Ioar (1.419)

ASCENSIÓN DESDE EL SANTUARIO DE CODÉS

CRESTEO CON LOS PICOS DE LA PLANA (1.341) Y GRUDO (1.366)

El pico de Ioar culmina la Sierra de Codés, que forma parte de la más meridional de las alineaciones paralelas en que se abre la Cordillera Cantábrica en su tramo más oriental, separando el valle del Ebro de las cabeceras de sus afluentes Inglares y Ega. Si bien presenta las características típicas de la media montaña cantábrica, con laderas verdes de pendientes suaves o moderadas y culminaciones romas, en su vertiente sur surge la caliza en forma de aristas y monolitos afilados y altivos. El atractivo de esos elementos rocosos está realzado por la densidad y variedad del arbolado que los rodea. Además, dada su situación, la vista desde la cresta se extiende por buena parte de la montaña vasca, así como por el núcleo septentrional de la Cordillera Ibérica, que se asoma al Ebro en la ribera opuesta. En resumen, un hermoso entorno y extensas panorámicas para una montaña con carácter.

La ruta consiste en remontar el lomo suroriental de La Plana, alcanzando allí la cuerda de la sierra. A continuación, recorrer por ésta su tramo más alto y, pasado el Grudo, acabar descendiendo y cerrando la circular por sendas y caminos de la vertiente meridional.

El Ioar desde La Plana

SITUACIÓN:

  • Zona: Montes del Alto Ebro (Cordillera Cantábrica)
  • Unidad: Sierra de Codés
  • Base de partida: Torralba del Río (Navarra)
ACCESO: La población navarra de Torralba del Río se encuentra en el oeste de la provincia, al pie de la vertiente sur de la Sierra de Codés. La ruta parte de un aparcamiento que se haya al acabar la carretera, sobre el Santuario de Codés, a dos kilómetros y medio del pueblo. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen hasta allí en el siguiente link a GoogleMaps.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 739 / 1.419
  • Mi tiempo efectivo: 4h02
  • Mi tiempo total: 5h20
  • Dificultades: Muy fácil. Tramo de arista de roca agudo, sin dificultad, pero aéreo.
  • Track para descargar en Wikiloc
Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: Salir del Santuario de Codés por un camino que va atravesando hacia el este la ladera de la sierra hacia las peñas de Malpika y, bajo las mismas, dejarlo por una senda a la izquierda (N), que sube al collado de la Cueva del Moro. Seguir la cuerda a la izquierda (NO), pasando por la cima de La Plana antes de alcanzar la cumbre en el Ioar.

Continuar el cresteo por el pico Grudo y luego, cuando el lomo se divide en dos para formar La Barranca, seguir por el de la izquierda (SO), buscando el extremo de un camino que desciende la vertiente sur. Más abajo, el mismo gira para atravesar la vertiente, cruzando el Barranco de Fuentesfrías y el del Francés. A la salida de éste, junto a la Choza de los Pastores, desviarse a la izquierda (SE) para continuar la travesía de la ladera. Misma operación al paso por la Fuente de Valdillera, llegando así de vuelta al Santuario de Codés.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: Un itinerario que creo que es bastante completo en esta sierra, con sus panoramas durante el cresteo y un entorno con atractivos forestales y geológicos. Transcurriría casi íntegramente por buenos caminos, salvo el trocito de arista a la bajada de La Plana, donde merece la pena desviarse de la senda unos metros para disfrutar de las perspectivas sobre esa cima y el Ioar. El paso en cuestión carece de dificultad técnica, pero es vertiginoso y no recomendable para personas con vértigo o una aprensión excesiva a la altura. Ciñéndose a la senda durante el recorrido del cordal, la ruta pierde la mínima dificultad que presenta. Como única advertencia, cabe alertar sobre el dédalo de caminos que hay en la vertiente sur, donde conviene tener claro dónde se pretende ir para evitar despiste, que no serían graves, pero harían perder tiempo.

RELATO GRÁFICO:

Desde el aparcamiento de tierra por encima del Santuario de Codés, unas antenas sobresaliendo de los roquedos denuncian la situación de la cumbre de la sierra. 

Inicié la ruta caminando hacia la derecha (E), por un carril marcado como GR que rodea la iglesia por arriba y que, al acabar...

... se prolonga por una senda, que va ganado altura muy suavemente.

Al desembocar en un camino más ancho, lo tomé a la izquierda y continué a través del robledal, cada vez más denso.

Aquí, dejé el GR para tomar un camino algo peor que sube a la izquierda (NE) y, tras ganar algo de altura, vuelve a...

... atravesar ladera. Al llegar a esta curva en redondo, lo dejé por una senda estrecha (hito) a la izquierda (N) por la que subí, entre espesas encinas, hasta salir a...

... una pedrera casi al pie de las peñas de Malpika. Allí, el trazo giró a la izquierda (NO) para...

... ir a buscar un paso accesible. Antes de llegar al risco que se ve, la senda recupera la subida directa,...

... empinada, pero libre de obstáculos, hasta el collado junto a la Cueva del Moro.

Mirando atrás, sobre el Valle de Aguilar y los modestos cerros vecinos, se extendía la sombra del cordal de la Sierra Cebollera sobre la bruma.

Al otro lado de la cuerda, la cresta de las Costaleras asomaba apenas de la manta de nubes que cubría ese sector de la sierra. A la izquierda (NO), se veían...

