Risco de la Campana (2.093)

ASCENSIÓN DESDE LA CENTRAL DEL CHORRO

POR LA PORTILLA DE GALINDO Y BAJADA POR EL ESPINILLO

El Risco de la Campana está situado en el extremo de la Cuerda de los Asperones, cordal proyectado al este desde el Torreón de la Sierra de Candelario. Se trata de un monte cónico cubierto de matorral, salvo la cima, formada por un considerable cancho con varias culminaciones. Supera los dosmil metros, pero por poco y, separado del cordal principal, se le puede considerar un secundario, pese a sus más de cien metros de prominencia. También sus accesos deben de haber colaborado a que su fama de esta cima no sea mucha y a mantener a las multitudes alejadas, pues las aproximaciones son incómodas y hay culminar el risco cimero requiere superar una dificultad considerable. Y hasta para las puntas fáciles hay que escalar un poco. Como atractivo, unas perspectivas estupendas sobre la mitad occidental de Gredos y más limitadas, pero peculiares, a nivel local.

La ruta consiste en recorrer la cresta del monte, de oeste a este, accediendo y descendiendo de la cuerda por los accesos más convenientes, que son, respectivamente, la Laguna del Duque y la vaguada nororiental del collado del Espinillo.

La Sierra de Candelario sobre de El Barco de Ávila, con un modesto Risco de la Campana destacado a la izquierda

SITUACIÓN:

  • Zona: Sierras de Béjar (Sistema Central)
  • Unidad: Sierra de Candelario
  • Base de partida: Solana de Ávila (Ávila)
ACCESO: La Central del Chorro Zaburdón es una pequeña instalación hidroeléctrica de aspecto añejo situada sobre la Garganta de la Solana. Está 6 km aguas arriba del pueblo de Solana de Ávila, que forma parte de la comarca del Alto Tormes, en el SO de la provincia y al pie de la vertiente meridional de la Sierra de Candelario. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen a ese punto en el siguiente link a GoogleMaps.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 1.386 / 2.427
  • Mi tiempo efectivo: 4h29
  • Mi tiempo total: 5h52
  • Dificultades: PD-. En el risco cimero, los cantos que coronan las dos puntas que toqué son sendos pasos cortos y expuestos de II grado. Para llegar a ellos, hay que superar previamente una trepada por bloques de unos 30 metros, más fácil (I+). Además, hay tramos sin senda, pero con buenas referencias en general, a través de matorral cerrado y pedreras.
  • Track para descargar en Wikiloc
Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: Salir de la Central del Chorro por la senda que, al SO, remonta el barranco. Cuando se bifurca, ir por la derecha (NO) para superar las placas equipadas por las que se desliza el agua, hasta la Laguna del Duque. Rodearla por su orilla meridional, dejándola para remontar a la izquierda (SO) la vaguada que cae de la Portilla de Galindo. Seguir la cuerda a la izquierda (SE), buscando paso a través del matorral primero, trepando por bloques (I+) luego y superando el canto cimero (II) de la segunda punta más alta del Risco de la Campana (PD).

Descender del cancho cimero (PD) y seguir la cuerda al NE, por un pasillo abierto en el matorral que desparece inopinadamente en un hombro pasada la cota (2.044). Descender a la derecha (SE) abriéndose paso en el monte bajo, al principio junto a un murete y después separándose del mismo hacia una zona en que clarea el matorral más abajo. Al llegar a la misma, girar a la izquierda (NE) y atravesar horizontalmente la ladera hasta el collado de El Espinillo. Descender por su vaguada izquierda (NE), siguiendo el pasillo que una torrentera abre en el matorral. Tras pasar junto a la Cabaña de Mingopérez, al dar con un caminillo, apenas un rastro, que corta el arroyuelo, Tomarlo a la izquierda (NO). Seguirlo hasta que, bajo el collado del Cilliruelo, desemboca en una senda balizada, la cual, a la derecha (NE), conduce hasta la primera bifurcación de la mañana y la Central del Chorro.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: Llevaba tiempo pensando en subir al Risco de la Campana, pues me pareció que, por su situación destacada del resto del macizo, sería un buen mirador. Luego resulto que no; las vistas desde la cumbre son buenas, pero no diferentes que desde otras cimas cercanas con más altitud y carácter. Pero, bueno, sirva la jornada para completar colección.

Por otro lado, el acceso al canto más alto, marcado por un hito que vi, pero no pude tocar, es demasiado difícil para superarlo sin aseguramiento; al menos, lo es para mí. Con lo delicado que es afirmar estas cosas sin haber catado la vía, no lo bajo de V grado: flancos verticales y lisos, con sólo unas fisuras horizontales bastante separadas como apoyo; y eso por lo más fácil, que, por otros lados, extraploma; demasiado para mí. Ahí están las fotos.

