Cerro del Telégrafo o Pico de la Serrota (2.292)

ASCENSIÓN DESDE PRADOSEGAR

POR PEÑA PAJARITA Y BAJADA POR EL ARROYO DE LOS TEJOS

El Cerro del Telégrafo o pico de la Serrota corona la sierra homónima, que es, a su vez, la más alta de las Parameras de Ávila. Toda esta alineación es un mirador privilegiado sobre Gredos, que discurre paralelo al sur, al otro lado del Valle del Alberche. Se trata de una montaña que sobrepasa los 2.000 metros de altitud, pero de relieve suave y crestas muy amplias, donde se pierde la sensación aérea. Sólo en algunos cóncavos de sus laderas se encuentra cierto carácter abrupto. Respecto al paisaje, la vegetación está formada casi exclusivamente por monte bajo y pastos duros y toda la zona ha estado sometida a un intenso aprovechamiento ganadero, que la ha llenado de caminos y cabañas que facilitan las excursiones, sin deteriorar gravemente la belleza del entorno.

 La ruta es simple; consiste en remontar el lomo que cae al noreste desde las inmediaciones de Peña Pajarita, al oeste de la cumbre, para alcanzar ésta por la cuerda. Luego, el regreso consiste en dejarse caer directamente al noroeste, hasta el nacimiento del Arroyo de los tejos, que se sigue hasta las cercanías del Barrio Alto de Pradosegar.

La Serrota desde el Valle de Amblés

SITUACIÓN:

  • Zona: Las Parameras (Sistema Central)
  • Unidad: La Serrota
  • Base de partida: Pradosegar (Ávila)
ACCESO: La población abulense de Pradosegar está situada en la zona central de la provincia, al pie de la vertiente norte de la Serrota. Está dividida en tres núcleos o barrios y la ascensión sale de la parte superior del más alto. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen hasta el punto de partida de la ruta en el siguiente link a GoogleMaps.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 1.285 / 2.292
  • Mi tiempo efectivo: 4h56
  • Mi tiempo total: 6h02
  • Dificultades: Ninguna. Tramos sin camino a través de matorral, nunca cerrado del todo, más algunas placas de roca, que se pueden superar sin manos.
  • Track para descargar en Wikiloc
Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: En lo alto del Barrio de Arriba, encaramarse al lomo de La Erilla y remontarlo hasta salir al cordal en Cañada del Valle. Girar a la izquierda y seguir la senda que va por la cuerda hasta la cumbre de la Serrota en el Cerro del Telégrafo.

Retroceder (NO) dese la cima, buscando la salida de una senda a la derecha (N). Tomarla, descendiendo por ella, primero a través del matorral y luego siguiendo el curso del Arroyo de los Tejos. Al desembocar en una pista, ya en las cercanías del Barrio de Arriba, tomarla a la izquierda (NO) para regresar al punto de partida.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: Esta alternativa a las rutas habituales de la vertiente norte es una buena caminata, muy panorámica y, aunque incluye un largo trecho sin camino, ni el terreno es incómodo ni la progresión presenta dificultades; por otro lado, desarrollándose por lomos y barrancos, la orientación resulta obvia.

El paso por la peña (1.576) primera del lomo de La Erilla, donde hube de retroceder para tener buen destrepe, al principio lo creí prescindible. Luego, a la vista de las fotos en casa, me parece que merece la pena el mínimo rodeo que supone, por la buena perspectiva que hay del resto de la subida.

En la cumbre, a la hora de bajar, me falló la memoria y fui a buscar la senda de bajada al lado contrario de donde está; habiendo bajado ya un tanto, me di cuenta y derivé a la izquierda hasta dar con el trazo. Y así lo he dejado en el track, pero he pintado a mano en el mapa, en rojo, el trazado aproximado de la senda. Creo recordar, por otra parte, que salida no era demasiado visible y hay que buscarla con atención, pero, sabiendo que la distancia a retroceder son unos 300 metros, no debería ser un gran problema.

RELATO GRÁFICO:

Aparqué en la pista de tierra que constituye la calle más alta del Barrio de Arriba de Pradosegar, cerca del cruce con la que sube a La Canchera. Al fondo, podía ver el tajo del Arroyo de los Tejos, por donde luego bajaría. De momento, comencé a caminar remontando el lomo sobre el que me encontraba, siguiendo …

… un leve rastro a través la hierba y el matorral disperso que poblaban La Erilla, hacia un cancho (1.576) que se veía más arriba.

Al separarme de la pista, desapareció la traza, que luego aparecería y se esfumaría todo el rato hasta llegar al cordal principal de la sierra. Pero no importa; el matorral era bajo y no llegaba a cerrarse; el suelo, de buen pisar, y, la pendiente, moderada. ¿Quién necesita una senda? Pues tampoco la orientación, planteaba problemas; se trataba de ir subiendo, mientras iba viendo cómo se descubrían, a mi derecha, los prados y arboledas sobre Villatoro y, al lado contrario, …

… el barranco del Arroyo del Tejo bajo el lomo de La Canchera. Bien puesto, ese nombre.

Así, fui ganando altura y perspectiva sobre Pradosegar y el Valle de Amblés.

