Croquis
de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH
COMENTARIOS: Ruta sencilla y sin grandes exigencias físicas, aunque con su
puntillo aventurero, que destaca sobre todo por la variedad de perspectivas
sobre el famoso (y hermoso) Ocejón. Sólo por eso, ya merece la pena. Además,
hay también buenas perspectivas sobre las crestas mayores de Ayllón y sobre la
Sierra del Rincón, entre otras, y se pasa cerca del interesante paraje de la
Despeñalagua, que se puede ver de cerca con un ligero desvío que apenas llevará
media hora entre ir y volver. Por otra parte, hay buena mesa en Valverde.
RELATO GRÁFICO:
Cuando
aparqué en Valverde de los Arroyos, a primera hora de la mañana, así se veía el
Ocejón. Dando la espalda al monte, …
… comencé
a caminar por un camino que sale al norte del fondo de la explanada y entra en
el robledal, sobre cuyas copas asomaban los riscos de Las Piquerinas, a donde
me dirigía.
Al salir
del arbolado, desemboqué en una pista más ancha, que tomé a la izquierda (NE)
para dirigirme al Collado de Peyuste.
Ahora,
podía ver, a mi derecha, la Sierra Gorda, que marca el límite sur de esta zona
montañosa del norte de Guadalajara.
También,
a mi espalda, una visión más amplia del Ocejón.
En el
collado, apareció al otro lado el achaparrado núcleo occidental de la Sierra
del Alto Rey. Allí, giré a la izquierda (O), hacia…
… Las
Piquerinas, por un desvío que remonta la cuerda para, enseguida, atravesar la
ladera hacia el norte (derecha). Al llegar al siguiente lomo, desde el cual…
… se da
vista a la vertiente norte, con los roquedos de las Peñas Verdes al fondo, dejé
el camino por la izquierda (SO) y…
… me
dispuse a remontar la ladera de hierba y matorral, por lo mejor, hacia las
peñas de Las Piquerinas. La orientación era obvia y, el terreno, razonablemente
cómodo para ser campo a través.
Además,
pronto comencé a ver unos hitos, espaciados pero suficientes para ayudarme a…
… escoger
el paso para atravesar un par de resaltes que, como se ve, son abruptos, pero
no requirieron usar las manos.
Mirando
atrás sobre el segundo escalón, además de la ladera superada desde el camino, podía
ya ver la cima del Alto Rey asomar ligeramente sobre el monte de Los Mojones.
A partir
de ahí, el terreno se tendió mucho y se tornó rocoso, pero sin dificultad,
hasta la punta oriental de Las Piquerinas (1.758), tras la cual vi, por primera
vez en el día, el Cerro del campo, cumbre de la excursión. Desde este primer
hito de la excursión, volviéndome a la izquierda (S) pude ver…
… una perspectiva
impresionante en verdad del Ocejón sobre Valverde de los Arroyos. Habría
más. Siguiendo a la izquierda, …
… la
Sierra Gorda, tras la que llegaba a adivinarse la llanura.
Ya al
este, los Mojones y el Alto Rey.
Al norte,
no había buena perspectiva, ni sobre el valle del Río Sonsaz ni sobre la Sierra
de Pela más allá.
En fin; empezaba
aquí el cresteo, hacia el oeste, de la Loma de las Piquerinas, camino del Cerro
del Campo. Se trata de un cordal amplio y suave, aunque…
… para
iniciarlo tuve que descender esta pedrera incómoda y muy empinada y, luego, los
tramos de hierba…
… se
alternaron con canchos que hacían incómoda la progresión.
A mi
derecha, comencé a ver las crestas mayores de Ayllón. Primeramente, el grupo de
La Buitrera. A lado contrario, …
… el Ocejón
era una presencia constante, aunque cambiando de aspecto con la perspectiva.
Así, fui avanzando
con suaves subibajas, sin molestarme en tocar las cotas intermedias, hacia la
subida algo más larga y consistente que defiende el Cerro del Campo y desde lo
alto de la cual…
… hay
esta perspectiva hacia el tramo de cuerda recorrido y la Sierra del Alto Rey
detrás.
Estaba sobre
una parte especialmente ancha y llana delo lomo y, delante, junto a La
Buitrera, aparecían el Cerrón y el Pico del Lobo. Giré a la izquierda (SO) con…
… la
cuerda para alcanzar por ella la cima del Cerro del Campo. Al llegar al hito,
me encontré delante con…
… esta
otra perspectiva del Ocejón, con el pico de La Centenera al fondo a la derecha.
Girando al otro lado, …
… más
allá de Valverde, una neblinosa visión de la Sierra Gorda y el llano. Continua
la vuelta con…
… el
cordal recorrido y el Alto Rey, …
… la
parte amesetada de la loma, que casi oculta la Sierra de Pela al fondo, …
… la
parte más alta de la Sierra de Ayllón y, cerrando el giro, …
… lo que
quedaba de Loma de las Piquerinas al oeste, junto a la Sierra del Rincón. Continué
por la cuerda, sin…
… otro
sobresalte que superar este resalte que defiende el Cillerete (1.929) y que
realicé, con toda comodidad, por una canaleta hacia la derecha. Desde lo alto
de la misma, me volví a…
…
despedirme del Cerro del Campo y, a continuación, …
… sin molestarme
en ir a pisar la cima, dirigirme directamente hacia el vértice Campachuelo. No
llegué al mismo; al pie de las rocas sobre las que se asienta, giré a la
izquierda (S) para…
…
descender junto al borde del cancho, primero suavemente y…
… luego con
más pendiente, hacia la Pradera de La Madita. Siempre por terreno cómodo y,
además, a poco de iniciar el descenso, reaparecieron los hitos para guiarme, si
falta hiciera.
Y siempre a la vista el Ocejón, presencia constante
en continuo cambio. Al llegar a sus pies, me topé con una senda, que tomé a la
izquierda (SE) para descender el barranco, …
… bajo la
Loma de las Piquerinas, entre gayuba y…
…
grupitos de robles, que, por esta parte del monte, iban otoñando ya.
Al otro
lado de este Arroyo de la Chorrera, el Ocejón quedaba medio tapado por sus
propias vertientes. A la altura de la confluencia con el barranco de Cañamarejo
y…
… bajo la
cima del Cerro del Campo, …
… la
senda se bifurcó. Continué el descenso a la izquierda (NE), mientras descubría
los riscos de Las Piquerinas al fondo, marcando la situación del pueblo.
Luego,
pude ver a mi derecha la cascada de Despeñalagua, por donde, pese a las fechas,
aún caían unos hilos de agua.
Y, así, fui
llegando a Valverde de los Arroyos, sin más que seguir el camino y con…
… el Ocejón
descubriéndose de nuevo al otro lado del valle.
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