La Marceral (1.653)

ASCENSIÓN DESDE EL PUERTO DE LOS ALAMILLOS

POR LA CUERDA A PARTIR DEL CERRO QUEMADO (1.565)

El pico de La Marceral es uno de los más de la Sierra de Alta Coloma, situada en la compleja zona montañosa del sur de la provincia de Jaén. Como es habitual en este núcleo central de la Subbética, presenta un relieve generalmente surgen llamativos riscos. La cubierta vegetal es la esperable en estas latitudes: pinos y encinas se refugian en los lugares más abrigados y húmedos, mientras un pasto duro puebla laderas y cordales. Los principales atractivos de esta montaña son los extensos panoramas desde las cimas, que invitan a plantear las excursiones incluyendo cresteos más o menos prolongados. También la soledad, pues este monte está poco concurrido por excursionistas, lo que conlleva falta de sendas y señalización. Lo que no tiene por qué ser un inconveniente.

El Cerro Quemado y La Marceral ocupan los extremos de una loma que se curva en torno a un abrupto barranco. La ruta consistirá, pues, en remontar su cabecera para acceder a la primera cima y recorrer la cuerda hasta la otra.

Vistos desde el suroeste, el Cerro Quemado y La Marceral asoman sobre los pinos, por delante de la Sierra de Mágina

SITUACIÓN:

  • Zona: Sierras de Alta Coloma y Mágina (Cadenas Béticas)
  • Unidad: Sierra de Alta Coloma
  • Base de partida: Noalejo (Ávila)
ACCESO: La población jiennense de Noalejo está situada en el sur de la provincia, al pie de la vertiente meridional de la Sierra de Alta Coloma. La excursión se inicia en el Puerto de los Alamillos, situado a 7 km, pasado el paraje de Navalcán por la carretera vecinal que, saliendo del extremo oeste del pueblo, va hasta Alcalá la Real. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen hasta el de partida de la ruta en el siguiente link a GoogleMaps.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 1.044 / 1.653
  • Mi tiempo efectivo: 3h53
  • Mi tiempo total: 5h08
  • Dificultades: Muy fácil. Largo tramo sin senda, por terreno empinado y pedregoso, con algo de matorral, en el cóncavo de El Matón. El resto es por camino y, cuando no, por terreno cómodo y evidente.
  • Track para descargar en Wikiloc

Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: En el Puerto de los Alamillos tomar la pista que baja hacia el norte, a los cortijos homónimos y seguirla hasta que cruza el Barranco de Jamellones. Dejarla por la derecha (SE) para remontarlo, por el su escabrosa ribera derecha. Cuando se divide, seguir por el cóncavo de El Matón, que se abre a la izquierda (NE). A unos dos tercios de su altura, pasando la vertical de cima, girar a la izquierda (N), para atacar de frente la pendiente pedregosa y, pasando entre varios riscos, alcanzar la cima del Cerro Quemado.

Seguir el lomo del cordal a la derecha (E) y, aprovechando los caminos cuando convenga y manteniéndose en la cómoda cuerda herbosa cuando no, pasar por el Cerro de la Cueva de la Mina y llegar a la cumbre de La Marceral.

Descender por lo alto del lomo, primero al SO, luego al NO y, finalmente, al oeste. Llegando a La Bernabela, a fin de evitar una zona abrupta, dejar la cuerda por la izquierda (S), descendiendo hasta dar con el cabo de un camino que corta la ladera en ligera diagonal al SO y que muere en el siguiente collado, tan súbito como apareció. Volver a la vertiente sur para rodear en ligero descenso diagonal, sin senda pero con comodidad, la última prominencia (1.373) que queda antes del Puerto de los Alamillos.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: Esta ruta es una caminata panorámica, cómoda en sus tres cuartas partes pero salvaje en la parte del Barranco de Jamellones y El Matón. Sin presentar dificultades técnicas, la subida directa al Cerro Quemado es dura e incómoda. Aunque resulta fascinante por el entorno salvaje en que se desarrolla. Y llegar hasta ella obliga a abrirse camino por el enmarañado fondo del Barranco de Jamellones. Encontré algún rastro de lo que debió de ser una mala senda en el pasado y que la falta de uso ha hecho desaparecer. Así que esta ascensión no debe emprenderse sin tener el hábito de moverse por terrenos escabrosos con soltura, además de cierto instinto para dar con el paso bueno cuando éste ni está marcado ni es obvio. Pero, por otra parte, no le veo una alternativa cómoda al itinerario propuesto, si se quiere mantener como circular y disfrutar al completo de este rincón de la Sierra de Alta Coloma.

RELATO GRÁFICO:

Salí del Puerto de los Alamillos caminando por la pista que, al norte, lo cruza y baja hacia los cortijos del mismo nombre.

Ya en el fondo del barranco, me dominaban llamativos canchos sobre las laderas de hierba y tierra. Continué descendiendo...

... por el carril hasta cruzar el Barranco de Jamellones. Giré entonces a la derecha (SE) para remontarlo bajo los pinos de...

... la orilla norte, siguiendo un borroso rastro que se mantiene cerca de la linde. Esta precaria guía...

... despareció al dejar los árboles,  pero, como el terreno no era tan malo y había paso entre los matorrales, continué barranco arriba, separándome paulatinamente del cauce. Cuando la ladera a mi izquierda (NE)...

... se abrió en el cóncavo de El Matón, giré para continuar ascendiendo por éste.

