Croquis
de la ruta (a partir de la Laguna Grande) sobre ©GOOGLE EARTH
COMENTARIOS: Las rutas de las portillas del Crampón y los Cobardes son
complementarias: con una dificultad similar, atacan la cumbre desde lados
opuestos. Parece lógico combinarlas para formar un recorrido más completo a
través del Circo de Gredos. Respecto al sentido, subir por el Crampón es lo habitual,
pero, por variar, esta vez hice el recorrido al revés. De hecho, esta ruta, en
este sentido, la había realizado en condiciones invernales, pero nunca sin
nieve y era la combinación que me faltaba. La conclusión fue que, en verano, es
mejor subir por el Crampón, para ascender su odiosa canal pedregosa, que
siempre es mejor que bajarla. Sin embargo, en invierno, es más conveniente
subir por los Cobardes, pues, con nieve, la bajada por la canal de la Portilla
del Crampón es más regular y rápida, menos accidentada, que por Ballesteros e
Isabel II.
El recorrido no tiene grandes dificultades, pero es penoso en
verano, por el ambiente reseco y ardiente, sobre todo al bajar por las pedreras.
También, hay que afrontar unas trepadas que, ante cortas y sin gran exposición,
requieren cierta flexibilidad y coordinación, además de decisión en la breve
cresta. De hecho, me encontré bastante gente en la cumbre un par de grupos de
gente joven, pero sin experiencia alpina, y a algunos la bajada se les atravesó
mucho. Buena parte de la hora larga que estuve parado en las inmediaciones de
cumbre fue esperando, primero para subir y luego para bajar. La otra hora,
junto a la laguna, lo pasé en gran medida conversando a la sombra del refugio
con una lata de cerveza helada en la mano.
RELATO GRÁFICO:
Aparqué
en la Plataforma de Gredos mientras primeras luces del día iluminaban la
Serrota.
Comencé a
caminar por el camino empedrado que continúa remontando la Garganta de Prado
Puerto hasta…
… salir
al Prado de las Pozas, donde gira a la derecha (O) para encarar la subida a Los
Barrerones, tras…
… cruzar
la Garganta de las Pozas.
Durante
la subida, podía ver la mira más allá del extenso prado que dejaba atrás.
Rodeando
el lomo de Los Barrerones, o Cuerda del Cuento, aparecieron las altas crestas
del macizo, del Almanzor a cabeza Nevada. Luego, al doblar el morro, acabó…
… de
descubrirse el Circo de Gredos. A partir de ahí, el camino desciende hacia la
Laguna Grande, bajo el Morezón y el Cuchillar de Cerraíllos.
Rodeé la
masa de agua, dominada al otro lado por el cerro de los Huertos, por su orilla
oriental (izquierda).
Desde el
fondo de la cuenca, se veía al otro lado el refugio, bajo los picos del
Almanzor y el Ameal de Pablo. A llegar junto al mismo, el camino muero.
Entonces, busqué a la izquierda del edificio los hitos que…
… tras
bordear unos canchos remontan la garganta que alimenta la laguna, a media
altura de su vertiente izquierda.
Con la
constante referencia del Almanzor al fondo, fui avanzando por un terreno muy
movido de hierba y cantos, pasando…
… algún
que otro paraje sorprendente, hasta…
…
alcanzar la Hoya Antón, donde confluyen dos canales. Proseguí por la de la
derecha (NO), llamada…
… de
Isabel II, que asciende bajo los riscos del Almanzor y el Ameal de Pablo.
Empieza ancha y se va estrechando hasta...
…
reducirse a un angosto pasillo entre paredes. El fondo está lleno de grandes
bloques, algunos de los cuales hube de superar trepando (I / II).
También
pasé un par de breves neveros endurecidos. Mirando atrás, veía las agujas del
Cuchillar de Cerraíllos.
Salí del
tubo a un amplio rellano, donde la canal se bifurca. Los hitos me llevaron por
la derecha (N), que es el ramal más ancho y tendido; de todas formas, ambas
alternativas acaban en…
… un
segundo rellano, desde donde, como novedad, se volvía a ver Almanzor.
Por
delante, el tubo principal derivaba a la derecha, por donde iban los hitos.
Pero mi idea era recortar el rodeo por El Venteadero y para ello, iba a seguir
uno de los dos tubos que se ven salir hacia la izquierda (O) de la canal.
Escogí el de la derecha, el que sale más arriba y parece menos empinado y más
fácil.
Efectivamente,
la mayor parte de este tubo es una rampa de bloques bien afirmados de mediana
pendiente, que sólo presenta al final un breve escalón fácil (I) de apenas tres
metros. Desde loa alto del mismo, se veían así el Morezón y Cerraíllos.
No tengo
muy claro por qué, en determinado momento, con el Almanzor de nuevo a la vista
a mi izquierda (S), dejé el corredor para encaramarme al lomo rocoso de ese
lado. Hubiera sido más fácil seguir el tubo hasta su final, donde, de todas formas,
acabé.
Al menos,
este lomo de roca sólida entre los dos tubos que salen del segundo rellano, es
muy cómodo de transitar; además, había hitos sobre el mismo (en el Circo de
Gredos, se pueden encontrar hitos en lugares inusitados). Por otro lado, tenía
buenas vistas a la derecha, al…
… Ameal
de Pablo, y a la izquierda, al…
…
Cuchillar de Ballesteros, cuya base recorrería luego.