Cerca de la culminación, superé varias placas de roca, bastante prolongadas. Eran tan tendidas que las pasé caminando todas, sin apenas apoyar las manos dos o tres veces, hasta…

… llegar a lo alto de una peña anónima (1.576). Desde ahí, pude ver lo que quedaba de lomo, que pierde pendiente, y el trecho de cordal principal que, a la izquierda, iba a recorrer hasta la cumbre. También, la ladera bajo la cúpula cimera, inicio de la bajada. También me encontré con una potente caída ante mí, por lo que, para proseguir el cresteo, tuve antes que…

… retroceder unos metros, hasta encontrar un descenso accesible, que fue a mi derecha (E), para ganar…

… la hierba bajo el risco y recuperar la dirección original. Tras atravesar el collado (1.557) inmediato, rodeé la siguiente peña (1.605) por el este (izquierda), pasando…

… bajo su colorido roquedo.

Lo que quedaba de subida hasta la cresta de la sierra se presentaba aún más cómodo y suave.

Y así fue. Pronto quedaron atrás los dos canchos.

Al tiempo, se iban descubriendo, a mi izquierda, partes de la bajada por el Arroyo de los tejos, y, más arriba…

… el rellano del Prado de la Plata.

El Valle de Ambles, cada vez más lejos.

Ver, a mi derecha, el Cerro de Valdehierro casi a mi altura, me reveló que…

… quedaba muy poco para salir al cordal principal, en Cañada del Valle, desde donde puede ver la mole de la Sierra de Piedrahita o Villafranca (depende de la vertiente) y, más allá, las nieves que todavía pintaban las crestas de Gredos y la Candelario. Aquí, giré a la izquierda (S) para…

… seguir el senderillo borroso que va por la cuerda. Primeramente, subiendo hacia Peña Pajarita.

La andadura fue, por aquí y lo que quedaba hasta la cumbre, aún más confortable.

El trazo y los hitos me llevaron a rodear por el este (izquierda) el cancho que iba viendo, el cual no es…

… la Peña Pajarita, que quedaba un poco más allá. Ésta, aunque tiene buena trepada, como ya me la conozco, la rodeé por el suroeste (derecha). En realidad, trepar al peñasco apenas mejora…

… las perspectivas hacia Gredos o…

… el Valle de Amblés, que se desplegaban a ambos lados del…

… amplio y tendido lomo que iba recorriendo.

Una mirada atrás, a Peña Pajarita, pasando la del Belesar, a la que tampoco me molesté en trepar y que está…

… a medio camino de la cumbre. Al acercarme a ella, la pendiente se incrementó un tanto y no cedió hasta…

… estar a pocos metros de la torrecilla, antiguo asentamiento para el heliógrafo, al que debe su nombre este Cerro del Telégrafo. Más allá, apareció la cresta quebrada de…

… la Sierra de la Paramera, borrosa pese a su cercanía. Girando a la derecha, proseguía el panorama por…

… las sierras orientales y…

… centrales de Gredos, incluyendo las crestas que dominan el Circo.

Una buena vista del Almanzor su corte, aunque algo turbia.

Al suroeste, sigue, por la Sierra de Villafranca, el cordal de Las Parameras, al otro lado del cual…

… podía ver el lomo por donde lo había alcanzado desde Pradosegar.

En fin, aquí me falló la memoria. Conocía una senda que bajaba al Prado de la Plata, por donde iba a regresar. Y, para buscarla, me dirigí al collado que se abre entre la Serrota y la antecima (2.279) que proyecta al noreste. Allí, giré a la izquierda (NO) y comencé a buscar el trazo.

No lo encontré, pero, como el matorral era bajo y no muy denso, fui perdiendo altura a través del mismo, hasta que vi un hito sobresalir del matorral a mi izquierda. Giré hacia él y…

… me encontré una senda estrecha y pedregosa, pero razonable. Luego, comprobé que la misma sale del cordal al oeste de la cima; es decir, que tenía que haber empezado retrocediendo un poco para buscar su arranque. En todo caso, no fue mucha la pérdida y me encontré una buena vía de bajada hacia el Prado de la Plata.

Antes, alcancé el nacimiento del Arroyo de los Tejos. Aquí la traza se diluye en la hierba de las riberas, pero ésta es una alfombra inmejorable para caminar. Y hasta pisé un nevero. Al llegar al prado, lo atravesé…

… caminando siempre junto al agua. En el borde externo del rellano, el cauce…

… entra en un estrecho y empinado barranco. Con el terreno obligado y el matorral, la senda me definió y me…

… fue guiando, siempre por la vertiente izquierda del barranco.

Nunca tuve que cruzar su curso, pero sí un par de afluentes, ambos sin dificultad. Luego, el riachuelo hace otra curva y pasa del…

… tramo abrupto y rocoso a…

… otro más abierto y tendido, …

… al cabo del cual…

… la senda desembocó en una pista, que no es otra que aquélla junto a cuyo arranque había aparcado. Así que, tomándola a la izquierda (NO), en…

… pocos minutos me encontré en el cruce donde había dejado el coche.

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