Canchal de la Ceja (2.427)

ASCENSIÓN DESDE CANDELARIO

CUERDA DE LOS HERMANITOS (2.329), CON EL TORREÓN (2.399)

El Canchal de la Ceja culmina la Sierra de Candelario, que incluye los dosmiles más occidentales del Sistema Central  y es la más importante del grupo de Béjar. Está situada entre los valles del Alagón y el Tormes, separada de Gredos por el Puerto de Tornavacas. Se trata de una loma redondeada, tan ancha que, sobre ella, se llega a perder la sensación de estar en cresta, pese a tener un horizonte muy abierto. Sin embargo, bajo la cresta, antiguos glaciares excavaron sus laderas, dejando un puñado de circos, tan altivos como se puedan encontrar en el resto de la cordillera. Su naturaleza no es exuberante, limitándose a pasto y matorral, como imponen sus extremas condiciones climáticas; sólo en lo más abrigado de los barrancos se refugian pequeñas masas de arbolado. Es también una montaña humanizada, con pueblos y pistas retrepados hasta media ladera, pero sin llegar a estropear su carácter agreste.

En esta ocasión, partiendo de la Dehesa de Candelario, remonté la cuerda que se desprende al NO del Torreón para alcanzar, por el lomo de la sierra, el Canchal de la Ceja y descender por la que cae en la misma dirección desde esta cumbre, de modo que el recorrido rodea la cuenca superior del Río Cuerpo de Hombre.

El Canchal de la Ceja y los Hermanitos, que tapan el Torreón, vistos desde el oeste

SITUACIÓN:

  • Zona: Sierras de Béjar (Sistema Central)
  • Unidad: Sierra de Candelario
  • Base de partida: Candelario (Salamanca)
ACCESO: Candelario es una población salmantina situada en el sureste de la provincia, al pie de la vertiente norte de la sierra homónima. Para llegar al lugar de partida a ruta, hay que dejar el pueblo por la carretera local que, al SO, se dirige a la Dehesa de Candelario, entrar en la misma y, ya por pista de tierra en excelente estado, continuar un par de kilómetros, hasta la cerrada curva a la izquierda en que casi toca el Arroyo de Peñas Gordas. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen hasta allí en el siguiente link a GoogleMaps.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 1.370 / 2.427
  • Mi tiempo efectivo: 6h13
  • Mi tiempo total: 7h41
  • Dificultades: PD. Dos pequeñas escaladas de II grado, ambas en torno a 10 metros de altura y una equipada con sirga. Unas pocos pasos cortos de I grado y trechos incómodos por pedregal.
  • Track para descargar en Wikiloc
Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: En la Dehesa de Candelario, en la curva descrita, tomar la senda se dirige al oeste, cruzando el Arroyo de las Gordas y el Río Cuerpo de Hombre, para encaramarse a la Cuerda de los Hermanitos. Girar a la izquierda (S) y remontarla, trepando al pasar a las cimas del Hermanito Menor (F) y el Hermanito Mayor (PD), hasta El Torreón, ya en el cordal principal de la sierra. Seguirlo a la izquierda (NE), superando el tranco del Diablo, hasta la cumbre del Canchal de la Ceja (PD).

Descender a la izquierda (NO) por la Loma de la Culebrilla. Al llegar ante la cota 2.184, soslayarla por la derecha (NO) y, al dar con el borde oriental de la loma, que da sobre Las Hoyuelas, seguirlo hasta la linde superior de un pinar. Girar a la izquierda (O) con la senda y, al llegar a un torrente, dejarse cae a la derecha (NO) a través del bosque, hasta una pista horizontal. Tomarla a la derecha (N) y, luego, en sendas bifurcaciones, seguir sucesivamente por la izquierda (O), derecha (N) e izquierda (NO) para regresar al punto de partida en la Dehesa de Candelario.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: Ruta bastante prolongada, consistente básicamente en caminar por sendas o terreno despejado, nunca muy incómodo, aunque incluye algunas trepadas. Dos de ellas de cierta entidad, pero que creo que están al alcance de muchos montañeros. No así de senderistas, sobre todo por la del hermanito Mayor. Sobre esto, resulta curioso dónde fueron a colocar en buzón, en un lugar que no es ninguna cima, pero que, eso sí, se alcanza caminando. Un buzón tramposo, pues.

La excursión, transcurriendo casi íntegramente por lomos, es pródiga en panoramas, lo que es su principal atractivo. Las trepadas, si bien añaden cierta diversión, no son una parte fundamental. De hecho, el Tranco del Diablo es punto de paso obligado, pero la actividad seguiría siendo interesante si se prescinde de pisar el bloque más alto de Los Hermanitos.