En fin;
el lomo muere donde vuelven a confluir los dos tubos, en una praderita. Aquí,
giré a la izquierda (SO) para remontar la pedregosa ladera, incómoda, pero
carente de dificultad, que me separaba del más septentrional de los riscos del
cuchillar (2.559). Llegando cerca del mismo, me encontré…
… una
hilada de hitos transversal. Era el trazado habitual de la ruta, que venía del
Venteadero, que, dominado por la Galana, podía ver a mi derecha. Girando al
lado contrario (S), seguí…
… las
señales que marcaban los pasos más cómodos bajo las paredes de la cresta,
camino del Almanzor. Si, a la derecha, por día ver el cuchillar sobre mí, a la
izquierda, la vista…
… incluía
la Galana y el Ameal de Pablo, que aquí, enmarcaban la lejana Serrota. Más adelante,
el…
… cambio
de perspectiva me permitió ver la Laguna Grande entre el Risco Moreno y el
Morezón y, por encima de este último, la Mira y las crestas difuminadas de la
Sierra de la Paramera y el Gredos Oriental.
Para
subir al Almanzor, lo haría por la Portilla de los Cobardes que es una pequeña
brecha abierta al sur y por encima de la que (2.534) separa el cuchillar de la
cumbre de Gredos. Para llegar a ella, superé una rampa de pedrera, empinada e
incómoda, rematada por…
… resalte
de 6 u 8 metros con buenos apoyos, que no llega a ser vertical (I+).
En la
portilla, una mirada atrás, antes de…
… entrar
en la acra oeste del Almanzor, que fui atravesando en horizontal por una repisa
pedregosa. Por cierto, que se ve a alguien en la cima y, a la izquierda, una
cabra. Mientras avanzaba, se fue descubriendo a mi derecha…
… la
vertiente meridional de la sierra. Al otro lado de un espolón, me encontré…
… a la
vista de la chimenea que constituye el acceso más fácil a la cima. Se trata de
una trepada de unos quince metros, que presenta, como dificultades más
destacables, primero, casi en el arranque, un…
… resalte
casi vertical, pero con mucho agarre (II) de unos cinco metros. Luego, tras una
zona más fácil (I), un…
… muro,
éste ya vertical, con apoyos buenos, pero un tanto forzados (II+). Al
superarlo, se gira a la derecha para atravesar, ya caminando, un pasillo de
roca del cual se sale a…
… la
cresta, al sur de la cima y dando vista, por tanto, al Cuchillar de las Navajas.
Entonces, giré en redondo para…
… trepar
por los bloques que sostiene el hito, en un paso sumamente fácil, pero…
… impresionante,
como se puede ver en esta vista del fondo del circo, más allá del cual se
extiende el cordal de Gredos hacia el este. Ya junto al hito, volviendo la
vista a la izquierda, la…
… cresta
que forman el Ameal de Pablo y el Risco Moreno, con las Parameras al fondo. Continuando
el giro, la…
… panorama
queda limitado por la punta norte, aunque se llegan a ver el Gutre y la Galana.
Ya al
oeste, el Sistema Central se extiende hasta la Sierra de Candelario y el macizo
de la Covacha, dominando…
… el
valle del Tajo, al otro lado del cual llegaba a distinguir la sombra borrosa de
los Montes de Toledo.
Por la
misma vía por la que había subido a la cima, regresé a la repisa de la cara
oeste para continuar la travesía de la misma hacia la izquierda (S), donde se
eleva el Cuerno del Almanzor. Al llegar a la Portilla del Crampón, al pie del
mismo, giré a la izquierda (E) para…
…
descender por la vaguada de ese lado, empinadísimo y angosto tubo en cuyos
primeros metros hube de destrepar (I). Luego, a partir del giro donde está ese
montañero, la…
… canal
se ensancha y pierde pendiente, pero pasa a ser aún más penosa. Esta bajada, de
lo peorcito de Gredos y de todo el Sistema Central, se desarrolla sobre
pedruscos movedizos, sobre todo a principios de verano, lo suficientemente
grandes como para dejarte un tobillo o una rodilla si no pisas bien.
Así que
hay que tomarla con calma; nada de trotar o dejarse resbalar. Al menos antes de
que se forme la traza que el repetido paso de montañeros va formando a lo largo
del verano. O de que la nieve cubra el pedregal; esto en invierno es gozoso.
De hecho,
cuando vi que, al final del pedregal, se conservaba un pequeño nevero, me
olvidé de los hitos y me dirigí a lo más cercano del mismo para aprovecharlo en
lo posible, dejándome deslizar sobre la nieve. Los retomé en un pasaje estrecho
que se abría hacia la izquierda (NE) y que da paso a…
… otra
rampa de pedrera. Ésta resultó también incómoda, pero…
… ya no
tanto, y desembocó en…
… la Hoya
Antón. Allí, la hilada de hitos de la canal se transformó en una senda. Estaba sobre
la ruta de subida y…
… ya sólo
era cuestión de deshacer el camino antes recorrido para regresar a…
… la
Laguna Grande y…
… los
Barrerones, donde me volví a…
… despedirme
una vez más del Circo de Gredos, antes de…
…
descender al Prado de las Pozas y…
… llegar
de vuelta a la Plataforma.
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