Croquis
de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH
COMENTARIOS: Esta ruta es una variante más de ascensión de mínima dificultad
a Peñalara desde el Puerto de Cotos. Su principal atractivo o justificación,
comparada con la ruta normal, que, en todo caso, se recorre para bajar, es
apartarse de las multitudes durante un buen rato. Estéticamente son similares.
El inconveniente, por otro lado, es la pérdida de sendas (total entre el
collado de Peña Citores y la mal llamada fuente del Batallón Alpino) que hace
incómoda la progresión. Para el regreso, podía haber optado, en vez de retroceder
por la cuerda, por seguir adelante hasta la el risco y laguna de los Pájaros y
regresar por el Rellano de las Lagunas; pero esto hubiera alargado la excursión
en unos tres cuartos de hora y este día no andaba sobrado de tiempo.
RELATO GRÁFICO:
En el
Puerto de Cotos, comencé por dirigirme hacia la izquierda del centro de
visitantes, para acercarme al viejo chalet del Club Alpino, actualmente
cerrado.
Adosado
al flanco oriental del edificio hay una plataforma de madera, el Mirador de
Lucio. Allí tomé un buen sendero marcado con discos amarillos que sale al
noroeste y atraviesa el pinar en suave ascenso diagonal.
Los
escasos huecos en el arbolado me dejaban ver las alturas occidentales de la
Cuerda Larga a mi izquierda, al otro lado del puerto. Por ejemplo, aquí, las
Guarramillas.
Al salir
del bosque, había cambiado de vertiente y lo que se presentó ante mis ojos a
esa mano eran los Siete Picos, el Montón de Trigo y la Mujer Muerta dominando
el pinar de Valsaín.
La senda
seguía atravesando en suave ascenso la ladera hacia el collado en que Peña
Citores se une al cuerpo de Peñalara, …
…
abriendo ahora un claro surco en el matorral. A mi espalda, podía ver las
Cabezas de Hierro, Valdemartín, etc.
Al llegar
a la horcada, apareció delante la llanura segoviana; a mi derecha, se…
… erguía
Peñalara. Es habitual girar a ese lado para atacar la cuerda; en vez de eso,
giré al lado contrario (NO), en busca del…
… cauce
del Arroyo de las Dos Hermanas, que seguí brevemente por unos trazos
discontinuos que encontré en el matorral de la ribera derecha. Sobre la llamada
Fuente del Batallón Alpino; en realidad una represa arruinada hecha de cantos,
que debió de servir para retener el agua, busqué una senda, cuyo trazo puede
apreciarse atravesando en diagonal la otra vertiente, para tomar a la derecha (NE).
Lo que
queda del caminillo, en realidad una especie de surco o trinchera de escasa
profundidad, estaba comido por el matorral, pero algo aliviaba la progresión.
Al
alejarme de Peña Citores y del cauce del barranco, la vegetación disminuyó de
porte y…
… la
senda, trinchera o lo que sea, apareció más claramente. También veía su trazo
en el matorral, que más adelante volvería a comérselo, atravesando la ladera
bajo la cima de Peñalara.
Cuando el
tránsito por la senda volvió a hacerse penoso y me di cuenta de que, sobre mi había
extensas calvas de hierba, dejé el trazo, gané altura y continué la travesía,
siguiendo ahora la linde del matorral y…
…
rodeando alguna que otra mancha. Atrás, con la distancia, fueron apareciendo
las crestas occidentales del Guadarrama por encima de Peña Citores.
Por
delante, empezó a asomar la cima del Morete, situado al norte de Peñalara,
señal de que alcanzaba el amplio y poco definido lomo que divide las caras
suroeste y noroeste de la montaña. Entonces, topé con una senda que se cruza
con la que había llevado. Era el momento de girar a la derecha (E) para…
… rematar
por ella la ascensión, subiendo hacia la cumbre…
… en
ascenso directo ligeramente escorado a la izquierda, no demasiado empinado y
muy cómodo.
La
cercanía de la culminación se anunció cuando vi, a mi derecha, la cuerda, con
las Dos Hermanas al fondo.
Un
momento después, vi, antes que el hiro, el cartel indicador de madera que
lleva, al menos, 48 años ahí, aguantando ventiscas.
Al llegar
a la cumbre de Peñalara, apareció al otro lado la Cuerda Larga en toda su
longitud. Volviendo los ojos a la izquierda, su…
…
continuación por la Sierra de la Morcuera sobre el Valle de Lozoya, con las
crestas de Ayllón al fondo y, al otro lado...
… la
continuación al noreste de la Sierra de Guadarrama, más allá del puntiagudo
Risco de los Claveles. Siguiendo el giro, al…
… oeste,
por donde había llegado, se extendía la llanura segoviana; luego, la…
… Mujer
Muerta, las cimas del valle de la Fuenfría y Siete Picos, para acabar la vuelta
en…
… en la
cuerda que, en forma de ancho lomo, descendía suavemente al suroeste. Por el
camino que lo recorre, ruta normal de esta montaña, emprendía el descenso,
asomándome al pasar, a la izquierda a…
… la boca
de los sucesivos corredores de la vertiente oriental, como los Tubos Sin Nombre;
aquí el Derecho y…
… aquí el
Central.
Así, me
iba aproximando a las Dos Hermanas, situadas al otro lado del Collado de la
Lagunas, desde donde, obviamente…
… se
domina, aunque con mala perspectiva, el laguito más famoso de la zona.
En fin;
tras rodear por la derecha la Hermana Mayor y la Menor por la izquierda, eché
una última mirada a la cumbre antes de…
… pasar
un cambio de pendiente y…
… entrar
en la amplia ladera meridional de la Loma de Dos Hermanas, que el camino
desciende en lazadas, asomándose alternativamente a la vertiente de Valsaín y…
… a la de
Lozoya, dominada por los espolones de Peñalara. Dejado atrás el ramal que va al
Refugio Zabala, fueron…
…
menudeando los pinos aislados y no tardé en encontrarme …
… entre
árboles, mientras seguía pasando de largo ante desvíos, todos a la izquierda.
Las
condiciones del camino fueron mejorando según descendía, lo mismo que el porte
del pinar, del cual no salí hasta…
… llegar
al Puerto de Cotos.
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