RELATO GRÁFICO:

Salí de la pista de la Dehesa por este camino que se dirige al oeste, cruza el Arroyo de Peñas Gordas y, más adelante, el Río Cuerpo de Hombre antes de...

... encaramarse a un lomo, desde el cual, ya fuera del bosque, podía ver la parte baja del valle y las peñas de Valdesangil al fondo.

Estaba sobre la Cuerda de los Hermanitos, que se veían allá en lo alto, y, girando a la izquierda (S) me dispuse a remontarla. El lomo es amplio y herboso y, además, lo recorría un trazo de senda, no muy claro, pero suficiente para hacer cómoda la subida.

Estaba todavía bastante abajo y el panorama no era muy amplio. Pero, a mi derecha, podía ver ya asomar la Sierra de la Peña de Francia sobre el cercano cordal de la Cruz de Jeromo.

Al otro lado, el curso superior del Río Cuerpo de Hombre se presentaba como una sucesión de rellano y escalones rocosos.

Al ganar altura, se fue descubriendo la Peña Negra a mi espalda.

A mi izquierda, la cabecera del Río Cuerpo de Hombre, dominado la Loma de la Culebrilla y...

... la Cuerda de los Hermanitos, que se iban desvelando paulatinamente. Llegando a la cota 2.000, ésta se ensanchó y suavizó mucho en una...

... tendida rampa regular cubierta de hierba. Desde ella, se podían ver ya en toda su amplitud las sierras de Gata y Francia. 

Más cerca, a mi derecha, el extremo occidental de la de Candelario y el Camocho, ya en la parte que ostenta el bonito nombre de Montes Tras la Sierra.

Al otro lado, uno de los rellanos por donde circula el Río cuerpo de Hombre.

Ya se podía ver la Hoya Moros bajo la cresta de Talamanca, mientras...

... el terreno volvía a hacerse más agreste, estrecho y empinado ante la subida al Hermanito Menor.

Una mirada atrás hacia los 2.150 m de altitud, justo antes de entrar en...

... una prolongada zona de bloques apilados donde unos hitos ayudaban a seguir una línea trazada con tanto arte que me resultó innecesario usar las manos.

Lo que no quita que las vistas a la izquierda fueran haciéndose impresionantes...

... e, incluso, vertiginosas.

En fin; hay que detenerse para mirar atrás y contemplar la cuerda antes de...

... acabar de superarla y llegar a un lomo rocoso, desde donde se veía así la continuación de la sierra al oeste.

Pero aún no estaba en la cima, que quedaba a mi izquierda, en el extremo norte de la cresta. Más cerca hay un buzón, pero, como se puede ver, bastante tramposo. Además, al bloque más alto de este Hermanito Menor se trepa superando una serie de bloques dispuestos en graderío (los que se ven delante), con una dificultad mínima (I). Por cierto, a la derecha, el Hermanito Mayor y el Torreón.

Ya en la verdadera cima del Menor de Los Hermanitos, así se ve el Canchal de la Ceja sobre la Hoya Moros.

El Hermanito Mayor, estaba al otro lado de un profundo corte, que rodeé por la derecha siguiendo el lomo.

Pasando ante la brecha intermedia, una vista del Calvitero.

Para superar los diez metros de altura del cancho cimero de Los Hermanitos, trepé por su vertiente oeste, cuyo perfil se aprecia a la derecha en la foto. Sólo los últimos bloques apilados presentan cierta dificultad (II), pero el paso es corto. Las veces anteriores que lo he subido fue con bastante nieve, la cual, curiosamente, hacía más fácil la trepada, pues en el lado que da a la Hoya Moros se habían formado tales ventisqueros que se llegaba casi arriba sin trepar.

Desde el hermanito Mayor, una vertiginosa visión de la cuenca superior del Río Cuerpo de Hombre, con la Peña Negra detrás y las sierras de Francia y Tamames en el horizonte. Girándome a la izquierda,...

... al noroeste, el Hermanito Menor, donde se aprecia cuál es la verdadera cima. Junto al buzón hay alguien. Y, más allá, se ven neblinosas las montañas de Las Hurdes. Al lado opuesto,...

... el Torreón, curioso nombre para una cima tan anchurosa, del que me separaba un lomo amplio y suave. Lo recorrí, tras...

... destrepar el risco por la misma vía de subida y descender una abrupta ladera cubierta de piornos, donde me vino bien la senda.

Al pasar el collado, bonita perspectiva de la Hoya Moros.

Al alcanzar la pendiente que me llevó al cordal principal de la sierra, una mirada atrás, hacia Los Hermanitos.

