé estar y, recordando que nunca había subido o bajado por el Arroyo de Valdesangil, me decidí por esa opción.

Así que deshice camino por la senda hacia el Puerto del Valle pero, antes de llegar, en la collada previa a la Peña Caballera, lo dejé por la izquierda (SO) para atajar a través de una pendiente de hierba hacia...

... el Arroyo de Valdesangil, por donde iba a bajar.

Delante, los Piquillos presentaban un aspecto impresionante.

Llegando al eje del barranco, topé con unos hitos y un estrecho trazo en la hierba. Tomándolo a la izquierda (S), pasé a descender por el mismo, alternando...

... trechos más y menos poblados de vegetación, en un entorno muy bonito.

Esta bajada hace la excursión más variada.

Ya metido en bosque, desemboqué en una pista, que, tomada a la izquierda (S), me...

... llevó apaciblemente, en pocos minutos, hasta...

... Valdesangil, desde cuyas primeras casas me volví a contemplar el cordal que había recorrido.

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