Al principio, el terreno mejoró respecto al barranco principal, pasando a caminar por una rampa herbosa regular, por la que gané altura con rapidez.

Pero pronto volvió la incomodidad de las piedras sueltas, la fuerte pendiente lateral y...

... un monte bajo que, sin llegar estar cerrarse, imponía el paso. Eso sí; el entorno, espectacular.

Pasando bajo esa característica aguja, estimé que estaba en la vertical del Cerro Quemado y pensando que el terreno no podía ser mucho peor, giré a la izquierda (N) para dirigirme directamente a la primera cima de la jornada.

Efectivamente, salvo por la mayor pendiente, la cosa era similar. Incluso el matorral era más bajo. Y, así, sin poder evitar mirar cada dos pasos tanto abajo, como...

... a la izquierda, donde estaba el pico del Paredón, el más alto de la sierra, fui ganando altura.

La contundente mole de La Marceral se descubrió, a mi espalda, cuando...

... me faltaban pocos metros para llegar a la cuerda, que alcancé pocos metros al oeste de... 

... la cima del Cerro Quemado. Desde allí, descubrí, al este, la Sierra de Mágina y el aislado pico de Alta Coloma, que, ya dije, no está en la sierra del mismo nombre sino en la vecina llamada de Lucena, pueblo que tampoco está por aquí... qué cosas. En medio, se llegaba a ver, a lo lejos, las crestas de Cazorla y Segura. Girándome a la izquierda,...

... se alzaban el Grajales, otro de los picos importantes de esta sierra,...

... y el Cerro de la Horca, ya en la Sierra de la Pandera, sobre cuyo lomo asomaba ligeramente la cumbre de la misma.

Ya en dirección noroeste, una compleja zona de estribaciones secundarias y, siguiendo con el giro,...

... la Sierra del Trigo, con el Paredón.

Finalmente, al sur podía ver Sierra nevada asomando por detrás de La Marceral. Para dirigirme hacia allí, comencé...

... descendiendo hacia el sureste, por el flanco izquierdo de la cuerda. Perdidos unos cien metros de cota, al dar con unas trazas de ganado, las seguí a la derecha (S) para...

... cruzar el Collado del Candilejo y encaramarme al lomo occidental del cerro de la Cueva de la Mina. Lo alcancé junto a un cortijo, donde giré a la izquierda (E) para dirigirme a esa segunda cima del día.

La cuerda, desde donde hay una estupenda perspectiva del Cerro Quemado, es...

... amplia y suave y estaba recorrida por unas rodadas.

Desde el Cerro de la Cueva de la Mina, destacaba la perspectiva, al noroeste, de la Pandera asomando sobre el lomo del cerro Quemado. También, al lado contrario,...

... una visión más amplia que hasta entonces de la Penibética, por encima de Noalejo: además de Sierra Nevada, las de Arana y Baza. Más a la derecha, estaba...

... la continuación de la ruta hacia La Marceral, consistente en recorrer la ancha cuerda intermedia. Primeramente, bajando al suroeste por la ladera del cerro, que es un cómodo prado, frente al...

... tajo del Barranco de Jamellones. Al dar con un carril, ya en un lomo definido, lo seguí a la izquierda (S) hasta...

...estar al pie del domo cimero. Allí lo dejé por la izquierda (S) para remontar...

... directamente la ladera de La Marceral. No había senda, pero tampoco hacía falta. Pronto pude ver, a mi espalda, las crestas de Grajales y Mágina por encima del Cerro de la Cueva de la Mina.

Ya en la cumbre, al otro lado descubrí las siluetas de las sierras de Almijara y Tejera en el horizonte, por encima de las vecinas del Pozuelo y Parapanda. Girándome a la izquierda,...

... Sierra Nevada, con la de Arana delante y la de Baza al fondo.

La perspectiva sobre el techo de la península, espectacular.

Sigue la vuelta con esta vista del cerro de Alta Coloma y la Sierra de Mágina.

Ya al norte, las crestas de la Pandera y Grajales para terminar la vuelta...

... al noroeste, donde se alzaban los cerros del Paredón y Hoyo de Cigarrones. En esa dirección inicié el descenso, primero por una ancha y tendida pradera, de la que, más adelante, surge el lomo occidental de la montaña.

A poco de empezar a bajar, pude ver a mi derecha los otros dos picos del día, tras los que iba ocultándose Mágina.

La cuerda es tan ancha y suave que...

... conviene tomar una referencia en el horizonte, pues además el lomo se divide inopinadamente. Yo apunté a los nevazos, que es ese cabezo que se ve delante del paredón.

También había rastros en la hierba, pero no conviene dejarse llevar sin fijarse, pues algunos se van por el lomo que no es. Al llegar a un collado ante el hombro de La Bernabela, me dejé caer a la izquierda (SO), en busca de...

... una senda que cortaba la ladera meridional, casi en horizontal. A la izquierda, se abría...

... la Solana Salcedo, al fondo de la cual, pude volver a ver momentáneamente...

... la cresta de Sierra Nevada.

El camino murió en el siguiente collado (1.342). Vi unas trazas a mi derecha (SO), algo más abajo en la ladera y decidí alcanzarlas para rodear por ellas el cabezo que tenía delante. Aunque no eran continuas, el terreno era bastante cómodo y no me costó rodear esta última prominencia (1.373) antes del...

... Puerto de los Alamillos, donde había comenzado la excursión que ahora acababa.

Comentarios