Finalmente, como resumen calificativo, se trata de una actividad bonita tanto por el panorama como por el entorno inmediato, pero no más que otras del mismo sector de la Sierra de Candelario. Es aventurera, ya que no hay sendas claras por encima de la laguna, ni a la ida ni a la vuelta. Se ven hitos, pero las pedreras son pedreras y el matorral, matorral, aunque sepas por dónde hay que ir. La excepción es el camino que va por la cuerda entre el cancho cimero y el hombro al este de la punta oriental (2.044); no me explico cómo acaba y termina así, sin ir ni venir de ningún sitio. Finalmente, debo advertir que la ruta es más larga de lo que se esperaría por desnivel y distancia, pues el terreno, más por incomodidad que por dificultad, va a ralentizar la progresión. También, que lo que llamo Cabaña de Mingopérez, en realidad no le he encontrado un nombre conocido; la llamo así por la cercanía a la portilla homónima.

RELATO GRÁFICO:

Desde la Central del Chorro, se ver éste junto a la tubería de conducción, abriendo un surco entre dos riscos. Allí, tomé una senda que se dirige al suroeste.

El camino parece dejar de lado el impresionante roquedo, pero eso es hasta llegar a…

… una bifurcación, donde un cartel indica la dirección a la Laguna del Duque. Pues buen; yo me fui al otro lado, a la derecha (NO), hacia donde se veía la tubería, para…

… llegar igualmente a la laguna por un itinerario sorprendentemente fácil que, equipado con peldaños, pasamanos, etc., permite superar el gran cancho sin dificultad y, con la roca seca como era el caso, sin riesgo.

Para entonces, mirando atrás, podía ver la central en medio de la garganta, mientras…

… ganaba altura junto al torrente, que corre primero por unas placas muy empinadas, pero que…

… se superan sin problema usando las ayudas artificiales.

Luego, el roquedo se tiende y viene un tramo en que el riachuelo ha formado un pequeño cañón. El agua, la llevé siempre a la derecha hasta que…

… vi aparecer unas crestas, concretamente del Canchal del Turmal, momento en que crucé al otro lado. Poco después, culminé la subida y…

… pasé junto a un pequeño refugio y llegué a la presa de la Laguna del Duque. Allí, tomé hacia la derecha (O) la senda que bordea la masa de agua. Para esta ruta, hubiera sido más práctico ir por el otro lado, pero me hubiera perdido perspectivas tan bonitas como ésta del Turmal reflejándose en el embalse. Enfrente, podía ver…

… la misma senda y un torrente que baja a la izquierda de unos grandes canchos. Por ahí iba a subir.

Antes, tenía que llegar al fondo de la laguna, pasar…

… ante el desvío que sigue remontando el barranco y…

… vadear el Arroyo Malillo (éste) y otro chorro tributario aún más fácil.

… una vez en la orilla sur, fui avanzando hacia la presa hasta estar…

… muy cerca (sin llegar al mismo) el torrente que veía antes. Entonces, al ver un hito a la derecha (S), giré en esa dirección y…

… comencé a remontar la ladera, llevando cerca, a la izquierda este otro chorro anónimo, mientras, al otro lado, se iba…

… descubriendo paulatinamente el Arroyo Malillo. No había senda y, pese a los hitos, resultó…

… incómoda la subida por esta ladera de matorral y cantos. Eso sí, con una bonita vista de la laguna abajo y…

… el anaranjado llameante de los serbales poniendo algo de chispa este adusto paisaje. Tras pasar un rellano, los hitos me llevaron a seguir subiendo justo a la izquierda de ese risco, justo…

… al pie de la pared, donde los bloques amontonados ralentizaban aún más la progresión.

Por esta umbría vi unos cuantos carámbanos. Ya decía yo que, aunque no se veían hielo ni escarcha, hacía frío.

Después de superar el pedregal, entré en…

… un tubo herboso más tendido, del cual salí al…

… extenso rellano empradizado del Hoyo Malillo. A mi derecha, el canchal del Turmal y, al otro lado del barranco, el Canchal de la Ceja, en lo alto del cual sí que se ve algo de blanco.

Por delante, hasta la Portilla de Galindo un suave cóncavo cubierto de hierba. Sólo algo de matorral cerca de culminar.

Mirando atrás, el hoyo Malillo desde arriba, con el Risco Gordo al fondo.

Al otro lado de la Portilla de Galindo, se extienden el Valle del Jerte bajo la Sierra de Tormantos. A mi izquierda (SE), se elevaba…

… el Risco de la Campana. Hacia allí me dirigí, buscándome la vida para atravesar el matorral, pues aquí ya no había hitos.

Fui buscando huecos que, pasada media subida, se fueron haciendo más frecuentes hasta…

… acabar el matorral, unos 30 ó 40 m bajo cumbre, en el borde inferior de un gran apilamiento de bloques. La trepada fue una cadena de cortas superaciones en toda la gama del I grado, las mayores de las cuales llegaron a dos metros. Guiado por la facilidad del paso, ascendí hasta el bloque más grande que se ve en lo alto y lo rodeé por la derecha, encontrándome a mi izquierda con…

… una especie de pasillo horizontal por el que pasé al flanco norte del risco, donde volví a girar, ahora a la derecha, para…

… encarar trepar (I) por el hueco entre los cantos superiores, desde el cual…

… sendas superaciones verticales, pero con buenos apoyos (II), me permitieron encaramarme a la segunda (la que se ve) y tercera (la que asoma a la izquierda) puntas más altas del risco. La cima verdadera, que es la del fondo y tenía un pequeño hito, queda fuera de mi alcance. En todo caso, no creo que el panorama sea muy diferente.