... el Ioar y La Plana y hacia ésta comencé a subir, por la senda que recorre el cordal, dejando atrás...

... las peñas de Malpika.

A mi izquierda, la vista se extendía desde la Sierra Cebollera a los picos de Urbión e incluso Neila. Por desagracia, la atmósfera estaba bastante turbia.

Más cerca, podía ver ya mejor la rocosa vertiente meridional del Ioar.

Mientras, el ascenso hacia La Plana proseguía apacible.

Mirando atrás, no sabría decir si las nubes perjudicaban o mejoraban el panorama.

Y parecida cosa a la derecha, aunque ahora se distinguía a lo lejos el Montejurra, mientras me iba acercando a...

... la cima de La Plana, con su historiado buzón.

Desde esta primera cima de la jornada, las nubes deslucían sin duda la vista al norte. Si bien en directo se llegaban a distinguir las moles de Gorbea, Anboto y Aralar, en la foto quedan confundidas al fondo.

Así que no me entretuve mucho antes de seguir hacia el Ioar. Aunque la senda pasa a la vertiente norte (derecha) para evitar la arista en que se convierte la cuerda, viéndola fácil, comencé a caminar por ella.

Ciertamente, carece de dificultad y, salvo algún escaloncito, el filo es regular y se puede caminar sobre él, aunque...

... la caída a la izquierda impresionaba lo suyo.

Recorrido un trecho, se gana perspectiva hacia la cima de La Plana y su impresionante roquedo occidental. En cuanto la arista se tornó accidentada, la dejé sencillamente...

... descendiendo por la rampa de hierba que llevaba a mi derecha hacia la cercana senda, por la que proseguí la excursión.

Más abajo, el caminillo se acercó a la arista, desde donde había bonitas vistas tanto de la vertiente sur del Ioar, como...

... del Valle de Aguilar y el horizonte de crestas de la Cordillera Ibérica.

Tras pasar por el collado intermedio, emprendía la subida a la cumbre de la sierra, siempre...

... por buena senda de pendiente llevadera. Atrás, La Plana presentaba mejor perfil que desde el otro lado.

A media subida, entré en un hayedo, del que no salí hasta...

... la cima del Ioar, desde donde hay esta impresionante perspectiva al sur, incluidos los famosos Penitentes. Más lejos, las nubes estropeaban la vista... o no. Girándome a la izquierda,...

... más allá de la Plana, la sierra se iba cubriendo poco a poco.

Como ya dije, al norte estaba demasiado oscuro. Bueno, los dos bultos del centro de la foto, creo que son Aizkorri y Aratz. O a lo mejor no. Muy poético, pero poco vistoso el día.

Al oeste, la cuerda continuaba hacia el pico Grudo, más allá del cual se veía la Sierra de Cantabria. Hacia allí me dirigí para continuar la excursión, siguiendo...

... la senda hasta estar bajo la última cima del día, momento en que me desvié a la izquierda (S) para encaramarme a la misma y disfrutar mejor de las vistas, sobre todo del Ioar, incluyendo, a la derecha,...

... la cresta de los Penitentes.

También, de la Sierra de Cantabria, más despejada desde aquí. Descendí dejándome caer hacia la derecha (NO), por una empinada ladera de...

... pasto y cantos hasta dar de nuevo con la senda.

Incorporándome a la misma, continué el descenso por el cordal. Al dividirse en dos en torno a La Barranca, continué por la rama sur (izquierda). Mientras tanto, al fondo,...

... una nube había entrado a media altura en la Sierra de Cantabria, como subrayando su agudo cresterío.

La senda no tardó en girar para bajar directamente vertiente abajo hasta un camino más ancho, que tomé a la izquierda (S).

Pasé luego a atravesar la ladera hacia el este, entrando en el Barranco de Fuentesfrías, que crucé. Al salir de su cuenca por el lomo opuesto,...

... me encontré con la visión de los Penitentes al otro lado del siguiente barranco, el del Francés. Al poco de entrar en el cual...

... dejé de lado un desvío ascendente a la izquierda, guiado por unas marcas rojas que seguía desde que dejé la cuerda. Luego, en un segundo cruce (éste), giré a la izquierda (NE) para...

... ir hacia el fondo del barranco. Tras cruzarlo y saliendo del mismo,...

... pude ver cómo las nubes cubrían la cresta de la sierra.

Al pasar junto a la Choza de los Pastores, dejé el camino por una senda más estrecha a la izquierda (SE), que se mete en el encinar (se ve un punto rojo en un árbol) y, enseguida,...

... desemboca en otro camino, al pie ya de los riscos. Ahí giré a la derecha (S), dejando de seguir las marcas de pintura.

En pocos minutos, llegué a otro cruce junto a la Fuente Valdillera, que se medio-distingue a la izquierda. Por ese lado (E) seguí,...

... pasando bajo la cresta de los Penitentes, que...

... dejé atrás y pronto perdí de vista al...

... entrar en el bosque. Tras pasar varios desvíos indudables (subían o bajaban directamente), llegué a esta bifurcación, donde giré a la izquierda (NE).

Poco después, poco antes de que el carril comenzara a perder altura, lo dejé por esta senda a la izquierda (E), con un cartel indicando al santuario.

Cuando los árboles empezaron a abrirse, pude ver cerca el valle y Torralba, indicando el final de la excursión, lo que...

... me confirmaría enseguida la vista, al fondo, de las peñas de Malpika. No así La Plana, cubierta de nubes.

Comentarios