Peña de Santa Lucía (1.853)

ASCENSIÓN DESDE SANTIBÁÑEZ DE RESOBA

POR LOS VILLARES Y PEÑA ESCRITA (1.762)

En el cordal que cierra La Pernía por el oeste, separando los valles del Carrión y el Pisuerga, la Peña de Santa Lucía ocupa el extremo meridional. Se trata de una masa caliza achaparrada que, al lado del Espigüete o el Curavacas,  no destaca por belleza ni por altitud. Además, éste último factor, junto con la cercanía de los pueblos a la cresta, ha llenado el monte ganado, pistas, etc. Sin embargo, su situación centrada entre los macizos mayores y una prominencia destacable hacen de esta montaña un estupendo mirador de sus renombrados vecinos, así como de los valles circundantes

La ruta enlaza los dos itinerarios de ascensión más asequibles y cómodos de la vertiente oriental. Para la subida, remonta el cóncavo de Los Villares, aprovechando para visitar la secundaria Peña Escrita. Para la bajada, tras un rodeo para ver la curiosidad geológica del Ojo de La Lastra, se rodea el monte hasta el collado de Las Saleras y se regresa al pueblo por pista.

La Peña de Santa Lucía, con el Curavacas detrás y Santibáñez abajo a la derecha, vista desde el sureste

SITUACIÓN:

  • Zona: Alto Carrión (Cordillera Cantábrica)
  • Unidad: Montes de La Pernía
  • Base de partida: Santibáñez de Resoba (Palencia)
ACCESO: La población de Santibáñez de Resoba, perteneciente al municipio palentino de Cervera de Pisuerga, está situada en el norte de la provincia. Concretamente, en el valle del Río Ventanilla, afluente del Pisuerga que corre entre las estribaciones meridionales de los montes de la Pernía y la Sierra de la Peña, y muy cerca por tanto del macizo del Alto Carrión. La ruta se inicia por una pista que sale de lo alto del pueblo y asciende al norte, por lo que lo ideal es aparcar en su salida. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen hasta allí en el siguiente link a GoogleMaps.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 1.262 / 1.853
  • Mi tiempo efectivo: 3h17
  • Mi tiempo total: 4h27
  • Dificultades: Muy Fácil. La subida final a Peña Escrita se realiza por una fuerte pendiente de pedrera y matorral, bastante incómoda y que requiere ir con cuidado, pero sin llegar a presentar una dificultad técnica reseñable. El resto de la ruta transcurre por caminos o terreno cómodo y despejado.
  • Track para descargar en Wikiloc
Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: Dejar Santibáñez de Resoba por la pista que sale de la parte alta del pueblo, remontando la ladera del Castro san Juan. En la primera curva a la derecha, seguir recto (NO) por una senda que va al prado de El Salcebo, donde desaparece. Girar entonces a la izquierda (O) para remontar un tubo herboso bajo la peña del Palomar. Al ganar un collado (1.374), seguir a la derecha (N – NO) por el borde de un gran hoyo para situarse en la base del barranco de Los Villares y remontarlo. Al pasar bajo la cara norte de Peña Escrita, girar a la izquierda (S) para ganar, a través de una incómoda ladera de matorral y cantos, dicha cima. Seguir por la cuerda a la derecha (O) hasta la cumbre de la Peña de Santa Lucía.

Descender a la izquierda (SO) por el lomo que va a la Peña del Horaco, a fin de visitar la curiosidad geológica del Ojo de la Lastra. Tras ello, girar a la derecha (N) para rodear el monte por sus vertientes occidental y septentrional, siguiendo trazas de paso discontinuas. Al dar con una pista en el collado de Las Saleras, tomarla a la izquierda (N - NE) y seguirla, sin hacer caso a ningún desvío, hasta Santibáñez de Resoba.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: Una ascensión muy panorámica que combina la ruta normal que usa a la bajada, todo pista, con una subida más directa para añadir algo de emoción a la actividad. Por cierto, que incluso la pequeña incomodidad, que no dificultad, para subir a Peña Escrita se puede evitar dejando el tubo más arriba y ganando la arista al oeste de la cima. Respecto al rodeo para ver el Ojo de la Lastra, más que por esa roca agujereada, se justifica porque obliga luego a rodear el monte y contemplar los vecinos Espigüete y Curavacas bajo una variedad de perspectivas. Aunque esta cumbre quede eclipsada por sus vecinas más altas, alpinas y renombradas, merece la visita.

RELATO GRÁFICO:

Dejé Santibáñez por una pista de cemento que sale desde lo alto del pueblo hacia el noroeste, buscando el hueco entre las peñas del Palomar y San Juan.

Tras pasar un portillo y pasar el carril a ser de tierra, en la primera curva a la derecha, continué recto (NO) por una senda que remonta brevemente un barranco hasta...

... un prado en El Salcebo, donde acaba. Giré entonces a la izquierda (O) para continuar la subida por un tubo herboso que gana un collado que se veía bajo el crestón rocoso de Peña Escrita.