Y ya sólo me quedó seguir la cuerda a la izquierda (NE) para llegar al hito cimero.

Desde el mismo, descubrí al sur el cordal de Gredos, donde se marcaban sus dos mayores macizos: el del Circo de Gredos y, más cerca, el Occidental o...

... de la Covacha, que dominaba desde muy arriba las casas de Tornavacas.

Al suroeste, por encima del amplio lomo del cordal, destacaba triangular el Camocho.

Al noroeste, los Hermanitos, con el fondo que llevaba contemplando toda la jornada.

Acabando la vuelta, la cuerda que va al Canchal de la Ceja, engañosamente regular desde aquí. Aunque, a la derecha, se aprecia el que es principal obstáculo de la ruta, pues, para salir de la primera brecha, hay que...

... superar el Tranco del Diablo. Se trata de un resalte de 10 ó 12 metros de altura, formado por bloques. Hay sendas vía de baja dificultad (II) a ambos lados de los techos que marcan la arista. También están las dos equipadas con pasamanos. Escogí la de la izquierda, la que se ve, que prefiero, pues, aunque más vertical, siempre me ha resultado más cómoda. Esta vez, encontré el cable destensado y con mala pinta y no lo usé.

Una vez arriba, alcancé enseguida, caminando por la senda del cordal, la Cumbre de Talamanca, desde donde se ven así el Torreón y los Hermanitos.

Por delante, un anchísimo lomo hasta el Canchal de la Ceja, a la derecha del cual...

... descubrí el tajo del Arroyo Malillo, bajo las Cuerda de los Asperones, la más agreste de estos montes. Al lado contrario,...

... el valle del Río Cuerpo de Hombre.

Al avanzar, pude ver esta perspectiva del inicio del descenso por la Loma de la Culebrilla.

Tras pasar por el collado intermedio, por una zona de bloques sin dificultad, pero donde hay que ir con un poco de cuidado, emprendí la subida final del día. Al inicio, pasé junto a los riscos de Las Agujas y...

... pude disfrutar de esta perspectiva de los Hermanitos, que amenizó...

... una subida regular y cómoda, sobre todo al final, cuando la extensión de la cima haría difícil localizar su punto más alto, si no fuera por el buzón. Al llegar a él, me encontré...

... ante el profundo hoyo que aloja las Lagunas del Trampal, dominado al otro lado por el Calvitero y, hacia mi derecha, por...

... la Cuerda de la Ceja, sobre la que...

... sobresalían ligeramente las crestas de Gredos. Siguiendo el giro,...

... al suroeste, tampoco las cuerdas de los Asperones y los Hermanitos asomaban mucho, a ambos lados del Torreón.

La vuelta acaba al noroeste, por donde va la cuerda y por donde inicié el descenso, con las montañas hurdanas ante los ojos.

La pendiente se incrementó algo al bajar, pero sin dejar de ser suave. También se fue definiendo un lomo, sobre el cual unos hitos señalaban el descenso, que no resultó tan cómodo por la ausencia de traza y lo pedregoso del terreno. Luego, al irme acercando a la prominencia (2.184) que remata esta Loma de la Culebrilla, el piso pasó a ser...

... una rampa de hierba. No presenta desde aquí el Canchal de la Ceja un aspecto impresionante.

Al paso por el collado, una mirada a la Cuerda de los Hermanitos, que perdería de vista, pues...

... la lógica me llevó a la vertiente oriental (derecha) en busca de mejor bajada. Los hitos desaparecieron, pero contaba con dos buenas referencia. La primera, la Peña Negra, hacia la que apuntaba mis pasos. La segunda, un torrente que, a partir del rellano en que nace,...

... abría un buen pasillo herboso en el matorral. Tras atravesar un segundo rellano, me encontré de nuevo una senda que,... 

... llegando por mi derecha, se dirigía ladera abajo. La tomé y, por ella, fui siguiendo el borde de...

... Las Hoyuelas, gran cóncavo abierto bajo el Calvitero.

Esta parte de la bajada acabó ante un pinar, donde la senda gira a la izquierda (O) para...

... seguir la linde de la arboleda. Seguí hasta dar con un torrente; entonces, giré a la derecha (O) y dejé el caminillo...

... para bajar junto al cauce, a través del pinar, hasta una pista que ya se veía poco más abajo. Entré en la última parte de la excursión tomando este carril a la derecha (NO).

Lo que quedaba hasta el final fue un reposado descenso por pistas, sin otra novedad que varios cruces. En el primero, éste, giré a la izquierda (SO).

En el segundo, a la derecha (N) y...

... aún encontré un tercero, desde donde, por la izquierda (NO), llegaría...

... en pocos minutos a la curva de donde había partido.

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