Desde el Risco de la Campana, se ven al norte, más allá del Hoyo Malillo, las tres cimas más altas de la sierra; a saber, por orden de altitud y de derecha a izquierda, Risco Gordo, Calvitero y Canchal de la Ceja. Siguiendo el giro, al otro lado del…

… Arroyo Malillo, el Canchal del Turmal y, pasada ya la cuerda, el…

… Valle del Jerte entre los cordales de Tras la Sierra y Tormantos. Luego, el risco cimero tapa un trozo y, pasado el mismo, los…

… tramos occidental y central de la Sierra de Gredos, donde, pese a la distancia, resultan llamativas…

… las crestas del Circo de Gredos, con la Galana y el Almanzor bien reconocibles. También, la roma Cabeza Nevada.

Acaba la vuelta al noreste, donde un lomo casi horizontal y poblado de denso matorral se proyecta hacia la punta oriental (2.043). Y parece surcado por un buen pasillo. Comencé, pues, el retorno volviendo al pie del hueco o brecha entre bloques y destrepando desde ahí en esa dirección, por…

… terreno similar al de la subida (I). Mirando atrás una vez al pie del risco, así se ven la punta más alta y las dos a las que pude subir. Y, efectivamente, vista desde aquí, parece que el acceso a la cima tiene una dificultad considerable.

Mientras caminaba por la cuerda hacia la punta oriental (2.044), dejé a mi derecha varios …

… riscos curiosos, tras loa que se desplegaban las crestas gredenses, destacando las de los macizos del Circo de Gredos y…

… de la Covacha, cuya cumbre se alza aquí entre las del Corral del Diablo y el Estecillo. Al lado contrario, podía…

… ver la gran masa rocosa del Canchal de la Ceja junto al Canchal del Turmal. Y, a mi espalda, el…

… Risco de la Campana, que quedaba atrás. Pasada la cota oriental, al llegar a…

… un hombro sobre el que hay un canto, la traza que seguía acabó con la misma brusquedad con que había aparecido al pie del cancho cimero. No me lo explico, pero así es. Estaba rodeado de matorral denso y alto por todas partes, pero, a mi derecha (SE) vi un murete de piedras que bajaba hacia un risco al pie del cual el monte bajo clareaba. Empecé caminando junto a la valla, pensando que habría hueco junto a la misma. Pero la menor resistencia del matorral (no sin pelear, a veces con los piornos llegándome por encima de los hombros) me fue haciendo derivar a la izquierda (E) hasta que acabé en ese otro hueco de hierba y cantos que se medio ve en la foto. Allí, giré más a la izquierda aún (NE) para…

… seguir una terraza inclinada desde la que se veía, al fondo, la punta del Espinillo, junto a la que pasaba la bajada prevista. El matorral era tan malo como antes, pero… 

… estaba frecuentemente interrumpido por praderas. Así, alternando pasajes buenos con…

… otros muy incómodos, fui llegando al collado (1.926) del Espinillo, que crucé para…

… descender al otro lado por la vaguada, donde un torrente abría un buen pasillo en el matorral. Aquí también se alternaron trechos cómodos, aunque un poco encharcados, con…

… pasajes más estrechos y abruptos. Pero siempre encontré paso franco.

Hacia los 1.850 m de altitud, di con una cerca a la izquierda del torrente. Dejé de seguir éste creyendo que sería más cómodo ir junto a la valla. Creo que me equivoqué; aunque se veía traza, el piso era pedregoso y poco estable; posiblemente, fuera mejor haber seguido por la hierba del cauce. Pues ambas opciones hubieran acabado llevándome junto a la cabaña que se ve más abajo.

Frente a la caseta, la valla se aleja hacia la derecha (E), posiblemente la Portilla de Mingopérez que queda no lejos, más o menos a esta altura. Contrariamente a lo esperado, no vi senda, así que continué descendiendo…

… por la hierba junto al agua. Pero no tardé en…

… dar con una senda, borrosa, pero que debe de haber conocido tiempos mejores a juzgar por la marca que hace en la ladera. La tomé hacia la izquierda (O) y, ayudado…

… por hitos en algún pasaje en que se perdía el trazo del todo, me fui dirigiendo hacia el collado (1.638) del Cilliruelo. No lo alcanzaría, pues, bajo el mismo, mi senda desembocó en otra más marcada y señalizada (se ven, abajo en la vaguada, el trazo y la manchita blanca de un cartel), que tomé a la derecha (NE).

Este camino, empedrado incluso en algunos sitios, es el mismo por el que había salido de…

… la Central del Chorro, así que no tuve ya más que seguirlo para regresar al punto de partida.

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