Aunque no hay senda y el terreno es empinado, también es cómodo. Al ganar altura, se fueron descubriendo a mi espalda la atractiva silueta del Pico Saruno y, más lejos, un incierto monte nevado.

Al ganar el collado (1.374) y encontrarme ante un gran hoyo abierto bajo Peña Escrita, giré a la derecha (N) para...

... rodearlo por ese lado y dirigirme hacia el barranco de Los Villares, cuya boca se distinguía ya. Camino de la misma, pude ver...

... esta bonita perspectiva de Peña Redonda a mi izquierda.

Para acceder a Los Villares, tuve que perder unos metros de cota y cruzar una banda de matorral, afortunadamente estrecha y atravesada por pasillos de animales. Luego, la subida por el barranco fue cómoda, sólo moderada mente empinada y...

... aprovechando la banda de hierba despejada del paso del torrente.

Para entonces, ya eran visibles, a mi derecha, las crestas del Alto Campoo.

El tubo pasa bajo Peña Escrita, dejándola a la izquierda.

Cuando vi a ese lado (S) una subida factible, giré hacia misma, para dirigirme directamente a la cima, que es, de las dos puntas que se ven, la de la derecha.

Al principio, la subida es cómoda, mayoritariamente herbosa y con algo de matorral rastrero y siempre con huecos para evitarlo. Pronto, pude ver a mi espalda el alto valle del Río Carrión, bajo la Horca de Lores y el Carazo.

Luego, el terreno empeora algo, con unos canchos fracturados que me obligaron a poner cuidado e incluso ayudarme de las manos en alguna ocasión.

Iba viendo la arista cimera cada vez más cerca. Al ganarla, giré a la derecha (O) para...

... recorrer el breve tramo de arista ancha, suave y despejada que me separaba de la cima.

Desde Peña Escrita, descubrí al oeste la mole de Peña Ten y la Sierra del Brezo, con Pico del Fraile y, más a la izquierda,...

... la Peña Redonda. Continuando el giro, al otro lado de la cresta,...

... al noreste, el Alto Campoo, el Carazo, Horca de Lores y...

... el Curavacas en el macizo del Alto Carrión.

La cumbre de Santa Lucía se alzaba al noroeste y hacia ella me dirigí, caminando por la cuerda. Sólo la última punta de Peña Escrita (1.751) preferí rodearla por el norte (derecha).

Luego, en el paso del collado y posterior subida, no encontré obstáculo alguno hasta...

...alcanzar las casitas y el vértice que ocupan la cumbre.

Desde la Peña de Santa Lucía, descubría esta magnífica perspectiva del Embalse de Camporredondo con Peña Ten al fondo, y dominado por el...

... Espigüete. Más a la derecha,...

... sobre el pueblo de Vidrieros, otro grande del Alto Carrión:...

... el Curavacas, con sus corredores de la cara sur bien marcados. Continuando el giro, la vista pasa sucesivamente por...

... los cordales de la Pernía y el Alto Campoo;...

...el valle del Pisuerga, muy difuminado;...

... la Sierra del Brezo, con Peña Redonda en su sector oriental y...

... el Fraile en el horizontal. Hacia allí (SO, izquierda al llegar), comencé la bajada, caminando por un lomo pedregoso al que...

... enseguida sucedió una empinada ladera herbosa hasta la Peña del Horaco, bajo la cual...

... se abre el peculiar boquete llamado Ojo de la Lastra. Igual llevo vista mucha montaña, pero no me pareció para tanto. De hecho, me gustó más de este rodeo para volver...

... los panoramas cambiantes del Alto Carrión que iba a disfrutar mientras rodeaba el monte por el oeste y el norte. Para empezar, éste, al dejar el dando la espalda a la Peña del Horaco para dirigirme al norte a través del pasto, manteniendo cota y apuntando...

... al Curavacas. De vez cuando, aparecía un trazo en la hierba, me ponía a seguirlo, pero no tardaba en desaparecer.

Como el terreno es despejado y no muy pino, no importaba no tener senda. Al perder de vista Peña Ten,...

... apareció por delante el Alto Campoo.

Luego, otra bonita perspectiva del Espigüete y el Curavacas sobre Vidrieros.

Y así hasta que me encontré ante el collado de Las Saleras, y me dirigí a él para tomar la pista que pasa por él a la izquierda (N) y, dejando de lado el desvío a la izquierda que pasa a la vertiente del Carrión, bajar hacia Santibáñez. No conviene perder cota durante el rodeo hasta este momento, pues...

... la ladera está cortada por esos dos resaltes, que se pasan mejor por arriba.

La pista no tardó en virar al sureste, que será la dirección general del descenso. Pasé ante varios desvíos, sin hacer caso de ninguno pues este carril es el mismo por el que dejé el pueblo al principio. El pico que destaca al fondo es el Saruno, que sirve de referencia del final de la excursión.

Antes, al pasar por la Fuente de la Cañada, volví a ver por un momento la cumbre, allá a la derecha.

Luego, ya muy cerca del final, bajando del Alto del Lugar, la Peña Escrita sobre El Salcebo.

Y, a la vista del coche y el pueblo, la Peña Redonda a punto de cubrirse de nubes.

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